tag:blogger.com,1999:blog-6554665503541593162024-03-08T06:45:30.038-08:00Reflexiones bíblicasAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.comBlogger24125tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-66397753600150513102013-03-21T06:33:00.001-07:002013-03-21T06:35:43.652-07:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mateo
7:21-23<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">(Exposición
en la Iglesia Gilgal, Maracay, 17-03-2013)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Introducción</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">El tema de esta mañana (tarde)
se refiere a “<b>El más grande desafío a un
discípulo de Jesucristo</b>.” Bien sabemos que nuestra salvación es por la gracia
y sólo por la pura gracia de Dios, mediante el sacrificio de Jesucristo. Allí
nada tuvimos que hacer nosotros. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El<i> “<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo</span></i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> (<span style="letter-spacing: -.2pt;">Tito
3.5)</span></span><i><span style="letter-spacing: -.2pt;">.</span></i></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.2pt; line-height: 150%;"> Pero una vez salvados,
tenemos un compromiso como hijos de Dios. Este compromiso tiene una proyección
en dos direcciones: una dirección vertical y una dirección horizontal. Esto
significa que ahora que somos hijos de Dios, tenemos que <b>mirar hacia arriba</b> y también tenemos que mirar con atención <b>a nuestro alrededor</b>. En nuestra mirada
hacia arriba alabamos y adoramos al Señor con todo nuestro ser; y en nuestra
mirada a nuestro alrededor nos solidarizamos con nuestro prójimo en sus
necesidades con todas nuestras fuerzas.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.2pt; line-height: 150%;">Entonces,
una vez salvados, una vez resucitados con Cristo, tenemos vida y entramos a la
acción, comenzamos el peregrinaje cristiano, asumimos el camino de <b>la vida nueva</b>. Y en este peregrinaje es
necesario que no detengamos el paso, sino que avancemos día a día por el camino
estrecho, que es el camino de la vida; porque al final, según las palabras de
Jesús, seremos evaluados no por lo que hizo Dios, sino por lo que hagamos
nosotros, por nuestras acciones en relación con nuestro prójimo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ahora, hemos dicho que
queremos reflexionar en <b>El más grande
desafío a un discípulo de Jesucristo.</b> ¿Pero cuál es ese desafío? Se trata
de un tema crucial, un tema fundamental de la fe cristiana, pues de él depende verdaderamente
la vida. Tan relevante es este desafío que Jesús mismo lo presenta como el
punto central en su gran discurso conocido como “<b>El Sermón del Monte</b>”. En este Sermón, presentado en Mateo capítulos
5 al 7, Jesús habló de muchos temas, pero hay uno que está por encima de todos,
hay uno que sobresale, uno que es superlativo. Es el tema con el cual comienza
el discurso y con el cual también lo termina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">¿Cuál ese desafío que Jesús
les presenta a sus discípulos en este discurso? Él les dijo a sus discípulos: <i>Ustedes son la sal de la tierra</i> y <i>ustedes son la luz del mundo</i>; pero ese
no es el más grande desafío, aunque es parte de él. En verdad, el más grande
desafío de Jesús a los discípulos es <b>LA
OBEDIENCIA a la Palabra de Dios </b>(<b>5.19;
7.24</b>). Y es de verdad un desafío, porque obedecer es uno de los asuntos más
difíciles en la vida. Pero ¿qué significa obedecer? </span><b><span style="background: #CCC2AD; font-family: "Georgia","serif"; letter-spacing: .6pt;">Obedecer
es aceptar y cumplir la voluntad de otra persona que está por encima de
nosotros en una determinada situación<span style="color: #7d6f4f;">. </span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> La verdad es que a todos nos cuesta obedecer. La
desobediencia no es sólo un problema de los niños, lo es también de los
adultos, lo es de todos nosotros. Bien sabemos que cuando la desobediencia se
hace presente, llega el caos, el sufrimiento, la incertidumbre; pero eso parece
que no nos importa mucho. Pero la desobediencia paga muy caro. Desde el
principio, en el Edén, cuando Adán desobedeció la Palabra de Dios: llegó la
desesperanza, llegó la muerte. Dice la Biblia: </span><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El
pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos,
porque todos pecaron</span></i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> (Rom. 5.12)<i>.</i></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> Por alguna razón, desde
entonces, la tendencia humana es la DESOBEDIENCIA, –no importa la cultura, la
edad, el sexo, la clase social, etc.-, la tendencia es la desobediencia. Pero Dios
siempre ha exigido y exige obediencia a su Palabra…. Por eso:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Los
discípulos de Jesús se distinguen por su obediencia a lo que él enseñó</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">! En esta ocasión centraremos el mensaje en la
exposición de<o:p></o:p></span></div>
<h4>
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Mateo 7:21-23</span></b><b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 4.0pt;"><o:p></o:p></span></b></h4>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">21 </span></sup></i></b></span><span class="woj"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">»No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en
el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad
de mi Padre que está en el cielo.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">22 </span></sup></i></b></span><span class="woj"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor!
Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos
milagros en tu nombre”.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">23 </span></sup></i></b></span><span class="woj"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí,
ustedes, que violan las leyes de Dios”.</span></i></span><span class="woj"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 212.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span class="woj"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">(Nueva traducción viviente)<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 212.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Con demasiada frecuencia confesamos a Dios con nuestros labios y lo negamos
con nuestras vidas. Pero habrá un día cuando Dios ajustará las cuentas. En
verdad, no es difícil recitar un credo; pero sí es difícil llevarlo a la
práctica: exige compromiso, mucha dedicación y disciplina, exige renunciar a mi
propia vida para anunciar a Jesucristo. Aun <b>Francisco I</b>, en su primera misa como Pontífice, dijo: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">“Nosotros podemos caminar todo lo que queramos, podemos
edificar muchas cosas, pero si no proclamamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos
convertimos en una ONG piadosa, pero no en la iglesia, esposa de Cristo</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Es que la fe cristiana que anunciamos con nuestros labios, sin una vida transparente
que la respalde, es una contradicción y en definitiva es una grotesca mentira.
En este sentido, el texto bíblico que acabamos de leer nos presenta un
verdadero desafío a todos los que hemos asumido el compromiso de seguir a
Jesucristo. A todos los que <b>decimos</b>
llamarnos discípulos de Jesús de Nazareth se nos plantea el reto a <i>obedecer y enseñar a obedecer las cosas que
el Señor nos ha mandado</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES;">1. <u>Qué dice el texto?<o:p></o:p></u></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<h4 style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">En resumen, el texto dice
que los verdaderos discípulos se distinguen <o:p></o:p></span></h4>
<h4 style="line-height: 150%;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">por <b>su obediencia</b> a <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la
Palabra</st1:personname> de Dios.<o:p></o:p></span></h4>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 150%;">Un dicho popular dice que “<b><i>No todo lo que brilla es oro</i>.”</b>
En efecto, el asunto central del texto es este: “<i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">No todo el que me dice:
“Señor, Señor”,</span></i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> </span><i>entrará
al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el
cielo.</i> Dicho en otras palabras: <b>El verdadero discípulo es aquel que
obedece <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname>
de Dios</b>. El discípulo es aquel que no sólo tiene una profesión verbal, sino
una respuesta moral y social al evangelio. Si usted no está obedeciendo la
Palabra de Dios, es mejor que revise su cristianismo. El asunto es serio y el
texto es muy claro y desafiante:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">1. No todo el que dice ser discípulo lo es en verdad
(v. 21a).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">2. <b>El verdadero discípulo
es aquel que obedece <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la
Palabra</st1:personname> de Dios</b> (v. 21b).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">3. Según el texto, algunos
estaban equivocados y, tal vez, sinceramente equivocados. Por eso, Jesús dice
que en el día final, muchos se presentarán ante Dios confiados en las acciones
“extraordinarias” que lograron supuestamente en el nombre de Jesús (v. 22).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 1.0cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">- Que respetaron la
Biblia y el nombre de Cristo: <b>(<i>¿No profetizamos en tu nombre?</i></b><i><span style="color: #0070c0;">)</span></i><b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 1.0cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">- Que liberaron a los
oprimidos por el diablo: <b>(<i>¿No echamos fuera demonios en tu nombre?</i></b><i><span style="color: #0070c0;">)<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 27.3pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -13.1pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">- Que se preocuparon por
vencer obstáculos en bien de los demás: <b>(<i>¿y en tu nombre no hicimos muchos milagros?</i></b><i>)</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">4<span style="letter-spacing: -.2pt;">. Los que pretendan entrar al
reino de los cielos sobre la base de sus obras, por extraordinarias que sean,
serán desconocidos por el Señor (v. 23a).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">5. Finalmente: Los que
confían en sus “obras extraordinarias” para entrar al reino de los cielos son
calificados como <i>hacedores de maldad</i> (violadores de las leyes de Dios) (v.
23b).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="margin-left: 35.45pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="margin-left: 35.45pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="margin-left: 21.3pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">2. ¿<b><u>Cuál es el
contexto de este texto</u></b>?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="margin-left: 21.3pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 150%;">En el contexto de este
texto Jesús usa una serie de metáforas para referirse al tema de <b>la obediencia a la Palabra de Dios</b>. En
todos estos versículos Jesús está concluyendo su exposición sobre “<b>La vida y misión de sus discípulos</b>”, que
comenzó en el capítulo 5 de Mateo. De manera que en los vv. 13-27 de este mismo
capítulo, en <u>primer lugar</u>, en los vv. 13-14, Jesús les habló de la <b><i>puerta
estrecha</i></b> y <b><i>la puerta ancha</i></b>. La puerta ancha y el camino espacioso –dijo
Jesús– llevan a la destrucción y muchos son los que entran por ella y andan por
este camino. En cambio, la puerta estrecha y el camino angosto, –dice Jesús–
llevan a la vida, y pocos son los que la hallan. En <u>segundo lugar</u>, en
los vv. 15-20 Jesús advierte acerca de los <b>falsos profetas</b> que están aún dentro de sus seguidores, “<i>quienes vienen vestidos de ovejas, pero por
dentro son lobos feroces.</i>” Dos veces –dice Jesús– que estos serán conocidos por sus frutos.
En <u>tercer lugar</u>, en los vv.
21-23, amplía la exhortación y ahora advierte acerca de los <b>falsos profesantes,
falsos discípulos, falsos cristianos</b>
y dice que entrarán a su reino sólo “<i>los
que hacen la voluntad de su padre</i>”. <u>Finalmente</u>, en los vv.
24-27, Jesús habla de dos constructores, dos construcciones, dos proyectos de
vida, y concluye: <o:p></o:p></span></div>
<h4 style="line-height: 150%; margin-left: 1.0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span class="text"><i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Por tanto, todo el que me oye estas palabras <b><u>y las pone en práctica</u></b> es como
un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">25 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los
vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba
cimentada sobre la roca.<b><sup>26 </sup></b>Pero todo el que me oye estas
palabras <b><u>y no las pone en práctica</u></b>
es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">27 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los
vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.<o:p></o:p></span></i></span></h4>
<h4 style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; letter-spacing: -.1pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Entonces, el asunto crucial para el discípulo de Jesús es
la obediencia. Pero lamentablemente, no todos están dispuestos a obedecer, a
seguir la voluntad de Dios, aunque aparenten ser discípulos de Jesús. Lo que Jesús dice es que quien pretenda ser un
discípulo de Él y a la vez es desobediente a <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios, es un <i>falso discípulo, es un</i> <i>falso cristiano</i>.<b> </b>Porque <b>la obediencia a <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios es lo que
distingue al verdadero discípulo de Jesucristo</b>. <o:p></o:p></span></h4>
<h4 style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; letter-spacing: -.1pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 14.0pt;">Entonces, todo o nada; Jesús es radical y exige
obediencia incondicional. Y la obediencia que él exige ha sido revelada en la
Palabra de Dios, expresada por escrito con toda claridad para nuestra
instrucción y conducción de la vida. Al final de la narrativa de Mateo, en la
Gran Comisión, Jesús les dijo a sus discípulos: “<i><u>Enséñenlos a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes</u></i>”.<o:p></o:p></span></h4>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.2pt; line-height: 150%;">Entonces, el asunto es
más serio de lo que aparentemente imaginamos.
Nótese, por ejemplo, que en Mateo 7:15-20 son <u>los
creyentes</u> quienes tienen la responsabilidad de evaluar a los líderes, a los
profetas, para detectar su veracidad. En este caso, algunos podrán ser
engañados por los “<i>falsos profetas</i>”,
y en efecto, muchos lo han sido a través de la historia. Pero en el texto que
estamos considerando, Mateo 7:21-23, quien hace la evaluación no son los creyentes,
sino <u>Dios mismo</u>. Y es factible
que nosotros fallemos en nuestra evaluación, porque nuestra vista es muy corta;
pero eso no le ocurrirá a Dios, quien es la luz y ante él hay absoluta claridad.
¡El no falla en su evaluación! Así que, el hecho de que haya personas que hagan
cosas extraordinarias e impresionantes, como se nota en este texto, no
garantiza que sean verdaderos discípulos de Jesús. La verdad es que estos
pueden impresionar a los seres humanos, y hasta pueden engañarlos, como ha
ocurrido innumerables veces en la historia; pero de ninguna manera impresionarán
ni engañarán a Dios. </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Bien podemos traer a colación aquí al
poeta romano, <b>Publio Ovidio</b>. Él dijo
que <b>“las
obras de los mortales no engañan nunca a los dioses</b>.” <span style="letter-spacing: -.2pt;">Aun los verdaderos cristianos puedan ser engañados
por los falsos profetas y los falsos creyentes, pero al final Dios pondrá todo
al descubierto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt;">3. ¿<u>Cuáles son, entonces,
las verdades que presenta el texto</u>?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">1. El texto enseña que Jesús
exige lealtad a sus seguidores. Y la lealtad a él se evidencia en <b>la obediencia</b>. Por eso dice: <i>No todo el que me dice Señor, Señor,… sino
el que hace la voluntad de mi Padre</i>… Entonces, no es asunto de <b>decir</b>, sino de <b>hacer</b> lo que Dios exige. Se trata de uja profesión verbal, sí esto
es necesario; pero de nada sirve sin una promoción moral y social del
evangelio. El discípulo dice y hace. El texto es claro y nos enseña que <b>la obediencia a <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> de Dios es el
distintivo principal del discípulo de Jesucristo</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<br /></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">2. Otro asunto que enseña el texto es que el discípulo se
identifica por <b>lo que es,</b> más que por <b>lo que hace</b> para ganarse el favor de Dios. Así
que, <b>la única credencial válida del
discípulo es <u>conocer a Jesucristo y ser conocido por él</u></b><u> (cf. Juan
17.3:</u><b><sup><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> </span></sup></b><i><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Y
ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,
a quien tú has enviado.</span></i>)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; margin-left: 21.3pt; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> 3. Un tercer asunto que enseña el texto es que
habrá algunos que pretenderán entrar al reino de Dios por “los caminos verdes”,
que pretenden ganarse la entrada al reino de los cielos por sus “acciones
extraordinarias”. Jesús les dice y les dirá que así no es. Al final, muchos se
presentarán ante Dios confiando en lo que hicieron supuestamente en el nombre
del Señor (v. 22). Pero recibirán la desalentadora y desconsoladora respuesta
de: “<i>Nunca os conocí; apartaos de mi,
hacedores de maldad</i>.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.2pt; line-height: 150%;">Entonces,
que haya hechos extraordinarios no es una garantía de que procedan de Dios. En
el Antiguo Testamento, en días de Moisés los hechiceros de la casa del Faraón lograron
algunas manifestaciones extraordinarias, pero no eran de Dios (comp. Éxodo 7). Por otra
parte, Jesús dijo que llegará el día cuando aparecerán falsos cristos y
falsos profetas que harían prodigios y señales (Mateo 24:24). Y el apóstol
Pablo escribió que llegará un día cuando aparecerá el hombre de pecado, aquel “<i>inicuo, cuyo advenimiento es por obra de
satanás, con gran poder y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad…</i>”
(2 Tes. 2.9, 10).</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">¿Recordamos lo que pasó en los días de Moisés y el Pueblo de Israel en
Egipto? Los falsos, los hechiceros, quisieron hacer una caricatura de la
verdad; lograron algo, pero finalmente fracasaron. Dice el relato que: “</span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Aarón
tiró su vara al suelo delante del faraón y de sus funcionarios, ¡y la vara se
convirtió en una serpiente!<b><sup>11 </sup></b>Entonces el faraón llamó a
sus sabios y a sus hechiceros, y los magos egipcios hicieron lo mismo con sus
artes mágicas:</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">12 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">tiraron
sus varas al suelo, ¡y las varas también se convirtieron en serpientes! Pero la
vara de Aarón se tragó las varas de ellos</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">.” (Éxodo 7.10-14). </span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"> Satanás siempre ha
sido un imitador y a veces ha resultado ser un buen imitador, pues se disfraza <i>como ángel de Luz. </i>Pero la Escritura
dice que Satanás ya ha sido vencido por Cristo en la cruz. Dice la Escritura
que: </span><span class="text"><b><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></sup></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Él
</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">–Cristo– <i>anuló el acta con los cargos que había
contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz.</i></span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">De esa
manera, desarmó</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">a
los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente
con su victoria sobre ellos en la cruz</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">.</span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"> <span lang="ES">(Colosenses 2.14,15)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES;">Conclusiones<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">¿Entonces, cómo
debemos vivir? Hemos concluido que e</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">l mensaje de Mateo 7.21-23
se centra en la obediencia a nuestro Señor Jesucristo. Pero sabemos que obedecer
no es nada fácil. Aun el Salmista David tuvo que orar así: <em><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Enséñame
a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra
de rectitud.</span></em> (<strong><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Salmo 143:10). </span></i></strong><strong><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-weight: normal;">Así
que,</span></strong><strong><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> </span></strong>Dios
nos exige la obediencia, aunque a veces esto parezca un absurdo. Déjenme
contarles una historia, una historia bíblica que nos muestra lo difícil que es,
a veces, obedecer.<strong><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> Está en 2 Reyes 5:9-15 </span></strong><strong><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-weight: normal;">y trata de Naamán, un leproso que
era jefe del ejército del rey de Siria.<o:p></o:p></span></strong></span></div>
<div class="chapter-1" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="chapternum"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho
prestigio y gozaba del favor de su rey porque, por medio de él, el</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="small-caps"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; font-variant: small-caps; line-height: 150%;">Señor</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">le había dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero
estaba enfermo de lepra.</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">En cierta
ocasión los sirios, que salían a merodear, capturaron a una muchacha israelita
y la hicieron criada de la esposa de Naamán.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Un día la muchacha le dijo a
su ama: «Ojalá el amo fuera a ver al profeta que hay en Samaria, porque él lo
sanaría de su lepra.»</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Naamán fue a
contarle al rey lo que la muchacha israelita había dicho.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">El rey de Siria le
respondió:</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">—Bien, puedes ir; yo le
mandaré una carta al rey de Israel.</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Y así Naamán se fue,
llevando treinta mil monedas de plata, seis mil monedas de oro</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">y diez mudas de ropa.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">6 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">La carta que le llevó al rey
de Israel decía: «Cuando te llegue esta carta, verás que el portador es Naamán,
uno de mis oficiales. Te lo envío para que lo sanes de su lepra.»</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">7 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Al leer la
carta, el rey de Israel se rasgó las vestiduras y exclamó: «¿Y acaso soy Dios,
capaz de dar vida o muerte, para que ese tipo me pida sanar a un leproso?
¡Fíjense bien que me está buscando pleito!»</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">8 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Cuando Eliseo,
hombre de Dios, se enteró de que el rey de Israel se había rasgado las
vestiduras, le envió este mensaje: «¿Por qué está Su Majestad tan molesto?</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">¡Mándeme usted a ese hombre, para que sepa que hay profeta en
Israel!»</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">9 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Así que Naamán,
con sus caballos y sus carros, fue a la casa de Eliseo y se detuvo ante la
puerta.<b><sup>10 </sup></b>Entonces Eliseo envió un mensajero a que le
dijera: «Ve y zambúllete siete veces en el río Jordán; así tu piel sanará, y
quedarás limpio.»</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">11 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Naamán se
enfureció y se fue, quejándose: «¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme
personalmente para invocar el nombre del</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="small-caps"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; font-variant: small-caps; line-height: 150%;">Señor</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la
lepra!</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">12 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">¿Acaso los ríos de Damasco,
el Abaná y el Farfar, no son mejores que toda el agua de Israel? ¿Acaso no podría
zambullirme en ellos y quedar limpio?» Furioso, dio media vuelta y se marchó.</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">13 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Entonces sus
criados se le acercaron para aconsejarle: «Señor,</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">si el profeta le hubiera mandado hacer algo complicado, ¿usted no
le habría hecho caso? ¡Con más razón si lo único que le dice a usted es que se
zambulla, y así quedará limpio!»</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">14 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Así que Naamán bajó al
Jordán y se sumergió siete veces, según se lo había ordenado el hombre de Dios.
¡Y su piel se volvió como la de un niño, y quedó limpio!</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.2pt; line-height: 150%;">¿Nos
damos cuenta? No fue fácil para Naamán obedecer. Sencillamente, le parecía un
absurdo, una locura, lo que el profeta le pidió que hiciera. Pero volvamos a
nuestro tema</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> referente a la obediencia del discípulo. ¿Cómo podemos
mostrar que obedecemos a Jesús? ¿Cuales pudieran ser algunos asuntos concretos
que nos indican obediencia a él? Al
comenzar su exposición, Jesús dijo: “<i>Hagan
brillar su luz delante de todos, para que vean vuestras buenas obras</i>”. Más
tarde, el apóstol Pablo escribió que: <i>Somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras</i>…” (Ef. 2.10). Entonces, somos salvos por la gracia de Dios
y solo por su gracia; pero Jesús dice
que ahora es necesario <b>hacer la voluntad
de Dios</b>, es decir, es necesario obedecer lo que él ha mandado. ¿Pero qué
nos ha mandado Jesús? Él dejó a sus discípulos muchos mandamientos, por
ejemplo: “<i>Hagan discípulos</i>” (Mateo
28:19</span><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">), <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y
yo les daré descanso</span></span></i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> (Mateo
11.28), <i>Si tu hermano peca contra ti,<span class="apple-converted-space"> </span>ve a solas con él y hazle ver su falta
</i>(Mat. 18.15)<i>.</i> Y</span><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 9pt; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">así, hay muchos otros mandamientos de
Jesús que con cierta frecuencia pasamos desapercibidos. Pero hay un mandamiento
de <b>carácter superlativo</b>. El
cumplimiento de este mandamiento, dijo Jesús, es <b>el distintivo de un discípulo</b>: Dijo Jesús a sus discípulos: <span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los
otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los
otros.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">35 </span></sup></i></b><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">De
este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.</span></i></span>
(Juan 13.34, 35) Entonces, si somos discípulos, si somos verdaderamente
cristianos, debemos obedecer este mandamiento. Debemos amarnos unos a otros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">¿Cómo podemos amar, como podemos hacer el bien en un mundo donde reina el
mal? W. Shakespeare dijo: “Vivo en un mundo donde el hacer daño merece a menudo
alabanzas, y el hacer el bien se considera a veces como una locura.” Ese parece también nuestro mundo. Pero
debemos hacer el bien al prójimo, aunque esto parezca una locura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Por supuesto, amar a quien nos ama es cosa fácil, hasta yo soy capaz de
hacerlo. Pero amar a quien no nos ama es otra cosa. Jesús se refirió a esto
cuando dijo: </span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Si ustedes aman solamente a quienes los aman,
¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de
impuestos?</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Y
si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen
esto hasta los gentiles?</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> (Mat. 5:46, 47).</span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">No necesitamos hacer grandes cosas, pero debemos servir a nuestro prójimo
en sus necesidades, debemos amar a nuestro prójimo. El apóstol Juan dijo: </span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">16 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">En
esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por
nosotros. Así también nosotros <b>debemos
entregar la vida por nuestros hermanos</b>.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">17 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Si
alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y
no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en
él?</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">18 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Queridos
hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de
verdad</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">.
Y en 4:20, el mismo apóstol escribe: <i>Si
alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues
el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no
ha visto.</i></span></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">21 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Y
él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.</span></i></span><span class="text"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> Entonces, <b><i>De este modo todos sabrán que son mis
discípulos, si se aman los unos a los otros</i></b><i>.</i></span></span><span class="apple-converted-space"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La
madre Teresa de Calcuta (1920-1997 dijo en una ocasión: “Ama hasta que te
duela. Si te duele, es una buena señal. Has comenzado la dicha de amar.” Y el poeta lo expresó en estos términos: <o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">“</span><i><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ama si QUIERES ser feliz, <o:p></o:p></span></i></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ama y Todo cambiará,</span></i><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ama Y ASI comprenderás, <o:p></o:p></span></i></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 14.2pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">La Alegría de Vivir.”</span></i><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Según el pensamiento de Jesús, al final cuando estemos
delante de él en el juicio de las naciones, no seremos reconocidos por los
asuntos meramente religiosos, ni por acciones extravagantes, sino por acciones sencillas
de bien hacia el prójimo: <o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span class="text"><b><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">31 </span></sup></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">»Cuando el Hijo
del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono
glorioso.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">32 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Todas las naciones se
reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor
las ovejas de las cabras.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">33 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Pondrá las ovejas a su derecha,
y las cabras a su izquierda.</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">34 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">»Entonces dirá el Rey a los
que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido;
reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del
mundo.<b><sup>35 </sup></b>Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de
comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento;</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">36 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">necesité ropa, y me
vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me
visitaron.”</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">37 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Y le contestarán los justos:
“Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de
beber?</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">38 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">¿Cuándo te vimos como
forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos?</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">39 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">¿Cuándo te vimos enfermo o
en la cárcel y te visitamos?”</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">40 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">El Rey les responderá: “Les
aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más
pequeño, lo hicieron por mí.”</span></i></span><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 21.3pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">41 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">»Luego dirá a los que estén
a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles.</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">42 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Porque tuve hambre, y
ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber;</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">43 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">fui forastero, y no me
dieron alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel,
y no me atendieron.”</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">44 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ellos también le
contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero,
o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?”</span></i></span><span class="apple-converted-space"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i></span><span class="text"><b><i><sup><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">45 </span></sup></i></b></span><span class="text"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Él les responderá: “Les
aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco
lo hicieron por mí.” <b><sup>46 </sup></b>»Aquéllos</span></i></span><span class="text"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” </span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">(Mat.
25.31-46)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Hay una antigua leyenda según la cual,</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> Martín de Tour, un soldado</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-VE;"> romano, cristiano, un día frío
de invierno entraba en una ciudad cuando un mendigo lo detuvo y le pidió una
limosna. Martin no tenía dinero, pero el mendigo tiritaba y temblaba de frio, y
Martin le dio lo que tenía. Se quito la capa de soldado, ya muy usada y
gastada, la partió en dos y le dio la mitad al mendigo. Esa noche, mientras
dormía, Martín tuvo un sueño. Vio los lugares celestiales, vio los ángeles y a
Jesús en medio de ellos. Notó que Jesús llevaba la mitad de la capa de un
soldado romano. Uno de los ángeles se le acercó y le preguntó: ¿Maestro, Maestro
por qué llevas esa capa tan vieja y gastada? ¿Quién te la dio? A lo que Jesús
respondió: “Me la dio mi siervo Martin”...
En verdad, cuando aprendemos la generosidad que ayuda a los demás en sus
necesidades en forma desinteresada, aunque sea muy sencilla, conocemos la
alegría de ayudar al mismo Jesucristo, de obedecer lo que él nos ha mandado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">“</span></i><i><span lang="ES" style="background: white; color: red; font-family: "Arial","sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos.”</span></i><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> Para hacer la voluntad de Dios es necesario
conocerla, y para conocerla es necesario leer y estudiar su Palabra. Entonces,
¿qué vamos a hacer esta semana? ¿De qué manera vamos a llevar a la práctica
esta semana nuestra obediencia a lo que el Señor nos ha mandado? Vamos a darle
dos ideas y usted decide lo que hará. 1) <b>En
primer lugar</b>, no se conforme con oír sermones cada semana, tome la firme
decisión de leer y estudiar la Palabra de Dios. Si no sabe cómo hacerlo y si de
verdad quiere avanzar en esto, únase esta semana a un grupo pequeño de esos que
están diseminados por la ciudad… En el Limón, hay uno en mi casa, los jueves a
las 7 de la noche. 2) <b>En segundo lugar</b>,
¿Por qué no comenzamos hoy por hacer el siguiente compromiso, tal como lo hizo
el himnólogo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFooter" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<b><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Que
mi vida entera esté consagrada a ti, Señor<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid windowtext; mso-border-insidev: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;">
<tbody>
<tr>
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 238.6pt;" valign="top" width="318">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Que mi vida entera esté<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Consagrada a Ti, Señor;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Que a mis manos pueda guiar<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">El impulso de Tu amor.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Lávame en tu
sangre, Salvador,<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Límpiame de toda mi
maldad;<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Traigo a Ti mi vida
para ser, Señor, Tuya por la eternidad.<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Que mis pies tan sólo en pos<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">De lo santo puedan ir;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Que mis labios al hablar<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Hablen sólo de Tu amor;<o:p></o:p></span></i></div>
</td>
<td style="border-left: none; border: solid windowtext 1.0pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-left-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; width: 238.6pt;" valign="top" width="318">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Que mi tiempo todo esté<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Consagrado a Tu loor;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Y mi mente y su poder<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Sean usados en Tu honor.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Toma ¡oh Dios!, mi voluntad,<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Y hazla tuya nada más;<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Toma, sí, mi corazón,<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt;">Y tu trono en él tendrás por la eternidad.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-16670197299307374402011-08-04T12:39:00.000-07:002011-08-24T07:38:00.944-07:00Hacia una lectura comprensiva de la Biblia (II)<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;">Desarrollo Cristiano Bíblico</span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;">www.estudiosDCB.org</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;">Correo-e: </span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;"><a href="mailto:evangel48@gmail.com">evangel48@gmail.com</a><span style="color: black;"></span></span></b></div></div><div align="center" class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 18pt;">Hacia una lectura comprensiva de la Biblia</span></b></div></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">(Parte II)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Conocemos bien el comentario de Lucas referente a la actitud de los hermanos en la ciudad de Berea: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Éstos eran de sentimientos más nobles que los de Tesalónica, de modo que recibieron el mensaje con toda avidez y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba</i>.” (Hechos 17:11 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Aunque nuestro caso no es igual, es importante reflexionar sobre estos asuntos, a fin de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ver si es verdad lo que hemos presentado</i> respecto a un mejor acercamiento a la lectura del texto bíblico<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ya que hemos hecho algunas críticas a la aplicación del <strong>método inductivo</strong> de estudio bíblico, vale la pena reflexionar un poco más sobre esto, a fin de encontrarle una mejor aplicación en la propuesta metodológica que sugerimos. También, hemos hablado de tres procesos metodológicos para el análisis del texto bíblico<span style="color: black;">,</span> atendiendo a la forma de expresión literaria; por eso, es importante asomar un poco más algunas observaciones referentes a la naturaleza de estos géneros literarios y ahondar también sobre la estructura de las unidades básicas del pensamiento escrito. Además, es importante que tratemos de responder un poco acerca del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">por qué</b> de algunas de nuestras propuestas referentes a la manera de analizar los textos bíblicos. Reflexionemos pues, sobre estos asuntos.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoTitle" style="line-height: normal; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El método inductivo y el estudio eficaz de la Biblia</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1.1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué es un método? </span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Un método es el procedimiento o pasos sistemáticos que se siguen con el fin de hallar la verdad de un determinado asunto. Entonces, un método de estudio bíblico adecuado es un conjunto de pasos presentados de manera sistemática para estudiar un texto, a fin de comprender, aplicar y comunicar la enseñanza que presenta. </span></div><div class="MsoBodyText"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1.2. ¿En qué consiste el método inductivo de estudio bíblico? </span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">El método de estudio bíblico inductivo consta de tres pasos: La observación, la interpretación y la aplicación de los resultados. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-language: ES; mso-no-proof: yes;"></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><h2><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;"> </span></h2><h2 style="text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">1.3. Unas observaciones generales del método inductivo</span></h2><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 49.9pt; text-align: justify; text-indent: -17.6pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1) Los tres pasos del método inductivo son excelentes para el estudio de la Biblia. En verdad, los tres pasos: la observación, la interpretación y la aplicación, si se usan correctamente, deben ser tomados en cuenta en el estudio de cualquier texto de la Biblia.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 49.9pt; text-align: justify; text-indent: -17.6pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2) La aplicación del método inductivo en el estudio de la Biblia ha hecho, sin duda, grandes aportes a la lectura de las Escrituras y al desarrollo de la vida cristiana. Uno de estos aportes es que centra la atención en el texto y la aplicación de las conclusiones del estudio a la vida del lector.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 49.65pt; text-indent: -17.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 49.9pt; text-align: justify; text-indent: -17.6pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3) Sin embargo, al reflexionar sobre el método inductivo de estudio bíblico notamos que ha habido ciertas deficiencias, no tanto en el método, sino en su aplicación. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 63.75pt; text-align: justify; text-indent: -9.9pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">♦ Notamos que generalmente en la aplicación del método de estudio bíblico inductivo no se le ha prestado la atención adecuada a la forma de expresión literaria del texto. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 63.8pt; text-indent: -10.05pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 63.75pt; text-align: justify; text-indent: -9.9pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">♦ Como resultado del punto anterior, por lo general en el estudio de la Biblia, se ha aplicado el mismo método a cualquier texto, sin tomar en cuenta su forma literaria, sea argumentativa, narrativa, o poética. Además, por lo general se ha hecho caso omiso de las unidades básicas del pensamiento escrito.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 63.8pt; text-indent: -10.05pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 63.75pt; text-align: justify; text-indent: -9.9pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">♦ En la aplicación del método de estudio bíblico inductivo, el lector ha centrado la atención básicamente en la observación de detalles (palabras, frases), sin preocuparse de la estructura ni la enseñanza global del texto (párrafo, episodio, poema). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 63.75pt; text-align: justify; text-indent: -9.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 63.75pt; text-align: justify; text-indent: 0.05pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Por lo tanto, hemos concluido que para comprender mejor la enseñanza de un texto bíblico, debe dársele prioridad a lo general más que a los detalles que contiene.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.7pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 39.15pt; text-align: justify; text-indent: -24.95pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1.4.</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">¿Entonces, qué?</b> Por todo lo antes expuesto, es necesario reflexionar sobre un método de estudio eficaz de la Biblia que sea fiel al texto y relevante a la vida del lector contemporáneo. Al estudiar cualquier texto bíblico debemos tener presente la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b>, la fidelidad al texto y la sensibilidad a las necesidades humanas.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 39.15pt; text-align: justify; text-indent: -24.95pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">2. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra propuesta metodológica y el método inductivo </span></b></div><h2 style="line-height: normal; margin: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;"> </span></h2><h2 style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-indent: -21.25pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">2.1. <span style="font-size: small;">La observación del texto. </span></span><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; font-weight: normal; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">El punto de partida para la correcta interpretación del texto es la observación de éste. La diferencia en las conclusiones del estudio depende de </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">qué observamos</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; font-weight: normal; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;"> en el texto, a qué elementos del texto le prestamos atención. Para clarificar un poco más lo que queremos decir, hagamos una comparación general de la aplicación metodológica, tanto de la forma tradicional como se ha aplicado el método inductivo como de lo que sugerimos en el proceso metodológico que denominamos </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">El estudio eficaz de la Biblia</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-style: normal; font-weight: normal; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">.</span></span></h2><div class="MsoNormal"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Una comparación</span></b></div><table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-bottom: medium none; border-collapse: collapse; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin-left: 12.5pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid black; mso-border-insidev: .5pt solid black; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 205.5pt;" valign="top" width="274"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 232px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 33px; z-index: 251655168;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image005.gif" width="33px" /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que generalmente se ha hecho en la aplicación del método inductivo</span></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 235.35pt;" valign="top" width="314"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 256px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 32px; z-index: 251656192;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image006.gif" width="32px" /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que sugerimos en <u>El estudio eficaz de la Biblia</u></span></div></td></tr>
<tr style="mso-yfti-irow: 1; mso-yfti-lastrow: yes;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 205.5pt;" valign="top" width="274"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué observar en el texto?</span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 16.1pt; text-indent: -16.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observación del contexto: “El contexto rige y determina la interpretación del pasaje…”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 16.1pt; text-indent: -16.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observación general del texto </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 16.1pt; text-indent: -16.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Preguntas que se hacen:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 16.1pt; text-indent: -16.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué?<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 21.3pt; text-indent: -21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una visión general del libro…</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 11.9pt; text-indent: -11.9pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observación del texto (centrada fundamentalmente en los detalles)</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 21.3pt; text-indent: -21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Temas del texto, palabras clave, palabras que se repiten, verbos, eventos, personajes, textos paralelos.</span></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: medium none; border-right: black 1pt solid; border-top: medium none; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 235.35pt;" valign="top" width="314"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué observar en el texto?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 24.2pt; text-indent: -13.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observación general del contexto<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El contexto histórico </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El contexto textual </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.4pt; mso-list: l3 level1 lfo1; text-indent: -10.65pt;"><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Observación de la estructura general del libro: divisiones, secciones y párrafos del libro.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 22.45pt; mso-list: l3 level1 lfo1; text-indent: -11.7pt;"><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Observación del párrafo (Centrada fundamentalmente en lo global)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.05pt; text-indent: 0.7pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">La estructura del texto: Oraciones, cláusulas y afirmaciones.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.05pt; text-indent: 0.7pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">La identificación de la afirmación principal del párrafo y la relación de las secundarias con la principal.</span></div></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 32.9pt; text-align: justify; text-indent: -18.7pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2.2.</span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">La interpretación del texto</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">Tenemos la responsabilidad de interpretar el texto. En este proceso, el punto de partida es encontrar<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> <b>la intención original del autor</b>. Por lo </span>general ésta no se encuentra en los detalles aislados, sino en el aspecto global del texto y su contexto.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> Por eso, </span>proponemos un acercamiento al texto desde una perspectiva <b>holística</b> y no tanto <b>atomística</b><span style="letter-spacing: -0.2pt;">; </span>es decir, debemos prestar atención a lo general del texto antes de ir a los detalles de éste<span style="letter-spacing: -0.2pt;">.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 32.9pt; text-align: justify; text-indent: -18.7pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 32.9pt; text-align: justify; text-indent: -18.7pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 32.9pt; text-align: justify; text-indent: -18.7pt;"></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Una comparación</span></b></div><table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-bottom: medium none; border-collapse: collapse; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin-left: 5.4pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid black; mso-border-insidev: .5pt solid black; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 224.85pt;" valign="top" width="300"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que generalmente se ha hecho en la aplicación del método inductivo</span></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.9pt;" valign="top" width="301"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que sugerimos en <u>El estudio eficaz de la Biblia</u>.</span></div></td></tr>
<tr style="mso-yfti-irow: 1; mso-yfti-lastrow: yes;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 224.85pt;" valign="top" width="300"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué interpretar del texto?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Estudiar: - Palabras del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 30.05pt; text-indent: -30.05pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="letter-spacing: -0.3pt;">- El contenido de los </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 30.05pt; text-indent: -30.05pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>versículos.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 39.4pt; text-indent: -9.35pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- Los diversos temas del texto. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 9.8pt; text-indent: -9.8pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Apoyar con otras partes de la Biblia: las “referencias cruzadas”, los llamados “textos paralelos”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">* Es atomístico en su aplicación</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: medium none; border-right: black 1pt solid; border-top: medium none; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.9pt;" valign="top" width="301"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué interpretar del texto?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 54.6pt; text-indent: -53.15pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Estudiar: <span style="letter-spacing: -0.3pt;">- La relación del texto con el contexto.</span> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 32pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- La afirmación principal del texto. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 32pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- La relación de las afirmaciones secundarias con la principal. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 32pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- Los principios que se derivan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 32pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del texto. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 32pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- La pertinencia o aplicación de los principios.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">* Es holístico en su aplicación </span></b></div></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2.3.</span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></i><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">La aplicación del mensaje del texto</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">. El propósito final del estudio del texto debe ser aplicar su enseñanza a la vida hoy para el crecimiento cristiano, tanto en lo individual (personal) como en lo colectivo. El estudio del texto debe ayudarnos a ser mejores cristianos y no solo a saber más de la Biblia.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Una comparación</span></b></div><table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-bottom: medium none; border-collapse: collapse; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin-left: 4.7pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid black; mso-border-insidev: .5pt solid black; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.55pt;" valign="top" width="301"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 0cm; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 253px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 32px; z-index: 251657216;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image007.gif" width="32px" /></span><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Lo que generalmente se ha hecho en la aplicación del método inductivo</span></b></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 230.25pt;" valign="top" width="307"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 264px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 32px; z-index: 251658240;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image008.gif" width="32px" /></span><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Lo que sugerimos en <u>El estudio eficaz de la Biblia</u>.</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div></td></tr>
<tr style="height: 42.05pt; mso-yfti-irow: 1; mso-yfti-lastrow: yes;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; height: 42.05pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.55pt;" valign="top" width="301"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué aplicar del texto?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.3pt; mso-list: l3 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -10.55pt;"><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Aplicar “las enseñanzas” del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.3pt; mso-list: l3 level1 lfo1; text-indent: -10.55pt;"><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Aplicar las doctrinas, exhortaciones</span></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: medium none; border-right: black 1pt solid; border-top: medium none; height: 42.05pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 230.25pt;" valign="top" width="307"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Qué aplicar del texto?</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 9.85pt; text-indent: -9.85pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- Aplicar la enseñanza central del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 9.85pt; text-indent: -9.8pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- Aplicar los principios derivados del texto.</span></div></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Un resumen</span></b></div><table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-bottom: medium none; border-collapse: collapse; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin-left: 4.7pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid black; mso-border-insidev: .5pt solid black; mso-padding-alt: 0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-yfti-tbllook: 1184;"><tbody>
<tr style="mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.55pt;" valign="top" width="301"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 250px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 32px; z-index: 251659264;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image009.gif" width="32px" /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que tradicionalmente se ha hecho con el método de estudio bíblico inductivo</span></div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 230.25pt;" valign="top" width="307"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="height: 24px; left: 0px; margin-left: 266px; margin-top: 40px; mso-ignore: vglayout; position: absolute; width: 32px; z-index: 251660288;"><img height="24px" src="file:///C:/DOCUME~1/ADMINI~1/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image010.gif" width="32px" /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Lo que sugerimos para el análisis de textos de bíblicos de argumentación</span></div></td></tr>
<tr style="height: 228.85pt; mso-yfti-irow: 1; mso-yfti-lastrow: yes;"><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: black 1pt solid; border-right: black 1pt solid; border-top: black 1pt solid; height: 228.85pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 225.55pt;" valign="top" width="301"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 13.9pt 0cm 35.7pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Buscar y desarrollar temas, como: Jesucristo, salvación, fe, esperanza, etc.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 6.8pt 0cm 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Identificar y estudiar palabras claves. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 13.9pt 0cm 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Buscar verbos. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 13.9pt 0cm 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Apoyar el desarrollo del tema con textos paralelos o referencias cruzadas.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 13.9pt 0cm 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Concentrarse en los detalles del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div></td><td style="border-bottom: black 1pt solid; border-left: medium none; border-right: black 1pt solid; border-top: medium none; height: 228.85pt; mso-border-alt: solid black .5pt; mso-border-left-alt: solid black .5pt; mso-border-top-alt: solid black .5pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 5.4pt; padding-right: 5.4pt; padding-top: 0cm; width: 230.25pt;" valign="top" width="307"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estudiar el texto en su contexto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l1 level1 lfo3; tab-stops: list 17.85pt; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Analizar la estructura del párrafo.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Redactar las afirmaciones del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Identificar la afirmación principal.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l1 level1 lfo3; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Determinar la relación entre las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>afirmaciones.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l2 level1 lfo4; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Redactar el mensaje global del texto en una oración breve.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 11.4pt 0cm 0cm 10.75pt; mso-list: l2 level1 lfo4; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Derivar los principios enseñados en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>párrafo.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 10.75pt; text-indent: -10.75pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Redactar aplicaciones de los principios.</span></div></td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Unas conclusiones:</span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">♦ Un método adecuado para estudiar la Biblia debe conducirnos a responder la pregunta: <b>¿Cuál fue la intención original del autor?</b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">♦ La comprensión de la intención original del autor del texto bíblico exige que se le preste atención a la forma de expresión literaria que él mismo usó al escribirlo. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">♦ La comprensión de los textos bíblicos exige métodos de interpretación adecuados al género literario en que fueron escritos. De otro modo, es difícil comprender la intención del autor. Hay bastante diferencia en estos tres géneros literario:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: list 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: list 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>- <b>Textos argumentativos </b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: list 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span>- <b>Textos narrativos</b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>- <b>Textos poéticos</b> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">♦ Finalmente, un método adecuado para estudiar la Biblia debe conducirnos a identificar y aplicar los principios que se derivan del texto para la vida contemporánea.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La naturaleza de los géneros literarios</b>. Dada la importancia del texto bíblico, debemos reflexionar un poco más acerca de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la naturaleza</b> de las formas o géneros literarios que aparecen en la Biblia, según la clasificación que hemos hecho: argumentativos, narrativos y poéticos.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3.1. Los textos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">argumentativos</b> son, por naturaleza, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">persuasión directa</b>. En el género discursivo, generalmente el autor presenta directrices (instrucciones) y exhortaciones directas. Por eso, normalmente los textos están redactados mediante <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">proposiciones concretas. </b>Por ejemplo, el párrafo de Romanos 5:1-11 presenta una serie de instrucciones o directrices, pero el de 1 Pedro 1:22-25 presenta básicamente una exhortación a los lectores:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tenemos<sup> </sup>paz con Dios</b> por medio de nuestro Señor Jesucristo</i>...” (Romanos 5:1, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 319.05pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">(Directriz)</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ámense de todo corazón</b> los unos a los otros</i>... (1 Pedro 1:22)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 7;"> </span><span style="mso-tab-count: 6;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>(Exhortación)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3.2. Los textos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">narrativos</b> son, por naturaleza, eminentemente <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">descriptivos</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span></span></span></a> Por eso, puede decirse que son de persuasión indirecta, pero siguen un orden en el desarrollo de la trama que va tejiéndose a través de los diversos episodios, con sus personajes y eventos, para llegar a un desenlace o conclusión. Entonces, en la narrativa, los autores desarrollan el pensamiento que quieren transmitirse a través de la trama como un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">macro-relato</b>, la cual a su vez va acompañada por una serie de escenas y episodios, con sus protagonistas y antagonistas, que constituyen <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">micro-relatos</b> y le dan vida (acción) a la narrativa. Por ejemplo, el episodio que se inicia con el texto de Mateo 16:21 indica que hay un cambio, un giro, en el desarrollo de la trama; pero el episodio que se inicia en Mateo 28:12 refleja el último intento de los antagonistas por frustrar el desenlace de la narrativa de Mateo.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.25pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara</i>...” (Mateo 16:21, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.25pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Después de reunirse estos jefes con los ancianos y de trazar un plan, les dieron a los soldados una fuerte suma de dinero y les encargaron: «Digan que los discípulos de Jesús vinieron por la noche y que, mientras ustedes dormían, se robaron el cuerpo. Y si el gobernador llega a enterarse de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema</i>.»” (Mateo 28:12-14 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.25pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Así como en la argumentación, en la narrativa el autor tenía un mensaje que comunicar a sus destinatarios; así que, no escribió simplemente para dar información histórica, aunque generalmente presenta la historia. Por eso, la narrativa bíblica no incluye necesariamente todos los datos de la historia que relata, sino sólo aquellos que el autor creyó necesarios para comunicar su mensaje.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3.3. Los textos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">poéticos</b> generalmente tienen un carácter <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">menos objetivo</b>. Algunos dicen que la poesía es el lenguaje del alma. Por lo general, la poesía motiva a la reflexión y la acción mediante un lenguaje afectivo. En esta forma literaria el autor hace uso de la creatividad y expresa su mensaje con emotividad y estética. La poesía bíblica, por lo general carece de rima y armonía fonética; pero es rica en el paralelismo y la armonía del pensamiento que le dan vida al poema. Por ejemplo:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -21.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 12.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte;</i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 12.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nadie se preocupó de su descendencia.</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 12.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Fue arrancado de la tierra de los vivientes,</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 12.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y golpeado por la transgresión de mi pueblo</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">.” (Isaías 53:8 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)</span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 12.6pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Son dos versos de dos líneas cada uno, dentro de una estrofa.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 12.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“De oídas había oído hablar de ti, <br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero ahora te veo con mis propios ojos. <br />
<sup><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></sup>Por tanto, me retracto de lo que he dicho, <br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y me arrepiento en polvo y ceniza.” </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">(Job 42:5, 6 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)</span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Son dos versos de dos líneas cada uno, dentro de un poema.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aunque la higuera no dé renuevos, <br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni haya frutos en las vides; <br />
aunque falle la cosecha del olivo, <br />
y los campos no produzcan alimentos; <br />
aunque en el aprisco no haya ovejas, <br />
ni ganado alguno en los establos; <br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aun así, yo me regocijaré en el <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span>, <br />
¡me alegraré en Dios, mi libertador!”</i> (Habacuc 3:17, 18 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)</span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Es una estrofa de cuatro versos de dos líneas cada uno.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 21.25pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Entonces, el mensaje dado a través del discurso (la argumentación) es bastante objetivo, mientras que el mensaje presentado a través del relato (la narrativa) generalmente es menos objetivo y en el poema por lo general el mensaje es más subjetivo para el intérprete.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span></span></span></a> <span style="color: black;">Pero de igual manera, en las tres formas de expresión literaria, el autor bíblico comunica un mensaje a sus destinatarios originales.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La unidad básica para el análisis del texto. </b>Para analizar adecuadamente un texto bíblico, es fundamental prestarle atención a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">unidad básica del pensamiento escrito,</b> según sea su forma de expresión o género literario.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4.1. En los textos discursivos o <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">argumentativos</b> la unidad básica para el análisis es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el párrafo</b>. La característica fundamental del párrafo es que trata un solo tema dentro del argumento del autor. Un párrafo puede ser muy corto o relativamente largo, pero siempre trata un solo tema y generalmente tiene una oración o afirmación principal alrededor de la cual giran todas las demás. Por eso, antes de pretender estudiar un texto bíblico argumentativo, es necesario delimitarlo en sus párrafos correspondientes. Por ejemplo, los versículos en 1 Pedro 2:1-3 son parte de un texto más amplio, pero constituyen por sí solos una unidad de pensamiento, con una afirmación central que le da coherencia a todo el párrafo.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">“Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">deseen con ansias la leche pura de la palabra</b>, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor. </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">(1 Pedro 2:1-3 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Al reflexionar un poco en este texto y su contexto, se nota que en 1:25 termina el párrafo anterior:<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span></span></span></a> “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y esta es la palabra del evangelio que se les ha anunciado a ustedes</i>.” Y se nota también que el v. 4 del capítulo dos, comienza el párrafo siguiente: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo es la piedra viva... Al acercarse a él también ustedes son como piedras vivas</i>...” Por lo tanto, los versículos en 2:1-3 constituyen un párrafo dentro del texto, porque desarrollan un tema. El párrafo que comienza en 2:4 desarrolla otro tema que termina en 2:8; y en los vv. 9 y 10, se presenta otro tema. Por lo tanto, es otro párrafo. Es claro que aunque estos tres párrafos están estrechamente relacionados, cada uno trata un tema específico referente a la actitud del cristiano ante la Palabra de Dios. Puede decirse que hablan de:</span></div><div class="Estilo" style="line-height: 150%; margin: 0cm 73.9pt 0cm 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra relación con la Palabra de Dios (2:1-3)</span></div><div class="Estilo" style="line-height: 150%; margin: 0cm -0.05pt 0cm 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra relación con el Hijo de Dios, la Palabra encarnada (2:4-8) </span></div><div class="Estilo" style="line-height: 150%; margin: 0cm -0.05pt 0cm 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nuestra relación con los que no tienen la Palabra de Dios (2:9-10) </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Al analizar el párrafo de 1 Pedro 2:1-3, notamos que el núcleo o punto central de éste está en el v. 2: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">deseen con ansias la leche pura de la palabra</i>.” Esta es la afirmación que le da sentido coherente a este párrafo. Si la eliminamos, el párrafo pierde sentido y no dice nada coherente; pero si leemos el texto con esa afirmación, el párrafo sí dice mucho. Así que, es importante delimitar bien los textos en sus párrafos correspondientes.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4.2. En los textos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">narrativos</b> la unidad básica de análisis es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el episodio</b>. Un episodio es un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">micro-relato</b> que generalmente desarrolla un solo tema, menciona los mismos personajes y ocurre en un mismo lugar y espacio de tiempo. Entonces, cuando el autor inicia un nuevo episodio, por lo general lo hace mediante el cambio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tiempo</b>, de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">lugar</b> o de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">personajes</b>. Por ejemplo, el texto de Hechos 4:23-31 es un episodio porque comienza con un cambio de tiempo y de lugar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Al quedar libres</i> [cambio de tiempo]<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, Pedro y Juan volvieron a los suyos</i> [cambio de lugar]. Además, desarrolla un tema distinto al tratado en los versículos anteriores y los siguientes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así se presenta el relato de este episodio (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>):</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.45pt; text-indent: -21.25pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><sup>23</sup>Al quedar libres, Pedro y Juan volvieron a los suyos y les relataron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos.<sup>24</sup> Cuando lo oyeron, alzaron unánimes la voz en oración a Dios: «Soberano Señor, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos,<sup>25</sup> tú, por medio del Espíritu Santo, dijiste en labios de nuestro padre David, tu siervo: <br />
»"¿Por qué se sublevan las naciones <br />
y en vano conspiran los pueblos? <br />
<sup>26</sup>Los reyes de la tierra se rebelan <br />
y los gobernantes se confabulan <br />
contra el Señor <br />
y contra su ungido." <br />
<sup>27</sup>En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste<sup>28</sup> para hacer lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera.<sup>29</sup> Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno.<sup>30</sup> Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.» <br />
<sup>31</sup>Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Se nota que este episodio constituye un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">micro-relato</b> en el cual hay toda una trama con un comienzo, un desarrollo y un desenlace final que concuerda con la trama general de la narrativa<span style="color: black;"> completa</span>. En el texto citado, el comienzo se nota en el v. 23, el desarrollo está en los vv. 24-30 y el desenlace en el v. 31.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4.3. En los textos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">poéticos</b> la unidad básica de análisis es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el poema</b> (y en algunos casos, la estrofa). Generalmente un poema está conformado por varias estrofas, que a su vez están constituidas por versos. El poema puede ser largo o corto, pero generalmente trata un solo tema. Por eso, cada poema exige un análisis particular completo. Por ejemplo: El salmo 119 es un largo poema conformado por 22 estrofas simétricamente elaboradas. En esencia, es un canto a la Palabra de Dios.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span></span></span></a> En cambio, el Salmo 1 es un poema breve, conformado por sólo dos estrofas (vv. 1-3 y 4-6) y parece introducir bien el libro de los salmos. </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Salmo 1</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">“</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><sup><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">1</span></sup></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> Dichoso el hombre <br />
que no sigue el consejo de los malvados, <br />
ni se detiene en la senda de los pecadores <br />
ni cultiva la amistad de los blasfemos, </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br />
<sup>2</sup> sino que en la ley del <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> se deleita, <br />
y día y noche medita en ella. </i><span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br />
<sup>3</sup> Es como el árbol <br />
plantado a la orilla de un río <br />
que, cuando llega su tiempo, da fruto <br />
y sus hojas jamás se marchitan. <br />
¡Todo cuanto hace prospera! </i><span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>4</sup> En cambio, los malvados <br />
son como paja arrastrada por el viento. <span style="mso-tab-count: 1;"></span><br />
<sup>5</sup> Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, <br />
ni los pecadores en la asamblea de los justos.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>6</sup> Porque el <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> cuida el camino de los justos, <br />
mas la senda de los malos lleva a la perdición. </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">El salmo 1 es un poema breve de siete versos, cargados de lenguaje figurado, pero con un mensaje claro. Tiene dos estrofas contrapuestas referidas a los justos y los malos, para hablar de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la importancia de obedecer la Palabra de Dios</b>. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Salmo 119:1-8 (primera estrofa)</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.45pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><sup><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">1</span></sup></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Dichosos los que van por caminos perfectos, <br />
los que andan conforme a la ley del <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span>. <br />
<sup>2</sup> Dichosos los que guardan sus estatutos <br />
y de todo corazón lo buscan. <br />
<sup>3</sup> Jamás hacen nada malo, <br />
sino que siguen los caminos de Dios. <br />
<sup>4</sup> Tú has establecido tus preceptos, <br />
para que se cumplan fielmente. <br />
<sup>5</sup> ¡Cuánto deseo afirmar mis caminos <br />
para cumplir tus decretos! <br />
<sup>6</sup> No tendré que pasar vergüenzas <br />
cuando considere todos tus mandamientos. <br />
<sup>7</sup> Te alabaré con integridad de corazón, <br />
cuando aprenda tus justos juicios. <br />
<sup>8</sup> Tus decretos cumpliré; <br />
no me abandones del todo. </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">Los versículos 1 al 8 del salmo 119 constituyen una estrofa bien elaborada, con ocho versos de dos líneas cada uno. El tema, resumido en el v. 4, es <b>la obediencia a la Palabra de Dios</b>. En su estructura, puede dividirse en tres partes:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-left: 38.5pt; text-align: justify; text-indent: -17.2pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">1). Los versos 1-3 utilizan la <u>tercera persona</u> plural (<i>dichosos los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que van</i>). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 38.55pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">Se presenta el punto de vista de <b>los fieles</b> en cuanto a la prioridad (o la necesidad) de obedecer la Palabra de Dios (vv. 1-3).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 38.55pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 21.25pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">2). El verso 4 utiliza la <u>segunda persona</u> singular (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">tú</i>, referida a Dios).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 37.7pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">Se presenta el punto de vista de Dios en cuanto a la prioridad (o necesidad) de que se obedezca su Palabra (v. 4). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 37.7pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 38.55pt; text-align: justify; text-indent: -17.3pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">3). Los versos 5-8 utilizan la <u>primera persona</u> singular (<i>cuánto deseo afirmar mis caminos</i>).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-weight: bold;">Se presenta el punto de vista del salmista en cuanto a la prioridad (o necesidad) de obedecer la Palabra (v. 5-8). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Concluimos, entonces, que pretender analizar de manera aislada solo unos versículos de un párrafo, de un episodio o de un poema, sería algo así como una “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">estafa hermenéutica</b>” y no seriamos honestos con la Palabra de Dios, ni con los autores humanos que la redactaron. ¡Es necesario analizar de manera total la unidad básica de pensamiento de los textos, si queremos acercarnos a la intención original del autor!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sobre el por qué de nuestras propuestas</b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Seguramente se han levantado y se levantarán unas cuantas interrogantes sobre las propuestas que estamos presentando sobre un mejor acercamiento a la lectura y el estudio del texto bíblico. Por ejemplo:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5.1. ¿Qué implicaciones tiene nuestra propuesta de un nuevo y mejor acercamiento metodológico al estudio de los textos bíblicos? Anotamos las que nos parecen más relevantes: <span style="color: black;">1)</span> Una primera implicación es que muchos de nosotros necesitamos hacer cambios y todos sabemos que, por diversas razones, hacer cambios no es nada fácil. Por lo general, nos resistimos al cambio. <span style="color: black;">2)</span> Una segunda implicación es que tal vez tengamos que bajar del pedestal en que hemos puesto los idiomas originales en que se escribió la Biblia. Algunos han insistido, y tal vez los hay todavía, en que si no estudiamos la Biblia en los idiomas originales no comprenderemos bien su mensaje. Sospecho que esto no pasa de ser una falacia. <span style="color: black;">3)</span> Una tercera implicación es que es necesario aprender a hacer un uso adecuado de las diferentes versiones de la Biblia en español, para hacer comparaciones que nos ayuden a identificar con más claridad el texto <span style="color: black;">bíblico</span>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5.2. ¿Por qué proponemos un método de análisis del texto según sea su forma de expresión o género literario? Porque debido a la naturaleza de los géneros literarios, si les aplicamos a todos el mismo proceso metodológico, fácilmente nos alejaremos de la intención original del autor. Ya sabemos, por ejemplo, que mientras que en los textos discursivos la comunicación es directa y concreta, en los narrativos es fundamentalmente ilustrativa y como consecuencia la comunicación es generalmente indirecta <span style="color: black;">(se ilustra el mensaje a través del relato)</span>.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5.3. ¿Por qué al estudiar un texto bíblico debemos comenzar primero por lo global y no por los detalles? Sencillamente porque si no sabemos cuál es el tema del texto, será muy difícil, si no imposible, saber la razón de los detalles que se incluyen en él. Si comenzamos por los detalles del texto, fácilmente podemos desviarnos del propósito del autor. Esto no quiere decir que los detalles no sean importantes, sino que <span style="color: black;">su significado depende del contexto en el cual se encuentran. Dicho de otra manera, dependen</span><span style="color: red;"> </span>del tema general y del propósito original del autor del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5.4. ¿Por qué afirmamos que el punto de partida del estudio del texto debe ser buscar la intención original del autor? Sencillamente, porque si no captamos lo que el autor quiso decir, será difícil, si no imposible, encontrar lo que el texto enseña para nosotros hoy. El significado del texto bíblico es el que Dios se propuso que significara para los primeros lectores, no otro.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span></span></span></a> Nuestra tarea es, entonces, identificar los principios que se derivan del texto, sobre la base de la clarificación de la intención original del autor, a fin de comunicar el mensaje de Dios a la generación de hoy.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">5.5. ¿Por qué proponemos que el método que usemos debe llevarnos a derivar los principios del texto para la vida hoy? Porque el propósito del estudio debe ser encontrar no sólo el significado del texto para los lectores originales, sino el mensaje de Dios para nuestra vida. Si no logramos esto último, nos quedaremos sólo con información histórica, pero sin mensaje para la generación <span style="color: black;">en la cual el Señor ha puesto a cada uno de nosotros <i style="mso-bidi-font-style: normal;">como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad</i>.</span> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Quiero terminar esta conferencia con las palabras del apóstol Pablo, al final de sus días, a su hijo y consiervo Timoteo:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>1</sup>Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>2</sup>Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>3</sup>Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>4</sup>y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. </span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> <sup>5</sup>Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 177.25pt; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(2 Timoteo 4:1-5, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Biblia de las Américas</i>)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;">Web: </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="http://www.estudiosdcb.org/"><span lang="EN-US" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: EN-US;">www.estudiosDCB.org</span></a></span><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;">Correo-e: </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="mailto:evangel48@gmail.com"><span lang="EN-US" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: EN-US;">evangel48@gmail.com</span></a></span><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;">Blog: </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="http://angelcustodiolopez.blogspot.com/"><span lang="EN-US" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: EN-US;">http://angelcustodiolopez.blogspot.com</span></a></span><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;">Skype: custodio.lopez</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Kay Arthur. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Como estudiar la Biblia</i> (Editorial Vida, traducido por David Gómez, 1995) Página 18.</span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Kay Arthur. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Op., cit</i>. Páginas 21, 22.</span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Conocemos la premisa clásica: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un texto sin contexto es un pretexto</i>.” Esto puede ser la verdad, pero <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">un contexto mal usado también es un pretexto</b>.</span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Este es el caso, si estudiamos textos de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prosa argumentativa</b>. Si se trata de prosa narrativa, le prestamos atención a los episodios con sus personajes y eventos, y si es literatura poética nos interesan los poemas del texto con las estrofas y los versos que contiene.</span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span></span></span></a>Si el texto es narrativa o poesía los asuntos a los cuales se les prestará atención especial serán otros.</div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; letter-spacing: -0.4pt;">La </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">narrativa bíblica está escrita en forma de historia (hay narrativa histórica y narrativa no histórica).<span style="letter-spacing: -0.4pt;"> Los textos </span>narrativos básicamente se distinguen por presentar personajes en un determinado ambiente, que interactúan dentro de una trama, un conflicto, para lograr propósitos específicos que los llevarán<span style="letter-spacing: -0.4pt;"> a un desenlace.</span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La narrativa es descriptiva por excelencia y se desarrolla a través de episodios que paso a paso van tejiendo la trama del relato.</span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Este episodio marca una división general en la narrativa de Mateo. Hasta aquí Jesús andaba con sus discípulos y les enseñaba en medio de las multitudes. De aquí en adelante el relato indica que Jesús centró su atención particular en sus discípulos y en lo que estaba por acontecerle pronto.</span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></a>Este parece ser el último intento de los antagonistas por negar a Jesús como el Mesías prometido.</div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En el episodio referente a la boda de Caná, relatado en Juan 2:1-11, el autor escribió relativamente pocos datos de la historia, pero hizo hincapié en el propósito que tenía, como se nota del v. 11.</span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sabemos que generalmente el significado de un texto está ligado a su contexto. Es relativamente fácil conocer el contexto en textos discursivos y narrativos, pero es más difícil en texto poéticos.</span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El tema de este párrafo (1:22-25) es la exhortación a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que se amen de todo corazón</i>, como una muestra de la obediencia a la Palabra de Dios. </span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En este caso, aunque debe verse el sentido global de todo el poema, la unidad de análisis puede ser la estrofa. Parece que cada estrofa tiene un tema específico.</span></div></div><div id="ftn13" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En este caso, el uso de versiones en hebreo y griego pueden servirnos también como versiones que podemos comparar, si estamos en capacidad de usarlas adecuadamente.</span></div></div><div id="ftn14" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ceverino Croatto, entre otros, tenía el concepto que “el texto murió con el autor y el lector es quien le da vida.” Si esto es cierto, el texto tiene tantos significados como lectores tenga. Entonces, si el texto tiene el significado que el lector le da, no el que le dio el autor, deja de ser Palabra de Dios y se convierte en palabra humana.</span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-3251684396330387202011-08-04T12:36:00.000-07:002011-08-24T07:41:46.682-07:00Hacia una lectura comprensiva de la Biblia (1)<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span style="color: #993300; font-size: 14pt; text-shadow: auto;"></span></b><span style="font-size: 14pt;"></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Desarrollo Cristiano Bíblico</span><br />
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="http://www.estudiosdcb.org/">http://www.estudiosdcb.org/</a></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Correo-e: </span></b><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="mailto:dcb@teamven.org"><span style="color: black;">dcb@teamven.org</span></a></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 18pt;">Hacia una lectura comprensiva de la Biblia</span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">(Parte I)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">En el primer siglo de la era cristiana, el apóstol Pablo le presentó una comprometedora exhortación a su hijo y colega Timoteo. Esta exhortación constituía un verdadero desafío que es pertinente también a nuestra generación, al comienzo del siglo XXI. Dice así: </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 28.25pt 0cm 1cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad</i>.” <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></a><span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 28.25pt 0cm 1cm; text-align: right;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">(2 Timoteo 2:15, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 28.25pt 0cm 1cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm -0.1pt 0cm 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Pablo pensaba que ser un obrero aprobado ante Dios exigía cierto grado de esfuerzo, que implicaba disciplina personal y mental. Se trataba de dos asuntos fundamentales para un siervo de Jesucristo: Uno tenía que ver con el hecho de que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">no tenga de qué avergonzarse</i>” y el otro se refería a la “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">recta interpretación de la palabra de verdad</i>.” (La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">BLA</i> dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que maneja con precisión la palabra de verdad</i></span><span style="color: black; font-size: 14pt; line-height: 150%;">)</span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> Uno se centra más en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sentimiento</b> y el otro en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">pensamiento</b>; uno apunta a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conducta</b> y el otro al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">mensaje</b> del obrero aprobado. En resumen, el consejo del apóstol tenía que ver tanto con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">piedad</i></b> como con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">verdad</i></b> del obrero aprobado, con lo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hace</b> y con lo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dice</b>. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-indent: -0.4pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el prólogo de su libre “Huyendo de la Razón”, el Dr. Francis Schaeffer, escribió: </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 28.25pt 0cm 1cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-indent: -0.4pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">“</span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-language: ES;">Cada generación de cristianos tiene el problema de aprender a hablar de manera significativa a su propia época. Este problema no puede ser resuelto sin una previa comprensión de los cambios de las situaciones existenciales con que la Iglesia tiene que enfrentarse.”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 28.25pt 0cm 1cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-indent: -0.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 150%;">¡</span>Los <em>obreros aprobados</em> t<span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 150%;">enemos que estar despierto! Necesitamos meterle un ojo al texto bíblico y el otro a nuestra realidad contemporánea. Para decirlo en palabras de John R. Stott: “... se nos llama a escuchar con ambos oídos, a escuchar tanto a la Palabra como al mundo”, para ser fieles al evangelio y sensibles a las realidades humanas. “De manera que hoy estamos decididos a luchar con el objeto de presentar el evangelio de tal modo que haga frente a los dilemas, temores y frustraciones modernos, pero estamos igualmente decididos a no comprometer el evangelio bíblico con el fin de lograrlo.”<a href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=655466550354159316&postID=325168439633038720#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></a></span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Las preguntas que debemos hacernos, entonces, son: ¿Cómo vamos a hablar a nuestra generación? ¿Qué mensaje vamos a darle? Creo que estamos de acuerdo en que debemos hablar a nuestra generación tanto con <u>nuestra vida</u> (la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">piedad</b>) como con <u>la palabra del evangelio</u> (la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">verdad</b>). Porque nuestra generación<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “se aleja cada vez más de la piedad” </i>y sus enseñanzas se distancian cada vez más de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la verdad</i>. Ya en su tiempo, el apóstol Pedro también exhortó a sus lectores sobre estos dos asuntos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“... honren en su corazón a Cristo como Señor. Y estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.</i>” (1 Pedro 3:15, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>).</span><br />
<div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">No necesitamos ser refinados analistas para darnos cuenta que la iglesia hoy, a lo menos en América Latina, está en “crisis” en lo que respecta a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la verdad</b>, a la recta interpretación de las Escrituras. La iglesia también está en “crisis” en lo que se refiere a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la piedad</b>, la “obediencia a la Palabra de Dios”, la vida coherente con el mensaje del evangelio. ¿Cómo puede haber obediencia a la Palabra de Dios si no hay fidelidad en su interpretación? Si la interpretación no es veraz, la obediencia tampoco lo será. Esta realidad se refleja hoy en un fenómeno alarmante que cada día parece ganar más espacio en medio de una sociedad egoísta y hedonista: Por una parte, para un alto porcentaje del liderazgo eclesial contemporáneo, parece que lo importante no es si lo que predican es la verdad, sino si los proyecta hacia el “éxito” (¡Todos quieren sobresalir! ¡Todos quieren subir un peldaño más!) Por otra parte, para un alto porcentaje de los feligreses, aparentemente lo importante no es si hay algo que deban obedecer, sino si lo que oyen “les hace sentirse bien”. A fin de cuentas, hoy no hay absolutos, cada individuo tiene su propia verdad. ¿Para qué preocuparse por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la verdad</b> (la fidelidad)? Hoy los valores son relativos. ¿Para qué preocuparse por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la piedad</b>? A cada rato observamos cómo grosera y descaradamente el texto bíblico es tratado con liviandad e irrespeto, y a capricho se le impone el mensaje deseado por el expositor o por el lector de turno (“¿intérprete?”). Y no es difícil encontrar líderes de la iglesia con una vida incoherente con el mensaje que predican. No hace mucho tiempo oí de un líder de una iglesia creciente en Venezuela que fue acusado de hacer negocios ilegales, por lo cual fue llevado a la cárcel. Es que hoy hay muchos que acomodan el texto a su mensaje y su conducta a las circunstancias. Parece que hasta en Juan 3:16 encuentran apoyo para hablar de la “prosperidad” y sacarle dinero a la gente. Entonces, tenemos que hacer algo. ¿<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pero qué podemos hacer</b>? Tenemos que cambiar la manera de pensar para cambiar la manera de actuar. Para esto, necesitamos un acertado acercamiento al estudio de las Escrituras, que nos ayude a comprender lo que Dios ha dicho en su palabra para la generación del siglo primero y para nuestra generación, al comienzo del siglo XXI. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">A través de la historia de la iglesia, con frecuencia ha brotado la necesidad de estudiar e interpretar la Biblia de manera adecuada, porque <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la imposición</b> de la falsedad se ha sobrepuesto a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la exposición</b> de la verdad. Dicho de otro modo, ha sido necesario responder con la verdad de la Palabra de Dios a las “verdades torcidas” que hombres y mujeres han presentado como la verdad del evangelio. Pero cada vez que la iglesia fue amenazada y teñida con la falsedad de la verdad, Dios levantó personas, a quienes ungió con su poder, para que bajo la dirección del Espíritu Santo respondieran con la verdad de su Palabra. Cuando la iglesia fue amenazada de muerte por el movimiento judaizante del siglo primero, Dios levantó a Pablo de Tarso quien supo interpretar el acontecimiento histórico de la encarnación de Cristo y respondió así con la verdad del evangelio. Unos años más tarde, cuando bajo la bandera del arrianismo, la deidad de Cristo era fuertemente amenazada, Dios levantó a Atanasio (junto con otros en el Concilio de Nicea, 325 a. C.), quien supo responder con la verdad de las Escrituras y la iglesia siguió su avance.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No pasaron muchos años cuando el Pelagianismo (siglo V) hizo su arremetida contra la iglesia enseñando, entre otras cosas, que la caída de Adán no afectó a la raza humana (por lo que el sacrificio de Cristo no era redentor), Dios levantó a Agustín de Hipona que supo responder a esa arremetida contra el cuerpo de Cristo.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span></span></span></a> Unos cuanto años más tarde parecía ganar la batalla el concepto de la salvación por las obras, pero allí Dios levantó a hombres como Martín Lutero, Juan Calvino y otros grandes reformadores del siglo XVI que supieron reinterpretar las Escrituras y dieron la respuesta acertada a la salvación por la gracia de Dios. </span></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Han pasado los siglos y vez tras vez la iglesia ha sufrido arremetidas de muerte, pero Dios siempre ha levantado a hombres y mujeres que han vuelto a las Escrituras y Dios les ha dado la respuesta y el valor para comunicarla con autoridad. Hoy tenemos la fuerte amenaza de la Post-Modernidad, mediante la cual la iglesia es atacada tanto desde afuera como desde adentro, con postulados como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la “relatividad moral y conceptual”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span></span></span></a>, “el desarrollo del potencial humano”, la “fe en la fe”, <span style="letter-spacing: -0.1pt;">la “teología de la prosperidad”, “la sanidad interior”, “la unción”, “la espiritualidad superior” y el “apostolado” y el “profetismo” contemporáneos, entre otros. ¿Qué haremos?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Unirnos a ellos o responderles con una sana interpretación de las Escrituras?</span></span></div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ante esta realidad, debemos reinterpretar o por lo menos repensar nuestra manera de acercarnos al texto bíblico. Y debemos acercarnos de un modo tal, que no sólo podamos captar lo que el autor quiso comunicar a sus destinatarios originales, sino que también podamos captar con claridad cuáles son los principios que la Palabra de Dios enseña para nuestra generación, que ha decidido labrarse su propio destino sin Dios. Este es un asunto crítico, porque puede ocurrir que pastores y maestros apoyen ciertas enseñanzas -que presentan como la verdad-, basadas en un determinado texto bíblico, mientras un conferencista-predicador propone, a su vez, ciertos principios y dice que se derivan de ese mismo texto bíblico. De pronto, viene otro “predicador” y presenta propuestas que contradicen lo que afirman los expositores anteriores, que tenían el mismo ánimo de exponer lo que "enseña la Biblia". Esto supone que algunos de tales predicadores, si no todos, presentan ciertos principios en su exposición que en realidad nada tienen que ver con lo que enseña el texto bíblico que están usando como base para su predicación. Y aún suele suceder que en algunos estudios bíblicos los integrantes del grupo "derivan principios para su vida" de un texto, sin tomar en cuenta lo que quiso comunicar el autor a sus destinatarios originales a través de ese texto. Y hay, tal vez, los que sencillamente se conforman con "participar" de un estudio bíblico o de una predicación, sin preocuparse del compromiso que deben asumir con respecto a su mensaje. ¡Qué tragedia!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%;"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Ahora, ya que la Palabra de Dios es la máxima autoridad y guía para nuestra vida, y para nuestra creencia y enseñanza, -como sin lugar a dudas todos lo confesamos- debe importarnos muchísimo lo que Dios quiere comunicarnos a través de su Palabra. Pero debemos tener presente que la comprensión y aplicación de su mensaje está directamente relacionada con la manera como la estudiemos. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">En otras palabras, el método que usamos determina la interpretación a la cual llegamos, la interpretación que tengamos determina lo que creemos y lo que creemos determina lo que hacemos como cristianos. Por eso, es de suprema importante usar un método adecuado para estudiar la Biblia.</b></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Un método adecuado para estudiar la Biblia debe conducirnos a responder de la manera más acertadamente posible la pregunta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">¿Cuál fue la intención original del autor? </b>Sabemos que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Dios nos dio su Palabra (la Biblia) a través de autores humanos. Así que, este no es un libro mágico. Él les entregó su mensaje y ellos utilizaron su propio lenguaje y estilo para comunicarlo a los seres humanos de su tiempo, quienes se encontraban en situaciones y contextos distintos a los nuestros. Así que, como punto de partida, es nuestra responsabilidad esforzarnos en el análisis del texto bíblico, a fin de comprender lo que quiso comunicar el autor a sus destinatarios originales. Sobre esta base, el método que usemos debe ayudarnos a identificar el mensaje (los principios) de la Palabra de Dios para nosotros en nuestra generación.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Al hablar de un método adecuado para estudiar la Biblia muchos dirían que debe utilizarse el “método inductivo”. Aparentemente esta es una buena respuesta. Sin embargo, aunque el método sea inductivo, puede ser mal aplicado y como consecuencia puede dar malos resultados. Lamentablemente esto es lo que ha ocurrido y lo que ocurre muchas veces en nuestro entorno. El “método inductivo” se aplica mal cuando el <span style="letter-spacing: -0.1pt;">estudio se enfoca en los detalles del texto y no en el mensaje global que presenta. P. ej., con cierta frecuencia en la aplicación del método inductivo, el estudiante centra su atención en lo que piensa que son expresiones “doctrinales”, en palabras aisladas y detalles del texto que le parecen interesantes, sin preocuparse del contexto y el mensaje global del texto. En otras palabras, se aplica el método inductivo de una manera <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">atomista</b> en vez de aplicarse de una manera <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">holística</b>. Entonces, el método que usemos debe ayudarnos a captar la intención original del autor; de lo contrario, no es un método adecuado.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Un método adecuado para estudiar la Biblia debe tener por lo menos las siguientes características:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.3pt; line-height: 150%;">1) </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Debe ayudar al intérprete a comprender el significado del texto en su pensamiento total. Esto significa que el texto bíblico debe ser la base y el contenido del estudio. Dicho de otro modo, el estudio debe comenzar y terminar en el texto (el párrafo, el episodio o el poema).<span style="letter-spacing: -0.3pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2) <span style="letter-spacing: -0.1pt;">Debe presentar directrices y sugerencias útiles para estudiar con orden, seriedad, sabiduría y lógica el texto bíblico. Esto significa que debe tener pasos claros que puedan aplicarse en el proceso de análisis de un texto determinado.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">3) Debe </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">respetar la intención original del autor al escribir el texto. Esto significa que debe <span style="letter-spacing: -0.1pt;">tratarse el texto desde el punto de vista <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">del autor</b>, no <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">del lector</b>. Así que, en la interpretación del texto debe dársele al autor el crédito que él merece.</span> En este sentido, es acertada la tesis de G. Fee: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un texto no puede significar lo que nunca significó</i>.”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span></span></span></a> Dicho de una manera positiva, “el verdadero significado de un texto bíblico para nosotros, es el que Dios se propuso originalmente que significara cuando se expresó por primera vez.” En contraposición a esta propuesta está la tesis de algunos renombrados lingüistas contemporáneos, que dicen: "<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un texto nunca puede significar exactamente lo mismo.</i>"<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span></span></span></a><span style="letter-spacing: -0.1pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">4) </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Debe respetar la forma de expresión o género literario del texto. Esto significa que no debe usarse el mismo proceso metodológico para un texto narrativo y uno poético, o un texto discursivo y uno narrativo. Con el género literario no sólo cambia la unidad básica del pensamiento escrito y como consecuencia la unidad básica de análisis, sino también los pasos metodológicos requeridos para el análisis y la comprensión del texto.<span style="letter-spacing: -0.1pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">5. </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Debe dar relevancia al mensaje global del texto, más que a los detalles. Esto significa que el enfoque principal del intérprete no debe estar en detalles como frases o palabras aisladas (que, aunque sean útiles, pueden desviarlo del mensaje del texto), sino en lo global, en el propósito general por el cual el autor escribió el texto. Por eso hemos dicho que el enfoque debe ser <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">holístico</b> y no <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">atomístico</b>.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">6) Debe estar sujeto al Espíritu Santo. El intérprete asume que, inspirado por el Espíritu Santo, el autor bíblico (humano) tuvo una intención al escribir el texto. Debe tomarse en serio la importancia de determinar la intención original del autor, precisamente porque éste fue inspirado por el Espíritu Santo. Pero es claro que en este proceso es necesario hacer uso de la capacidad de análisis que Dios nos ha dado a los seres humanos.<span style="letter-spacing: -0.1pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">7) </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Debe evidenciar que el criterio para decidir si las conclusiones del estudio son</span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"> </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">bíblicas, es la Biblia misma. Esto significa que las conclusiones del análisis de un texto deben ser coherentes con el resto de la Biblia. Pero debe tenerse cuidado con la tesis de los reformadores en el sentido de que “la Biblia es su propio intérprete” (lo que se conoce como “analogía de la fe<span style="letter-spacing: -0.2pt;">”). Siguiendo este criterio se abusa mucho de los llamados “textos paralelos” y, muchas veces, se hace caso omiso del contexto y del propósito del autor con un determinado texto.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">8) <span style="letter-spacing: 0.5pt;">Debe mostrar que el intérprete es honesto tanto con el texto que está</span> analizando, como consigo mismo. Esto significa que cualquier interpretación que no permita que el texto bíblico comunique su intención, no es válida. La misión del intérprete no es hablar del texto, sino hacer que el texto hable.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -17.9pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">9) <span style="letter-spacing: -0.1pt;">Debe dar como resultado un mensaje pertinente al intérprete contemporáneo, que pueda aplicar a su vida y comunicar con claridad a otros. Esto significa que deben clarificarse los principios del texto, de modo que estos puedan ser aplicables y aplicados a la vida contemporánea en medio de sus complejidades.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span></span></span></a></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">Ahora, quiero llamar la atención a una d</span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">e las características antes expuestas. Me refiera a aquella, según la cual un método adecuado para estudiar la biblia<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">debe respetar la forma de expresión literaria o género del texto</i></b>. Así que, a<span style="letter-spacing: -0.2pt;">ntes de </span>analizar un texto bíblico cualquiera, es necesario saber a qué forma de expresión o género literario pertenece: ¿Es prosa narrativa, es prosa argumentativa<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> (discursiva) o es poesía? </span>Obviamente, si el texto que nos proponemos estudiar es predominantemente prosa argumentativa, lo analizaremos de una manera distinta a un texto narrativo, o poético. <span style="letter-spacing: -0.2pt;">Por lo tanto, hemos </span>creído necesario desarrollar procesos metodológicos adecuados a la forma de expresión literaria del texto bíblico<span style="letter-spacing: -0.2pt;">.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Por eso, desde hace un poco más de una década, junto con Roberto Hanna, estamos trabajando en un proyecto con el propósito de clarificar y estructurar un acercamiento adecuado a la lectura y análisis del texto bíblico. Para ser más preciso, hemos comenzado a desarrollar procesos metodológicos para el análisis del texto bíblico en español que nos ayuden en el análisis, la comprensión y la aplicación del texto. En este sentido, hemos dividido los textos bíblicos en tres clases o categorías, según la forma de expresión literaria en que están escritos. Así que, hablamos de textos discursivos o de argumentación,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></a> textos narrativos<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></a> y textos poéticos. Nos parece que todos los textos bíblicos pueden incluirse dentro de estas tres divisiones o categorías: argumentación, narrativa, y poesía. Entendemos que cada una de éstas hace hincapié en una manera de comunicar el mensaje de Dios. Por ejemplo:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level1 lfo1; mso-pagination: none; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> E</span></span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">n la argumentación (epístola y discurso) el autor presenta su razonamiento de manera directa, sincera y breve.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level1 lfo1; mso-pagination: none; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">En la narrativa, el autor relata su mensaje en forma de una historia, la cual generalmente incluye narración de eventos y personajes. La narrativa es eminentemente ilustrativa.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level1 lfo1; mso-pagination: none; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman';"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">En la poesía, el autor presenta su mensaje en el formato de verso, utilizando un paralelismo especial y abundante lenguaje figurado.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Entonces, en nuestro acercamiento al texto entendemos que Dios inspiró a los autores humanos a escribir de tal manera que comunicaran con claridad su mensaje a los destinatarios originales. Consecuentemente, los autores del texto bíblico utilizaron distintas formas literarias como un medio para facilitar la comunicación de su mensaje a los seres humanos de su época. Por eso, cuando leemos o estudiamos la Biblia, es de primordial importancia que tomemos en cuenta la forma literaria usada por los autores. Esto significa que al leer o estudiar un texto de los salmos debemos hacerlo de manera distinta a como leemos o estudiamos un texto de la carta a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los Romanos.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[9]</span></span></span></span></a> Lo hacemos así, porque los escritos tienen propósitos específicos al presentar su mensaje. Al acercarnos al texto bíblico encontramos que el mismo mensaje puede expresarse a través de diversas formas literarias, así como también el mismo tema puede tener propósitos diferentes,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[10]</span></span></span></span></a> según sea el contexto en el cual se encuentre.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Por ejemplo, los siguientes textos son ejemplos de diversas formas de expresión literaria usadas por los autores bíblicos para comunicar un mensaje:<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[11]</span></span></span></a></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Marcos 15:37-39: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró. La cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver cómo murió, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!</i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 85.5pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Isaías 53:7-9:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maltratado y humillado, </i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni siquiera abrió su boca;</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">como cordero, fue llevado al matadero;</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como oveja, enmudeció ante su trasquilador;</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y ni siquiera abrió su boca.</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte;</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nadie se preocupó de su descendencia.</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Fue arrancado de la tierra de los vivientes,</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y golpeado por la transgresión de mi pueblo.</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Se le asignó un sepulcro con los malvados,</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y murió entre los malhechores,</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">aunque nunca cometió violencia alguna,</span></i></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 79.8pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni hubo engaño en su boca.</span></i><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Romanos 5:6-8: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.</i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 36pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Los tres textos bíblicos antes citados tratan acerca de la muerte de Jesús, pero cada uno lo presenta de manera distinta. El primero relata la muerte de Jesús como un evento histórico. Narra un acontecimiento. Por lo tanto, es un texto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">predominantemente</b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">narrativo</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[12]</span></span></span></span></a> El segundo presenta la muerte de Jesús en una forma retórica, usando figuras literarias como el símil, la metáfora y la hipérbole. Está organizado en versos y estrofas. Por lo tanto, es un texto<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> poético</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[13]</span></span></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tercer texto antes mencionado trata la muerte de Jesús de otra manera. Se incluye como un punto en el desarrollo del argumento del autor referente a la respuesta de Dios al problema del pecado. Es un texto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">argumentación</b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Debemos darle gracias a Dios por las instituciones teológicas que hemos tenido y que tenemos todavía. Pero debo confesar que en las instituciones teológicas en las <span style="letter-spacing: -0.1pt;">que hemos participado, luchamos, muchas veces infructuosamente, con los idiomas originales, con la semántica, la morfología, la “diacronía” y “sincronía”, y la “polisemia” del texto, con el propósito de entenderlo mejor. Lamentablemente, pasados uno o dos años los egresados dejan de usar los idiomas originales en su estudio de la Biblia, porque generalmente les resulta engorroso y frustrante. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por otra parte, en las instituciones teológicas, nos enfrascamos en interminables discusiones bajo los criterios de la teología sistemática más que de la exégesis, y cuando intentamos acercarnos a la “teología bíblica” lo hicimos con los mismos parámetros de la teología sistemática. ¿Podemos hacer algo diferente y eficiente? ¿Necesitamos hacer algo diferente que nos acerque más al texto y su mensaje? Con humildad, afirmamos que sí.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">1. Necesitamos procesos metodológicos para el estudio del texto bíblico que sean accesibles al liderazgo común (no especializado) de la iglesia y a la iglesia en general. El estudio y comprensión del texto, con sus aplicaciones teológicas y contextuales, deben estar al alcance del pueblo y no sólo de las élites. La iglesia, la comunidad de fe, debe ser una comunidad <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hermenéutica</b> que la haga una comunidad <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">terapéutica</b>.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2. Entonces, debemos desarrollar procesos de acercamientos metodológicos a la lectura, análisis y comprensión del texto bíblico que esté al alcance de la comunidad eclesial, comenzando por el liderazgo no especializado y que se extienda a toda la comunidad de fe.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-indent: -14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">3. En este empeño debemos desarrollar procesos metodológicos que tomen en cuenta, y en serio, elementos fundamentales para la lectura comprensiva del texto, tales como: la búsqueda de la intención del autor y el respeto a la forma literaria en la cual fue escrito el texto. Hemos concluido que básicamente el texto bíblico se presenta en prosa narrativa, prosa argumentativa (discursiva) y poesía. ¿Exigen estos diferentes géneros literarios acercamientos diferentes? ¿Qué ocurre cuando aplicamos el mismo método de análisis a las diversas formas literarias del texto?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 1cm; text-align: justify; text-indent: -14.15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">4. Proponemos desarrollar procesos metodológicos acordes con la forma o género literario del texto, porque no puede aplicarse eficazmente el mismo método de análisis a un texto poético y uno narrativo; o a un texto de prosa argumentativa y otro de prosa narrativa. Lamentablemente, en los seminarios e instituciones teológicas aparentemente no se le ha prestado suficiente atención a este asunto y seguimos leyendo y estudiando el texto como si esto no importara mucho. Nos enseñaron –y algunos de nosotros enseñamos– el método inductivo aplicado de la misma manera a cualquier texto bíblico sin importar su forma o género literario.<span style="letter-spacing: 0.1pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Concluimos, entonces, que es fundamental tomar en cuenta la forma de expresión literaria al leer o estudiar las Escrituras, por las siguientes razones:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 17.8pt; mso-list: l0 level1 lfo2; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">1)<span style="font-family: "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Primero, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i>el método para analizar adecuadamente cualquier texto bíblico dependerá de la forma literaria en la cual fue escrita</i></b><i>. </i>P. ej., si analizamos un texto narrativo, debemos prestarle atención particular a la trama, que incluye los eventos y los personajes del relato, porque el autor bíblico utiliza estos recursos literarios en la narrativa para ilustrar o comunicar su mensaje.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[14]</span></span></span></span></a> Por otra parte, si analizamos un párrafo de las epístolas, debemos prestarle atención especial a las afirmaciones de cada oración en el párrafo que estamos estudiando. Pero si estudiamos un texto poético, debemos prestarle atención a cada verso de la poesía, al paralelismo presentado y particularmente al lenguaje figurado utilizado para comunicar el mensaje.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 17.8pt; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 19.95pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: -19.95pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">2)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En segundo lugar, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i>la unidad básica para el análisis adecuado se determina por la forma de expresión literaria utilizada por el autor</i></b><i>. </i>P. ej.:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 19.6pt; mso-pagination: none; tab-stops: 20.3pt;"><span style="color: black; font-family: Wingdings; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">Ø</span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> La unidad básica de la narrativa es el <b>episodio</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 19.6pt; mso-pagination: none; tab-stops: 20.3pt;"><span style="color: black; font-family: Wingdings; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">Ø</span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> La unidad básica de la argumentación es el <b>párrafo</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 19.6pt; mso-pagination: none; tab-stops: 20.3pt;"><span style="color: black; font-family: Wingdings; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">Ø</span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> La unidad básica de la poesía es el <b>poema</b> (o a veces la estrofa).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0cm 20.3pt; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: -20.3pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">3) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.4pt; line-height: 150%;">En tercer lugar, <b>los autores bíblicos destacan los asuntos importantes de su mensaje de distintas maneras</b>, </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">dependiendo de la forma de expresión literaria que utilicen. P. ej., en la narrativa, los autores bíblicos a veces presentan verdades importantes a través de los personajes en la narración. Pero en la poesía, los conceptos pueden ser destacados por la repetición de una línea o un verso, por presentar una ilustración, o por utilizar cierto lenguaje figurado. Mientras que en los textos de argumentación (epístola o discurso), puede destacarse una verdad por presentarla en forma de una conclusión al final del argumento, o por repetir un concepto en una oración del párrafo.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: 0.1pt; line-height: 150%;">Estos tres criterios ilustran la importancia de considerar la forma de expresión literaria, cuando leemos y estudiamos la Biblia. Entonces, con mucho “temor y temblor”, pero <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">con convicción</b>, sobre esta base proponemos tres métodos distintos para el análisis de los textos bíblicos. 1) Un método para el análisis de textos bíblicos de argumentación, 2) un método para el análisis de textos bíblicos narrativos y 3) un método para el análisis de textos poéticos. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Tengo la sospecha que muchos de nosotros necesitamos hacer ciertos cambios en nuestro acercamiento a la lectura y análisis del texto bíblico. Tal vez algunos tengamos algo de miedo, pero debemos armarnos de valor. ¡Que el Dios de toda gracia nos ayude a comprender mejor los géneros literarios que utilizaron los autores bíblicos, para que podamos comprender mejor el mensaje que quisieron comunicar a sus destinatarios originales, a fin de que captemos los principios que enseñan para la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vida</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">misión</b> de la iglesia hoy! “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad</i>.”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;">Web: </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;"><a href="http://www.estudiosdcb.org/"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">www.estudiosDCB.org</span></a></span><span lang="EN-US" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt; mso-ansi-language: EN-US;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Correo-e: <a href="mailto:evangel48@gmail.com">evangel48@gmail.com</a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Blog: <a href="http://angelcustodiolopez.blogspot.com/">http://angelcustodiolopez.blogspot.com/</a></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14pt;">Skype: custodio.lopez</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 14.2pt;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=655466550354159316&postID=325168439633038720#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">John R. Stott. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El cristiano contemporáneo</b>, reimpresión, 2001. pág. 23.</span></span></div><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">BLA</i> traduce: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que maneja con precisión la palabra de verdad</i>. La versión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">DHH</i> lo redacta así: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Haz todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, <u>que enseña debidamente el mensaje de la verdad</u></i>.</span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Puede ser que no nos guste mucho la teología de San Agustín, pero no podemos negar el hecho de que supo responder a la herejía del pelagianismo.</span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Tal relatividad ha alcanzado a la hermenéutica, de modo que el texto bíblico ya no tiene el significa que el autor le dio cuando lo escribió, sino el que el lector contemporáneo le da en su propio contexto. Ahora el autor no tiene control sobre su texto, el control lo tiene el lector. </span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoListParagraph" style="line-height: normal; margin: 0cm; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">¿Es esta una verdad absoluta, debe convertirse en un dogma hermenéutico? Este criterio aboga por la búsqueda de la intención del autor del texto. ¿Si el texto puede significar algo distinto a lo que el autor quiso comunicar, cuál es la verdad? Se plantea entonces, el conflicto entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">significado</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">significación</i> del texto. (Exégesis y eiségesis)</span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt;"></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt;">Renombrados lingüistas modernos dicen que un texto no puede significar exactamente lo mismo que significó cuando se escribió, ni cuando vuelva a leerse. Esto es así –dicen– tanto por la precariedad inherente al proceso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">codificar</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">decodificar</i>, como por el constante cambio dinámico de los códigos. Severino Croatto lo describió bien: “El texto murió con el autor... El lector le da vida.” (Este criterio es avalado por el pensamiento postmoderno que dice que no hay absolutos. “Lo único absoluto hoy es que todo es relativo.”)</span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-size: 8.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">Con cierta frecuencia hay quienes quieren transferir las formas como se aplicó el mensaje del texto en su contexto original y se olvidan del mensaje del texto y su aplicación para el día de hoy.</span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Estos están conformados básicamente por las epístolas y los discursos.</span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Estos están conformados fundamentalmente por los libros históricos, una parte de los profetas del Antiguo Testamento y por los Evangelios y los Hechos en el Nuevo Testamento.</span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black;"> </span><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">Esto no debe extrañarnos, porque normalmente leemos una novela moderna de manera distinta a como leemos una carta de un amigo. Así como también leemos una carta personal de manera distinta a como leemos una pieza poética.</span><span style="color: black;"></span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por ejemplo, el tema de los dones espirituales aparece por lo menos cuatro veces en el Nuevo Testamento. Pero es bastante claro que en 1 Corintios 12 y Romanos 12 el propósito del autor es diferente. En uno el hincapié está en la unidad de la iglesia y en el otro el hincapié está en la diversidad dentro del cuerpo de Cristo. También, el tema referente al matrimonio se presenta en varios textos del Nuevo Testamento, pero en 1 Pedro 3 y Efesios 5. En uno el hincapié está en la evangelización y en el otro en la vida bajo en sujeción bajo el control del Espíritu.</span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">Estas tres citas son de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nueva Versión</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Internacional</i>.</span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">Usamos la expresión “predominantemente narrativo” porque generalmente los textos no contienen sólo una forma de expresión literaria. En un texto, por lo general, pueden combinarse varias formas de expresión literaria, aunque una de ellas es predominante. </span></div></div><div id="ftn13" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">En este caso particular, es poesía profética.</span></div></div><div id="ftn14" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span></span></span></span></a><span style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif";">En el estudio del episodio es muy importante prestarle atención a los comentarios que hace el narrador. P. ej., en Juan 2:11 el comentario del narrador es determinante para captar la intención del autor con su relato.</span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-87452138842875566212011-06-17T19:44:00.000-07:002011-06-19T06:47:59.166-07:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Autoridad espiritual </span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Vs. </span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Abuso de poder</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;"></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">(Ángel Custodio López, junio 2011)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Introducción</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">. Quiero comenzar esta exposición recordando ese emblemático episodio, según el cual aquella osada mujer “... </span><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acercó a Jesús y, arrodillándose, le pidió un favor... Ordena que en tu reino uno de estos dos hijos míos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda... Cuando lo oyeron los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos.”</i> (Mateo 20:20-28). Tengo la sospecha que los diez<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> se indignaron</i>, porque cada uno de ellos quería ocupar ese lugar de “privilegio”. Así que, t</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">ras la propuesta de aquella “preocupada” mujer por el futuro de sus dos hijos y la reacción de los otros diez discípulos, Jesús les presentó la siguiente lección: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">"En este mundo los jefes de los países gobiernan sobre sus pueblos y no los dejan hacer absolutamente nada sin su permiso. Además, los líderes más importantes del país imponen su autoridad sobre cada uno de sus habitantes. Pero entre ustedes no deben tratarse así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos</span></i><span style="color: black;">. (Mateo 20:25-27, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). </span>El evangelista Marcos dice que fueron los dos muchachos, quienes le pidieron a Jesús: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda</i>.” (Marcos 10:37). Lucas no registra directamente este episodio, pero en el contexto de aquella solemne reunión que ha pasado a la historia con el calificativo de “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La última Cena</b>”, presenta algo similar y dice que los discípulos de Jesús “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Tuvieron un altercado sobre cuál de ellos sería el más importante</span></i><span style="color: black;">.” (Lucas 22:24). No hay duda, esos muchachos querían tener autoridad o por lo menos querían un lugar de privilegio. Entonces, Jesús les dio una desalentadora y desafiante respuesta: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">... el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve</i>.” (Lucas 22:26). </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Cuando el pastor Ender Sangronis me pidió que tratara el tema: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Autoridad Espiritual Vs. Abuso de Poder</b>, al momento quise eludir este compromiso, porque <span style="letter-spacing: -0.1pt;">me pareció que no era la persona indicada para desarrollar el tema.</span> Pero él insistió, no pude persuadirlo de mi negativa y, finalmente, le dije que lo haría. ¡No saben cuánto he sufrido después de eso! Recordé lo que nos decía un querido profesor en el Seminario: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">No diga SÍ, cuando debe decir NO</b>”. Pero ni modo, ya era tarde. Así que, me presento ante ustedes, transliterando un poco al apóstol Pablo, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">con tanta debilidad que tiemblo de miedo</span></i><span style="color: black;">.” Pero he rogado al Señor que me dé la gracia de ser un instrumento en sus manos en esta hora, para su gloria y la edificación nuestra. Entonces, por favor: ténganme compasión, pero préstenme atención. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Reconozco que me acerco a este tema con dos limitantes. Una de carácter académico-intelectual y la otra de orden práctico-ministerial. El caso es que no he sido formado en el ejercicio de líneas de mando, ni en el campo de la administración de personal sobre el cual se ejerce autoridad; y en el ámbito ministerial, actualmente no ejerzo autoridad sobre grupos de personas, excepto la familia cercana que me rodea. En cierto modo, estos dos asuntos son una limitación para tratar el tema, pero no son una descalificación. El Señor me ha puesto en el ministerio y debo obedecerlo. Así que, con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">temor y temblor</i>, pero con convicción, nos encomendamos al Dios del cielo y aquí estamos para presentar estas reflexiones. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La complejidad del tema</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Dos puntos nada más son suficientes para asomar el problema de la complejidad de este tema.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">1.1. Primero, una lectura “groso modo”, del texto bíblico, indica que hay autoridad espiritual que proviene directamente de Dios<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i> Dice la Escritura:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido.</span></i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"> (Romanos 13:1, 2)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;"> </span></i><span style="letter-spacing: -0.1pt;">El relato del evangelio también dice que Cristo “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">reunió a los doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia</i>.” (Mateo 10:1, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Y después de la resurrección, poco antes de ascender al cielo, también les dijo a sus discípulos: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes <u>recibirán<span style="color: black;"> poder</span></u><span style="color: black;"> y serán mis testigos... hasta lo último de la tierra.” </span></i><span style="color: black;">(Hechos 1:8, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>).</span> Y en su último mensaje a los discípulos, según <span style="color: black;">Mateo 28:18-20, </span>no sólo les habló de la autoridad que él mismo había recibido del Padre, sino que les dio autoridad, junto con el compromiso de cumplir la misión que él había comenzado. Así dice lo relata Mateo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:</span></i><span style="color: black;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.<b><sup> </sup></b>Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,<b><sup> </sup></b><u>enseñándoles a obedecer</u> todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo</i>. ¡Entonces, no queda duda, hay autoridad que proviene de Dios el Padre y de su Hijo Jesucristo!</span></span><span style="color: black; letter-spacing: -0.2pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">1.2. En segundo lugar, al leer el texto bíblico también encontramos que hay autoridad espiritual que se deriva de Satanás <span style="letter-spacing: -0.2pt;">y se opone al reino de Dios</span>. Pero en la Cruz, <span style="letter-spacing: -0.2pt;">Cristo no sólo triunfó sobre el pecado sino también sobre las potestades espirituales de maldad, pues dice la Escritura que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Él anuló la deuda que nos adversaba, clavándola en la cruz.<b><sup> </sup></b><u>Desarmó a los poderes y a las potestades</u>, y por medio de Cristo<sup> </sup>los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.”</span></i></span><span style="color: black;"> (Colosenses 2:14, 15).</span> Pero aunque el triunfo de Cristo sobre Satanás y sus poderes es una realidad, todavía hay un poder del mal que opera en el mundo. Por eso se nos recuerda que “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales</span></i><span style="color: black;">.” (Efesios 6:12). Esta realidad perversa se revela no sólo de una manera abstracta en el sistema anti-Dios que opera en el mundo, sino que también opera a través de hombre y mujeres a quienes Satanás tiene atados<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></a> y comisionados para luchar contra el reino de Dios. En este sentido, Jesús dijo que algunos vendrían en su nombre, pero serían usurpadores porque vendrían en nombre del maligno: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos</i>. (Mateo 24:24, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Y en otra ocasión, dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.<b><sup> </sup></b>Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?" Entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!</i>" (Mateo 7:21-23). No queda duda alguna; hay un poder del mal operando en el mundo que se opone al reino de Dios.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.1pt;">Entonces, ¿en nombre de quién se ejerce la autoridad espiritual? Con autoridad afirmamos que quienes seguimos los senderos de nuestro Señor Jesucristo, según los principios del reino, nos sometemos a él. Estamos bajo la autoridad de su Palabra y tenemos la obligación no de manipularla, como tanto ocurre hoy, sino de interpretarla, proclamarla y aplicarla con autoridad para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desatar</i> a quienes Satanás tiene en cadenas (cf. Lucas 13:16). Y debemos presentarla con la convicción de que ella es la autoridad sobre toda “autoridad” espiritual contraria. T</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.1pt;">raigo a colación ese dramático episodio entre Pablo y Elimas relatado en Hechos 13: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pablo, lleno del Espíritu Santo clavó los ojos en Elimas y le dijo: ¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de fraude y engaño! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor?</i>” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahora la mano del Señor está contra ti; vas a quedar ciego y por algún tiempo no podrás</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;"> ver la luz del sol. </span></i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">El relator declara que:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad, y comenzó a buscar a tientas quien lo llevara de la mano.” </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El poder del Señor triunfó sobre el poder del mal.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">2. El asunto de los “modelos” o ejemplos de autoridad espiritual</span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">Una rápida revisión de las Escrituras nos da cuenta de unos cuantos personajes, de los cuales podría decirse que tenían <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>. ¡Y no queda duda, la tenían! La pregunta es si debemos considerarlos como “modelos” para nuestra vida hoy, o si la Biblia los presenta como tales. Hurguemos brevemente en algunos de ellos:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; tab-stops: 46.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">2.1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Moisés</b>, por ejemplo, pudiera ser un modelo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">autoridad espiritual</i>. Fue un gran varón de Dios, calificado como “poderoso en sus palabras y obras” (Hechos 7:22). Se ganó el calificativo de ser un hombre muy manso; pero Dios le encomendó la misión de conducir a uno de los pueblos más rebeldes y conflictivos de la tierra. El relator del Pentateuco dice que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Moisés era muy humilde, más humilde que cualquier otro sobre la tierra.</i>” Dios lo consideraba “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">su hombre de confianza</i>” (Núm. 12:2, 7, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RVR</i> dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que es fiel en toda mi casa</i>). Sin embargo, por un acto muy humano, un acto de “rebeldía” personal (junto con Aarón) Dios no le permitió entrar a la tierra prometida. Dios les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Por no haber confiado en mí, ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado</span></i><span style="color: black;"> (</span>Número 20:12, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">NVI</span></i>). Unos años más tarde, Moisés le echo la culpa al pueblo y les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">“... por culpa de ustedes el <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> se enojó conmigo y juró que yo no cruzaría el Jordán ni entraría en la buena tierra que el <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> su Dios les da en posesión</span></i> (Deuteronomio 4:21, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Pero si usted quiere conocer a un hombre con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>, estudie la vida y las obras de Moisés, tanto ante el faraón como ante el pueblo de Israel. Su autoridad emanaba directamente de Dios. Pero tengo la sospecha que la lección de la vida de Moisés no es para que sea nuestro ejemplo o “modelo de autoridad”, sino para que veamos la inmensa gracia de Dios en medio de las imperfecciones humanas.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; tab-stops: 46.2pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">2.2. Nehemías</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">, el reformador del pueblo, tanto en lo material como en lo moral, también puede ser visto como un hombre de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> autoridad espiritual</b>. En un momento crítico del pueblo, Dios levantó a este gran hombre, que decida y valientemente emprendió una obra titánica. El relato bíblico da cuenta que la reconstrucción de los muros se hizo en 52 días y la inauguraron fue una gran celebración. Dice el relator<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: “Cuando todos nuestros enemigos se enteraron de esto, las naciones vecinas se sintieron humilladas, pues reconocieron que este trabajo se había hecho con la ayuda de nuestro Dios.”</i> (6:16).<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Nehemías ha sido presentado como un “modelo de liderazgo” por su autoridad espiritual, y ciertamente hizo cosas extraordinarias. Pero al final de la narrativa, hay un episodio muy extraño que recoge palabras de Nehemías: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Entonces los reprendí y los maldije; a algunos de ellos los golpeé, y hasta les arranqué los pelos, y los obligué a jurar por Dios. </span></i><span style="color: black;">(Nehemías 13:25, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>).<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> ¿Abuso de autoridad? </b>Ciertamente, esa no parece ser la conducta de un hombre de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>. No obstante, no hay duda que Nehemías fue un gran líder del pueblo y tampoco hay duda que era un hombre con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>. También en este caso, la autoridad era de Dios a través de Nehemías. Muy temprano en la narrativa, en uno de los episodios cruciales del relato, Nehemías escribió: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El rey accedió a mi petición, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">porque Dios estaba actuando a mi favor</b></i> (Nehemías 2:8b, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Pero de nuevo, tengo la sospecha que el libro de Nehemías no pretende presentarlo como un héroe para que sea nuestro modelo, sino más bien pretende mostrar la inmensa gracia y misericordia de Dios en medio de las rebeldías, frustraciones y debilidades humanas. Lo mismo puede decirse de Elías, de David y de otros tantos del AT.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">2.3.</span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El apóstol Pablo</b>,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>en el NT, también pudiera servirnos como un modelo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>. Los registros del NT indican que Pablo era un hombre de autoridad espiritual, y ésta tenía mucho que ver con su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conversión</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">misión</b> que le había sido encomendada. Sin embargo, debemos preguntarnos si en alguna ocasión también pudiera acusársele de “abuso de autoridad”. En una ocasión, mientras desarrollaba exitosamente el ministerio misionero, tuvo una gran desavenencia con uno de sus compañeros, al punto que se separaron. Dice el texto: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Resulta que Bernabé quería llevar con ellos a Juan Marcos,<b><sup> </sup></b>pero a Pablo no le pareció prudente llevarlo, porque los había abandonado en Panfilia y no había seguido con ellos en el trabajo.<b><sup> </sup></b>Se produjo entre ellos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">un conflicto tan serio que acabaron por separarse</b>.</i>”<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Hechos 15:37-39). Pero no hay ninguna duda, Pablo era un hombre de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>. Hasta en algunas ocasiones tuvo “el atrevimiento” de pedir a sus interlocutores que lo imitaran; pero se cuidó de que lo hicieran en tanto que él era fiel al evangelio. A los Filipenses les dijo: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hermanos, sigan todos mi ejemplo, y fíjense en los que se comportan conforme al modelo que les hemos dado</i>.” (Filipenses 3:17, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>) y a los corintios los retó: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imítenme a mí, como yo imito a Cristo</i>.” (1 Corintios11:1, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>).</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">Todos estos hombres tuvieron “grandezas” y “pequeñeces”, fortalezas y debilidades, de modo que seguramente incurrieron en actos de “abuso de poder”. Pero todos tenían algo en común: eran hombres <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">humildes,</b> preocupados por su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">obediencia</b> al Señor, a quien tenían como autoridad suprema sobre ellos. Tengo el convencimiento de que en su momento, el mensaje de Dios para el pueblo no era que siguieran a estos hombres, sino que tanto ellos como el pueblo se dieran cuenta de la inmensa bondad y misericordia de Dios en medio de las debilidades humanas. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">3. Algunas implicaciones de la autoridad espiritual</span></b></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 23.25pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Al reflexionar en el tema me ha surgido un sin número de preguntas: ¿A quiénes da el Señor autoridad espiritual? ¿Puede ganarse la autoridad espiritual? ¿Puede perderse? ¿En qué ámbitos se ejerce la autoridad espiritual? ¿Puede usarse mal la autoridad espiritual? ¿Cuándo puede decirse que hay “abuso de poder” en el ejercicio de la autoridad espiritual?, etc. Entonces, me di cuenta que se trataba de un tema complejo que no puede abordarse de manera simplista ni con limitación de tiempo, como es el caso ahora. Pero hay varios asuntos que podemos considerar aquí. </span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 23.25pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">3.1.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La autoridad espiritual proviene de Dios.</b> Esto parece elemental, pues sólo Él es soberano y junto con el Hijo, a quien le dio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">toda autoridad</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en el cielo y en la tierra</i>, tiene el control del universo, de la historia, de su pueblo y de sus hijos. Juan, en el Apocalipsis, lo expresó muy bien: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!”</span></i><span style="color: black;"> (Apocalipsis 5:13, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El apóstol Pablo se había anotado en la misma línea de pensamiento y cantaba: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Al único y bendito soberano, rey de reyes y Señor de señores... a él sea el honor y el poder eternamente</i>.” (1 Timoteo 6:19). Enton<span style="letter-spacing: -0.1pt;">ces, si tenemos alguna autoridad espiritual (¡y la tenemos!) es representativa, no represiva ni autoritaria. Con la autoridad que Dios nos da, por su Santo Espíritu representamos su autoridad, no la usurpamos. Es Él quien nos da los dones y nos coloca en el ministerio de la iglesia. Cristo dijo claramente: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Separados de mi no pueden ustedes hacer nada</i>”. Así que, no tenemos ninguna autoridad sin el poder el Espíritu. “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, </i>-exhortó Pablo a Timoteo- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuida la preciosa enseñanza </i>[el buen depósito]<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> que se ha confiado</i>.” (2 Timoteo 2:14). Pablo se consideró a sí mismo un administrador de los misterios de Dios (1 Corintios 4:1) y esperaba que Timoteo siguiera el mismo camino de un buen administrador. Por eso, Timoteo debía “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">guardar el buen depósito</i>”, de donde venía el mensaje y la autoridad espiritual.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">3.2.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La autoridad espiritual no sigue los parámetros de la autoridad en el mundo.</b> Se le atribuye al historiador católico británico <a href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=John_Emerich_Edward_Dalkberg_Acton&action=edit&redlink=1" title="John Emerich Edward Dalkberg Acton (aún no redactado)"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">John Emerich Edward Dalkberg Acton</span></a> (más conocido como <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Lord_Acton" title="Lord Acton"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">Lord Acton</span></a>) en 1887, la célebre frase: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span></span></span></a> Parece que lo que realmente dijo fue: “</span><u><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">El poder <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tiende a corromper</b> y el poder absoluto corrompe absolutamente</span></u><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">.” </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Esto puede ser la verdad en el mundo secular, pero si ocurre en la comunidad cristiana tenemos que admitir que algo anda mal con el cristianismo que profesamos. Cristo dijo claramente que entre sus discípulos <span style="color: black;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">... el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve</i>.” (Lucas 22:26). Una cosa es la autoridad intelectual y la autoridad jerárquica en el mundo, y otra distinta es la autoridad espiritual en la iglesia de Cristo. </span>Por tanto, no debemos medir la autoridad en la iglesia según los parámetros de este mundo. Según los parámetros del mundo, la autoridad está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">por encima de</i> (tiene un sentido de <u>verticalidad</u>); pero tengo la convicción que según los criterios de Jesús, en su pueblo, en la iglesia, la autoridad está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">por debajo de</i> (se realza más bien el sentido de <u>horizontalidad</u>). Entonces, en la comunidad del pueblo de Dios está prohibido que alguien se considere superior a los demás. El apóstol Pablo también lo entendió así, lo asumió y lo enseñó: <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús... </span></i><span style="color: black;">(Filipenses 2:3-5). </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Entonces, todo intento de superioridad en la iglesia es una rebelión contra la autoridad de Dios y su Palabra. Por supuesto, también en el pueblo de Dios “el abuso de poder” está latente, y todos somos vulnerables a esta práctica mundana. Con cierta frecuencia, los “líderes”, al nivel que sea, se sienten superiores. “Aquí el pastor soy yo.” “Aquí el líder soy yo.” Y miran a los demás de reojo por sobre los hombros... ¡Nada de eso, Cristo dijo que no son superiores! Así dijo él: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">N<span style="color: black;">o permitan que a ustedes se les llame "Rabí", porque tienen un solo Maestro y todos ustedes son hermanos.<span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> </span>Y no llamen "padre" a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, y él está en el cielo.<sup><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> </span></sup>Ni permitan que los llamen "maestro", porque tienen un solo Maestro, el Cristo.<b> </b>El más importante entre ustedes será siervo de los demás.<span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> </span>Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido</span></i><span style="color: black;">.”</span> (Mateo 23:8-12). <span style="color: black;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Es cierto que en los esquemas de este mundo, “la autoridad consiste en el derecho de mandar y en el poder de hacerse obedecer."<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span></span></span></a> Pero este concepto no cabe dentro de la autoridad espiritual en el contexto de la iglesia de Cristo. Esto es así porque la autoridad espiritual parte de una premisa totalmente opuesta a la del mundo. En este sentido, no importan al nivel que sea, la autoridad espiritual en la iglesia pasa por un proceso de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> y de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">obediencia</b> que se manifiesta en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sumisión</b>, no a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exaltación</b>. La exaltación le corresponde a Dios, la sumisión a nosotros. Entonces, el punto de partida de la autoridad espiritual está en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b> la voz de Dios y el de llegada en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">obediencia</b> a su Palabra. En medio de estos dos extremos está la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reflexión</b> para la acción que redunda en bendición, no en opresión ni vejación, para los demás. Entonces, la autoridad espiritual no consiste en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">imponerse</b>, sino en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">someterse</b>. Por eso decimos que la autoridad espiritual pasa por el proceso de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b> la Palabra de Dios; y para eso hay que leerla y estudiarla con dedicación, pero con mucha humildad. También, la autoridad espiritual pasa por la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reflexión</b> personal en diálogo con el Señor; y para eso es necesaria la intimidad sincera con él en la meditación y la oración. Y también pasa por la obediencia en acción en contacto con su pueblo; y para eso hay que correr el riesgo de caminar con ese pueblo en sus realidades cotidianas, en sus dolores y frustraciones, en las cuales paso a paso enfrentan las asechanzas del espíritu del mal que opera en el mundo. Entonces, la autoridad espiritual no consiste en imponerse, sino en someterse para servir. Se le atribuye a la madre Teresa de Calcuta, la siguiente declaración: "<em>Si usted no vive para servir, no sirve para vivir</em>." Así es, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">si usted no sirve, no sirve</b>.</span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">3.3.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"> La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">implica <u>cooperación</u></b>. Sabemos que e<span style="color: black;">n una organización con líneas de mando, la autoridad es algo así como el derecho, en un determinado cargo, a ejercer discrecionalidad en la toma de decisiones que afectan a otras personas. </span>En otras palabras, “la autoridad consiste en el derecho de mandar y en el poder de hacerse obedecer." Entonces, desde esta perspectiva, la autoridad tiene implícita la subordinación. ¿Cómo concuerda esto con los principios de la fe cristiana y con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vida</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">misión</b> de la iglesia? Sabemos que la iglesia es en esencia un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">organismo, </b>no una organización; aunque en la práctica, funciona como una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">organización</b>. No hay duda, donde quiera que se reúna un grupo de creyentes, habrá alguna forma de organización. Bien lo dijo George Peters: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Donde hay personas, hay función; y donde hay función hay alguna forma de organización</i>.”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> Allí nacen los líderes, los pastores, guías espirituales, que ejercen alguna forma de autoridad, pero no de superioridad. Son hombres y mujeres dotados con dones espirituales para guiar o conducir al grupo de creyentes, la comunidad de fe, la cual también desarrolla su vida y misión sobre la base de los dones espirituales, en lo cual “somos colaboradores”. </span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Ahora, según la enseñanza de Jesús, esa comunidad debe caracterizarse por el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">amor</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">unidad</b>, como cualidades preponderantes que la distinguen en el cumplimiento de su vida y misión: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>De este modo</u> </i>–dijo Jesús–<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <u>todos</u> <u>sabrán que son mis discípulos</u>, <u>si <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se aman</b> los unos con los otros</u></i>.” (Juan 13:35, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Y en su gran oración sacerdotal se expresó referente a la unidad: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">para que todos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sean uno</b>... <u>para que el mundo crea que tú me has enviado</u></i>.” (Juan 17:21, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Entonces, la autoridad espiritual ha de reflejar el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">amor</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">unidad</b> en la comunidad de fieles.</span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">3.4. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.1pt;">La autoridad espiritual se evidencia en la obediencia.</span></b><span style="letter-spacing: -0.1pt;"> Un día un </span>experto en la ley, quiso tenderle una trampa a Jesús con esta pregunta:<span style="letter-spacing: -0.1pt;"> “</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos.<sup> </sup>El segundo se parece a éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.” </i>(Mateo 22:35-39).<span style="letter-spacing: -0.1pt;"> Es impresionante notar que el tema central que corre a través de la Biblia es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la obediencia</b> a la Palabra de Dios. Así le habló Dios a Israel: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas. »Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal.<sup> </sup>Hoy te ordeno que ames al <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión. »Pero si tu corazón se rebela y no obedeces, sino que te desvías para adorar y servir a otros dioses,<sup> </sup>te advierto hoy que serás destruido sin remedio... »Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">bendición</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">maldición</b>. Elige, pues, la vida,...<sup> </sup></i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Ama al <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span> tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida... (</span></i><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Deuteronomio 30:14-20, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). El mensaje era claro: Si obedecían, Dios les daría <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">bendición</b>; si desobedecían, los alcanzaría la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">maldición</b>. Sobre esta premisa se desarrolla el mensaje de los profetas en el Antiguo y el de los apóstoles en el Nuevo Testamento. Así que, ni los jueces ni los profetas de Israel, ni los apóstoles ni los predicadores de la iglesia inventaron su mensaje. Sencillamente exhortaron al pueblo para que obedeciera la Palabra de Dios, porque la desobediencia acarrea castigo. Y cuando el pueblo desobedecía, lo exhortaban al arrepentimiento sincero. El relato bíblico da cuenta de que el rey Saúl desobedeció la Palabra de Dios y, aunque según él, lo hizo con buenas intenciones porque tomó del botín para ofrecer sacrificios en Gilgal, el Señor le dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“<span style="color: black;">¿Qué le agrada más al <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span>: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros. La rebeldía es tan grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y como tú has rechazado la palabra del <span style="font-variant: small-caps;">Señor</span>, él te ha rechazado como rey.”</span></i> (1 Samuel 15:22-23). ¡La desobediencia a Dios es mala, aunque se tengan buenas intenciones!</span><span style="letter-spacing: -0.1pt;"> </span></span></div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">3.5. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Se nos llama a obedecer, no a exigir obediencia</b>. <em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">San Agustín, el obispo de hipona, en el siglo V (354-439), aconsejaba:</span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif';"> “Obedezcan más a los que enseñan que a los que mandan”.</span></em></span><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"> </span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-style: normal; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-style: italic;">Y Ralph Waldo</span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"> </span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-style: normal; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-style: italic;">Emerson un pensador norteamericano del siglo XIX (1803-1882), decía:</span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"> </span></em><em><span style="color: #202020; font-family: 'Arial','sans-serif';">“Únicamente la obediencia tiene derecho al mando”.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> </span></span></em><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">La obediencia es exigencia ineludible de la autoridad. <span style="letter-spacing: -0.1pt;">El mandato de la gran comisión es: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">hagan discípulos</i>,... <i style="mso-bidi-font-style: normal;">enseñándolos <u>a obedecer</u> todo lo que les mandado a ustedes</i>.” ¡Y la obediencia se enseña obedeciendo! Así que, cuando por la gracia de Dios, la iglesia le confiere un cargo, una posición, un liderazgo, a una persona no es para que se ponga por encima de los demás, sino para que, en obediencia al Señor, conduzca con mansedumbre a los que tiene a su cargo. Ya en el siglo primero, el apóstol Pedro le habló a los ancianos de la iglesia sobre este asunto: “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere.<b><sup> </sup></b>No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño.<b><sup> </sup></b>Así, cuando aparezca el Pastor supremo, ustedes recibirán la inmarcesible corona de gloria</span></i><span style="color: black;">.” (1 Pedro 5:2-4).</span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Entonces, el Señor nos llama a servir en obediencia a los principios del reino, no a subyugar y demandar obediencia. Jesús mismo declaró que él <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos</i>. Y les dijo a sus discípulos: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.</i>” <span style="color: black;">(Juan 13:15).</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Cuán obedientes somos a lo que el Señor nos ha mandado? ¿Cuán siervos somos? ¿Cuán valientes somos para aplicar los principios de fe que profesamos? Les voy a contar una historia de algo que presencié hace apenas tres semanas: -Un hombre de avanzada edad, de buena apariencia, entró al autobús, se paró al frente y con voz clara y en tono respetuoso y solemne les pidió permiso a los presentes para decirles unas palabras. Con mucha claridad y precisión, que evidenciaba su convicción y comprensión de la fe, comenzó diciendo que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo al mundo para que todo el que crea en él no se pierda sino que tenga vida eterna. Con una claridad, ilación y coherencia increíbles fue repitiendo unos cuantos versículos de la Biblia, conectados unos a otros de una manera tal que durante unos cuatro o cinco minutos hubo un silencio casi sepulcral en la buseta, hasta el chofer bajó el volumen de la música. Al final dijo: Si alguno de ustedes quiere recibir a Jesucristo en su corazón, haga conmigo esta oración. Y brevemente oró: “Señor Jesús, reconozco mi condición de pecador/a y me doy cuenta de tu gran amor por mí al morir en la cruz por mis pecados. Hoy quiero entregarte mi vida para que me des la salvación y seas mi Señor por el resto de mis días. Te recibo en mi corazón como Salvador y Señor.” A una señora que estaba delante de mí y a una que estaba detrás, y sospecho que también a un señor que estaba en la otra hilera de asientos, les oí repetir en voz audible, aparentemente sin temor alguno, la oración que estaba pronunciando el interlocutor. Terminada la oración felicitó a quienes la habían repetido y les aseguró que ahora Cristo había entrado a sus vidas y tenían la vida eterna. Les dijo unas brevísimas palabras sobre la gracia de Dios que habían recibido y como despedida añadió: “He orado a mi Señor que me guiara a este autobús para anunciarles su Palabra. A él le doy las gracias por habérmelo concedido. Ahora me voy a otro autobús para darles también a ellos este mismo mensaje. Que Dios les bendiga.” ¡Y se retiró! </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Nadie hizo comentario alguno de lo que había ocurrido en el autobús. Creo que este es un hombre común del cual puede decirse, con propiedad, que tiene <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual</b>, aunque aparentemente no tiene un grupo de personas sobre la cual ejercerla. Tuvo la valentía de confesar su fe en línea con la misión que Jesús nos encomendó. Me sentí verdaderamente avergonzado y humillado; pedí perdón al Señor por mi falta de compromiso con la fe. Debemos obedecer y enseñar a otros a obedecer la Palabra de Dios. ¡Esto exige valentía!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">4. Jesús, Dios hecho hombre, es el ejemplo de autoridad espiritual</span></b></div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Jesús les habló a sus discípulos acerca de esos que <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Todo lo hacen para que la gente los vea y los admire... </span></i><span style="color: black;">Esos que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuando van a la sinagoga o asisten a fiestas, les encanta que los traten como si fueran los más importantes. </i>Esos a quienes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros</i>, (Mateo 23:5-7). En contraposición a esta práctica mundana, </span>Jesús les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“No <span style="color: black;">esperen que la gente los trate como líderes, porque yo, el Mesías, soy su único líder. El más importante de ustedes deberá ser el sirviente de todos. Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes, serán tratados como los más importantes"</span></i> (Mateo 23:10-12, La Biblia en lenguaje sencillo). </span></div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">4.1.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Nadie pone en duda la autoridad espiritual de Jesús</b>. Aquél día cuando terminó su discurso conocido como El Sermón del Monte, Mateo afirma que: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza,<b><sup> </sup></b>porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley</span></i><span style="color: black;">.” (Mateo 7:28, 29 cf. Lucas 4:32). Aunque trataron de desfigurar la realidad, y afirmaron que Jesús “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">expulsaba a los demonios por medio del príncipe de los demonios</i>” (Mateo 9:34; 12:24), los maestros de la Ley, adversarios de Jesús, tuvieron que reconocer la autoridad espiritual que emanaba de él: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maestro, </i>-le dijeron- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias</i>. (Mateo 22:16) y en otra ocasión unos que habían sido enviados para arrestarlo, dijeron: “¡<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nunca nadie ha hablado como ese hombre</i>!” (Juan 7:46). Pero aunque habló y actuó con autoridad, siempre se presentó con humildad. </span></span></div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><br />
</div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>4.2.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"> En su autoridad, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jesús dio el ejemplo de sumisión y obediencia</b>. <span style="color: black;">Todos conocemos ese conmovedor episodio, según el cual Jesús “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;">se quitó el manto,... se ató una toalla a la cintura... y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla</i>.” (Juan 13:4, 5). ¡Una extraordinaria lección de humildad!<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> </span>En la carta a los Filipenses, Pablo recoge lo que parece un himno de la iglesia primitiva que resume el ejemplo de Cristo, y lo inserta para ilustrar el concepto de humildad y obediencia que quería comunicarle a la iglesia: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No hagan nada por egoísmo o vanidad;</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">más </i>bien -dice- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos</i>.” Con cierta frecuencia leemos este capítulo con un énfasis cristológico y muchos teólogos lo usan para hablar de lo que llaman “la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kenosis</i>” de Cristo. Pero en verdad, el hincapié de este texto no es cristológico, sino más bien sociológico. Es un llamado a la humildad en la vivencia de la fe. <span style="color: black;">Entonces, a manera de ejemplo, el apóstol les presentó una ilustración: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús,</i> </span></span></div><div style="background: white; margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">“quien, siendo por naturaleza Dios, <br />
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. <br />
<b><sup>7</sup></b> Por el contrario, se rebajó voluntariamente, <br />
tomando la naturaleza de siervo <br />
y haciéndose semejante a los seres humanos. <br />
<b><sup>8</sup></b> Y al manifestarse como hombre, <br />
se humilló a sí mismo <br />
y se hizo obediente hasta la muerte, <br />
¡y muerte de cruz! </span></i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">¡Cristo es el más grande ejemplo de humildad y nos invita a seguirlo! Con autoridad, dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aprendan de mí</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que soy manso y humilde de corazón</i>...</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">5. Pablo y la autoridad espiritual ¿Qué tiene que decirnos?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">No podemos reflexionar en este tema sin considerar al apóstol Pablo. Al leer el NT no salimos del asombre al observar un hombre como éste. En menos de dos décadas transformó al mundo de su día con el mensaje del evangelio. El relato de los Hechos muestra cuánta geografía alcanzó con el evangelio en tan poco tiempo, cuántas iglesias estableció, cuántos líderes formó; y, además, cuánto escribió con atinada precisión en tan poco tiempo. ¡Eso es admirable! Su entrega, en cuerpo y alma, fue tal que al final de sus días, con la frente en alto evaluó su vida y su ministerio con estas palabras: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida</i>” (2 Ti, 4.7, 8). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Desde</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"> que asumí el compromiso de hablar en este encuentro, me cautivó el texto de 1 Corintios 2:1-5 donde Pablo presenta su ejemplo personal. Desde entonces, ese texto ha revoloteado en mi cabeza. Así que, no quiero terminar estas <span style="letter-spacing: -0.1pt;">reflexiones sin llamarles la atención a este texto<span style="color: black;">. Pablo sabía bien de qué estaba hablando: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado. Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios.</i> </span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.1pt;">Es el testimonio personal de un hombre nuevo, que se calificaba a sí mismo como un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">siervo</i>. Dos experiencias trascendentales habían marcado su vida. La primera fue su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conversión</b>. El encuentro personal con Jesucristo en el camino a Damasco lo había transformado de una manera radical: ¡Allí nació de nuevo! Fue de tal importancia este acontecimiento, que Lucas lo registra tres veces en su relato de los Hechos (Hechos 9:1-19, 22:6-21 y 26:12-18). Y fue tal el impacto transformador, que el mismo Pablo no vaciló en afirmar: “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo</i>!” (2 Corintios 5:17). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">El segundo acontecimiento que marcó la vida de Pablo, fue <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la misión</b> que le encomendó el Señor: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar.<b><sup> </sup></b>Te libraré de tu propio pueblo y de los gentiles. Te envío a éstos<b><sup> </sup></b>para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados</i>." (Hechos 26:16-18). Más tarde, en la iglesia de Antioquía, esta comisión fue ratificada: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado.» Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron</i>.” (Hechos 13:2, 3).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">En la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conversión</b>, Pablo aprendió la humillación y en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">comisión</b> la obediencia. Así lo manifiesta en su testimonio personal en 1 Corintios 2:1-5, que es una referencia a aquella primera visita narrada en Hechos 18, donde “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todos los sábados discutía en la sinagoga tratando de persuadir a Judíos y a griegos</i>” (18:4), “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">testificándoles a los judíos que Jesús era el Mesías</i>” (v. 5). El relato de Lucas da cuenta que allí se le opusieron con vehemencia y hasta lo insultaron.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span></span></span></a> A pesar de esto y en medio de conflictos, Pablo se quedó un año y medio en Corinto “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">enseñando entre el pueblo la Palabra de Dios</i>”, después de haber recibido en visión un claro mensaje del Señor<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: </i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad.</span></i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;"> (18:9, 10). </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Ahora, pasados los años, les escribe esa primera carta y les recuerda cómo había sido su comportamiento entre ellos. Me llama poderosamente la atención que un hombre tan brillante en su pensamiento y habiendo recibido mensajes directamente del Señor, se presentara con tanta humildad como lo dibuja el texto de 1 corintios 2:1-5.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></a> En este caso Pablo no pide que se le imite, pero su testimonio es un ejemplo de autoridad espiritual frente a la pretendida autoridad intelectual de los engreídos corintios. Así que, vale la pena prestarle atención a su actuación. Es interesante que un poco más adelante, en el contexto de este mismo pensamiento, Pablo pide que se le imite: "<em>Por tanto, les ruego que sigan mi ejemplo</em>." (4.16)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Para quienes les gusta pensar ordenadamente, este texto puede dividirse en tres partes: <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Primero, <b>la manera</b> como se comportó Pablo cuando les presentó el evangelio a los corintios (</span>Lo hizo sin elocuencia y sabiduría humana [v. 1], con debilidad y mucho temor [v. 3] y con demostración del poder del Espíritu de Dios [v. 4]). Segundo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el contenido</b> de su presentación del evangelio: el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo crucificado</i> (v. 2), dedicidió no saber de otra cosa, sino de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo crufcificado</i>. Y, tercero, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el propósito</b> de Pablo al presentar el evangelio: que la fe de los corintios se fundamentara en el poder de Dios, no en las capacidades humanas (v. 5).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">De manera más didáctica y para quienes les gusta hacer uso de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">mnemotecnia</b>, al reflexionar en este texto, puede hablarse de: La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>P</u></b><u>ropuesta</u>, el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>P</u></b><u>roceder</u> y el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>P</u></b><u>ropósito</u> del apóstol en medio de los corintios. Su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">P</b>ropuesta fue diáfana y clara: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el poder de Dios mediante el C<i style="mso-bidi-font-style: normal;">risto crucificado</i></b>. Esta era una verdadera locura para los engreídos corintios, pero era la respuesta de Dios, quien “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">en su sabio designio, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen</i>.” La propuesta del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo crucificado</i> incluía la del Cristo resucitado, como lo expresa en 15:3-5 “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;">les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">murió</b> por nuestros pecados... que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fue sepultado</b>, que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">resucitó</b> al tercer día, según las escrituras, y que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">apareció</b>...</i>”. Es decir, el Cristo crucificado es el “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">que fue entregado a la muerte por nuestros pecados, resucitó para nuestra justificación </i>(Romanos 5:21) y ascendido a los cielos para nuestra esperanza. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">En su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">P</b>roceder, Pablo se presentó <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">con humildad de corazón y convicción de su misión</b>; “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sin elocuencia ni sabiduría humana</i>”, y “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">con tanta debilidad, que temblaba de miedo</i>.” Pero lo hizo con el poder del Espíritu Santo. Pablo renunció a todo lo demás para presentar a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Jesucristo y a éste crucificado</i>. Pero no entendamos mal, a lo que Pablo renunció no fue a la sustancia doctrinal ni a la argumentación racional y coherente, sino a la sabiduría y a la retórica vana del mundo.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></a> Sencillamente, no negoció los principios del evangelio, aunque aquella sociedad, como la nuestra, se mofara de ellos. Fue fiel y obediente a su Señor, como debemos serlo también nosotros hoy, aunque haya que pagar el precio.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Y su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Propósito</b> era bien claro: Que la fe de los creyentes se fundamentara en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">poder de Dios</b>, no en la sabiduría y habilidades humanas. Pero aunque se presentó con mucha humildad, no vaciló en responder con autoridad a los presuntuosos e engreídos Corintios: “... <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">si Dios quiere, iré a visitarlos muy pronto, y ya veremos no sólo cómo hablan sino cuánto poder tienen esos presumidos. Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sino de poder</b></span></i><span style="color: black;">. (1 Corintios 4:19, 20).</span> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Entonces, 1 Cor. 2:1-5 revela a un hombre con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">autoridad espiritual, </b>pero sin arrogancia personal. Su mensaje, centrado en “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo <span style="letter-spacing: -0.2pt;">y su cruz</span></i><span style="letter-spacing: -0.2pt;">”, </span><span style="letter-spacing: -0.1pt;">parecía débil y ridículo a la sociedad, y lo parece todavía; junto con él, quienes proclamaban este mensaje eran calificadas como personas débiles y con demasiada sencillez, que no merecían credulidad en aquella sociedad de avanzada; y para el colmo, este mensaje lo habían aceptado los “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">pobres y necios</i>” del mundo, a quienes nadie les prestaría atención. Pero el mensaje era fiel a la Palabra, los mensajeros obedientes al llamado y los receptores poseedores de una nueva vida. Sí este no era un hombre con autoridad espiritual, está muy cerca de serlo. Él siguió los caminos del maestro, los pasos de Jesús. ¿Lo haremos nosotros hoy?</span><span style="letter-spacing: -0.2pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Conclusión</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">: Quiero terminar esta exposición citando una antigua fábula y un viejo himno cristiano. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">- “Se cuenta que un viejo ermitaño, una de esas personas que disque por amor a Dios se refugia en la soledad del desierto, del bosque y de las montañas, para dedicarse a Dios, a la oración y a la penitencia, se quejaba mucho porque tenía demasiado que hacer. La gente, que esporádicamente lo veía, no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro. ¿Qué tanto trabajo tienes? –le preguntaron. A lo que, sin vacilar –contestó: Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león. No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives, ¿dónde están todos esos animales? Entonces, pausadamente les dio una explicación que todos comprendieron:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">Estos animales los llevamos dentro. –Los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dos halcones</b> se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que entrenarlos para que sólo se lancen sobre cosas buenas: SON MIS OJOS. –Las <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dos águilas</b> con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir: SON MIS MANOS. –Y los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dos conejos</b> quieren ir donde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos, aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me guste: SON MIS PIES. –Lo más difícil es vigilar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la serpiente</b>, aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 barrotes. Siempre está lista para morder y envenenar a los que la rodean a penas se abre la jaula; si no la vigilo de cerca, hace mucho daño... ES MI LENGUA. –El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día... ES MI CUERPO. –Y, finalmente, necesito domar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">al león</b>. Quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso, y siempre quiere estar por encima de los demás... ES MI CORAZÓN.”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Aquel viejo himno, de Vicente Mendoza, 1875, dice:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">1. Jesús es mi rey soberano,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: 1.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Mi gozo es cantar su loor;</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: 1.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Es Rey, y me ve cual hermano,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: 1.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Es Rey y me imparte su amor.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: 1.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Dejando su trono de gloria, </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: 1.6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Me vino a sacar de la escoria.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">2. Jesús es mi amigo anhelado</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Y en sombras o en luz siempre va</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Paciente y humilde a mi lado,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Y ayuda y socorro me da.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Por eso constante lo sigo,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Porque Él es mi Rey y mi Amigo.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">3. Señor, ¿qué pudiera yo darte,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Por tanta bondad para mí?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">¿Me basta servirte y amarte?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">¿Es todo entregarme yo a ti?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Entonces, acepta mi vida,</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">Que a ti solo queda rendida.”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt;">¿Hay lugar, entonces, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para el “abuso de poder” en el ejercicio de la autoridad espiritual en la iglesia? </span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Calibri;"> </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Cf. Hechos 26:18: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Te envío a éstos<sup>18</sup> para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los *santificados</i>."</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;"> Citado en Wikipedia</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;"> Gastón Palavios, Apuntes de administración, citado en la internet</span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 9pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 9pt;"> Citado por Gene Getz, en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Refinemos la Perspectiva de la iglesia</b>, Editorial Caribe 1982, pág. 190.</span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Calibri;"> </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">El autor a los hebreos afirma que: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen</span></i><span style="color: black;">...” (Hebreos 5:8).</span> En su humillación, Cristo aprendió la obediencia y ahora exige obediencia a aquellos por quienes murió.</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Calibri;"> </span><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Como respuesta y en señal de protesta, Pablo les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¡Caiga la sangre de ustedes sobre su propia cabeza! Estoy libre de responsabilidad. De ahora en adelante me dirijo a los gentiles</i>.” (v. 6).</span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;"> <span style="color: black;">Cuatro expresiones son elocuentes en su testimonio: </span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 42.7pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;">a) <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo mismo, hermanos, <u>cuando fui a anunciarles</u> el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría.</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 42.7pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;">b)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <u>Me propuse</u> más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Cristo, y de éste crucificado.</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 42.7pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;">c) <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Es más, <u>me presenté</u> ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo.</span> </i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt 42.7pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;">d)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <span style="letter-spacing: -0.3pt;">No les <u>hablé ni les prediqué</u> con palabras sabias y elocuentes, sino [les <u>hablé y les prediqué]</u> con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios.</span></i></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt;">Pablo no escondió el hecho de que tenía miedo. “Cierto es que era dueño de un intelecto poderoso y una personalidad fuerte, y que había dedicado estos poderes a Cristo. Pero al mismo tiempo era físicamente débil y emocionalmente vulnerable. Según la tradición, su aspecto no impresionaba grandemente. Sus críticos decían que era de “presencia corporal débil” y de “palabra menospreciable”. De modo que no tenía <span style="letter-spacing: -0.1pt;">un aspecto exterior atractivo como tampoco lo tenía su palabra. Agregado a esto, al parecer alguna enfermedad le había afectado la vista y, además, lo había desfigurado. Por lo demás, era consciente de la impopularidad de su evangelio, de la oposición que despertaría en Corinto, y, en consecuencia, del costo de ser fiel al mismo.” (J. Stott).</span></span></div><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-82641595328722199132011-06-03T06:58:00.000-07:002011-06-07T05:38:22.893-07:00Reflexión sobre Santiago 5:19 y 20<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16pt;">La restauración de los que se desvían de la verdad</span></b></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-weight: normal;">Todos los creyentes debemos ayudar en el proceso de restaurar a quienes se desvían de la fe.</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">Un resumen del análisis de Santiago 5:19 y 20</span></b></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El texto de Santiago 5:19 y 20 muestra cuán importante era que los creyentes asumieran la responsabilidad de atenderse unos a otros en sus necesidades. De una manera específica, habla de la importancia de atender a aquellos que se desviaran de la verdad del evangelio. ¡Se necesitaban unos a otros! ¡Era el deber de cada creyente ayudar en la restauración de los caídos! En este sentido, la conclusión de Santiago les presentó un verdadero reto a los creyentes: por un lado les dijo que permanecieran fieles, que no se desviaran de la fe; y, por el otro, les dijo que si alguno de ellos se desviaba, los demás tenían la responsabilidad de hacerlo volver de su error.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Estos versículos sugieren que los creyentes <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían estar alerta en la práctica de la fe en medio de la comunidad de creyentes</b>. Esto implicaba, por una parte, que debían permanecer fieles a la verdad del evangelio que habían recibido; y, por la otra, que debían estar alertas acerca de cómo andaban los demás hermanos en su vida cristiana, a fin de ayudar a alguno que se desviara de la verdad. Con franqueza, Santiago planteó la posibilidad de que algún creyente fuese<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>engañado y se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desviara de la verdad</i>. Pero también dejó abierta la puerta para que restableciera la buena relación con Dios y en este proceso los demás creyentes eran un factor muy importante.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto textual de Santiago 5:19 y 20?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El texto de Santiago 5:19 y 20 constituye la conclusión de la carta. Bien puede ser que Santiago estaba pensando en lo que les dijo en 1:2-8, referente a las diversas pruebas. Tal vez por causa de esas pruebas algunos se desviaron de la verdad (comp. 1:21) y otros estaban desanimados. Sin embargo, la relación más directa de este texto es con 5:13-18, donde Santiago planteó una serie de exhortaciones para que los creyentes actuaran conforme a los principios del evangelio y verdaderamente <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevaran a la práctica </i></b><personname productid="la Palabra" w:st="on"><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">la Palabra</span></personname> de Dios que habían recibido. El texto de Santiago 5:19 y 20 hace hincapié en un asunto muy importante referente a los que se desviaran de la verdad y la acción que debían tomar los fieles para ayudar a estos. Así dice Santiago: <i>recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados.</i></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en Santiago 5:19 y 20?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Parece que hay básicamente dos asuntos que se presentan en este texto.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. <span style="letter-spacing: -0.1pt;">Santiago planteó la posibilidad de que algún creyente fuese<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>engañado y se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desviara de la verdad</i>. A través de la carta, plateó una serie de dificultades que afectaban a los creyentes, de modo que éstas bien pudieron ser motivos para que algunos abandonaran la fe en Jesucristo y otros se sintieran desanimados. En este sentido, en estos últimos versículos, Santiago exhortó a sus lectores para <b>que permanecieran fieles a la verdad del evangelio que habían recibido</b>. Pero si alguno se desviaba de la verdad del evangelio había que restaurarlo.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">2. Según este texto, Santiago exhortó a sus lectores para que estuvieran alerta respecto a cómo andaban los demás hermanos en su vida cristiana, a fin de ayudar a alguno que se desviara de la verdad. En efecto, el punto central del texto es la restauración de los que se desviaran de la verdad, es decir, hacer <i>volver a un pecador de su extravío</i>. Así que, dejó abierta la puerta para <b>que el que se extraviara de la verdad restableciera la buena relación con Dios</b>. Y en este proceso, los creyentes fieles jugaban un papel muy importante.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: right 470.3pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">¿Como se desarrollan estos conceptos en Santiago 5:19 y 20?<span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">La oración era un asunto importante, tanto en relación con los creyentes que se mantenían fieles al evangelio pero cuyas relaciones habían sido rotas, como en relación con aquellos que por alguna razón se habían extraviado de la verdad. Pero en estos versículos, Santiago habla de algo más que <b>la oración</b>, habla de <b>la acción</b> a favor de los que se desviaban de la verdad. Si alguno se enfermaba debía llamar a los ancianos de la iglesia para que oraran por él; pero si alguno se desviaba de la verdad, la persona que se daba cuenta de esto no tenía que llamar a los ancianos sino que ella misma debía ayudar al hermano extraviado. En este sentido, Santiago les muestra a sus lectores que <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">debían estar alerta en la práctica de la fe en medio de la comunidad de creyentes, a fin de servirse unos a otros; y les muestra también que</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">era responsabilidad de los creyentes fieles ayudar en la restauración de los que se desviaran de la verdad</span>. ¡Los fuertes debían ayudar a los débiles!</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;">A simple vista, el texto parece muy sencillo,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>pero no deja de asomarnos una serie de interrogantes en su interpretación. Por ejemplo, ¿a quién se refiere Santiago en estos dos últimos versículos, a cristianos o a no cristianos? ¿Qué quiere decir la declaración: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de la muerte</i>? Si el que se desvía es cristiano, como parece lógico, ¿significaba esto la posibilidad de que perdiera su salvación? ¿Qué significa que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">salvará su vida de la muerte</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, muerte física o muerte espiritual</span>? ¿A qué se refiere Santiago con la expresión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cubrirá muchísimos pecados</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, los pecados de quién, del que se había extraviado o del que lo hiciera volver de su extravío</span>?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.1pt;">Es evidente que Santiago estaba hablando a sus hermanos cristianos (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hermanos míos,</i> comp. 1:2), pues al que tenía la posibilidad de ser extraviado lo identifica como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">alguno de ustedes</i>. Además, el texto habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacerlo volver a la verdad</i> y esto indica que ya había estado en la verdad, pero que en su peregrinaje cristiano había perdido el rumbo. Se trata, pues, de un cristiano al que había que restaurar a la fe, para que tuviera de nuevo buena relación con Dios mediante obediencia a su Palabra (comp. 1:18; 3:14). Hay que recordar que los lectores de Santiago estaban pasando por <i>diversas pruebas</i> y eso los hacía vulnerables a abandonar la palabra del evangelio que habían recibido. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">No hay duda, pues, que el pecador al cual se refieren estos versículos era un miembro de la iglesia. Lo normal para un cristiano es que esté en buena relación con Dios y con sus hermanos, pero en ocasiones (por diversas circunstancias) esa relación puede romperse. Santiago se refiere a un cristiano que ha caído en el error, que se ha desviado de la verdad y está sufriendo las consecuencias. Los creyentes fieles tenían la obligación de ayudarlo para que volviera a la verdad y restableciera su buena relación con Dios.<span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> Así que, los lectores de Santiago </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían estar alerta en la práctica de la fe en medio de la comunidad de creyentes, a fin de servirse unos a otros</b>.</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Estos versículos también indican que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los creyentes fieles debían ayudar en la restauración de los que se desviaran de la verdad</b>. El deber de los creyentes era no sólo ser vigilantes para mantenerse en la verdad y servirse unos a otros; también era su deber restaurar a los que se apartaban del evangelio que habían recibido. En este sentido, en el v. 20 declara que <i>quien hace volver a un pecador de su extravío</i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados.</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> Este texto levanta una serie de interrogantes que ya hemos planteado, a las cuales es necesario prestarle atención.</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">¿Qué quiere decir la expresión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lo salvará de la muerte</i>? ¿Se refiere esto a la muerte eterna o la muerte física? ¿Se refiere a la muerte en algún otro sentido? La respuesta más cercana la encontramos en el v. 15 donde se usa la misma palabra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">salvar</i> en el sentido de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">devolver la salud</i>. Es posible que lo que Santiago quiere decir es que si una persona cometía pecado y se desviaba de la verdad, corría el riesgo de morir físicamente; pero si alguno lo ayudaba para que rectificara su vida, el Señor lo levantaría.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> En este sentido: <i>lo </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">salvará de la muerte</i> (comp. vv. 15, 16). Mientras un cristiano permanece desviado de la verdad en realidad no tiene vida; pero cuando es restaurado, vuelve al gozo de su salvación. ¡La restauración lo salva de la muerte!</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">La última declaración de Santiago dice que el que restaura a uno que se ha desviado de la verdad, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cubrirá muchísimos pecados</i>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> Esto bien puede significar liberación de los pecados cometidos por el que se había desviado de la verdad, como de muchos males futuros que lo afectarían tanto a él mismo como a los demás en la comunidad de creyentes.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: -0.4pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 5:19 y 20?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;">1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Debemos estar alertas, a fin de mantenernos fieles al evangelio</span></b><span style="letter-spacing: -0.2pt;">. Santiago era consciente que por diversas circunstancias, algunos creyentes se apartarían de la verdad; pero aun para ellos había esperanza. ¡Era posible la restauración a la buena relación con Dios! Todos los cristianos somos vulnerables a las asechanzas del mal. Por tanto, todos debemos mantenernos despiertos en lo referente a la práctica de la fe cristiana. El enemigo está siempre al asecho de los creyentes, pero Dios nos ha dado recursos suficientes para salir victoriosos. Tenemos <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios que nos da la orientación correcta para vivir con Dios quiere y tenemos el Espíritu Santo que nos da el poder para vencer los obstáculos en el camino. Además, tenemos la comunidad de creyentes que nos pueden ayudar tanto a prevenirnos de tomar caminos equivocados como a restaurar las relaciones rotas con Dios y con nuestros hermanos que hubieren ocurrido.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;">2.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Debemos ayudar a los que se desvían del evangelio, a fin de restaurarlos a la buena relación con Dios y con la comunidad de creyentes</b>. Una de las grandes bendiciones de participar en una comunidad de fe es que en ella conseguimos apoyo en momentos de dificultad. Pero no solo conseguimos apoyo sino también conseguimos orientación y ayuda para reorientar la vida cristiana cuando por alguna razón nos desviáramos de la verdad. La posibilidad de que alguien se desvíe de la verdad está siempre latente, pero también está siempre presente la ayuda de los creyentes fieles para restaurar al que se desvía. ¡Esta no es tarea sólo de los pastores sino de todos los creyentes! Esta no es sólo una responsabilidad, sino un gran privilegio que todos tenemos.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify;">Aunque no logremos entender todo lo que Santiago quería decir con su mensaje final, es claro que todos tenemos la responsabilidad y el privilegio de ayudar en la restauración de los que se desvían de la verdad del evangelio. Los que se desvían del evangelio entran al camino de la muerte y de la vida controlada por el pecado. Si los ayudamos a salir de ese camino y esa vida, habremos hecho algo que verdaderamente vale la pena. ¡No hay mejor cosa que estar en buena relación con Dios y con nuestros semejantes!</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: -0.9pt;">¿Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago </span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">5:19 y 20<span style="letter-spacing: -0.9pt;">?</span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;">1. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No necesitamos reflexionar mucho para darnos cuentas que muchos entran a la iglesia, pero unos cuantos salen de ella. Parece que hay una puerta “de atrás” que permanece abierta. En la iglesia necesitamos mantenernos despiertos respecto a este problema: ¿Por qué se va la gente que de la iglesia? ¿Dónde está el problema, en la persona que entró o en los que ya están adentro? Puede haber muchas razones por las cuales ciertas personas no permanecen en la iglesia, no necesariamente es porque abandonan la fe, pero es necesario encontrar respuesta al problema. Reflexione sobre este asunto en su iglesia. ¿Cuántas de las personas que entraron en la iglesia durante el último año están con nosotros? ¿Por qué salieron unos cuantos de ellos? ¿Qué es lo que estamos haciendo mal o que debemos mejorar? Analice el problema. Si es necesario, busque ayuda con los líderes de la iglesia para que juntos reflexionen sobre el problema. Escriba los resultados. ¿Qué cosas se pueden hacer para contribuir a solucionar el problema de los que se van de la iglesia? Escriba sus sugerencias, haga oración y entre en acción para ofrecer su contribución.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;">2. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todos tenemos no sólo la responsabilidad, sino el privilegio de ayudar a restaurar a los que se desvían de la verdad del evangelio. ¡Cuántos se han ido de la iglesia por falta de atención en el momento oportuno! Esto tiene que movernos a la reflexión y la acción. En la iglesia somos una familia en la cual nos servimos unos a otros. Reflexione sobre lo que ha ocurrido en su iglesia en los últimos seis meses: ¿Conoce a algunas personas que recibieron al Señor, ingresaron a la iglesia pero ya no están? ¿Qué pasó, abandonaron la fe? Si este es el caso, busque a una de esas personas y trabaje con ella para ayudarla a restaurar su buena relación con Dios y con la comunidad de creyentes. Lo primero que debe hacer es identificar a esa persona, después puede dedicarse a orar por ella, tan pronto pueda entre en contacto con ella y observe cuáles son en verdad sus necesidades. Haga los planes para ayudarla a superar el problema y acompáñela en el proceso de restauración. Evalúe el progreso y celebra los éxitos junto con la persona.</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-size: 10pt;">Por supuesto, el cristiano ya no es afectado con la muerte eterna, pero el pecado mata las ilusiones, mata la felicidad, mata el sentido de la vida, mata el gozo y la alegría, y en ocasiones puede matar también el cuerpo.</span> <span style="font-size: 10pt;"></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Times New Roman','serif';"><span style="font-size: x-small;">Esta expresión es similar a Proverbios <time hour="10" minute="12" w:st="on">10:12</time> y 1 Pedro 4:8 donde dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el amor cubre multitud de pecados</i>. Parece indicar que evita los pecados, no que los oculta.</span></span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-35035580053473607382011-03-18T13:40:00.000-07:002011-03-18T13:40:31.252-07:00¡Más que vencedores, por medio de aquel que nos amó!<h2 style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 18pt;">Reflexiones en Romanos 8:31-39</span></b></h2><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; line-height: 150%;">En ocasiones los cristianos pasamos por terribles sufrimientos. Y a veces los sufrimientos son de tal magnitud que pareciera que todas las puertas se nos cierran. Estoy seguro que Dios está vivo y conoce nuestras necesidades; por eso, siempre abre una ventana por donde entra un rayo de luz a nuestra vida para darnos esperanza. ¿Recuerda esa ocasión cuando la situación por la que usted estaba pasando era tan difícil y parecía que no había salida? Pero salió victorioso, pues está aquí esta mañana. Si Dios le ayudó, le dio la salida, en esa situación, ¿lo dejará ahora derrotado? ¡Ningún sufrimiento, por más grande que sea, podrá arrebatarnos el amor de Dios en Cristo! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Porque él venció, nosotros somos vencedores.</span><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;"></span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Frente al sufrimiento, muchos flaquean en la fe. Por una parte, hay quienes quieren encontrar la fuerza para vivir dentro de su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">potencial interior</b>, pero no se dan cuenta que su “potencial” es “impotente”. La respuesta cristiana al sufrimiento es que Cristo nos ha dado la vida y nos ha dado también la fuerza para vivirla por medio del Espíritu Santo a la luz de su Palabra. Por otra parte, hay quienes buscan respuesta en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las corrientes de pensamiento religioso del día</b>, pero no se dan cuenta que están siguiendo un camino equivocado, porque sus maestros tuercen las Escrituras. Hay muchos caminos que las personas quieren seguir en la búsqueda de respuesta a sus conflictos, pero no se dan cuenta que el único camino es Jesucristo, quien es el camino, la verdad y la vida. Tal vez usted es una de esas personas que no está tratando de buscar respuestas más allá de las que Dios nos ha dado en su Hijo Jesucristo. ¿No será mejor buscar a Jesucristo? El tiene la mejor respuesta.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Hoy encontramos que hay quienes quieren abandonar tan fácilmente la fe en Jesús. Hay quienes renuncian al evangelio de la gracia de Dios, para labrarse su propio destino al fracaso y la condenación. Sencillamente, no han entendido que Cristo murió por nuestros pecados y que ahora es nuestro abogado a la diestra del Padre. No importa cuán grandes sean las dificultades que nos sobrevengan, no importa cuán grandes parezcan los abismos, sabemos que el amor de Dios es muchísimo mayor y está por encima de todas las dificultades. Por eso, con autoridad podemos afirmar que tenemos esperanza. Podemos salir de este lugar esta mañana con la frente en alto e ir por el mundo mostrando y anunciando esperanza. Él no nos ha abandonado, no nos abandona ni nos abandonará jamás. Quiero invitarle a reflexionar conmigo sobre un texto de las Escrituras que nos fortalecerá en nuestra esperanza. Bien podemos resumirlo con estas palabras: ¡Los que seguimos a Jesucristo somos más que vencedores!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Con el texto <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">de<b> Romanos 8:31-39</b></span></span><b><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> </span></b><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">el apóstol llega al clímax, a la cumbre, del argumento que comenzó en 1:16, 17. Así lo afirmó al comenzar el libro<span style="color: black;">: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe.</i>» (1:16, 17). Más adelante, e</span>n 3:22, afirmó que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la justicia de Dios llega mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen</i> y en 4:25 concluyó que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Él </i>–es decir, Cristo- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.</i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>A través de los primeros capítulos de la carta, el apóstol muestra una realidad aterradora: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el pecado es el gran enemigo de los seres humanos</b>, y no sólo de ellos sino también del resto de la creación. Dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black;">tanto los judíos como los gentiles están bajo el pecado, </span></i><span style="color: black;">de modo que<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> «No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios</i> (3:10, 11). Así que, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no hay distinción, todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.</i> Esto es la hecatombe para el ser humano: está separado de la gloria de Dios, está muerto irremediablemente. Pero sobre la base del sacrificio de Jesucristo, el apóstol anuncia un mensaje de esperanza:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> por su gracia somos justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó</i> (3.23, 24)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Entonces, la gran noticia del evangelio es que: en Jesucristo el pecado ha sido derrotado y ahora por su muerte y resurrección somos <i>más que vencedores</i>. ¡La batalla por la vida ha sido ganada! Y aunque todavía vivimos en un mundo de tinieblas, donde reina la muerte y la desesperanza, los que hemos tomado la decisión de seguir a Jesucristo, afirmamos con convicción y certeza que tenemos vida aquí y ahora, y en el más allá, porque tenemos la esperanza de un mundo mejor. Dios, por medio de Jesucristo, no sólo hará realidad la <i>redención de nuestros cuerpos,</i> la resurrección a un cuerpo nuevo, sino que nos dará también una nueva creación, con cielos nuevos y tierra nueva donde reinará la justicia. Aunque seamos asechados, mientras peregrinamos en este mundo, nada ni nadie podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús. ¡La muerte ha sido derrotada y la vida se ha entronizado! ¡Con seguridad, afirmamos que no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús! ¿Está usted entre ellos? </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En Romanos 8 31-39 el apóstol Pablo expone el argumento final de su propuesta presentada en 1:17, que: <i>el justo vivirá por fe.</i> En 8:31-39 no sólo enseña que nada <i>podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor</i>, sino que por encima de todos los sufrimientos, los cristianos veremos coronada la victoria de la vida, por cuanto <i>somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó</i>. La respuesta al problema del pecado y su consecuencia de muerte es el amor de Dios que ha sido manifestado a través del sacrificio de Jesucristo. ¡En él, todos los poderes han sido vencidos! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así, dice el texto de Romanos 8:31-39. Mas bien, leamos desde el v. 28:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><sup><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">28</span></sup></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. <sup><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">29</span></sup>Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. <sup><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">30</span></sup>A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.</span></i><i><sup><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;"></span></sup></i></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><i><sup><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">31</span></sup></i><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? <sup>32</sup>El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? <sup>33</sup>¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. <sup>34 </sup>¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. <sup>35</sup>¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? <sup>36 </sup>Así está escrito:</span></i></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt 54pt; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">«Por tu causa siempre nos llevan a la muerte;</span></i></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.9pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">¡nos tratan como a ovejas para el matadero!»</span></i><i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial;"></span></i><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;"></span></i></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><i><sup><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">37</span></sup></i><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. <sup>38</sup>Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios,</span></i><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> </span></i><i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, <sup>39</sup>ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.</span></i></div><div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Reflexiones sobre los vv. 31-39. Después de presentar cinco penetrantes y bien fundamentadas preguntas en los vv. 31b-36, en el v. 37 el apóstol presenta una convincente declaración con la cual afirma que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i>en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó</i></b><i>.</i> Aunque la pregunta general con la cual se inicia el v. 31a se presenta como una fórmula concluyente, en realidad la conclusión se completa en el v. 37, con la afirmación: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i>Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó</i></b><span style="mso-bidi-font-style: italic;">. Dios nos mostró su más grande prueba de amor al enviarnos a su Hijo Jesucristo. Por eso, Pablo pudo afirmar que <i>Dios demuestra su amor por nosotros en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros </i>(5.8)</span>. ¿Pero, qué les dijo Pablo a sus destinatarios en este texto (vv. 31-39)? En resumen, les dijo esto:</span></div><div class="MsoFootnoteText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">1. Si Dios está de nuestra parte, nada podrá vencernos (v. 31). Ya dijimos que la </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">conclusión dada en este versículo tiene su respuesta final en el v. 37. ¿<i>Cuál es, entonces, la conclusión</i> –diría Pablo?: Que “si Dios está de nuestra parte... si Dios entregó a su propio Hijo... si Dios nos ha justificado... si Cristo hizo una obra completa... y si no hay nadie que pueda quitarnos su amor, entonces: <i>somos más que vencedores...</i></span></span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;"> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Podemos afirmar sin lugar a dudas, que la obra de Dios es <u>insuperable</u>.</span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">2. Si Dios entregó aun a su propio Hijo por nosotros, nos dará también las cosas que necesitamos para vivir la fe en él (v. 32). (Entonces, ya que Dios está de nuestra parte, nada podrá <u>vencernos</u>)</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">3. Ya que Dios nos ha justificado, no hay nadie que pueda <u>acusarnos</u> (v. 33).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">4. Ya que Jesucristo hizo una obra completa por nuestra salvación, no hay nadie que pueda <u>condenarnos</u> (v. 34).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">5. Entonces, no hay nada ni nadie que pueda quitarnos el amor de Cristo (v. 35).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">6. Por ahora, puede haber sufrimiento, Cristo nunca prometió que no los habría. Las Escrituras dan testimonio de que el pueblo de Dios ha estado y está sujeto a padecimientos (v. 36), pero tiene la promesa de triunfo: en esperanza fuimos salvos... Por eso, </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">7. <b>Somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Jesucristo)</b> (v. 37).</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">8. Entonces, dice Pablo, no hay nada ni nadie que pueda separarnos del amor que Dios nos ha manifestado a través de Jesucristo (vv. 38, 39).</span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Junto con todo esto, los vv. 31b-36 presentan cinco penetrantes e irrefutables preguntas. Las primeras cuatro están acompañadas de una frase o pensamiento condicionante que las sustentan y la quinta sugiere una lista de posibilidades que no tienen poder alguno ante la grandeza del amor de Dios en Cristo. Así que, la declaración del v. 37 constituye la conclusión formal y final como respuesta a todas estas preguntas que pudieran hacerse: <i>En todo esto somos más que vencedores</i>... Los vv. 38-39 constituyen una amplia y bien fundamentada razón por la cual el apóstol, inspirado por el Espíritu Santo, escribe con plena seguridad que nada <i>podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Hemos afirmado que al comenzar su carta, </span><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">en 1:17 </span><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">el apóstol estableció la premisa o argumento de su mensaje: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El justo por la fe vivirá</i>. Y que en 4:25 reafirma esta convicción cuando dice que <i>él (Cristo) fue entregado a la muerte por <u>nuestros pecados</u>, y resucitó para <u>nuestra justificación</u>. </i>A través de los capítulos 5 al 8, el apóstol demuestra que por la fe en el sacrificio de Jesucristo hemos sido liberados de <u>todos los poderes</u> que puedan asecharnos: Jesucristo nos ha librado de la <b>ira de Dios (cap. 5)</b>, del <b>poder del pecado (cap. 6)</b>, del <b>poder de la condenación de la ley</b> (cap. 7) y del <b>poder de la muerte (cap.8)</b>. Todo esto fue y es posible porque <i>Dios demuestra su amor por nosotros en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros</i> (5:8), de modo que ahora <i>no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús</i> (8:1). Entonces, sobre la base de lo que Dios ha hecho mediante el sacrificio de su Hijo a favor de los que <i>lo aman</i>, el apóstol culmina su exposición en 8:31-39 con un canto de victoria y esperanza, para los que están unidos a Cristo Jesús. ¿Está usted en este grupo? </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Hay varios asuntos en este texto que merecen nuestra consideración, porque tienen un mensaje vivo, un mensaje de consolación y esperanza para los que hemos asumido el compromiso de seguir a Jesucristo. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En <u>primer lugar</u>, el texto hace hincapié en que <b>ante los sufrimientos causados por la fe en Cristo, tenemos la garantía que en él somos más que vencedores.</b> No hay nada ni nadie que pueda apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Jesucristo. El texto comienza con cinco preguntas que no tienen respuesta en la lógica humana, pero sí en la de Dios. La manera como están planteadas cierra toda posibilidad de argumentación contra ellas: </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">- Si Dios es por nosotros, ¿quién podrá contra nosotros? (v. 31b).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">- Si Dios nos dio a su Hijo, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (v. 32).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">- Si Dios es el que justifica, ¿quién podrá acusar a los que él ha escogido? (v. 33).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">- <span style="letter-spacing: -0.2pt;">Si Cristo nos ha liberado de toda condenación, ¿quién podrá condenarnos? (v. 34).</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">- Si Cristo nos ha amado tanto, ¿quién podrá quitarnos su amor? (v. 35).</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">La respuesta a estas preguntas está en Dios y sus obras, especialmente en la obra expresada mediante el sacrificio de Jesucristo en la cruz para el perdón de nuestros pecados. Por una parte, el texto afirmado que ante los sufrimientos causados por la fe, Dios está siempre presente y <i>dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman</i> (v. 28). ¿Y quienes son los que <i>lo aman</i>?: aquellos que, por la fe, han asumido el compromiso de seguir a Jesucristo. Es posible que todas las cosas resulten para bien de los que lo aman, porque Dios ha hecho una obra completa en sus hijos: Fuimos bautizados en él. Dice el apóstol: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del padre, también nosotros llevemos una vida nueva</i> (<span style="letter-spacing: -0.1pt;">comp. 6:4-7). Por otra parte, afirma que frente a toda oposición que pretenda quitarnos lo que Dios nos ha dado, la obra de Cristo es nuestra garantía; por lo tanto, <i>somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó </i>(v. 37). Entonces, no hay nada ni nadie que pueda<i> apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro</i> (v. 39). Así que, aun ante los sufrimientos más severos causados por la fe, tenemos la garantía de la obra de Cristo en la cruz. Podemos orar como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sor Juana Inés de la Cruz</b> (a ella se le atribuye el <u>Soneto al Crucificado</u>):</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES;">No me mueve, mi Dios, para quererte<br />
el cielo que me tienes prometido;<br />
ni me mueve el infierno tan temido<br />
para dejar por eso de ofenderte.<br />
<br />
Tú me mueves, señor; muéveme el verte<br />
clavado en una cruz y escarnecido;<br />
muéveme ver tu cuerpo tan herido;<br />
muévenme tus afrentas y tu muerte. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES;">Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera<br />
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,<br />
y aunque no hubiera infierno, te temiera. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES;">No me tienes que dar porque te quiera,<br />
pues aunque cuanto espero no esperara,<br />
lo mismo que te quiero te quisiera.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Estamos unidos a él. Porque</span><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;"> él venció en la cruz, también nosotros somos vencedores. ¿Pero de verdad, está usted en el grupo de los vencedores? ¿Ha entregado su vida verdaderamente a Jesucristo, ha nacido de nuevo?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En <u>segundo lugar</u>, no solamente <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">tenemos la garantía que en él somos más que vencedores</span>. El texto que estamos considerando enseña también que<b> la obra de Dios a favor de los que le aman es<u> insuperable</u></b>. Los vv. 31 y 32 enseñan que no hay nada que pueda superar lo que Dios <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ha hecho</b>, ni nada que supere lo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">puede hacer</b> por nosotros hoy. El v. 31 indica que toda lucha contra los hijos de Dios está condenada al fracaso, importante de donde venga: <i>Si Dios está de nuestra parte ¿quién puede estar en contra nuestra?</i> El v. 32, por su parte, enseña que los hijos de Dios tenemos los recursos necesarios para seguir firmes y avanzar en la fe, aun en medio de las dificultades que se presentan en nuestro peregrinaje cristiano. Entonces, no hay lugar para el desánimo, no hay lugar para el retroceso en la fe. Todo esto queda demostrada por el hecho de que en el pasado Dios <i>no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros</i> y en la actualidad ¿<i>cómo no habrá de darnos, junto con él, todas las cosas</i> (v. 32). La entrega de su Hijo en sacrificio por nuestros pecados es la garantía del cuidado de Dios para los que le siguen. Si Dios entregó a su propio Hijo por nosotros, ¿no nos dará cosas menores? Si nos sacó de la muerte, ¿no podrá mantenernos en la vida?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Según la exposición del apóstol en los capítulos anteriores, la conclusión es que Dios entregó a su Hijo en sacrificio por nuestros pecados, a fin de que alcanzáramos la vida; y ha enviado al Espíritu Santo para que habite en nosotros, a fin de que vivamos conforme a esa nueva vida. La conclusión ahora es que todos los poderes han sido vencidos en Jesucristo, nuestro Señor. Por lo tanto, toda oposición contra los hijos de Dios es una lucha condenada al fracaso. ¡En él somos más que vencedores! ¿Está usted en este grupo, es usted parte de los que tienen esperanza? Si está en el otro grupo, cámbiese ahora.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En <u>tercer lugar</u>, el texto nos enseña que<b> la obra de Dios a favor de los que le aman</b> <b>es <u>irrefutable</u></b>. Así que, no solo es <u>insuperable</u>, es también <u>irrefutable</u>. Todo el texto exalta el hecho de que Dios ha estado y está de nuestra parte; no por nuestras “virtudes”, sino por su inmenso amor que ha demostrado en Jesucristo. En particular, los vv. 33, 34 enseñan que él ha hecho una obra perfecta, de modo que ésta es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">irrefutable</b> ante cualquier argumento o ataque que se presente contra ella. El v. 33 afirma que si Dios nos ha justificado, como de hecho ha ocurrido, entonces no hay nadie que tenga autoridad para acusarnos delante de él ¡Somos libres! Puede concluirse, entonces, que toda acusación contra los hijos de Dios es una acusación a Dios mismo y, por tanto, está condenada al fracaso. ¿Quién le gana una batalla a Dios que tiene toda autoridad, poder y señorío?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Por otra parte, toda acusación contra los hijos de Dios, contra nosotros, se enfrenta al hecho de que Cristo intercede por nosotros sobre la base de su muerte, para que el acusador sea derrotado. Lo menos que este texto puede transmitirnos, entonces, es una inmensa seguridad aun en medio de los más severos sufrimientos y contratiempos terrenales que pudiéramos confrontar. Estamos firmes, porque nuestro fundamento es la obra de Dios mediante Jesucristo, no la nuestra. ¡Es un fundamento inconmovible, es la roca de nuestra salvación!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Ya que Jesucristo hizo una obra completa, no hay nada ni nadie que pueda condenarnos. Todos los argumentos contra los que seguimos a Jesucristo quedan descalificados y anulados. En los capítulos anteriores Pablo ha concluido que la ley es condenatoria, pero ha sido enfático al afirmar que por la fe en el sacrificio de Jesucristo hemos sido liberados de la condenación de la ley. Entonces, el argumento condenador de la ley queda descalificado por el sacrificio de Jesucristo por nuestros pecados. En los capítulos anteriores también ha concluido que la naturaleza pecaminosa es un elemento condenador en el ser humano; pero éste también queda descalificado por el sacrificio de Jesucristo, porque en él tenemos nueva vida. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Entonces, ya que Cristo hizo una obra completa, <i>¿quién podrá condenarnos?</i> (v. 34, <i>DHH</i>). Según el v. 33, hay enemigos, hay acusadores del cristiano que quieren condenarlo. <span style="letter-spacing: -0.1pt;">No se explica quiénes son estos enemigos. Se infiere del texto, que algunos de estos son visibles y otros son invisibles; unos parecen de carácter material y otros de carácter espiritual.</span> El caso es que Dios ha venido a nuestro encuentro, de modo que todos nuestros enemigos se enfrentan a él; por lo tanto, todos están condenados al fracaso. Según el v. 34, también se enfrentan a Cristo, quien no sólo pagó por nuestra culpa, sino que ahora es nuestro abogado. Entonces, ¿quién podrá condenarnos? <i style="mso-bidi-font-style: normal;">N<span style="mso-bidi-font-style: italic;">o hay condenación para los que están unidos a Cristo Jesús </span></i>(8:1). Por tanto, ninguna acusación prosperará contra quienes estamos unidos a Él. ¿Está usted en el grupo de los que nos hemos unido a Cristo?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">El texto nos enseña no solamente que Jesucristo hizo una obra completa, sino que se mantiene fiel a ella. El v. 34 presenta un resumen de la doctrina referente a Cristo (tal vez era parte de un credo primitivo): afirma que Jesucristo <i>murió, resucitó, está a la diestra de Dios e intercede por nosotros</i>. Cristo pagó por nuestros pecados con su vida, él murió en nuestro lugar; pero resucitó y ahora se le ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra, ascendió a los cielos y allí se mantiene a la diestra del Padre intercediendo por nosotros, sobre la base de su sacrificio. Ante esta realidad, ninguna acusación contra nosotros puede prosperar. Así que, él no sólo nos salvó, sino que nos salva y nos salvará por la eternidad. </span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En <u>cuarto lugar</u>, el texto enseña que<b> la obra de Dios a favor de los que le aman, a favor nuestro,</b> <b>es <u>indestructible</u></b> (vv. 35, 36). El v. 35 presenta la última de las cinco preguntas que el autor plantea para destruir todo argumento que pretenda atemorizar a los que <i>aman a Dios</i>. Ahora el apóstol recurre al amor de Cristo y pregunta <i>¿Quién nos apartará del amor de Cristo?</i> La respuesta es NADIE. Todas las posibilidades se quedan cortas, porque sencillamente nadie puede doblegar el amor que Cristo nos ha mostrado. Tan grande es su amor, que dio TODO, dio su vida por nosotros. La conclusión del apóstol es que no hay nada ni nadie que pueda quitarnos el amor de Cristo Jesús, nuestro Señor. ¡Su amor es inmenso! Con frecuencia cantamos:</span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">“El amor de Dios es maravilloso,/// </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Cuan grande es al amor de Dios!! </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Es tan alto que no puedo ir encima de él, </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Es tan ancho que no puedo ir al lado de él, </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">tan profundo que no puede ir debajo de él, </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Cuán grande es el amor de Dios!” </span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">¡El amor de Dios es <u>inmensurable</u>!<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Y la Biblia dice que no hay nada que pueda apartarnos de ese amor, porque no depende de nosotros sino de nuestro Señor. Es él quien ha tomado la iniciativa de amarnos y es él también quien mantiene su amor por nosotros. Por supuesto, nosotros lo amamos a él. Pero lo amamos porque él nos amó primero. Unos cuantos años después que Pablo escribió estas palabras respecto al amor de Dios y nuestro amor a él, el apóstol Juan dejó por escrito esta misma convicción: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó a nosotros primero </i>(1 Juan 4:19). Él ha derramado su amor en nuestros corazones y esto hace posible que lo amemos.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">El v. 36 parece una nota triste en medio del texto, pero no lo es. Es una cita del Antiguo Testamento mediante la cual se deja constancia de que el pueblo de Dios ha estado y está sujeto a padecimientos:<i> Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!»</i></span><i><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;"></span></i><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-style: italic; mso-hansi-font-family: "Times New Roman";"> </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">Es cierto, los que seguimos a Jesucristo también pasamos por tribulaciones, angustias, persecuciones, hambre, y todo tipo de peligros físicos, emocionales y espirituales; pero en todo esto somos más que vencedores, porque Cristo venció por nosotros. Hemos muerto con él, hemos resucitado con él y ahora vivimos y viviremos con él “porque él vive, nosotros vivimos!” El himnólogo lo escribió en forma poética: </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">¡Porque él Vive!</span></b></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div style="background: #fdfeff; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: #393939; font-family: "Verdana", "sans-serif"; font-size: 10pt;">Dios nos envió a su hijo Cristo<br />
Él es salud, paz y perdón<br />
Vivió y murió por mis pecados<br />
Vacía está la tumba porque Él triunfó.</span></div><h3 style="background: #fdfeff; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Verdana", "sans-serif"; font-size: 8pt;"></span></h3><h3 style="background: #fdfeff; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Verdana", "sans-serif"; font-size: 12pt;">Coro:</span></h3><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div style="background: #fdfeff; margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span style="color: #393939; font-family: "Verdana", "sans-serif"; font-size: 10pt;">Porque Él vive<br />
Triunfaré mañana<br />
Porque Él vive<br />
Ya no hay temor,<br />
Porque yo sé<br />
Que el futuro es suyo,<br />
La vida vale más y más, solo por Él.</span></i></div><div style="background: #fdfeff; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; line-height: 150%;">En <u>quinto lugar</u>, el texto indica que <b>tenemos seguridad absoluta de nuestra vida con Dios.</b> En 8:1 Pablo afirmó que no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, los que por la fe han nacido de nuevo y ahora viven para Dios. En los vv. 38, 39 concluye que no hay ningún poder, ya sea del mundo natural o del mundo espiritual, del presente o del venidero, ni ninguna cosa creada, que pueda separarnos del amor de Dios. Tenemos seguridad absoluta de nuestra salvación, de la vida eterna que hemos recibido por la fe en el sacrificio de Jesucristo. Por supuesto, si Cristo, -quien era justo- sufrió, con más razón nosotros que somos pecadores experimentaremos quebrantos. Pero ningún sufrimiento ni asechanza podrá separarnos del amor de Dios. Si debido a los sufrimientos o por cualquier otra razón flaqueamos, Dios permanece fiel. ¡Él nos ama con amor eterno! No se trata de nuestras capacidades para mantenernos en la fe, sino del amor de Dios que nos abraza y nada ni nadie puede sacarnos de allí. El apóstol Juan también dio testimonio de esta verdad cuando escribió su relato del evangelio y citó las palabras de Cristo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de mi mano... y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar</i> (Juan 10:28, 29).</span></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; line-height: 150%;">¡Aleluya! </span></b></div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; line-height: 150%;">¡Todos los poderes han sido vencidos por la obra de Cristo! A él ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra. ¡Sólo él reina! Por eso estamos seguros que nada ni nadie <i>podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro</i>. No hay lugar para la soledad y el temor, si estamos envueltos en el amor de Dios. Con autoridad podemos afirmar que el evangelio es un mensaje de triunfo porque es un mensaje de esperanza. Sobre esta base, el apóstol pudo escribir: <i>no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen</i> (1:16). ¡Por eso, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó!</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Hoy podemos cantar con Federico J. Pagura: </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡<b>Tenemos esperanza!</b></span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">“Porque él entró en el mundo y en la historia,</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque él quebró el silencio y la agonía;</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque llenó la tierra de su gloria,</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque fue luz en nuestra noche fría.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Porque él nació en un pesebre oscuro,</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque vivió sembrando amor y vida;</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque partió los corazones duros</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">y levantó las almas abatidas.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Por eso es que hoy tenemos esperanza,</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy luchamos con porfía;</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy miramos con confianza,</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">el porvenir en esta tierra mía.</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Por eso es que hoy tenemos esperanza, </span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy luchamos con porfía;</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy miramos con confianza,</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">el porvenir...</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Porque atacó a ambiciosos mercaderes</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">y denunció maldad e hipocresía;</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque exaltó a los niños, las mujeres,</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">y rechazó a los que de orgullo ardían.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Porque él cargó la cruz de nuestras penas</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">y saboreó la hiel de nuestros males;</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">porque aceptó sufrir nuestra condena</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">y así morir por todos los mortales.</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Porque una aurora vio su gran victoria</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">sobre la muerte, el miedo, las mentiras;</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">ya nada puede detener su historia, </span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">ni de su reino eterno la venida.”</span></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Por eso es que hoy tenemos esperanza, </span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy luchamos con porfía;</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">por eso es que hoy miramos con confianza,</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">el porvenir...</span></i></div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-style: italic;">¡A él sea la gloria!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Amén</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-53068743454323942702011-03-18T13:23:00.000-07:002011-03-18T13:23:52.520-07:00La insensatez de poner a Dios a un lado en lo que hacemos<div class="WordSection1"><h4 style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 18pt; font-weight: normal; line-height: 150%;">Reflexiones sobre Santiago 4:13-17</span></h4><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los cristianos debemos tomar en cuenta a Dios en todo lo que hacemos.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.1pt;">Con el texto </span>de Santiago 4:13-17, <span style="letter-spacing: -0.1pt;">Santiago exhortó a sus lectores para que rectificaran la conducta equivocada que llevaban y tomaran en cuenta a Dios en los planes de la vida. Con este propósito les advirtió sobre las limitaciones humanas que los obligaban a tomar en cuenta a Dios en sus planes y la conducta pecaminosa que tenían<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>al no incluir a Dios en sus planes y proyectos. Ellos sabían bien que lo que debían hacer, pero no lo hacían. En l</span><span style="letter-spacing: -0.3pt;">os vv. 13 y 14, Santiago habla sobre la insensatez de confiar en sí mismo y no tomar en cuenta a Dios al hacer planes para la vida. En los vv. 15 y 16 se ofrecen las directrices para la vida, mediante una perspectiva correcta de la relación con Dios que exigía corrección de la conducta jactanciosa. El v. 17 dicta el veredicto final sobre la conducta jactanciosa: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado</i>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Algunos de los lectores de Santiago estaban haciendo planes para su vida sin tomar en cuenta a Dios. Santiago los alerta sobre esto y les dice que dejen la arrogancia, pues no solamente desconocen el futuro, sino que su vida es temporal. Les recuerda que estaban haciendo muy mal al ignorar a Dios y estaban cometiendo pecado por cuanto sabían lo que Dios quería y no lo hacían.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto de Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Santiago escribió su carta a una comunidad en la cual se agudizaban ciertos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conflictos</b> entre las personas y era necesario buscar respuesta a esta situación. Seguramente estos conflictos eran agudizados por la mala conducta de algunas personas entre ellos. Estaban los que hablaban mal de sus hermanos, los que se jactaban de sus proyectos personas y los que explotaban a los demás. En 4:11 y 12 Santiago se dirigió a los que hablaban mal de sus hermanos. Ahora, en los vv. 13-17, se dirige a otro grupo causante de conflictos en la iglesia: los que, apoyados en su soberbia, se jactaban de sus proyectos personales sin tomar en cuenta a Dios. Se dirigió específicamente a los que hacían negocios sin tomar en cuenta los principios de ética cristiana y les advirtió que era pecado saber hacer lo bueno y no hacerlo (v. 17). </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cómo está estructurado el texto de Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El texto indica que un grupo de los lectores de Santiago estaba haciendo planes para su vida sin tomar en cuenta a Dios. Santiago los alertó sobre esto y les dijo que dejaran de ser arrogantes, no sólo porque ellos desconocían el futuro sino porque su vida era muy vulnerable. Les recordó que con esa actitud estaban cometiendo pecado, por cuanto sabían lo que Dios quería y no lo hacían. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Así que, comete pecado todo el sabe hacer el bien y no lo hace</i>.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Parece, entonces, que un bosquejo de Santiago 4:13-17 puede ser el siguiente:</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los creyentes debían tener en cuenta a Dios en lo que hacían.</b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">1. Era una insensatez pretender vivir como si Dios existiera</b> (vv. 13, 14)</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify;">1.1. Los creyentes debían prestar mucha atención a lo que Santiago quería decirles (v. 13)</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35pt; text-align: justify; text-indent: -21.7pt;">1.2. Los creyentes debían depender de Dios en sus planes porque la vida en este mundo es incierta (v. 14a).</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 35pt; text-align: justify; text-indent: -21.7pt;">1.3. Los creyentes debían depender de Dios en sus planes porque la vida en este mundo es temporal (pasajera) (v. 14b).</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">2. <span style="letter-spacing: -0.3pt;">Era necesario corregir la conducta jactanciosa para depender de Dios </span></b><span style="letter-spacing: -0.3pt;">(vv. 15, 16)</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 37.1pt; text-align: justify; text-indent: -22.1pt;">2.1. Ellos se jactaban de sus propios planes (v. 16a).</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify;">2.2. La actitud jactanciosa de ellos era pecado (v. 16b)</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ellos sabían que debían depender de Dios en sus planes, pero no lo hacían</b> (v. 17) Estaba<span style="letter-spacing: -0.3pt;"> cometiendo pecado. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
<span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Hay básicamente tres asuntos que Santiago quiere comunicar a sus lectores.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. Es bastante claro en el texto que Santiago exhorta a sus <b>lectores</b> para que rectifiquen la conducta equivocada que estaban llevando. La llamada de atención con la cual introduce el texto en el v. 13 y la propuesta en el v. 15, así lo sugieren. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ellos debían depender de Dios al hacer los planes de la vida</b>. Esto exigía una actitud de humildad y sujeción a Dios (comp. 4:7-10).</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">2. Para apoyar su exhortación de tomar en cuenta a Dios en los planes de la vida, Santiago les presenta dos razones para que cambiaran su actitud: la incapacidad que tenían para conocer el futuro y el carácter temporal y transitorio de sus vidas. Así que, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las limitaciones humanas los obligaban a depender de Dios al hacer sus planes</b>.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">3. Los lectores de Santiago se presentaban arrogantes al jactarse de sus planes y proyectos para la vida sin tomar en cuenta a Dios. Pero este era un camino equivocado que debían corregir. Ellos sabían lo que era bueno, pero no lo hacían; sabían que debían depender de Dios al hacer sus planes y proyectos, pero no lo hacían. Así que, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">estaban cometiendo el pecado de no depender de Dios al hacer los planes y proyectos de su vida</b>.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Como se desarrollan los asuntos presentados en Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Las personas a las cuales se dirigió Santiago estaban actuando muy mal. No tomaban en cuenta a Dios en sus planes y negocios de la vida y se jactaban de su autosuficiencia.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> El consejo del apóstol es que asuman un estilo de vida correcto como seguidores de Jesucristo. Con la expresión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello, </i>les<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>indica que debían asumir el compromiso de escuchar y obedecer lo que Dios decía en su Palabra, en vez de seguir según los criterios puramente humanos. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En el v. 13 se presenta el asunto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la excesiva confianza en sí mismo</b>. Santiago cita lo que al parecer era un dicho común de las personas que se olvidaban de Dios y pretendían labrar por sí mismo su propio destino.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.”</i> (v. 13). Tal proceder, era una necedad. Este pensamiento no solamente expresaba excesiva confianza en sí mismos (sobre estimación), sino que reflejaba un estilo de vida equivocado y eminentemente materialista de la vida: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">haremos negocios y ganaremos dinero</i>. Tal vez Santiago estaba pensando en lo que dijo en 4:3: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">piden mal para gastar en deleites. </i>Pero en este caso, ni siquiera piden, sino que se lanzan por sí mismos a su propio proyecto sin tomar en cuenta a Dios. El contexto inmediato indica que Santiago no está en contra de hacer negocios y provisiones para la vida, sino que esto debe hacerse en consulta con el Señor (v. 15).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> </div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 14 presenta dos asuntos para responder a la arrogancia humana manifestada en la excesiva confianza en si mismo. Santiago habla tanto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la limitación humana para conocer el futuro</b>, como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la naturaleza y el carácter temporal de la vida</b>. Santiago no solamente afirma que ningún ser humano conoce realmente el futuro, sino que la vida misma es corta y demasiado frágil: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece</i>.<sup> </sup>¡Sólo Dios es dueño del futuro y ellos lo sabían! Por tanto, quien hiciera planes sin tener presente esta verdad era un necio. La seguridad de la vida no está en la realización de proyectos humanos, sino en la dependencia de Dios que tiene el control de todo.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">En los vv. 15 y 16 Santiago presenta<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> las directrices que se deben seguir en la vida cristiana</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Presenta dos asuntos que debían tener presente aquellos que comprendían que sólo Dios podía darles seguridad para conducir sus vidas conforme a la sabiduría de lo alto. Primero, debían tomar en cuenta los designios de Dios en lo que concierne a los logros de la vida: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Más bien, debieran decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” </i>(v. 15). Segundo, debían reconocer que era un pecado confiar en sus capacidades sin tomar en cuenta a Dios: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Toda esta jactancia es mala</i> (v. 16b).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 17 presenta una conclusión para todo lo que ha dicho referente a la idea de querer vivir como si Dios no existiera, cuando en realidad no es posible negar tal verdad. Santiago dice que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">saber y no actuar conforme a ese conocimiento es pecar deliberadamente</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> Pecado es hacer lo malo, pero también es pecado saber hacer lo bueno y no hacerlo. De un modo directo, Santiago habla del pecado de omisión: saber hacer y no hacer. La conclusión es que si una persona sabe <span style="letter-spacing: -0.2pt;">que algo es malo y continúa haciéndolo, peca deliberadamente. Si persistían en el hábito de confiar en ellos mismos, tratando de disponer de sus vidas conforme a sus propios criterios, estaban cometiendo pecado. El verdadero sentido de la vida cristiana no está en saber las verdades del evangelio, sino en vivir conforme a ellas. Hacer lo contrario es caer en el terreno de la insensatez de la vida y quedar bajo culpabilidad delante de Dios. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El estilo de vida que pone a un lado a Dios es equivocado, es una conducta pecaminosa. Con la declaración:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías</i>, les plantea el verdadero problema: la presunción innata del ser humano de aparentar más de lo que en realidad es, la presunción de creer que por sí solo tiene control de la vida.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Santiago declara que: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">toda jactancia es pecado</i>. Quien asume esta conducta, toma un rumbo equivocado. La vida es jactanciosa cuando el ser humano pone a un lado a Dios y confía en sus propias fuerzas, posiciones y capacidades. <span style="letter-spacing: -0.2pt;">¡De cuántas faltas somos culpables los cristianos!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los cristianos debemos depender de Dios en todo lo que hacemos en la vida</b>. Todo hombre o mujer que tome en serio su cristianismo hoy deberá tener presentes los planteamientos de Santiago en este texto; de lo contrario, no solamente se enfrentará con la verdad que Dios es quien decide sobre la vida, sino que será atrapado por un mundo materialista cada vez más exigente y dominante. ¿Pero que podemos hacer para depender Dios al hacer planes en nuestra vida? Debemos pedirle a Dios que nos ayude a comprender bien su Palabra, pues ella es la guía para nuestra vida. La carta de Santiago fue <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios para los lectores originales y lo es también para nosotros hoy. Pero hoy tenemos no sólo la carta de Santiago, sino los sesenta y seis libros que componen <personname productid="la Biblia. Es" w:st="on"><personname productid="la Biblia." w:st="on">la Biblia.</personname> Es</personname> nuestro deber examinar las Escrituras para conocer lo que Dios quiere para nuestra vida, a fin de que vivamos como él quiere. Si queremos depender de Dios, debemos escuchar lo que él dice.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">2. Los cristianos debemos reconocer que tenemos limitaciones (imperfecciones) humanas y por tanto debemos depender de Dios en lo que hacemos</b>. Cuando Santiago escribió su carta, les dio a sus lectores dos indicadores de las limitaciones que tenían. Les dijo que no tenían la capacidad para conocer el futuro y les dijo también que su vida era demasiado vulnerable, pasaba con demasiada rapidez. No hay duda, necesitamos depender de Dios en nuestra vida diaria. Sólo en Él hay esperanza y seguridad. Por otra parte, nada tenemos que no hayamos recibido del Señor, pues Él es quien nos concede el don de la vida.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> ¡Con cuánta frecuencia los seres humanos se atribuyen para sí los logros en la vida, pero culpan a otros de sus fracasos! ¡El colmo es que hay quienes, en su arrogancia, culpan también a Dios de sus fracasos! En realidad, nada somos sin Dios. Por lo tanto, la mejor decisión que podemos tomar es dejar que él guíe nuestros pasos. ¿Cómo podemos hacer esto? Dios nos guía hoy a través de su Palabra, si estamos dispuestos a obedecerla. Dios puede hablarnos directamente a través de su Palabra, o indirectamente a través de nuestros hermanos en la fe que han comprendido y asumido <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><span style="font-size: 12pt;">3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los cristianos debemos reconocer que cometemos pecado al no depender de Dios en los planes y proyectos de nuestra vida</b>. Todo ser humano piensa en Dios cuando está en apuros, pero no todos piensan en él cuando planifican su vida. Con frecuencia el ser humano se jacta de sus capacidades y pretende enrumbar su vida sin Dios. Desde el Edén, el ser humano ha pretendido vivir como si Dios no existiera; pero lo único que ha logrado es quedar al descubierto delante de Él. Desde el principio, Dios dio las instrucciones para que el ser humano se mantuviera en buena relación con Él y experimentara el verdadero sentido de la vida. Pero la desobediencia humana destruyó la buena relación y la vida misma, para dar con consecuencia la muerte. Por <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, los seres humanos saben que necesitan a Dios en la vida; pero los proyectos egoístas deshonestos no le permiten incluirlo a Él. Santiago les habló a los cristianos que estaban siendo atrapados por la corriente del mundo y les recordó que ellos sabían bien que no debían llevar ese estilo de vida. Les advirtió de ese pecado y los llamó al arrepentimiento.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: 0.1pt;">¿Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago 4:13-17?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;">1. El estilo de vida reflejado en el pensamiento de Santiago es también el pensamiento dominante en la sociedad contemporánea: negocios y producción y más negocios sobre la base del desarrollo del potencial humano. El sistema del mundo materialista en el cual vivimos influye sutilmente en nuestra manera de pensar y de vivir. Fácilmente una persona puede dejarse influir por el pensamiento que las personas valen según lo que compran, lo que consumen o lo que tienen. ¡Esa es la sociedad materialista! En el afán de tener cosas para consumir, las personas se olvidan de Dios y la ética cristiana y recurren a maneras ilícitas de obtener las cosas. Los cristianos debemos reflexionar y evaluar nuestra conducta respecto a nuestra relación con este sistema mundano y alejado de Dios. ¿Acaso los cristianos también nos alejamos de Dios? No sólo debemos reflexionar sobre el para qué de las cosas que obtenernos, sino cómo las obtenemos. Tal vez las preguntas fundamentales que usted debe responder son estas: ¿Dependo de Dios al hacer los planes y proyectos de mi vida? ¿Qué cosas evidencian que yo dependo de Dios al hacer planes en mi vida? Escriba un breve comentario al respecto. Haga oración al Señor sobre la base de lo que escribió.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">2. Para Santiago, la prioridad era que sus lectores tomaran en cuenta a Dios y dependieran de Él en su vida. Les dijo que hicieran esto, porque ellos en verdad desconocían el futuro y porque su vida era muy vulnerable, hoy es y mañana ya no es. Esas también son limitaciones nuestras por las cuales debemos tomar en serio el mensaje de Santiago. Claro no es tan fácil depender de Dios siempre en nuestra vida. Tenemos una lucha terrible contra el sistema del mundo que nos invita a seguir nuestros propios proyectos. Los cristianos sabemos que sin Dios nuestra vida no tiene futuro. Sólo Dios puede darnos seguridad. Cuando comprendemos esta verdad, entonces podemos enfrentar con éxito los problemas del orgullo, la codicia, la envidia y la avaricia que tanto nos asechan en el día de hoy. Debemos reflexionar sobre la vida. ¡Cuán incierta es! ¡Cuán corta es! ¿No es mejor buscar la dirección de Dios para nuestra vida diaria en lo que hacemos? Reflexione sobre su propia vida: ¿Qué evidencias hay de que usted busca la dirección de Dios para los pasos de su vida diaria? Haga unos comentarios al respecto. Haga oración al Señor respecto a lo que escribió, sea para darle gracias o para pedirle su ayuda. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">3. Los cristianos sabemos que <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname> dice <personname productid="la Verdad. Hay" w:st="on">la Verdad. Hay</personname> quienes se jactan de conocer la doctrina bíblica, pero su conducta refleja incoherencia con la doctrina. Ciertamente, los cristianos sabemos lo que es bueno y lo que es malo. Nuestro deber es vivir según ese conocimiento. Santiago dijo que era un pecado conocer la verdad y no vivir conforme a ella. Quizás en esto hemos sido culpables todos. Pero no todo está perdido, hay esperanza; es posible reconocer el error y rectificar la vida. Vale la pena reflexionar acerca de las siguientes preguntas: ¿En realidad está Dios en mis planes, está en el desarrollo de mi vida? Por ejemplo, ¿Qué lugar ocupa Dios en mi hogar, en mi familia, en mi relación de pareja? ¿En qué sentido o en qué aspectos sería mi vida diferente si verdaderamente Dios ocupara el primer lugar en ella? Escriba unos comentarios sobre estas preguntas y haga oración que Dios lo ayude a mejorar su vida de relación con Él.</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">La jactancia tiene que ver con esa persona que presume tener lo que no tiene o hacer lo que no puede hacer.</span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Hay diferencia entre hacer nuestros planes personales para la vida y después orar para pedir la bendición de Dios sobre ellos, y orar al Señor para pedirle que nos indique lo que debemos hacer con respecto a los planes para la vida o para saber qué hacer ante tal o cual situación</span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"> Los teólogos han hablado tanto del pecado de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">comisión</b> como del pecado de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">omisión</b>.</span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Con frecuencia somos mal agradecidos y actuamos como si todo dependiera de nosotros mismos. Pablo atacó el problema de la jactancia cuando escribió a los hermanos en Corinto (1 Corintios 4:7).</span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-12951521276257789312011-03-09T14:54:00.000-08:002011-03-09T14:54:45.427-08:00La humildad del cristiano en su relación con Dios<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><strong>Reflexiones sobre Santiago 4:7-10</strong></span></div><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los creyentes a quienes Santiago se dirigió debían someterse a Dios y humillarse delante de Él. <span style="letter-spacing: -0.2pt;">Esto implicaba el proceso de reconocimiento de su situación personal de miseria espiritual, que debía conducirlos al arrepentimiento delante del Señor.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Por una parte, el texto plantea<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>la necesidad de reconocer las limitaciones ante los poderes espirituales (ante Satanás como enemigo y ante Dios como Señor Soberano) y, por la otra, plantea la necesidad de reconocer la condición de miseria espiritual que exigía arrepentimiento delante del Señor, para volver a la buena relación con Él. El texto comienza y termina con la exhortación a la humildad ante Dios: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Así que sométanse a Dios</i> (v. 7) y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humíllense delante del Señor</i> (v. 10). <span style="layout-grid-mode: line;">El mensaje del texto se centra en la necesidad de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">humillarse delante de Dios mediante un arrepentimiento sincero</b>. El camino para lograr esto es mediante el reconocimiento de las limitaciones ante los poderes espirituales y el reconocimiento y rectificación (arrepentimiento) de la miseria espiritual en la cual se encuentre la persona.</span></span><span style="layout-grid-mode: line;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="layout-grid-mode: line; letter-spacing: 0.2pt;">Es difícil hacer una división exacta de este texto, pues contiene una serie de exhortaciones sucesivas que parecen estar interconectadas.</span><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; layout-grid-mode: line; letter-spacing: 0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; layout-grid-mode: line; letter-spacing: 0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="layout-grid-mode: line; letter-spacing: 0.2pt;"> Pero en cierto modo, todas estas exhortaciones se orientan hacia dos direcciones. La primera tiene que ver con la actitud que debían asumir los lectores ante los poderes espirituales (ya fuese ante Dios o ante Satanás) (vv. 7-8b); y la segunda se refiere a la actitud que debían asumir ante la condición personal de miseria espiritual en la que estaban viviendo (vv. 8c-10). Bajo estos dos criterios se puede hacer el análisis del texto.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto de Santiago 4:7-10?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">En los vv. 1-6 Santiago expone el problema de las malas relaciones de los seres humanos tanto entre ellos mismos como con Dios. En su análisis, concluye que la respuesta a este problema está en conducir la conducta según los criterios de la sabiduría que proviene de Dios. Los vv. 7-10 son una continuación a manera de conclusión de los vv. 1-6. Así lo sugiere la frase <i style="mso-bidi-font-style: normal;">así que,</i> del v. 7. Toda la discusión presentada en los vv. 1-6 indican que había una lucha que interfería en la buena relación con Dios. Mientras mantuvieran una vida de “doble ánimo”, pretendiendo amar al mundo y a Dios a la vez, la buena relación con Dios sería imposible. Porque, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios</i> (4:4b). Así que, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían optar por mantener una buena relación con Dios</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> y eso significaba humillarse delante de Él</span>. Por eso, los vv. 7-10 hablan de sumisión y humildad ante Dios para vivir como él quiere. En efecto, el texto comienza y termina con el concepto de la humildad ante Dios: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Así que sométanse a Dios</i> (v. 7) y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humíllense delante del Señor</i> (v. 10). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles conceptos se presentan en Santiago 4:7-10?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Aunque aparentemente el texto tiene un contenido amplio, debido a la serie de imperativos que contiene, parece que presenta básicamente dos asuntos:</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. En primer lugar, Santiago exhortó<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>a sus lectores<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>para que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>dejaran su arrogancia y<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>se humillaran delante de Dios. Esto significaba por una parte, que debían resistir al diablo, pues en él tenían un verdadero enemigo. Por otra parte, significaba que debían acercarse a Dios con humildad, a fin de que mantuvieran una buena relación con Él. Con esto, Santiago les dijo a sus lectores que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían reconocer sus limitaciones personales ante los poderes espirituales</b>. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">2. En segundo lugar, Santiago exhortó a sus lectores para que reflexionaran sobre su vida y reconocieran la condición malísima en la cual vivían. Estaban haciendo muy mal al tratar de llevar una “vida doble”, con la pretensión de servir al mundo y a Dios a la vez. En este sentido, la exhortación era para que cambiaran el rumbo de su vida. Así que, Santiago les dijo a sus lectores que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían reconocer su condición de miseria espiritual y arrepentirse delante del Señor, para volver a la buena relación con Él. </b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cómo se desarrollan estos conceptos en Santiago 4:7-10?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="layout-grid-mode: line;">Mediante una serie de exhortaciones, Santiago 4:7-10 muestra el camino que Dios ofrece para encontrar la respuesta a los conflictos, camino que debían seguir tanto de manera individual como comunidad de creyentes.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> La respuesta es ésta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">humíllense delante de Dios mediante un arrepentimiento sincero</b>. El camino para lograr esto exigía el reconocimiento de sus limitaciones ante los poderes espirituales y el reconocimiento y rectificación (arrepentimiento) de la miseria espiritual en la cual estaban.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los vv. 7 y 8b,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>indican que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>los lectores de Santiago<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> debían reconocer sus limitaciones ante los poderes espirituales</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Esta parte del texto constituye un solemne llamado a reconocer las limitaciones humanas ante los poderes espirituales y a humillarse delante de Dios. Si la buena relación con Dios era la respuesta a los conflictos en los cuales estaban inmersos quienes todavía se dejaban gobernar por el sistema del mundo, no había otro camino que humillarse delante de él. En este sentido, Santiago les recuerda su planteamiento anterior, referente a que la vida del cristiano no puede ser de “doble ánimo” en el sentido de pretender amar al mundo y a Dios a la vez. Al contrario, debían seguir el sendero de la sabiduría que proviene de Dios, pues la sabiduría de este mundo no deja más resultados que un verdadero caos en la vida. El párrafo anterior termina con una cita para reafirmar que ante Dios no vale para nada la soberbia humana, porque <i>Dios se opone a los orgullosos</i>, <i>pero da gracia a los humildes.</i></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Las personas a quienes Santiago se dirigió eran culpables del pecado de orgullo.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> El contexto anterior indica que eran presumidos (comp. <time hour="3" minute="14" w:st="on">3:14</time> y 4:6) y se sentían con autoridad para juzgar a los demás. Santiago enfrentó este problema y exhortó a sus lectores para que se humillaran delante de Dios y les presentó el camino que debían seguir. De los primeros tres imperativos que presenta el texto (vv. 7 y 8b), el primero (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sométanse a Dios</i>) es como el llamado a tomar el rumbo correcto y los otros dos (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">resistan al diablo</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acérquense a Dios…</i>) son la manera de cumplir ese llamado. Ante la situación que confrontaban, Santiago les dio dos consejos: 1) en cuanto al diablo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">resístalo</b>; 2) en cuanto a Dios, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acérquense</b> a él. Referente al primero, el resultado no sería que ellos vencerían al diablo, sino que éste huiría de ellos. En cuanto a lo segundo, ellos estarían más cerca de Dios, por cuanto Éll se acercaría a ellos. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Los vv. 8c-10 indican que los lectores de Santiago<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> debían reconocer su condición de miseria espiritual y humillarse en arrepentimiento sincero delante de Dios</b>. El cuadro que pintan estos versículos es bastante crítico y doloroso. Pero no es un mensaje de condenación, sino de compasión con la invitación para que se hicieran un examen introspectivo de la vida e hicieran las rectificaciones necesarias para tomar de nuevo el camino correcto. El texto usa unas figuras para impactar con el concepto de rectificar la conducta y habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">limpiar</i> las manos y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">purificar</i> los corazones, por cuanto mantenían una doble vida (v. 8c), al pretender amar al mundo y a Dios a la vez. Es un llamado a la confesión y al arrepentimiento sincero. El texto habla también de reconocer la miseria espiritual: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">afligíos, lamentad, llorad</i> (v. 9)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>Y habla de someter la vida al señorío de Jesucristo: </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humíllense delante del Señor, y él los exaltará</i><span style="letter-spacing: -0.2pt;"> (v. 10). Era necesaria la humildad para tomar el rumbo que exigía el evangelio. A pesar de la situación terrible en que estaban viviendo, había esperanza aunque esto significara dolor. ¡Siempre estamos a tiempo para rectificar en la vida! </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 4:7-10?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Con una actitud humilde debemos reconocer nuestras limitaciones ante los poderes espirituales del mal</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Los poderes del mal se</span> manifiestan en el sistema del mundo. Por eso, es necesario un cambio de rumbo: dejar de seguir la corriente de este mundo para seguir la corriente de Dios. Para esto Santiago presentó exhortaciones muy precisas, que son fundamentales en la fe cristiana: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sométanse a Dios, resistan al diablo y acérquense a Dios</i>. En realidad, el asunto fundamental es: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sométanse a Dios</i>. Y la manera de someternos a Dios incluye tanto resistencia como avance. En nuestro peregrinaje cristiano vivimos en una constante lucha de resistencia al mal y de avance hacia el reino de Dios. En este proceso habrá resistencia ante los poderes malignos en sus múltiples manifestaciones, pero Satanás y su sistema ya ha sido vencido y podemos avanzar por el sendero del reino de Dios. Jesucristo triunfó sobre todos los poderes del mal en la cruz y ahora es el Señor. Por medio de él, que es el camino, podemos acercarnos a Dios en el proceso de someternos a lo que él quiere. Nada podemos hacer por nuestras propias fuerzas, pero en Jesucristo somos más que vencedores.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">2. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Debemos reconocer nuestra necesidad espiritual en arrepentimiento sincero delante de Dios</b>. Todos somos pecadores. Unos hemos confesado nuestros pecados y hemos sido perdonados. Otros todavía siguen amando al sistema de este mundo y llevan una vida de miseria espiritual. ¡Todos necesitamos ayuda! ¡Necesitamos a Dios! Hay en el mundo quienes, enceguecidos por su orgullo, piensan que pueden vivir sin Dios. Y hay aun dentro de la iglesia quienes, equivocada y arrogantemente, piensan que pueden vivir según los criterios del sistema de este mundo y a la vez ser cristianos. A estas personas Santiago las llamó “almas adúlteras”, y eso es lo que son. Son infieles a Dios y por tanto están en una mala relación con Él. Pero no todo está perdido, hay esperanza. Dios recibe con amor a todo aquel que reconoce su miseria espiritual, confiesa sus pecados y se arrepiente ante él. Dios exige que se abandone la vida que sigue los criterios del mundo y que se asuman los principios del evangelio que ha sido proclamado por el sacrificio de su Hijo Jesucristo. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: -0.9pt;">¿</span><span style="font-size: 14pt;">Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago<span style="letter-spacing: -0.9pt;"> </span>4:7-10<span style="letter-spacing: -0.9pt;">?</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">1. Si, como lo hemos afirmado,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> debemos reconocer nuestras limitaciones ante los poderes espirituales del mal</b>, ¿qué podemos hacer entonces? Como punto de partida, hay dos asuntos que debemos tener presentes. Debemos ser conscientes que hay un poder del mal que nos asecha y, por otra parte, debemos asumir que Jesucristo es no solo nuestro Salvador sino también nuestro Señor. ¡Él es el soberano! Si no tenemos presente esto, será difícil que reconozcamos verdaderamente nuestras limitaciones ante los poderes del mal. Si tenemos conceptos equivocados, tendremos una conducta equivocada. Por ejemplo, en muchos ámbitos de la iglesia contemporánea se habla insistentemente de “guerra espiritual” con la idea de que debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">atar</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">pisotear</b> a Satanás. Hasta hay canciones que siguiendo estos criterios tratan de ridiculizar a Satanás. Eso no es lo que dice Santiago. Hay bastante teología equivocada sobre el asunto de la “guerra espiritual”. Pero el consejo de Santiago fue muy sabio: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Resistan al diablo y él huirá</i>. No se trata de una guerra ofensiva, sino defensiva. La ofensiva ha sido ganada por Cristo en la cruz. Como cristianos debemos descansar en esta verdad: Aunque Satanás sigue asechándonos, ha sido vencido por Jesucristo; de modo que si resistimos sus amenazas, él no tiene fuerza sobre nosotros. Resistimos al diablo cuando nos mantenemos fieles a la verdad de Jesucristo, cuando nos sometemos a su Palabra. Según la enseñanza del evangelio, es claro que nada podemos hacer para avanzar en la vida cristiana sin Jesucristo. Nada más podemos hacer para acercarnos a Dios que seguir los pasos de Jesucristo como nuestro Señor. Aunque Satanás ha sido vencido, todavía está vivo y activo en el mundo. Pero Jesucristo es nuestro Señor y en él somos vencedores. La reflexión que debemos hacer entonces es esta: ¿Cuál es nuestro concepto de Satanás y cuál es nuestro concepto de Jesucristo? Escriba unos breves comentarios sobre estos dos asuntos. Después de escribirlos, haga oración de gratitud al Señor porque por medio de Él nos acercamos a Dios Padre. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">2. Hemos dicho que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos reconocer nuestra necesidad espiritual en arrepentimiento sincero delante de Dios</b>. ¿Acaso no somos cristianos, necesitamos arrepentimiento? Tal vez nosotros también como los lectores de Santiago tengamos la lucha de pretender amar al sistema del mundo y a Dios a la vez. Examínese un poco para ver si quizás tenga algo de qué arrepentirse en este sentido. Pero ese no es el único problema, hay muchos ámbitos de nuestra vida en los cuales podemos cometer el adulterio del cual hablaba Santiago. Tome una hoja de papel y escriba varios renglones, por ejemplo: sobre su conducta en el hogar: la relación con su pareja, la relación con sus hijos. Su trabajo: el cumplimiento fiel de sus deberes, su relación con los superiores, su relación con sus compañeros. Escriba debajo de cada uno de estos rubros lo que piensa que está muy bien y aquellas cosas que piensa que son mejorables. Esto le costará algo de tiempo, pero lo ayudará a saber dónde tiene verdaderas necesidades y de qué cosas necesita pedirle perdón al Señor. ¡Todos necesitamos a Dios! ¡Todos debemos mejorar continuamente! Identifique las cosas mejorables en su vida y trabaje para mejorarlas.</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";">Con esta lista de imperativos se hace un llamado a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acción</b>: Sométanse, resistan, acérquense, límpiense, purifíquense, aflíjanse, laméntense, lloren, humíllense.</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; layout-grid-mode: line; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; layout-grid-mode: line; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: 10pt; layout-grid-mode: line; letter-spacing: -0.2pt;">En cierto modo, con este texto Santiago vuelve a su argumento referente a la fe y las obras: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe sin obras está muerta</b>. Así que, mediante una lista de imperativos reta a los cristianos a la acción, a cambiar el rumbo, de modo que orienten su vida hacia Dios y vivan como verdaderos cristianos en medio de un mundo en crisis. Es un llamado a la rectificación de aquellos </span><span style="font-size: 10pt;">que querían amar a Dios y al mundo a la vez.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"></span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Tms Rmn;">El orgullo, que es una característica del sistema del mundo, aleja a las personas de Dios. ¡<i>Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes</i>!</span></span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-78749741724726483642011-03-09T04:51:00.000-08:002011-03-09T04:51:57.322-08:00Los conflictos entre los hermanos<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span>Reflexiones sobre Santiago 4:1-6</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"></span><span style="font-size: 11pt;">Estudiantes del comportamiento humano dicen que toda conducta tiene una causa que la motiva. Santiago sabía esto y dio su veredicto de la causa fundamental de los conflictos entre las personas. Los hermanos tenían conflictos entre sí porque se apegaban al sistema de valores de este mundo; al hacer esto asumían una actitud que rompía la buena relación con Dios y entre ellos mismos. En su análisis, Santiago concluye que la razón de los conflictos estaba en los deseos egoístas que libraban combate dentro de las personas, lo cual daba como resultado una mala relación con su prójimo (vv. 1-3) y una especie de “adulterio espiritual”, que se evidenciaba en una equivocada relación con el mundo y con Dios (vv. 4-6). </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">El planteamiento de Santiago es sencillo, pero radical: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el cristiano no puede ser amigo del mundo y amigo de Dios a la vez</b>. Dios y el sistema del mundo son antagónicos, se orientan hacia rumbos opuestos. Por eso: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios</i> (4:4b)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>La exhortación de Santiago es que los cristianos no deben vivir conforme a los criterios del mundo (según la sabiduría terrenal), sino conforme a los criterios de Dios (según la sabiduría de lo alto).</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto de Santiago 4:1-6?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">En los últimos versículos del capítulo tres, Santiago habla sobre el fruto de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">justicia</b> que se siembra en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">paz</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">;</span> y en los primeros versículos del capítulo cuatro habla de la falta de justicia y paz. De manera más precisa, el texto habla de los<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> conflictos del ser humano</b> que no se sujeta a la sabiduría de Dios, que no conduce su vida como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacedor de <personname productid="la Palabra. En" w:st="on"><personname productid="la Palabra." w:st="on">la Palabra.</personname><span style="font-style: normal;"> En</span></personname><span style="font-style: normal;"> 3:14 presenta el problema de las </span>envidias amargas y rivalidades del corazón</i>, y dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">esta no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, animal y diabólica</i> (3:15). En 4:1-6 expone el problema de las malas relaciones tanto entre los seres humanos como entre los seres humanos con Dios, y dice que las malas relaciones entre los creyentes surgen de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos</i> y que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios</i>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 16pt;">¿Cómo está estructurado el texto de Santiago 4:1-6?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; layout-grid-mode: line;">El texto de Santiago 4:1-6 puede dividirse en dos partes, tal como lo presenta <personname productid="la NVI. Los" w:st="on"><personname productid="la NVI." w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>.</personname> Los</personname> vv. 1-3 indican que la raíz de los conflictos está en los<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> deseos</i> egoístas del corazón, que producen en la persona una mala actitud hacia el prójimo; y los vv. 4-6 plantean el problema de la mala relación del ser humano con Dios, lo cual agrava sus conflictos. </span><span style="font-size: 11pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 20pt; text-align: justify; text-indent: -21.4pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 16pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en Santiago 4:1-6?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-size: 11pt;">1. Santiago les dijo a sus lectores que los conflictos entre ellos se debían a una visión equivocada de la vida. Estaban buscando la satisfacción de la vida en las cosas materiales, en vez de buscarla en el mundo espiritual. Tenían una perspectiva equivocada de ellos mismos.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-size: 11pt;">2. Les dijo que la raíz de sus conflictos estaba en los deseos egoístas que libraban combate dentro de ellos. Lo cual evidenciaba una perspectiva equivoca de la relación con el prójimo (con sus hermanos). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-size: 11pt;">3. Les dijo que la conducta orgullosa estaba viciada de los valores de este mundo. Era una especie de “adulterio espiritual”, lo cual evidenciaba en una equivocada relación con Dios. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 16pt;">¿Cómo se desarrollan estos conceptos en Santiago 4:1-6?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">Los últimos versículos del capítulo 3 de Santiago hablan acerca del conflicto entre la sabiduría que proviene de este mundo y la sabiduría que proviene de Dios. La exhortación de 4:1-6 es que los cristianos (aquellos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que hacen la paz</i>) no debían vivir conforme a los criterios del mundo (según la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría terrenal</i>), sino conforme a los criterios de Dios (según la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría de lo alto</i>).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">En los vv. 1-3 Santiago plantea el problema de las malas relaciones con el prójimo. Tenían mala actitud hacia los demás y ésta les producía conflictos. El texto habla de la razón (fuente) de los conflictos (v. 1); de los métodos equivocados para resolver los conflictos (v. 2); y de los motivos egoístas que impedían salir de esos conflictos (v. 3). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">Santiago busca la raíz del problema y lo pone al descubierto. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La razón de los conflictos era interna, no externa</b>. A la pregunta acerca del origen de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guerras</i> y los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pleitos</i> entre los creyentes, responde con otra pregunta cuya respuesta debe ser afirmativa (v. 1): <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?</i> ¡Claro que sí! En efecto, la vida del ser humano que se conduce según sus deseos egoístas, y no toma en cuenta los consejos de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, es un campo de batalla. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">El texto habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guerras</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pleitos </i>(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">conflictos</i>) entre los creyentes. Tenían el problema de los resentimientos prolongados y las explosiones momentáneas, como consecuencia de la lucha por el deseo de poseer cosas. Parece que las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasiones que luchan dentro de ustedes mismos</i> se referían tanto al deseo de poseer bienes materiales, como al deseo de tener superioridad sobre los demás.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> Cualquiera de estas conductas abre las puertas para que se desaten conflictos y rivalidades entre los miembros de una comunidad. Esta conducta está lejos de ser la que debían reflejar como cristianos aquellos a quienes Santiago escribe. La fe cristiana llama a la paz, no a la enemistad; llama al servicio por amor los unos a los otros, no a la explotación de los demás, según la “viveza” o sagacidad de algunos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">El v. 2 habla acerca de los métodos erróneos para conducirse en la vida.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> Describe la conducta de una vida afanada e insatisfecha, prisionera de sus propios deseos. El texto muestra la tragedia de la persona que se deja gobernar por los deseos malsanos del corazón, por la búsqueda de placeres egoístas, por las directrices de la sabiduría de este mundo, que la ponen en conflicto con su prójimo. Santiago muestra cómo se deterioran las buenas relaciones con el prójimo por causa del egoísmo y los propósitos malsanos que reinan en el corazón de las personas. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra...</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">El texto muestra que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> los métodos equivocados para enfrentar los conflictos rompían las buenas relaciones</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> entre las personas</span>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Santiago no estaba en contra de que los cristianos se superaran en la vida; él mismo dijo que si a alguno le faltaba sabiduría que se la pidiera al Señor (1:5) y que toda buena dádiva y todo don perfecto descendía de lo alto (1:17). El problema no estaba en las posesiones, sino en la motivación y en los métodos erróneos para obtenerlas.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">El texto no habla de un modo literal cuando se refiere a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">matar</i>,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> más bien se refiere a la falta de amor entre los cristianos (comp. 2:8, 9). El argumento pudiera expresarse de esta manera: Ustedes desean algo y no lo logran, entonces matan para obtenerlo y aun así no lo logran. Cuando no pueden lograr lo que desean, entonces entran en una batalla campal que se revela en rivalidades y desorden. Mediante esta conducta es muy fácil seguir la filosofía que afirma: "el fin justifica los medios". Pero ésta es contraria a los principios de la ética cristiana.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">El v. 3 habla sobre las motivaciones equivocadas para resolver los conflictos. Lo que Santiago enseña es que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> las motivaciones egoístas impiden la resolución de los conflictos</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Ustedes no reciben lo que piden al Señor porque sus intenciones son egoístas: ustedes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones</i>. La expresión se refiere directamente al propósito de satisfacer los deseos personales que, según el v. 1, son la fuente de los conflictos. Si con la expresión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">piden pero no reciben,</i> Santiago se refiere a la oración (como parece), entonces estos creyentes debían cambiar algo con respecto a la práctica de la oración.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a> Se debe pedir, pero la motivación debe ser correcta. Es necesario corregir las motivaciones<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> en la oración. Las peticiones son malas cuando meramente buscan el deleite o satisfacción personal.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">En los vv. 4-6 se plantean básicamente dos ideas. Por una parte, se habla del problema del pecado que rompe la buena relación con Dios, problema identificado en este caso como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la amistad con el mundo</i> (v. 4). Por otra parte, habla de la provisión de Dios para que podamos tener buena relación con él. Esta provisión se presenta tanto a través de su Espíritu como de la gracia de Dios sobre sus hijos (vv. 5, 6).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">Según el v. 4, es claro que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> el pecado rompe la buena relación con Dios</b>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios</i>. El pecado presentado en este texto es identificado como la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amistad con el mundo</i>. Dios exige entrega total de la persona que decide seguirlo. No puede haber complicidad entre la ética cristiana y la “ética” del mundo. Los valores cristianos y los del mundo no son compatibles, son antagónicos. Santiago es radical y califica como “adulterio” toda relación de amistad con el mundo.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a> El asunto era sencillo: Si una persona seguía al mundo, se alejaba de Dios; si seguía a Dios, se alejaba del mundo.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">En su argumento, Santiago incluye tanto al individuo como a la comunidad. Habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gente adúltera</i>, indicando que se refiere a cierta distorsión de la vida en la comunidad de creyentes; y habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cualquiera que... </i>con lo que<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>parece dirigirse a un individuo en particular dentro de esa misma comunidad. Ya sea en forma comunitaria o individual, pretender compartir el amor con Dios y con el mundo es un pecado que rompe la buena relación con Dios.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Los vv. 5 y 6 indican que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Dios ha hecho provisiones para la buena relación con él</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Esto se evidencia tanto en la dádiva del Espíritu (v. 5), como en la manifestación constante de su gracia (v. 6). En este sentido, Santiago hace una observación importante: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes</i>.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">Aunque no es tan claro lo que significa el v. 5, no hay duda que habla de la dádiva de Dios a los creyentes como un recurso para alcanzar y mantener la buena relación con él. Hay varios asuntos que se observan. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Primero</i>, mediante una pregunta, Santiago inserta una afirmación de la Escritura:<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿O creen que <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros?</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segundo</i>, la expresión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el espíritu que él hizo morar... </i>posiblemente se refiere al Espíritu Santo<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span></span></span></a> que habita en todo creyente.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span></span></span></a> Si es así, este versículo nos recuerda la más extraordinaria provisión de Dios, mediante su Espíritu, para ayudarnos en nuestras debilidades (comp. Romanos 8:26). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tercero</i>, se reafirma la idea que Dios es celoso con sus hijos; es decir, no admite el “adulterio espiritual” del que habla el v. 4. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuarto</i>, cualquiera que sea el sentido de este texto, todavía se puede afirmar que Dios nos ha dado provisiones, de modo que tenemos la posibilidad de mantener una buena relación con él, a pesar de vivir en medio de un mundo perverso. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">Según el v. 6, hay otra provisión de Dios. No sólo les da su Espíritu, sino que extiende su gracia compasiva a sus hijos que admiten sus debilidades. A pesar de la desobediencia del ser humano, Dios siempre está dispuesto a extender su gracia a todo aquel que reconoce su rebelión espiritual y se vuelve a él para seguirlo como el único Salvador y Señor. Santiago vuelve a una cita de <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes</i> (comp. Prov. 3:24). Sobre esta base desarrolla las exhortaciones en los próximos versículos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">En resumen, Santiago 4:1-6 muestra que los creyentes tenían conflictos entre ellos porque todavía se apegaban al sistema de valores de este mundo. Al hacer esto, asumían una actitud egoísta y orgullosa que rompía la buena relación entre ellos mismos y con Dios. Esta conducta no estaba de acuerdo con los principios del evangelio que habían aprendido.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 16pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 4:1-6?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">Parece que de este texto se derivan básicamente dos principios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">1. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Debemos mantener buena relación con nuestros hermanos en medio de un mundo de conflictos</b>. Santiago les dijo a sus lectores que la raíz de los conflictos que tenían estaba en los deseos egoístas que libraban combate dentro de ellos. Con este planteamiento se ponía de manifiesto que un cierto número de creyentes estaban ignorando el mandamiento recordado en 2:8, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ama a tu prójimo como a ti mismo</i>, y el concepto acerca de la religión pura y verdadera expresado en 1:27, que consistía en: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción de este mundo</i>. Habían perdido la perspectiva, y en lugar de buscar primero el reino de Dios y su justicia buscaban las cosas del reino terrenal, el bien personal. Tenían métodos equivocados para vivir en armonía como comunidad de fe. Buscaban las cosas para satisfacer sus deseos personales sin importarles el daño que pudieran hacer y no se preocupaban por servir a los demás en la comunidad. ¿Se había perdido el sentido de la vida en comunidad y reinaba la individualidad? ¿Buscaban el bien personal al costo del bien de los demás? ¿Reinaba el pensamiento de primero yo, segundo y tercero yo? ¿Cuál es la diferencia entre aquellos y nosotros? ¿Acaso no estamos alimentando también hoy la cultura de "sálvese quien pueda" en un mundo individualista? Santiago les dijo a sus lectores que los conflictos que tenían entre ellos se debía a un concepto equivocado de la vida: Estaban buscando la satisfacción sobre la base de las cosas de este mundo, en vez de buscarla en las cosas de Dios y esto estaba desencadenado conflictos entre ellos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">2. D<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ebemos mantener una buena relación con Dios en medio de un mundo que ofrece muchos atractivos</b>. Santiago les dijo a sus lectores que la conducta egoísta estaba viciada de los valores de este mundo. Era una especie de “adulterio espiritual”, que se evidenciaba en una equivocada relación con el mundo y con Dios. Es claro que el sistema del mundo y el evangelio son incompatibles, va por caminos diferentes y tienen destinos diferentes. El evangelio enseña que Dios exige entrega total a la persona que decide seguirlo. En el peregrinaje cristiano no puede haber complicidad entre la ética cristiana y la “ética” del mundo. Los valores cristianos y los del mundo son antagónicos. Si una persona seguía al mundo, se alejaba de Dios; si seguía a Dios, se alejaba del mundo. Este concepto no ha cambiado. ¿De quién quiere estar cerca?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 16pt; letter-spacing: -0.9pt;">¿</span><span style="font-size: 16pt;">Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago<span style="letter-spacing: -0.9pt;"> </span>4:1-6<span style="letter-spacing: -0.9pt;">?</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">1. Hemos dicho que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos luchar para mantener buena relación con nuestros hermanos en medio de un mundo de conflictos</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Si queremos lograrlo, es necesario abandonar los criterios egoístas de nuestra vida. Quizás usted no se ha dado cuenta que es más egoísta y orgulloso de lo que a menudo piensa. Por ejemplo, hágase un examen introspectivo con respecto a su práctica de la oración, especialmente en lo que se refiere a sus peticiones. ¿Son egoístas? ¿Buscan obtener sólo el bien personal? ¿Sus peticiones buscan obtener para gastar en sus placeres, o son para ayudar las necesidades de otros? Mas adelante Santiago aconseja que <i>oren unos por otros, para que sean sanados</i> (5:16). Otro aspecto en el cual se nota el egoísmo en el mundo contemporáneo es la competencia entre las personas. ¡Como abunda esta conducta en nuestra sociedad! Quiere tener un mejor carro que el vecino, quiere vestir mejor que la vecina, etc. ¿Acaso se ve esto también entre los cristianos y las cristianas? Tal vez en la iglesia el sentido de competencia se ve más en el “activismo” religioso con la idea solapada de que, por lo que estoy haciendo, soy mejor cristiano que el otro. Debemos evaluarnos, a fin de quitar de nuestra vida el egoísmo. ¿Cómo evalúa usted su vida respecto a la relación con sus hermanos? Haga un comentario al respecto. Si hay algo que debe mejorar, haga oración y pídale al Señor que lo ayude en este sentido.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt;">2. Hemos dicho que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> debemos luchar para mantener una buena relación con Dios en medio de un mundo que ofrece muchos atractivos</b>. Santiago les dijo a sus lectores que tenían conflictos entre sí porque todavía se apegaban al sistema de valores de este mundo. Al hacer esto, asumían una actitud egoísta que rompía la buena relación entre ellos mismos y con Dios. El punto central de Santiago es que por sus actitudes malsanas, los cristianos rompían la buena relación con Dios y esto no estaba de acuerdo con los principios del evangelio que habían aprendido. La relación con Dios se deteriora por la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amistad con el mundo</i>. Quien alimenta la amistad con el mundo, traiciona el amor de Dios. ¿De qué manera se evidencia en nuestra vida algunos rasgos de la amistad con el mundo? ¿Está su estilo de vida conducido por los criterios de este mundo o por los criterios del evangelio de Jesucristo? Uno de los puntos que Santiago atacó fue el orgullo de las personas, que lo identificó como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">soberbia.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></b></span></span></span></a></i> La buena relación con nuestros hermanos y con Dios exige humildad en nuestra vida. Reflexione sobre su vida: ¿Cuáles son algunas conductas que reflejan el orgullo en su vida? ¿Qué pudiera hacer para mejorar su vida en este sentido? Escriba un breve comentario al respecto. Haga oración sobre la base de lo que escribió, sea para darle gracias al Señor o para confesarle sus faltas y pedirle ayuda.</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Estos versículos presentan nuevamente el problema ya planteado acerca de los ricos y los pobres en la comunidad cristiana (comp. 2:1-9) y que tratará de nuevo en 5:1-6. Los que no tienen nada quieren tener, pero su esfuerzo es infructuoso por cuanto intentan poner a Dios a su servicio, en vez de servir a Dios. Los que tienen mucho, quieren tener más mediante la explotación de los que tienen menos. Este es un pensamiento y proceder mundano que trae conflictos (¿lucha de clases?).</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guerras</i> no se refieren a los conflictos internacionales, sino a las rivalidades entre las personas.</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; letter-spacing: -0.3pt;">En 4:2, 3 se observa el deseo de obtener cosas materiales para el derroche personal. Por otra parte, el contexto anterior indica el deseo de tener superioridad sobre los demás, como aparentemente era el caso de algunos maestros en la iglesia.</span><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="font-family: Tms Rmn;"> </span></span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Todo lo que Santiago plantea en este versículo (v. 2) aparece de un modo literal en los diarios de nuestros pueblos hoy. En una sociedad hedonista, cuyo fin es el placer, la codicia y el deseo de poseer, lleva a las personas hasta el homicidio. El pensamiento latente en nuestra sociedad va más o menos así: si no puedes lograr lo que deseas por medios lícitos, entonces hazlo por medios ilícitos; si no puedes lograr lo que deseas mediante la verdad, entonces miente. Reina la cultura de “sálvese quien pueda” en la cual “el fin justifica los medios”.</span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Los cristianos a quienes se dirigió Santiago estaban equivocados tanto en los métodos como en los motivos para la superación personal. Había un problema de competencia.</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Pablo expresa un pensamiento similar cuando escribe a los Gálatas (5:15).</span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Que estuvieran equivocados en la manera de orar, no es extraño. Jesús mismo criticó severamente a sus oyentes en el Sermón de <personname productid="la Monta�a" w:st="on">la Montaña</personname> por estar haciendo la oración equivocadamente (comp. Mateo 6:5-15). Tal vez se revela en esto el problema referente a la práctica de la religión en un sentido general, según fue planteado en el capítulo 2.</span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Unos años más tarde, el apóstol Juan escribió que el Señor nos concede las peticiones <i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él</i> (1 Juan <time hour="3" minute="22" w:st="on">3:22</time> comp. 5:14).</span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a><span style="font-family: Tms Rmn; font-size: x-small;">La expresión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mundo</i> no se refiere a las personas (a quienes sí debemos amar), sino al sistema que sigue su rumbo de espaldas a los mandamientos de Dios.</span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Es interesente observar este pensamiento en otros escritores del Nuevo Testamento. El apóstol Juan exhorta acerca de este mismo asunto de la relación con el mundo (1 Juan 2:15-17) y el apóstol Pablo también lo puntualiza: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No se amolden al mundo actual</i> (Romanos 12:2). Pedro, por su parte, aconseja: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia</i> (1 Pedro 1:14).</span></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a><span style="font-family: Tms Rmn; font-size: x-small;">El comentario por excelencia acerca de esto lo hizo Jesucristo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nadie puede servir a dos señores: porque aborrecerá a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y menospreciará al otro</i>... (Mateo 7:24).</span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Parece que no hay ninguna parte de <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> que directamente se identifique con esta “cita”. Pero Santiago la atribuye a <personname productid="la Escritura. Tal" w:st="on"><personname productid="la Escritura." w:st="on">la Escritura.</personname> Tal</personname> vez parafraseaba algo de la tradición rabínica.</span></span></div></div><div id="ftn13" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="font-size: x-small;">Unas versiones escriben “espíritu” con minúscula, lo cual indicaría que Santiago no referiría al Espíritu Santo (comp. <personname productid="La NVI" w:st="on">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i></personname>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">DHH</i> y <personname productid="la BJ" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">BJ</i></personname>), sino al<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> espíritu</i> o aliento de vida dado por Dios al ser humano (comp. Génesis 2:7).</span></span></div></div><div id="ftn14" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Tms Rmn", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Tms Rmn;">Comp. Juan <time hour="14" minute="16" w:st="on">14:16</time> y 17; 1 Corintios <time hour="6" minute="19" w:st="on">6:19.</time></span></span></div></div><div id="ftn15" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 13.3pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span></span></span></a><span style="font-size: 10pt;">El texto que sigue en Santiago 4:7-12 ilustra bien el sentido de humildad tanto delante de Dios como de nuestros semejantes. </span></div><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-60910476098927328082011-03-09T04:29:00.000-08:002011-03-09T04:33:30.522-08:00La relación entre la sabiduría y la conducta<div class="WordSection1"><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 18pt;">Reflexionesa sobre Santiago 3:13-18</span></b><span style="font-size: 18pt;"></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Ya hemos dicho que Santiago 3:1-12 habla del cuidado que deben tener en su lenguaje los que pretenden ser maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. En 3:13-18 continúa hablando a los maestros, pero el hincapié ahora está no tanto en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hablar</b> sino en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hacer</b>. La debilidad de los maestros por lo general es ser puramente teóricos. Santiago dice que la teoría no es suficiente, es necesario que los maestros muestren su sabiduría mediante la conducta. Así que, los maestros de la iglesia deben enseñar tanto con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">palabras</b> como con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hechos</b>; deben ser ejemplo de lo que enseñan. Los vv. 13-18 hablan de la conducta de quienes han sabido poner freno a su lengua y a través de su conducta muestran la sabiduría que proviene de Dios. En el v. 13 se presenta el argumento de todo el texto, el cual se desarrolla mediante un contraste entre la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría de este mundo</i> (vv. 14-16), y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría que viene de lo alto</i> (vv. 17, 18). <span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.3pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El mensaje del texto es que los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios deben mostrar la sabiduría de Dios a través de la buena conducta.</span><span style="letter-spacing: -0.3pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span>¡La conducta es un silencioso y efectivo maestro!</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto de Santiago 3:13-18?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Todo el capítulo tres de Santiago tiene que ver con el tema de la comunicación, habla de los maestros en la iglesia. Es una exhortación a usar tanto las palabras como la conducta en conformidad con la sabiduría que proviene de Dios. En los vv. 1-12 hace hincapié en el poder de las palabras, por lo que debe tenerse cuidado al hablar; y en los vv. 13-18 habla del poder de la conducta, por lo que los maestros en la iglesia debían tener cuidado con su comportamiento. Aunque los vv.13-18 constituyen un solo párrafo, puede dividirse en tres partes. El v. 13 tiene el argumento de la verdadera sabiduría, los vv. 14-16 hablan de una sabiduría que se opone a la verdad, y los vv. 17 y 18 exponen la naturaleza de la verdadera sabiduría, la sabiduría que proviene de Dios. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cómo está estructurado el texto de Santiago 3:13-18?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Las versiones <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i> y <personname productid="la RVA" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RVA</i></personname> tiene el texto en dos párrafos (vv. 13-16 y 17-18). Pero ya que el v. 13 presenta el argumento referente a la verdadera sabiduría y los vv. 14-16 y 17-18 hablan de la sabiduría falsa y la sabiduría verdadera, respectivamente, el texto se puede dividir en tres partes. De todos modos, más importante que las posibles divisiones son las afirmaciones del texto. Estas son las afirmaciones que contiene.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">1. El que se creyera sabio (el maestro) debía mostrar la sabiduría a través de su buena conducta </span></b><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">(v. 13a).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">2. La sabiduría del maestro en la iglesia se evidenciaba en su conducta humilde (v. 13b).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">3. Si la conducta del maestro se caracterizaba por motivos egoístas, mostraba que su sabiduría era falsa (14).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">5. El origen de la sabiduría falsa no era Dios, sino tres fuentes: el mundo, la vieja naturaleza de la persona y Satanás (v. 15).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">6. La conducta que se caracterizaba por motivos egoístas producía desorden y toda clase de maldad (v. 16).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">7. <span style="letter-spacing: -0.3pt;">La sabiduría de Dios se mostraba a través de la buena conducta personal (v. 17a).</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">8. <span style="letter-spacing: -0.4pt;">La sabiduría de Dios se mostraba a través de una buena conducta en la relación con el prójimo (v. 17b).</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -13.3pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">9. La sabiduría de Dios resultaba en una vida conforme a lo que él exige (v. 18).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en Santiago 3:13-18?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Este texto presenta básicamente tres asuntos referentes a la vida de los maestros en la iglesia o quienes pretendían tal posición.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;">1. Aparentemente, en la iglesia había muchas personas que deseaban o pretendían ser maestros. <span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Santiago dice que los que pretendían ser maestros, primero debían también ser maestros de ellos mismos: debían vivir lo que predicaban. Por lo tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debían mostrar la validez de lo que enseñaban a través de su buena conducta</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;">2. <span style="letter-spacing: -0.4pt;">Santiago dice que la fuente de la vida egoísta que algunos estaban llevando era la sabiduría que provenía del mundo, de la vieja naturaleza del ser humano, y de Satanás. Esa vida caracterizada por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">envidias amargas y rivalidades</i> entre los que pretendían ser maestros no se ajustaba a la verdad y era pura presunción. Así que, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las personas (maestros) que llevaban una vida egoísta no vivían de acuerdo con la sabiduría que provenía de Dios y, por tanto, no estaban autorizados para ser maestros</b>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;">3. Santiago dice que la sabiduría que tenía su fuente en Dios se mostraba a través de una serie de cualidades positivas que la hacían evidente y deseable. El pensamiento de Santiago en este sentido, se puede resumir en que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las personas (maestros) que vivían de acuerdo con la sabiduría que proviene de Dios lo evidenciaban en sus buenas relaciones con las demás</b>. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 11.9pt; text-align: justify; text-indent: -11.9pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Como se desarrollan estos conceptos en Santiago 3:13-18?</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 9pt; text-align: center; text-indent: -9pt;"></div></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los vv. 13-18 enseñan que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la sabiduría del maestro fiel a la verdad se revela en su conducta</b>. El texto presenta el argumento en el v. 13 y lo desarrolla mediante un contraste entre la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría de este mundo</i> (vv. 14-16) y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría que viene de lo alto</i> (vv. 17, 18). La primera conduce a la disolución, la segunda a la conciliación; una conduce a la paz, la otra a las "guerras"; una destruye, la otra edifica. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 13 expresa el pensamiento central del párrafo. Mediante una pregunta y una afirmación, deja bien fundada la fuerza de su argumento:<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> La sabiduría del maestro se evidencia en su conducta</b>. Por supuesto, la sabiduría incluye tanto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reflexión</b>, como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acción</b>. Con este texto, Santiago se dirige a aquellos que pretendían ser maestros, mencionados en el v. 1 y les pregunta: ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quién es sabio y entendido entre ustedes?</i> (v. 13a).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> Es una invitación a la reflexión personal para que comprobaran si realmente estaban actuando conforme a la verdad. En el v.1 les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no pretendan muchos de ustedes ser maestros</i>, pues esta tarea exige una alta responsabilidad. Ahora los invita a un examen retrospectivo. Es como si les preguntara: ¿Todavía algunos de ustedes quieren ser maestros? Muy bien, háganse una evaluación personal, demuestren su sabiduría a través de su conducta.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">La respuesta que se ofrece en la segunda parte del v. 13 no deja lugar para la vacilación: la sabiduría del maestro del evangelio se evidencia en la buena conducta, no meramente en las palabras que persuaden y ganan el argumento. No se trata de habilidad retórica, sino de transparencia moral. ¿Cuál era el problema con aquellos maestros? El texto no lo dice explícitamente, pero el v. 14 lo sugiere: había <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amargos celos y contiendas, y había jactancia y mentira contra la verdad.</i> Así que, el problema de los “maestros” a quienes Santiago escribió tenía que ver tanto con el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">contenido</b> de su enseñanza, como con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">manera </b>de impartirla que se reflejaba en la conducta. La respuesta de Santiago ataca este doble problema y exige una acción precisa: que demuestre su sabiduría y su enseñanza mediante su conducta personal. ¡Es difícil negar los hechos! </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En los vv. 14-18, Santiago habla de dos clases de sabiduría; más específicamente presenta un contraste para mostrar la verdadera sabiduría. En primer lugar, en los vv. 14-16<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>presenta lo que se puede denominar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la sabiduría falsa</b> (engañosa) o la falta de sabiduría (comp. 1:5). El v. 14 describe la mala conducta que aparentemente era reflejada por algunos de los maestros a quienes Santiago se dirige; el v. 15 describe la naturaleza de la “sabiduría” que produce tal conducta; y el v. 16 habla del fruto o consecuencias de seguir el camino de esta sabiduría engañosa.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 14 presenta un marcado contraste con el reto de Santiago expresado en el v. 13 y menciona una serie de características detestables de la mala conducta de estos supuestos maestros, que se revelaba en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">envidias</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amargas</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rivalidades</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">presunción</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mentiras</i>. Se refleja aquí <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el orgullo intelectual,</b><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> que es una tentación para los maestros en cualquier época y lugar. El problema no parece ser tanto de falsa doctrina,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> sino de inconsecuencia entre el mensaje y la conducta de los maestros. Aun enseñando la verdad, una persona puede ser un mal maestro; especialmente si la enseñanza está rociada de contienda y presunción. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">La sabiduría de la cual habla el v.15 se centra en los valores temporales.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Tal sabiduría jamás puede ser la que guíe a los maestros de la iglesia de Jesucristo, pues se la describe como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">terrenal, animal y diabólica</i>. Como se nota de estas tres calificaciones, esta sabiduría revela una preocupación por los valores pasajeros; pero la enseñanza cristiana invita a la búsqueda de los valores eternos. Santiago dice que esta falsa sabiduría es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">terrenal</i>, es producto de la mente humana guiada por el sistema del mundo que anda en la oscuridad del pecado; es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">animal</i>, porque aunque refleja buenos argumentos es dominada por la naturaleza pecaminosa (comp. 3:5)<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a>; y es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">diabólica</i>, por cuanto está cobijada sutilmente por el engaño de Satanás.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 16 resume el problema de los malos maestros en la iglesia fundamentalmente en dos asuntos: 1) la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">envidia</i>, y 2) las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rivalidades</i> entre ellos. Pero estas cosas producen otros problemas, como lo expresa Santiago: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">también hay confusión y toda clase de acciones malvadas</i>. La conducta que obedece a esta sabiduría engañosa causa problemas entre las demás personas y no sólo entre los maestros. La expresión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">donde hay envidias y rivalidades,</i> es una evidencia de la falta de humildad y mansedumbre, cualidades que sí mostraban la sabiduría que proviene de Dios. La expresión, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dejen de presumir y de faltar a la verdad</i>,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>habla más bien de una consecuencia o conducta malsana de la cual los maestros aparentemente no se estaban dando cuenta, pero de algún modo la estaban reflejando.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a> El problema, pues, no era de falsa doctrina, sino de inconsecuencia entre la prédica y la conducta. ¿Será ese, acaso, un problema también en los líderes, pastores y maestros de nuestras congregaciones hoy?</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Según el v. 16, la sabiduría falsa no conduce a la paz, sino que es conflictiva. Es la actitud o conducta de aquellos que buscan pelea y se contentan con ganar el argumento. Para identificar las terribles consecuencias de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sabiduría de este mundo</i>, Santiago vuelve a identificar sus características: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">celos y contiendas.</i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Más adelante, en 4:11, se presenta una exhortación que busca dar respuesta a este problema: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hermanos, no hablen mal unos de otros</i>. Las consecuencias de alimentar los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">celos </i>y las<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> contiendas</i>, reflejos de la sabiduría terrenal, animal y diabólica, serán que habrá <i style="mso-bidi-font-style: normal;">desorden y toda obra perversa</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> (v. 16). Este resultado es similar al desorden y perversidad del poder de la lengua presentado en el v. 6. Donde quiera que haya celos y contiendas (rivalidades), las cosas no marcharán bien jamás. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los vv. 17 y 18 hablan esencialmente del carácter o naturaleza<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a> de la verdadera sabiduría, la sabiduría que debía regir la vida de los maestros de la iglesia. El v. 17 describe la naturaleza de esta sabiduría (comp. 1:5) y el v. 18 resume el fruto de ella.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 17 indica que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la sabiduría que proviene de Dios se demuestra en la buena conducta</b>. A modo de contraste, Santiago enumera una serie de características de esta sabiduría. Se presentan ocho elementos de la sabiduría de lo alto.<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></a></span> Esta es la sabiduría que debe brotar de la vida de los maestros de la iglesia y es la misma que debe caracterizar la vida de todos los hombres y mujeres que siguen los pasos de Jesucristo, guiados por el Espíritu Santo.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">A esta sabiduría se la describe como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pura</i>, pues está libre de engaño en contraste con la terrenal que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">miente contra la verdad</i>. Es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pacífica</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a> en contraposición a las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">contiendas</i> de la sabiduría terrenal. Es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tolerante</i> o moderada (bondadosa) en contraste con las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">envidias</i> y rivalidades de la sabiduría terrenal. Es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">complaciente </i>(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">benigna, dócil</i>, dispuesta a ceder), en contraste con la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jactancia</i> de la sabiduría terrenal. Está <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llena de compasión</i> (misericordia)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> y de buenos frutos</i>, en contrate con los malos frutos (mala conducta) de la falsa sabiduría. Añade, además, que la sabiduría de lo alto es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">imparcial y sincera</i>. Es imparcial por cuanto es verdadera y todo lo que es verdadero jamás puede ser calificado con características de parcialidad. Todos estos rasgos se resumen bien en la declaración del v. 13: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Que demuestre por su buena conducta sus obras en la mansedumbre de la sabiduría!</i> </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 18 indica que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>la sabiduría que proviene de Dios produce buenos frutos. Este versículo habla de siembra y cosecha. Se mencionan aquí la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">justicia</i> y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">paz</i> como el fruto de la verdadera sabiduría. Santiago dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el fruto de justicia se siembra en paz.</i> Los sembradores son aquellos que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacen la paz</i>, los que siguen los senderos de la sabiduría que proviene de Dios. Santiago da aquí el toque final de su mensaje a los maestros mencionados en 3:1, para recordarles que el evangelio no puede dar buenos frutos si en medio de la comunidad de creyentes reinan las rivalidades y las contiendas.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a> Se puede concluir, entonces, que el estilo de vida del maestro demuestra si su sabiduría se conforma a la verdad, si se conforme al evangelio que predica, si es sabiduría de lo alto. Pero esta es una verdad no sólo para los maestros; es también para todos los que profesamos la fe en Jesucristo. Nuestro estilo de vida debe ser un reflejo de nuestra confesión de fe. La prueba del maestro verdadero no está en la cantidad de argumentos que tenga, sino en la conducta que se ajusta a la verdad del evangelio que predica. La verdad debe ser enseñada no sólo con palabras, sino con el ejemplo del maestro. La verdad es que todos de algún modo somos maestros de nuestra fe y enseñamos todo el tiempo, porque lo hacemos mediante nuestra conducta.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: -0.3pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 3:13-18?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;">1. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debemos mostrar lo que enseñamos a través de la buena conducta</span></b><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">.</span><span lang="ES-TRAD"> </span>Esta verdad coloca sobre los hombros de los líderes de la iglesia una altísima responsabilidad. No deberíamos pretender enseñar algo si primero no lo aprendemos nosotros mismos. Nuestra conducta debe evidenciar el mensaje que predicamos. En efecto, no podemos engañar, nuestra conducta nos revela ante los demás. Tiene cierta fuerza de verdad el adagio popular que dice: “Tus hechos hablan tan fuerte que no me dejan oír tus palabras”.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;">2. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los que llevan una vida caracterizada por motivos egoístas no están autorizados para ser maestros en la iglesia, por cuanto es evidente que no han aprendido la sabiduría de Dios</b>. La fuente de una vida egoísta es la “sabiduría” que proviene del mundo, de la vieja naturaleza del ser humano, y de Satanás. Y esta sabiduría sigue un camino opuesto a lo que Dios quiere, por cuanto expone pensamientos puramente humanos.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;">3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Los maestros en la iglesia que viven de acuerdo con la sabiduría que proviene de Dios lo evidencian en sus buenas relaciones con los demás</b>. Santiago presentó una serie de características de la sabiduría que proviene de Dios mediante las cuales muestra que esta produce buenas relaciones. Así lo dijo Santiago: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera</i>. ¿Quién no estaría dispuesto a seguir a alguien que tiene estas características?</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago<span style="letter-spacing: -0.9pt;"> </span>3:13-18<span style="letter-spacing: -0.9pt;">?</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">1. En verdad, todos somos maestros, aunque pocas veces nos damos cuenta de esto. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Todos enseñamos todo el tiempo a través de nuestra conducta</b>, seamos o no conscientes de ello. Por ejemplo, sin darse cuenta, los padres están enseñando a sus hijos en casa todo el tiempo. Con el tiempo, los hijos se parecen a los padres. Los cristianos estamos enseñado todo el tiempo a los demás creyentes en la iglesia y fuera de ella. Por ejemplo, los nuevos creyentes aprenden a “orar” escuchando a los demás. Los pastores están enseñando a los miembros de la iglesia mediante su conducta y no sólo con sus cuidadosos “sermones” semanales. Tal vez hay algo de verdad en el dicho popular: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. No necesitamos ser grandes pedagogos o andragogos para enseñar; nuestra vida es carta leída. Con nuestra conducta enseñamos todo el tiempo. Debemos reflexionar sobre lo que nosotros hacemos como cristianos. Nuestro comportamiento cristiano afecta positiva o negativamente a los demás.<span style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"> <span lang="ES-TRAD">En especial, los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios deben mostrar su sabiduría a través de su buena conducta tanto personal como en las relaciones con las demás personas. Si usted es maestro de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, reflexione sobre estas preguntas: ¿Estoy reflejando en mi vida lo que enseño sobre <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios? ¿Cómo se refleja en mi hogar lo que enseño en la iglesia? Escriba unos comentarios sobre esto. Si usted es uno que recibe enseñanza en la iglesia, ¿cuáles son algunos cambios en su conducta como consecuencia de lo que está aprendiendo? Escriba unos comentarios al respecto.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">2. Los que somos maestros en la iglesia debemos evaluarnos para decidir si debemos hacer ciertos cambios en nuestra conducta que no concuerdan con el mensaje que estamos predicando. Reflexione usted que es maestro en la iglesia: ¿Hay en su vida algunas características que revelan la sabiduría <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que es terrenal, puramente humana y diabólica</i>? ¿Cuáles son algunas actitudes que usted necesita cambiar o mejorar como maestro en la iglesia? Escriba un comentario al respecto y luego haga oración al Señor según sea el caso. Todos necesitamos hacer cambios continuamente. Usted, que es maestro de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios: ¿Cuáles son algunos cambios que debe hacer? ¿Qué pasos dará para lograr esos cambios? Escríbalos brevemente.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">3. Los que somos maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debemos evaluar los efectos que estamos haciendo en las demás personas. Si usted es maestro, ¿está afectando positivamente a las personas que lo están escuchando? Escriba algunos ejemplos que indican los efectos que tiene con su enseñanza. Por otra parte, si usted se evaluara la luz de la descripción que presenta Santiago en el texto que hemos estudiado, cuál sería el resultado? Escriba su respuesta. También, escriba un breve comentario en el cual indique unas razones por las cuales usted debe ser maestro en la iglesia. Pida que dos o tres alumnos lo evalúen respecto a los efectos de enseñanza. Pídales que escriban dos razones por las cuales usted debe ser maestro de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios en la iglesia. Reflexione sobre esta pregunta: ¿En cuál de las razones dadas debe mejorar respecto a su enseñanza?</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">En lugar de la pregunta ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">quién es...? </i><personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname> de Jerusalén traduce: ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hay entre vosotros...?</i> Cualquiera que sea la expresión, obliga a la reflexión. La pregunta pudiera cambiarse fácilmente a una declaración o afirmación: "El que se crea sabio..."</span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">En ocasiones el orgullo se presenta de una manera descarada en tono arrogante, mientras que otras veces se presenta solapadamente sin que nos demos cuenta de ello. Tal vez a esto se refiere Santiago cuando habla de "pasiones" en 4:1; no de asuntos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensuales</b>, sino más bien <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">intelectuales</b>.</span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">La mención de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mentiras</i> puede indicar que también caían en la falsedad al enseñar.</span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Vea el pensamiento del apóstol Pablo en 1 Corintios <time hour="2" minute="14" w:st="on">2:14.</time></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Tal vez la filosofía sustentada por estos maestros consistía en que lo importante es la fe, no la conducta. Lo importante es la rectitud doctrinal, no la rectitud moral (vea 4:4). Este es un concepto totalmente equivocado. </span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">verdad</i> en este versículo bien puede referirse tanto a Jesucristo como al evangelio de Jesucristo (comp. <time hour="1" minute="18" w:st="on">1:18;</time> 5:19). En todo caso, la sabiduría terrenal falsea la verdad y se revela en una conducta malsana.</span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">La versión <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios Habla Hoy</i> traduce esta última parte con esta idea: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">entonces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad.</i></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Comp. 1 Corintios <time hour="14" minute="33" w:st="on">14:33</time> y 1 Juan 1:5. Dios nada tiene que ver con la confusión ni se pone del lado del mal. Por tanto, la sabiduría verdadera se opone al desorden y a las obras perversas.</span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Hay aquí un paralelo con <time hour="1" minute="26" w:st="on">1:26,</time> 27. Ambos casos parecen ser, en términos prácticos, un resumen de lo que Santiago está tratando de enseñar: La verdad tiene su expresión práctica.</span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">En cierto modo esas características se asemejan al fruto del Espíritu Santo, según la lista presentada en Gálatas <time hour="5" minute="22" w:st="on">5:22.</time></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">No significa que hay apatía, sino más bien que hay la capacidad de tolerancia en relación con las ideas de otras personas.</span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"> Como lo hemos sugerido en otra parte, este versículo debería ser leído con los ojos puestos en el v. 13. Están directamente relacionados.</span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-39292114078632995822011-03-09T04:17:00.000-08:002011-03-09T04:18:00.017-08:00El poder y los peligros de la lengua<div class="WordSection1"><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="font-size: 18pt; line-height: 150%;">Reflexiones sobre Santiago 3:1-12</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
<span style="letter-spacing: 0.2pt;">El capítulo 3 de Santiago es la más extensa exposición bíblica acerca del cuidado que debe tenerse al hablar. Bien puede decirse que su contenido es una franca <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exhortación pastoral</b>, con el propósito de corregir la conducta en el uso del lenguaje en la comunidad cristiana. El lenguaje arrogante, jactancioso, ofensivo, no debe tener cabida en la iglesia. Los vv. 1-12 hablan de la actitud que los cristianos (especialmente los maestros) debían asumir frente al poder de la lengua. En cierto modo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">es un mensaje a los maestros de la iglesia</b>. Se presenta una clara exhortación a tener cuidado en la comunicación, tanto en el discurso público como en la conducta de los líderes. Los vv. 1-12 hacen hincapié en el poder de las palabras, por lo que debe tenerse cuidado al hablar; mientras que los vv. 13-18 hablan más de la conducta de los maestros. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.2pt;">Los vv. 1 y 2 hablan del riesgo que corren los maestros de ser juzgados severamente por lo que dicen (y cómo lo dicen) al pretender enseñar a otros. Los vv. 3-6 presentan una serie de ilustraciones para mostrar el problema del poder de la lengua, el poder que se esconde en las palabras que pronunciamos. Y los vv. 7-12 presentan una franca y argumentada exhortación para que controlen el uso de la lengua. El mensaje de Santiago es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los que quieran ser maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> deben entender que asumen una tremenda responsabilidad</b>, pues deben ser ejemplo de lo que enseñan. Si fracasan, su condenación es más severa.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> El cuidado ha de estar no sólo en lo que dicen y cómo lo dicen, sino en la manera como viven la fe que proclaman. Santiago, pues, está preocupado tanto de la disciplina mental, como de la disciplina moral, social y relacional de los maestros en la iglesia.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto de Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.2pt;">Aunque Santiago habla básicamente a los que pretendían ser maestros en la iglesia, su mensaje acerca del poder y los peligros de la lengua puede aplicarse a todos los creyentes. Este no es el único texto donde Santiago habla de la lengua. Por ejemplo, en <time hour="1" minute="19" w:st="on">1:19</time> aconseja a sus lectores que deben ser <i style="mso-bidi-font-style: normal;">prontos para oír </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lentos para hablar</i>. En <time hour="2" minute="12" w:st="on">2:12</time> les recuerda la necesidad de refrenar la lengua en la práctica de la religión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hablen y pórtense como quienes han de ser juzgados por la ley que nos da libertad</i>. En <time hour="4" minute="11" w:st="on">4:11</time> los exhorta a que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no hablen mal unos de otros</i>. En 5:9 los aconseja que <sup> </sup><i style="mso-bidi-font-style: normal;">no se quejen unos de otros</i> y en 5:12-18 les presenta una variedad de maneras como puede ser usada la lengua tanto para bien personal como para bien de los demás en la comunidad de fe, especialmente que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados.</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-size: 14pt;">¿Cómo está estructurado el texto de Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Aunque <personname productid="la NVI" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i></personname> tiene este texto en cuatro breves párrafos (vv. 1-2, 3-6, 7-8 y 9-12), debido a su contenido parece mejor seguir la división de <personname productid="la RVA" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RVA</i></personname>, que presenta el texto en dos párrafos: vv. 1-6 y 7-12. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Hay básicamente dos asuntos que Santiago presenta en este texto. Los dos están estrechamente relacionados con el liderazgo en la iglesia, especialmente con los maestros.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">1. En los vv. 1-6, Santiago exhortó a los que pretendían ser maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios en la iglesia, para que tuvieran cuidado con lo que enseñaban y la manera como lo hacían, pues eran responsables delante de Dios. Presenta la seriedad del asunto no solamente porque ellos tendrían que dar cuentas, sino porque eran vulnerables al error y a la mala conducción de las personas en la iglesia. Por lo tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los que pretendían ser maestros en la iglesia debían tener cuidado con lo que enseñaban y cómo lo hacían</b>.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;">2. En los vv. 7-12, Santiago indica que los que pretendían ser maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debían ser suficientemente humildes para reconocer sus limitaciones. Se presenta la lengua como incontrolable y peligrosa, pero a la vez muestra que era necesario tenerla bajo control porque de ella dependía el curso de la vida de las personas. Por lo tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los que pretendían ser maestros en la iglesia tenían la obligación de controlar su lengua, aunque era difícil hacerlo</b>. <span style="color: red;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cómo se desarrollan estos conceptos en Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"></div></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En estos versículos hay una exhortación a usar tanto el lenguaje verbal como el no verbal, las palabras y la conducta en conformidad con la sabiduría que proviene de Dios. En el capítulo dos, Santiago habla de vivir la fe <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sin hacer distinción de personas</i> (2:1). En el capítulo tres invita a sus lectores a vivir la fe sin arrogancia y con la humildad que da la sabiduría que proviene de Dios. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Los vv. 1 y 2a son la base de todo el argumento del texto (vv. 1-12) y presentan <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">una exhortación a los que pretendían ser maestros en la iglesia</b>, de modo que se dieran cuenta del compromiso que asumían al presentar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios al pueblo. El v. 2b es una reflexión acerca de la importancia de tener control de lo que pensamos y decimos.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El mensaje es muy directo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No pretendan muchos de ustedes ser maestros</i> (v.1).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> La exhortación implica que la posición de maestro era algo codiciada<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> y que al parecer se había pervertido, o a lo menos se habían desviado los objetivos. Advierte sobre la carga de responsabilidad que tienen los maestros: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">seremos juzgados con más severidad</i>. El texto no dice nada de las falsas doctrinas proclamadas por estos maestros, de modo que al parecer este no era el problema. Junto con la exhortación, hace la observación de lo vulnerable que somos los seres humanos, lo cual hace que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tropecemos</b> muchas veces: T<i style="mso-bidi-font-style: normal;">odos fallamos mucho</i> (v. 2a)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i> ¡Cuánto más fallarán los maestros con su lengua, ya que tienen que hablar en muchísimas ocasiones!</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El control de la lengua es una prueba del carácter de la persona. A primera vista, Santiago pareciera plantear la impotencia del ser humano ante el poder de la lengua, pero en realidad no es así; lo que sugiere es que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> es necesario controlar la lengua para poder controlar la vida </b>(v. 2b). Esto es posible sólo cuando se orientan los pensamientos conforme a la sabiduría de lo alto, a través de la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. La vida de una persona es gobernada por la voluntad, el corazón, el intelecto. Las palabras, no son más que el reflejo o expresión del pensamiento. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Lo que Santiago quería era la integridad y madurez de los maestros en la iglesia, de modo que sus <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">dichos</b> y sus <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hechos </b>fueran consecuentes. Si tenían control de sus pensamientos, tendrían control de sus actos. El hincapié principal de Santiago está en aquellos que querían ser maestros, pero su exhortación respecto a la lengua puede aplicarse a todos los creyentes en la iglesia. El problema planteado referente a los maestros no era la falsa doctrina, sino la arrogancia (pretender ser mejores) y la falta de coherencia entre lo que decían y lo que hacían (comp. v. 13). </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">En los vv. 3-5, Santiago<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>continúa el pensamiento acerca de la persona <i style="mso-bidi-font-style: normal;">perfecta</i> del v. 2, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">capaz de controlar todo su cuerpo</i>. Presentan tres ilustraciones de la importancia de controlar la lengua. Las tres hacen hincapié en las grandes cosas que puede hacer un pequeño instrumento, según sea el uso que se le dé, ya sea para bien o para mal. Un pequeño freno puede ser usado para controlar un brioso caballo, un pequeño timón puede controlar una gran embarcación en medio de los mares embravecidos y una sola chispa de fuego (el uso de la lengua) sin control puede destruir un gran bosque. Quien tenga el control del freno, dominará al caballo; quien tenga el control del timón, conducirá el barco; quien tenga control de su lengua, tendrá en control su vida y podrá ayudar a los demás.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">El v. 3 presenta la primera ilustración: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo el animal</i>. Esta ilustración hace hincapié en la importancia de atacar el problema en su esencia. Si una persona controla su lengua, controla todo su cuerpo, controla su vida.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> El punto de Santiago es éste: de la misma manera como el caballo puede ser controlado mediante un freno en su boca (algo bastante pequeño en relación con el caballo), así la persona podrá controlar sus actos (su conducta) si aprende a controlar su lengua. </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.3pt;">La ilustración del v. 4 referente al pequeño timón de un barco: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fíjense también en los barcos.</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">A pesar de ser tan grandes… se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto.</i> Esta habla de lo que es capaz de hacer la persona con su vida cuando la lengua está bajo su control. Según el contraste que se presenta en los vv. 4 y 5, el pequeño timón del barco es como la lengua en nuestro cuerpo (nuestra conducta).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.3pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> ¡La lengua debe estar al servicio del cuerpo y no el cuerpo al servicio de la lengua!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">El v. 5 presenta la tercera ilustración habla de la gran destrucción que puede hacer una pequeña: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imagínense qué gran bosque se incendia con una pequeña chispa.</i> Mediante ésta se advierte sobre el problema de la lengua sin control, que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hace alarde de grandes hazañas</i>. La jactancia era, precisamente uno de los problemas de los maestros a quienes Santiago se dirigía. Ellos, como consecuencia de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">celos amargos y las contiendas,</i> habían caído en este pecado (comp. 3:14). Santiago les advierte sobre el peligroso poder destructor de la lengua: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!</i> Pero así como el barco grande es controlado a voluntad del piloto por el control que tiene del timón, la vida debería ser controlada por un acto de voluntad de la persona que controla su lengua. Por supuesto, la sola voluntad no es suficiente, pero tenemos las directrices de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a> y el poder del Espíritu Santo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En la comparación con las ilustraciones presentadas, en el v. 6, Santiago habla de una manera más precisa y directa, acerca del poder que tienen los pensamientos y las palabras (la lengua) para <span style="letter-spacing: -0.2pt;">afectar la vida de una persona.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> En este texto Santiago amplía figura de la lengua como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">una chispa que incendia un gran bosque</i>, para impactar a los lectores, y afirma: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la lengua es un fuego, un mundo de maldad.</i> Junto con ésta, hace otras declaraciones que hablan de la naturaleza perversa de la lengua: contamina el cuerpo entero, prende fuego al curso de nuestra vida y es inflamada por el mismo infierno. ¡En cuántos problemas podemos vernos envueltos por causa de nuestra lengua: por lo que decimos y la manera cómo lo decimos! Por eso, es necesario tener control de la lengua.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.2pt;">Los vv. 7-12 constituyen la segunda parte del texto. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Aunque fuera algo difícil para una persona controlar su lengua, los que pretendían ser maestros en la iglesia tenían la obligación de hacerlo</b>. Se presentan dos planteamientos con respecto a la lengua, que eran motivo para que los maestros estuvieran alerta. Los vv. 7 y 8 indican que la lengua era <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">incontrolable</b> y los vv. 9-12 hablan de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">incoherencia</b> de la lengua como algo que no debía ser. Este último pensamiento se refuerza mediante dos ilustraciones tomadas de la naturaleza: el agua de un manantial y el fruto de una planta.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">En los vv. 7 y 8, Santiago muestra cómo el ser humano ha sido capaz de domar la naturaleza externa (física), pero no ha podido dominar la naturaleza interna (su lengua, su conducta) que siempre tiene presente como una amenaza.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a> Santiago concluye que la lengua <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es un mal incontrolable, llena de veneno mortal </i>(v. 8). ¡El ser humano tiene dentro de sí su propio enemigo! En verdad, el ser humano no tiene otra alternativa que humillarse delante de Dios, tal como Santiago lo presentará en el capítulo cuatro. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En los vv. 9-12 Santiago muestra lo inconsecuente que es la lengua, pero esto no debe ser así.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Estos versículos contienen básicamente dos ideas.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>En los vv. 9 y 10 se presentan unas evidencias de la inconsecuencia de la lengua y en los vv. 11 y 12 se presentan dos ilustraciones para reafirmar lo absurdo de tal inconsecuencia. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">En estos versículos Santiago vuelve al pensamiento referente a la necesidad de que haya coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos (vv. 9, 10). En este caso, habla de lo contradictorio que es el hecho que con nuestra lengua <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bendecimos </i>y con ella también <i style="mso-bidi-font-style: normal;">maldecimos </i>(v. 9). De esta contradicción e inconsistencia se desprende la exhortación: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hermanos míos, esto no debe ser así</i> (v. 10). Así que, a pesar del problema, Santiago es optimista.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">Las dos preguntas del texto (vv. 11, 12) conforman dos ilustraciones de lo absurdo que es esa vida de dos caras que ha presentado en los versículos anteriores. De un manantial no brota agua dulce y amarga (v. 11); ni tampoco una planta produce un fruto de otra naturaleza que no sea el de ella (v. 12). Así tampoco, de una misma boca no debe salir bendición y maldición. Sin embargo, allí estaba precisamente la inconsecuencia de la lengua: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De la misma boca sale maldición y bendición</i>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a> Por lo tanto, los que querían ser maestros debían aprender y asimilar esta verdad: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debe haber coherencia entre los pensamientos y las acciones, entre los dichos y los hechos, entre la fe y la práctica de la fe</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a> </div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">1. Los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">deben tener cuidado con lo que enseñan y la manera como lo hacen</b>. El ministerio de la enseñanza ha tenido un lugar relevante entre los cristianos desde los primeros días de la iglesia. Santiago enseña que los maestros en la iglesia somos responsables ante Dios de la manera como afectamos a nuestros oyentes con lo que enseñamos.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -16.8pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">2. <b>L</b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">os que pretenden ser maestros en la iglesia tienen la obligación de controlar su lenguaje, aunque esto sea difícil de hacer</b>. Por una parte, los maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debemos ser suficiente humildes para reconocer que también tenemos limitaciones y podemos equivocarnos en lo que decimos y cómo lo decimos. Por otra parte, es necesario luchar para ser lo más fiel y transparente posible en la enseñanza de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Necesitamos cultivar la humildad y la sinceridad como maestros de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; letter-spacing: 0.1pt;">¿Cómo pueden aplicarse los principios de Santiago 3:1-12?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.9pt;">1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span>Por una parte, los maestros en la iglesia deben tener cuidado de reflexionar bastante sobre lo que van a enseñar y la manera como lo harán. Esta es una gran responsabilidad, porque lo que digan y cómo lo digan hará un efecto negativo o positivo sobre sus oyentes. Por otra parte, los oyentes deben ser vigilantes para evaluar a la luz de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios lo <span style="letter-spacing: 0.1pt;">que escuchan de sus líderes en la iglesia. La próxima vez que predique un sermón o presente una enseñanza, siéntese a reflexionar para evaluar el efecto que hizo. Una manera de hacer esto puede ser invitar a dos o tres hermanos unos cuatro o cinco días después de su presentación que ellos evalúen con usted los efectos de su enseñanza. Si usted es el oyente (no el predicador) reflexione sobre el contenido y la forma del mensaje. Escriba unos comentarios al respecto. Si lo creen conveniente compártalos con el predicador (pastor o maestro) que lo presentó.</span><span style="letter-spacing: -0.9pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">2. Todos aprendemos constantemente. </span>¡Los maestros también somos alumnos! <span style="letter-spacing: 0.1pt;">A veces aprendemos de nuestros aciertos y otras veces aprendemos más de nuestros errores. Por eso, es importante que nos evaluemos constantemente para avanzar en lo que estamos haciendo bien y para rectificar lo que podemos hacer mejor. Si usted es predicador, dedique un tiempo, unas horas, para que reflexione y evalúe lo que usted ha estado enseñando y la manera como lo ha hecho durante el último año. Trate de responder lo más sinceramente posible esta pregunta: ¿Cuáles han sido los resultados? Identifíquelos con claridad y haga oración al Señor según sea el caso. Si usted no es maestro, sino uno que recibe enseñanza, evalúe la enseñanza que ha recibido en los últimos tres meses. ¿Se ajustan de verdad a lo que enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios? ¿Qué lo hace pensar así? Escriba unos comentarios al respecto.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">3. Aunque el mensaje del texto estudiado es una exhortación directa a los maestros en la iglesia, todos los cristianos somos responsables delante de Dios de lo que decimos y como lo decimos. Lo que afirmamos con nuestras palabras debe mostrase en nuestra conducta. Ese es el cuidado que Santiago quiere que tengamos. Todos debemos reflexionar sobre lo que decimos y cómo lo decimos, a fin de avanzar en el desarrollo de la vida cristiana de una manera coherente. Tenemos que reflexionar acerca de cuánto bien o cuánto mal podemos hacer con nuestras palabras y cómo las decimos. Nuestras palabras deben ser para edificación no para destrucción. Pensando en esto, reflexione sobre su vida: ¿Cuánto edifica a los demás con lo que usted dice y como lo dice? Escriba un breve comentario al respecto. Haga oración sobre la base del comentario que escribió.</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Santiago habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">un juicio más riguroso</i>. Esto no se refiere al juicio final sobre los seres humanos, sino más bien a la actitud que asumen las personas ante los líderes que actúan mal.</span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">En cierto modo el v. 1 advierte sobre un peligro particular de los maestros y el v. 2 advierte sobre un peligro universal que se extiende a todas las personas. </span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="letter-spacing: -0.3pt;">El don de la enseñanza es un gran privilegio, pero es a la vez una gran responsabilidad. El Nuevo Testamento habla acerca del don de enseñar (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28) y con claridad indica que el pastor es también un maestro (Efesios <time hour="4" minute="11" w:st="on">4:11;</time> 1 Timoteo 5:17). El don de la enseñanza es un gran privilegio, pero es a la vez una gran responsabilidad.</span> </span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Algo parecido es el planteamiento del apóstol Pablo más tarde en relación con los pastores (comp. 1 Timoteo 3:1 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si alguno anhela el obispado, desea buena obra. Pero... [RVR60]</i>). Jesús también había hecho una advertencia similar a los dirigentes del pueblo de Israel (Mateo 23:8).</span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">El sabio Salomón dio su veredicto sobre el poder de la lengua: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la lengua hay poder de vida y de muerte; quienes la aman comerán de su fruto</i> (Proverbios <time hour="18" minute="21" w:st="on">18:21,</time> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). El comentario de Pablo en Gálatas <time hour="5" minute="15" w:st="on">5:15</time> también se relaciona con el mismo asunto.</span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">No importa cuán fuerte, impetuoso y embravecido sea el mar de la vida, si hay control del timón, el “barco” llegará a puerto seguro.</span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">También en el control de nuestros pensamientos, de lo que decimos y cómo lo decimos, es necesario que seamos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacedores de <personname productid="la Palabra. Siempre" w:st="on">la Palabra<span style="font-style: normal;">. Siempre</span></personname><span style="font-style: normal;"> está latente la chispa que enciende el fuego.</span></i></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Si una persona repite muchas veces una mentira, finalmente termina asumiéndola como verdad.</span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Es asombroso ver lo que el hombre moderno es capaz de hacer mediante la ciencia física y las comunicaciones; pero es triste ver la realidad moral del hombre contemporáneo. Mientras que parece haber gobernado al mundo físico, él mismo se hunde en el caos de la inmoralidad y la ausencia de valores. </span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Esto es similar al hombre de doble ánimo presentado en 1:8 y la fe sin obras de <time hour="2" minute="17" w:st="on">2:17.</time></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;">Este es el argumento de los vv. 13-18 en este mismo capítulo.</span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-50653385290665313022011-02-16T13:30:00.000-08:002011-02-16T13:30:13.549-08:00La fe y las obras del cristiano<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 16pt; line-height: 150%;"><strong>Santiago 2:14-26</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-outline-level: 1; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">En el capítulo 1, Santiago habla de la actitud que deben asumir los cristianos ante las situaciones difíciles y los exhorta a que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oigan</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">practiquen</b> lo que <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios enseña (v. 22). En el capítulo 2 hace hincapié en aspectos más específicos para que los cristianos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">pongan en práctica <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. En este sentido, habla tanto del trato imparcial en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las relaciones</b> con el prójimo en la vivencia de la fe (vv. 1-13), como de la fe demostrada en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acciones</b> de servicio al prójimo (vv. 14-26).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> En este texto, Santiago enseña que una persona tiene autoridad para decir que cree algo sólo cuando está dispuesta a vivir lo que predica. En otras palabras, la fe verdadera está ligada a las obras que la demuestran. El contexto general de <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> enseña que las obras no salvan a nadie, pero los que han sido salvados hacen buenas obras como resultado de su nueva vida (comp. Efesios 2:8-10; Tito 3:8). La fe verdadera se muestra en las obras. Así que, el cristiano lleva sobre sus hombros una carga de compromiso y sacrificio en relación con el prójimo, que no puede eludir en su peregrinaje cristiano.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">El argumento de Santiago en estos versículos es que <b>la fe genuina se demuestra no sólo con palabras, sino con obras </b>de servicio al prójimo necesitado. Si la fe no tiene obras es inútil, está muerta. <b>La fe y la acción van de la mano en la vida cristiana</b>. No son los argumentos los que demuestran la fe de una persona, sino su conducta, su estilo de vida. Bien puede decirse, entonces, que creer es actuar conforme a los principios de esa fe que se profesa. En otras palabras, la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">afirmación</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acción</b> del cristiano deben ser coherentes en su peregrinación.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Cuál es el contexto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">En los primeros versículos de este capítulo, Santiago advirtió a los creyentes acerca del amenazante peligro de la acepción de personas dentro de la iglesia. En este sentido, exhortó a los cristianos para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">que vivieran la fe en obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios sin hacer acepción de personas</b> (2:1-13). En los vv. 14-26 hace <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">un llamado a demostrar la fe mediante las obras, en acciones de servicio al prójimo</b>. Bien puede decirse que todo el texto de los vv. 14-26 es un argumento final de la exhortación dada en 1:22, donde dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Llévenla a la práctica</b></i>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Cómo está estructurado el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><personname productid="La NVI" w:st="on"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i></span></personname><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;"> divide el texto en cuatro párrafos (vv. 14-17, 18-19, 20-24 y 25-26). <personname productid="La RVA" w:st="on">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RVA</i></personname> y <personname productid="la DHH" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">DHH</i></personname> tienen el texto en tres párrafos, con una pequeña diferencia en el último.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> De acuerdo con el contenido del texto, parece mejor unir los últimos dos párrafos de <personname productid="La NVI" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i></personname> y quedarse con tres divisiones, ya que los vv. 20-26 son dos ilustraciones tomadas de las Escrituras para apoyar el argumento del texto.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> Puede decirse que los vv. 14-17 presentan el argumento del texto, el cual se ilustra con un ejemplo del sentido común; los vv. 18 y 19 presentan lo que bien pudiera denominarse como la base para “un debate” sobre el argumento; y los vv. 20-26 presentan dos ejemplos de las Escrituras para apoyar el argumento que la fe sin obras está muerta. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Sobre la base de la estructura del texto, puede decirse que se presenta tres asuntos que Santiago quería comunicar, referentes a la vivencia del evangelio. Tienen que ver básicamente con las obras como demostración de la fe que profesaban.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">1.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Santiago dice que a los creyentes no les servía de nada afirmar que tenían fe si ésta no se evidenciaba en lo que hacían. Mediante un ejemplo del sentido común, ilustra su argumento: Si conocían la necesidad de una persona y no hacían nada para satisfacerla, su conocimiento no servía para nada. En otras palabras, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">era necesario que su fe se mostrara a través de lo que hacían</b>. De lo contrario su fe era inútil.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">2.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A través de lo que parece un “debate imaginario”, Santiago dice que una persona podía tener una creencia correcta y sin embargo no ser un verdadero cristiano, si no vivía conforme a lo que decía creer. Para ridiculizar a los que se conformaban con “tener una creencia correcta” (tener fe), Santiago les dice que hasta los demonios creen en Dios, pero no obedecen lo que él dice. Así que, Santiago quería enseñar a sus lectores que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe en Jesucristo se mostraba mediante la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b><span style="letter-spacing: -0.4pt;">.</span> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">3. Para ilustrar el concepto que la fe sin obras estaba muerta, Santiago presentó dos ejemplos (Abraham y Rajab) que hablan tanto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">riesgo</b> como de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sacrificio</b> personal en la práctica de la fe. En el caso de Abraham, su fe implicó sacrificio al obrar mediante la decisión de entregar (sacrificar) a su hijo Isaac, y en esto –dice Santiago- su fe llegó a la perfección. En el caso de Rajab, su fe se demostró mediante el riesgo (obras) que asumió al dar protección a dos enemigos de su pueblo. Santiago quería enseñar a sus lectores que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> la fe en Jesucristo implicaba sacrificio personal a través de las obras</b>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt;">¿Como se desarrollan estos conceptos en el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">En los vv. 14-17, Santiago presenta el argumento de todo el texto: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe genuina se demuestra no con palabras, sino con obras<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></b></span></span></span></a> de servicio al prójimo</b>. Si la fe no tiene obras es inútil, está muerta. Entonces, la fe y la acción van de la mano en la doctrina cristiana. No son los argumentos los que demuestran la fe, sino la conducta, el estilo de vida de las personas. Creer es actuar conforme a los principios de esa fe que se profesa. Dicho de otro modo, la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">afirmación</b> y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acción</b> deben ser coherentes.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Según el v. 14, la profesión sin acción carece de valor.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Santiago no enseña que la salvación es por obras, sino que la fe auténtica se evidencia en obras. Así como en 1:21, 22 muestra que <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios tiene un poder salvador, pero para que tenga efecto en la vida cotidiana debe ser obedecida por el que dice haberla recibido; de la misma manera, la fe sin las obras carece de sentido. Así como no ser hacedor de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> es engañarse a sí mismo; del mismo modo, no hacer el bien al necesitado es negar la fe que se afirma con palabras. El concepto que se presenta en este texto no es que la salvación depende de las obras, sino que el creyente debe mostrar, a través de sus actitudes y acciones, que en realidad ha ocurrido un cambio en él. Que su fe afecta su acción en todos los ámbitos de su vida y que las otras personas pueden verlo en su conducta.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">El v.14 no dice en qué consisten las obras, pero el párrafo completo (vv. 14-17) indica que se refieren a las acciones de compasión y servicio a los que en verdad tenían necesidad (comp. 1:26, 27). ¿Qué sentido tiene realizar una “buena obra” a favor de quienes no tienen ninguna necesidad? Por otra parte, ¿qué sentido tiene que alguien sienta compasión por los necesitados y aún haga oración por ellos, si no está dispuesto a despojarse de sus bienes para atenderlos en sus necesidades?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Los vv.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>15-17<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>incluyen una ilustración para apoyar el argumento, que toca profundamente los sentimientos de quienes son verdaderamente cristianos.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> Santiago presenta un supuesto que bien pudo ser una realidad en aquella comunidad de creyentes. No se trataba simplemente de decir y no hacer, sino de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">decir</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hacer</b>.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a> Era asunto tanto de ver la necesidad como de actuar conforme a ella, para satisfacerla; la buena voluntad y la supuesta amigabilidad no eran suficientes.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">El supuesto presentado por Santiago (vv. 15, 16) halla su respuesta conclusiva en el v. 17: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Así también la fe por si sola, si no tiene obras, está muerta</i>. La fe auténtica no es un simple asentimiento intelectual con respecto a ciertas verdades, sino una convicción interior que motiva a la acción. De este modo, <b>la fe y las obras son inseparables</b>; no pueden divorciarse y seguir con vida en forma individual. Por eso, Santiago dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la fe por si sola, si no tiene obras, está muerta.</i> La fe genuina es compromiso. ¡No actuar a favor del prójimo es negar la fe!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Según los vv. 18 y 19, Santiago recurre al sentido lógico para responder a una supuesta objeción y en los vv. 20-26 apela a la autoridad de las Escrituras (Antiguo Testamento) de las cuales toma dos ejemplos para apoyar su argumento. Bien puede decirse que la fe verdadera es convicción en acción.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Al leer los vv. 18 y <metricconverter productid="19, a" w:st="on">19, a</metricconverter> primera vista pareciera que Santiago estaba presentando un argumento científico para decir que lo único verdadero es lo demostrable. Pero no es así. En realidad, lo que hace es llamar la atención a un sentido lógico que lleva la fe al terreno práctico y no la deja sólo en la convicción intelectual, ni en una sencilla reacción emocional. Para reforzar su argumento, declara que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">también los demonios creen y tiemblan</i>, pero no hacen nada más. En otras palabras, tienen fe en el sentido que creen en la existencia de un único Dios personal, pero no actúan conforme a ese conocimiento. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Dios debe ser mostrada a través de las obras del creyente</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Santiago presenta un diálogo imaginario (v. 18) mediante el cual sugiere que es absurdo pretender demostrar algo sin algún tipo de acción. Es como si se presentara un debate entre dos contrincantes, uno defiende su fe y otro defiende sus obras: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú tienes fe, y yo tengo obras</i>. El reto se expresa con estas palabras: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muéstrame tu fe sin tus obras</i>, lo que parece un imposible, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">y yo te mostraré mi fe por mis obras,</i> lo que sí es posible y salta a la vista. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">El contenido del v. 19 es una severa advertencia a aquellos que se conforman con un cristianismo vacío, una religión interior, un solo lado de la fe, un simple asentimiento intelectual. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tú crees que Dios es uno. Bien haces.</i> Está bien, estás en camino; pero de nada te sirve si no avanzas, si no llegas hasta el final. Si lo que haces es ver las necesidades del prójimo y le dices <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“que Dios te ayude</b>”, ¿de qué le sirve a él? </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">La fe que es sólo convicción intelectual acepta verdades tan absolutas como que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios es uno</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero esto no es suficiente, también los demonios tienen esta convicción, y la toman tan en serio que hasta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tiemblan</i> ante ese Dios único y Todopoderoso. En la demostración de nuestra fe, no hemos hecho gran cosa con sólo creer que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cristo cambia la vida.</i> Somos personas inútiles (vanas) si sólo nos conformamos con tener este tipo de fe que se queda en el intelecto y no baja al corazón y expresa su compasión en acción.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">Los vv. 20-26 apoyan el argumento mediante el uso de dos ilustraciones tomadas de las Escrituras, para afirmar que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe que no se evidencia en hechos está muerta</b>. El diálogo imaginario de los versículos anteriores tiene su valor, pero Santiago va más allá en su argumento. Ahora busca el respaldo de las Escrituras y se fundamenta en dos ejemplos del Antiguo Testamento: uno, el de Abraham,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> que obró conforme a su convicción ante Dios (vv. 20-24); el otro, el ejemplo de </span><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Rajab<span style="letter-spacing: 0.1pt;">, que obró con misericordia hacia quienes necesitaban ayuda y arriesgó su vida segura de que estaba actuando conforme al deseo de Dios (vv. 25-26).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Con el primer ejemplo (vv. 20-24), Santiago arguye que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe </i>(v. 24) ¿Qué quería comunicar esto? ¿Está Santiago afirmando la salvación por obras? No, absolutamente no. La cita de Santiago referente a Abraham, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuando ofreció a su hijo Isaac en el altar,</i> nada tiene que ver con su salvación, pues este es un evento que ocurrió en un momento de su vida muchos años después que él había depositado su fe en Dios (comp. Génesis 12:1-8; 15:6; 22:1-18).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a> La fe y sólo la fe en Jesucristo puede justificar al ser humano delante de Dios.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a> Pero la práctica de la fe lleva consigo la acción consecuente que la demuestra. Bien podemos decir que creer es también actuar conforme a la fe que afirmamos con palabras. Es bien claro que Abraham actuó conforme a la fe que tenía.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">En cuanto al ejemplo de Rajab<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> (</b>vv. 25, 26), Santiago no dice nada con respecto a su fe y se limita a hablar de sus obras <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino</i> (v. 25). Pero su acto indica que creía en el poder del Dios de los hebreos y actuó conforme a esa fe.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Si Abraham, en su obra de fe, se enfrentaba a la posibilidad de perder a su hijo Isaac, Rajab por su parte corría el riesgo de perder su propia vida al ocultar a los dos espías. En ambos casos las obras descansan en un gran paso de fe. Las obras del creyente prueban que su fe es y está viva. Santiago reafirma su argumento (v. 26) con una comparación que salta a la vista y no necesita comentario alguno: como es el cuerpo sin espíritu, así es la fe sin obras. La fe y la acción son realidades inseparables que se complementan y fortalecen entre sí.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt;">¿Cuáles son los principios que se derivan de Santiago 2:14-26?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">1<span style="letter-spacing: -0.4pt;">.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Jesucristo se muestra a través de hechos coherentes con lo que afirmamos</b>. En efecto, Santiago dice a sus lectores que no les servía de nada tener fe si ésta no se evidenciaba en lo que hacían. Santiago recurrió al sentido común para ilustrar su argumento. Si conocemos la necesidad de alguien pero no hacemos nada para satisfacerlo, ¿de qué le sirve a ese hermano nuestro conocimiento?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.1pt;">2.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">La fe en Jesucristo se muestra mediante la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</span></b><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">. Santiago les dijo a sus lectores que hasta los demonios creen en Dios (y hasta sienten miedo), pero no obedecen lo que él dice. En verdad, una persona puede tener una creencia correcta y sin embargo no ser un verdadero cristiano, porque no vive conforme a lo que dice creer. Hay personas llamadas cristianas que tienen una rectitud doctrinal envidiable, pero una conducta despreciable. El evangelio exige que seamos coherentes entre nuestros dichos y nuestros hechos.<span style="letter-spacing: -0.1pt;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">3. <span style="letter-spacing: -0.3pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Jesucristo implica riesgo y sacrificio personal en nuestras acciones</b>. Los dos ejemplos que Santiago presentó a sus lectores (Abraham y Rajab) para ilustrar el concepto que la fe sin obras está muerta, hablan tanto de riesgo como de sacrificio personal. Nuestra fe genuina se manifiesta en lo que hacemos en servicio a los <span style="letter-spacing: 0.1pt;">necesitados y el verdadero servicio siempre implica sacrificio personal. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.9pt;">¿Cómo se pueden aplicar los principios de Santiago </span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 14pt;">2:14-26<span style="letter-spacing: -0.9pt;">?</span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.3pt;">1</span><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Jesucristo se muestra a través de hechos coherentes con lo que afirmamos</b>. El punto de Santiago es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe que no se muestra a través de las obras está muerta</b>. El ejemplo que Santiago presentó es brillante y penetrante: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario,<sup> </sup>y uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse”, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?</i> Si conocemos la necesidad de alguien y hasta hacemos oración por él, pero no hacemos nada para satisfacerle su necesidad, ¿de qué le sirve a ese hermano? Usted no necesita ir muy lejos. A su alrededor, en a iglesia y fuera de ella hay gente con necesidades. Algunas de esas necesidades son materiales, otras son psicológicas, morales, o sociales y, sin duda, algunas son espirituales. Hay un campo amplio para que usted demuestre su fe evangélica. Tal vez no tiene recursos materiales para ayudar, pero tiene capacidad para escuchar y ayudar a aquellos que se sienten solos y confundidos. ¡Cuánto le ha dado Dios a usted que puede compartir con el prójimo! Reflexione sobre esto y decida cuáles son los pasos que dará de ahora en adelante. Escríbalos en forma sencilla.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">2. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Jesucristo se muestra mediante la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Es cierto que se puede tener una doctrina correcta, fiel a las Escrituras, y a la vez tener una conducta mala fiel al sistema del mundo. Con frecuencia, los cristianos también somos desobedientes al evangelio. Por ejemplo, todos los cristianos auténticos creemos firmemente que Jesucristo volverá de nuevo a este mundo para salvar a los que le esperan; pero muchos de esos cristianos viven como si no lo creyeran. No obran conforme a lo que creen. Todos los cristianos auténticos creemos firmemente que debemos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amar al prójimo</i>, pero en la realidad cotidiana parece que no encontramos a “ese prójimo” aunque esté muy cerca de nosotros. No obramos conforme a lo que creemos. Los cristianos afirmamos que se debe confiar en el Señor, pero en la realidad de la vida, en los momentos difíciles, tal afirmación parece que se desvanece. Todos los auténticos cristianos creemos que el nuevo nacimiento es un paso fundamental para la salvación, pero con frecuencia muchos quieren vivir como de acuerdo con la vieja naturaleza. Reflexione sobre su vida: ¿De verdad hay coherencia entre lo que usted cree y lo que hace? Escriba algunos ejemplos que demuestren coherencia entre su creencia y su vivencia, entre sus dichos y sus hechos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La fe en Jesucristo implica riesgo y sacrificio personal en nuestras acciones</b>. Si Jesucristo, el Señor de los cristianos, tuvo que sacrificarse hasta entregar aun su vida, qué les espera a sus seguidores. Las obras de nuestra fe son una muestra de amor, pero el amor implica cierto desprendimiento a favor del ser amado. Nuestras obras que de verdad demuestran nuestro cristianismo implican sacrificio personal. Por eso se trata de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">obras</b>, no <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sobras</b>. Estas últimas no implican ningún sacrificio. Cualquier persona es capaz de dar lo que le sobre, tal vez porque le estorba. Pero desprenderse de lo que aparentemente aún necesitamos es otra cosa, da cierto dolor. El ejemplo de Abraham que presenta Santiago es elocuente. Por la fe estaba dispuesto a sacrificar a su propio hijo, lo más apreciado. Algo similar ocurre con el ejemplo de Rajab. Reflexione sobre usted: ¿Cuándo hace alguna obra, cuánto sacrificio implica? ¿Es realmente esa obra algo que demuestra su fe? Escriba unos comentarios al respecto. Ya que ha reflexionado sobre las obras en la vida cristiana, ¿qué se propone hacer de ahora en adelante? Escriba unos pasos sencillos que pueda llevar a cabo referente a las obras que evidencian su fe en Jesucristo. </span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">El texto de Santiago 2:14-<metricconverter productid="26 ha" w:st="on">26 ha</metricconverter> sido objeto de muchas polémicas, debido a la aparente discrepancia entre el pensamiento de Pablo y el de Santiago con respecto a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la fe</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">las obras </b>(comp. Romanos 4:1-3; Santiago 2:21-24). En realidad, no hay discrepancias, sino que cada uno de estos autores tenía propósitos diferentes y hace hincapié en uno de estos dos aspectos para afianzar su argumento.</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><personname productid="La RVA" w:st="on"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.2pt;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">RVA</i></span></personname><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.2pt;"> tiene estas divisiones: vv. 14-17, 18-24 y 25-26. <personname productid="la DHH" w:st="on">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">DHH</i></personname> lo divide así: vv. 14-17, 18-23 y 24-26.</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">Otra posible estructura del texto es presentarlo con solo dos divisiones: vv. 14-17 y 18-26.</span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">El supuesto del v. 14, expresado en la pregunta: <i>¿de qué le sirve a </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">uno alegar que tiene fe, si no tiene obras?,</i> parece estar muy ligado a la exhortación de 3:1 que dice: <i>Hermanos míos, </i><i style="mso-bidi-font-style: normal;">no pretendan muchos de ustedes ser maestros, pues, como saben, seremos juzgados con más severidad.</i></span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">Es la aplicación cotidiana de aquella sencilla sentencia de Cristo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por sus frutos los conocerán</i> (Mateo <time hour="7" minute="16" w:st="on">7:16,</time> 20).</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">El que sigue los pasos del maestro se presentará y actuará como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">siervo</i> (servidor de los demás) (comp. Marcos 10:45). En muchas partes, <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> exhorta a hacer el bien, a servir al prójimo y tanto más a aquellos que conforman un mismo cuerpo en la iglesia.</span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">Unos años más tarde el apóstol Juan presenta el mismo concepto (1 Juan <time hour="3" minute="17" w:st="on">3:17,</time> 18).</span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.1pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; letter-spacing: -0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.1pt;"><span style="font-size: x-small;">Según este ejemplo, la obra no es en relación con el prójimo. Más bien, nos muestra que Abraham actuó en concordancia con su fe. Creyó que si Dios le pedía que hiciera algo, él debía obedecer y hacerlo.</span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt;">Aparentemente, no hay ninguna diferencia de fondo en estos dos ejemplos. El v. 25 une los dos con las palabras: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De igual manera. </i>Sin embargo, es posible que Santiago quiera usar estos dos ejemplos para incluir tanto a judíos como a gentiles en los mismos principios de práctica cristiana.<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span> Así, no importa si una persona es judía (como el caso de Abraham) o si no es judía (como el caso de Rajab), de todos modos su fe debe manifestarse en obras.</span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.1pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; letter-spacing: -0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; letter-spacing: -0.1pt;"><span style="font-size: x-small;">La cita de Santiago es un hecho que ocurrió mucho antes de que Dios ordenara a Abraham el sacrificio de su hijo. Ese hecho de “creer” ocurre cuando Dios prometió el hijo a Abraham, no cuando tomó la decisión de sacrificarlo, según Dios se lo había pedido. Aparentemente hay una contradicción en el pensamiento de Pablo y el de Santiago. Pero no es así, Pablo habla de la fe como acto inicial y único para la salvación, Santiago habla de la fe y las obras como acto continuo en el desarrollo de la vida cristiana.</span></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">Comp. Romanos <time hour="3" minute="22" w:st="on">3:22;</time> 4:18-22.</span></span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;">El escritor de la carta a los Hebreos menciona la acción de Rajab como una prueba de su fe (Hebreos 11:31).</span></span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-45569573591563819822011-01-21T13:54:00.000-08:002011-01-21T13:54:30.495-08:00Nuestra relación con la Palabra de Dios<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Reflexiones sobre el Salmo 119:9-16</span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: red; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios!</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En la vida hay cosas relativamente <b>fáciles</b> de realizar, las hay <b>difíciles</b> y hay también las que parecen <b>imposibles</b>. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La vida íntegra de una persona parece una de esas cosas imposibles en este mundo.</b> </span><personname productid="la Palabra" w:st="on"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">L</span><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">a Palabra</span></personname><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> de Dios dice que es posible la vida íntegra (recta), si estamos dispuestos a seguir sus consejos. En esta ocasión examinaremos brevemente un texto que habla de la vida íntegra. Se trata de la segunda estrofa de ese largo poema conocido como Salmo 119. Los vv. 9-16 constituyen la segunda estrofa de ese largo poema de 22 estrofas, que trata acerca de la relación que debemos tener con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> El texto presenta tres pistas básicas para la vida íntegra. Nuestra conducta revelará si las estamos siguiendo. Estos son principios normales de la vida con los cuales nos encontramos a cada paso. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios!</span></i><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Esa relación tiene un proceso sencillo, pero efectivo, que puede resumese en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: red;">O</span></i><span style="color: red;">IR</span></b>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: red;">P</span></i><span style="color: red;">ENSAR</span></b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: red;">A</span></i><span style="color: red;">CTUAR</span></b> de acuerdo con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. ¿Cómo vamos a actuar bien, si primero no escuchamos y reflexionamos sobre lo que debe ser nuestra conducta? ¿Cómo vamos a tener una vida íntegra, si no la amoldamos a lo que dice el Creador de ella? En la sociedad contemporánea parece que hemos perdido la capacidad de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">OIR</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PENSAR</b> y nos limitaciones a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ACTUAR</b> situacionalmente. Tenemos que cambiar este modo de vida y ajustarla al proceso de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">O</b>ír, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">P</b>ensar y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">A</b>ctuar de acuerdo con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El mensaje de la estrofa que hemos mencionado puede resumirse así: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red;">La persona íntegra vive de acuerdo con las exigencias de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</span>.</b> En verdad, este es el planteamiento del v. 9, que ha sido expresado a través de una pregunta y una respuesta<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: </i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? <br />
Viviendo conforme a tu palabra</span></i><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> (NVI).</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Puede afirmarse que el texto presenta tres asuntos bastante claros: 1) </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La manera</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> de alcanzar la vida íntegra (v. 9, 10, 12); 2) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El propósito</b> de obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (v. 11) y 3) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El resultado</b> de obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (13, 14, 15, 16).</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Antes de continuar la reflexión, dejamos el siguiente bosquejo del texto:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Oír</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> (escuchar) atentamente a Dios y su Palabra es la manera lograr la vida íntegra (vv. 9, 10). En este sentido, el texto dice que:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.6pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level2 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 39.6pt; text-align: justify; text-indent: -21.6pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">1.1.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Para tener una vida íntegra era necesario obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (v. 9).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.6pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level2 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 39.6pt; text-align: justify; text-indent: -21.6pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">1.2.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El salmista buscaba a Dios con todo su ser y no quería desviarse de su Palabra (v. 10).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Meditar</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> (reflexionar) en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios es el segundo paso para la vida íntegra (vv. 11, 12, 16). En este caso, el texto dice que:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.6pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level2 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 39.6pt; text-align: justify; text-indent: -21.6pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">2.1.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El salmista atesoraba <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios en su mente para evitar el pecado (v. 11).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.6pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level2 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 39.6pt; text-align: justify; text-indent: -21.6pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">2.2.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El conocer más de Dios y su grandeza, llevaba al salmista a pedirle ayuda para comprender su Palabra (v. 12).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.6pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level2 lfo1; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 39.6pt; text-align: justify; text-indent: -21.6pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">2.3.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El salmista se deleitaba en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y por eso pensaba en ella continuamente (v. 16).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Actuar</b> de acuerdo con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios es el resultado natural de los dos pasos anteriores (v. 13, 14, 15). El texto dice que:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.9pt; text-align: justify; text-indent: -21.9pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3.1. El salmista hablaba de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios a otros (v. 13).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.9pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-indent: -21.9pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3.2. <personname productid="la Palabra" w:st="on">La Palabra</personname> de Dios le producía al salmista más gozo que todas las riquezas (v. 14). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.9pt; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l1 level2 lfo2; punctuation-wrap: simple; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -21.9pt; vertical-align: baseline;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">3.3.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El autor meditaba (estudiaba) y reflexionaba en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (v. 15).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">Entonces, es bastante claro el mensaje de este texto:</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.1pt; text-align: justify; text-indent: -16.1pt;"><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">1.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="color: red;">prestar atención</span></i></b> a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, a fin de comprender lo que enseña para conducirnos bien en la vida. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red;">Oír</span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify; text-indent: -6pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">- Si no OÍMOS con atención <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, nuestros “oídos” captarán otros mensajes que distorsionarán nuestro estilo de vida. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify; text-indent: -6pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.3pt;">- </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: 0.1pt;">Si queremos oír <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios tenemos que acercarnos a ella con humildad.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify; text-indent: -6pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">- En definitiva, la manera de pensar será moldeada por <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios o por la palabra del sistema en medio del cual vivimos. ¿Entonces, a quién queremos escuchar?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">2.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="color: red;">reflexionar</span></i></b><i> </i>en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, a fin de asimilar su mensaje y las implicaciones que éste tiene en nuestra vida.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red;">Pensar<span style="letter-spacing: -0.3pt;">.</span></span></b><span style="letter-spacing: -0.3pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 21.7pt; text-align: justify; text-indent: -7.7pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Si no PENSAMOS (reflexionamos) en lo que Dios dice en Palabra será difícil comprender verdaderamente lo que enseña.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 21.7pt; text-align: justify; text-indent: -7.7pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">- Si no dedicamos tiempo para estudiar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios será difícil avanzar en la comprensión de su mensaje. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent3" style="margin: 0cm 7.1pt 0pt 21.55pt; text-align: justify; text-indent: -7.65pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt;">- Si no identificamos bien nuestros principios de fe basados en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, ¿cómo vamos a vivir conforme a ellos?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -16.8pt;"><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="color: red;">conducir</span></i></b><span style="color: red;"> </span>nuestra vida de acuerdo con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, a fin de experimentar la vida abundante. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: red;">Actuar.</span></b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -7.8pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">- Si queremos actuar conforme a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, debemos estar seguros que la hemos oído con claridad. ¿Sabemos cuál es su Palabra para nosotros hoy?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -7.8pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">- Si queremos actuar de acuerdo con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios será necesario sacrificar ciertos criterios egoístas. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -7.8pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">- Si queremos actuar conforme a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname>, debemos buscar la ayuda de Él para que guíe nuestros pasos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 16.8pt; text-align: justify; text-indent: -7.8pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><b><span style="color: red; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">¡Entonces, como debemos actuar!</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 12pt;"><b><span style="font-family: Wingdings; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">C</span></span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">OIR </b><personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Esto implica que: 1) Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sincerarnos </b>si en verdad estamos escuchando la palabra de Dios o sólo nos estamos escuchando a nosotros mismos, o estamos escuchando sólo lo que queremos oír. 2) Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">humillarnos</b> ante <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aceptarla</b>. Su mensaje no está pasado de moda, es contemporáneo pero no se ajusta al molde de este mundo. 3) Oír <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios también implica que debemos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> evaluarnos</b> a luz de su mensaje, a fin de hacer las rectificaciones necesarias. ¿Hay evidencias que en verdad estamos escuchando lo que dice Dios? Pregúnteles a dos personas de la iglesia si notan en su vida evidencias de que usted está escuchando lo que dice Dios. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios!</span></i></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 12pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 12pt;"><b><span style="font-family: Wingdings; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">C</span></span></b><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PENSAR</b> en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Parece que hoy nadie piensa, sencillamente se sigue el ritmo de la música que se toque. No cumpliremos las exigencias de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios si no la conocemos. Pensar en la palabra de Dios implica: 1) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Comprender </b>los principios de fe que profesamos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">.</b> Tendremos que dedicar tiempo a la lectura, análisis, reflexión y oración sobre lo que enseña <personname productid="la Biblia." w:st="on">la Biblia.</personname> 2) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Asimilar</b> los postulados de fe que profesamos. Si no asimilamos el mensaje de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, será difícil ponerlo en práctica. Tenemos que hacerla parte de nosotros. 3) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Asumir</b> los postulados de fe basados en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios como la norma de vida. Los consejos de Dios normalmente son contrarios a los consejos del sistema del mundo. Por eso, debemos reflexionar sobre <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios para estar seguros de cuál es el mensaje que nos enseña, a fin de ponerlo en práctica. Hay grupos de estudio bíblico en muchas partes, los hay en su iglesia también. Intégrese a uno de esos grupos de estudio de <personname productid="la Biblia." w:st="on">la Biblia.</personname></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 12pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 12pt;"><b><span style="font-family: Wingdings; letter-spacing: 0.1pt; mso-ascii-font-family: Arial; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-char-type: symbol; mso-hansi-font-family: Arial; mso-symbol-font-family: Wingdings;"><span style="mso-char-type: symbol; mso-symbol-font-family: Wingdings;">C</span></span></b><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">ACTUAR</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> de verdad conforme a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Es necesario que llevemos a la práctica <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios de una manera real</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">. Si no tomamos en serio actuar conforme a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, algo anda mal con nuestro cristianismo. Actuar conforma a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios implica: 1) Hacer ciertos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> sacrificios</b> en nuestra vida. La palabra de Dios no siempre está de acuerdo con lo que nos gusta. 2) Hacer <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cambios</b> en nuestra manera de pensar. Generalmente nuestra manera de pensar, muchas veces sin darnos cuenta, está moldeada por el pensamiento contemporáneo. 3) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Revisar</b> nuestra relación con los demás. La vida íntegra se evidencia también en nuestra buena relación con nuestro prójimo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>4) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Revisar</b> nuestra relación con Dios. 5) R<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">eorientar</b> nuestra vida. Hacer cambios no siempre resulta fácil, pero por lo general son necesarios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 54.0pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Nuestra buena relación con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios se reflejará en nuestra vida diaria, en nuestra relación con la familia, con los compañeros de trabajo, los vecinos, etc. Porque: </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios!</span></i></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-79838586801625307912011-01-18T04:50:00.000-08:002011-01-18T04:50:14.805-08:00Reflexiones en la primera Carta de Juan<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">Distintivos de un cristiano</span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Los lectores originales de 1 Juan sufrían ataques en el campo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">teológico, ético y moral</b>, causados básicamente por los falsos maestros. Algunos de estos ataques habían surgido de maestros dentro de la misma iglesia (4:1; 2:18, 19) y otros la atacaban desde afuera. Jesús había hablado de estos problemas (Mateo 7:15ss) y el apóstol Pablo también había advertido a la iglesia que tuvieran cuidado, porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">entrarán en medio de ustedes</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobos feroces que procurarán acabar con el rebaño</i> y dentro de la misma iglesia –afirmó el apóstol– <i style="mso-bidi-font-style: normal;">se levantarán algunos que</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan</i> (Hechos 20:29, 30 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). ¡La falsedad es una amenaza constante!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">1</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">.</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> El primer gran problema que enfrentaba la iglesia tenía que ver con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los falsos maestros</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la falsa doctrina</b> que estos enseñaban. Juan afirma que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">han salido por el mundo muchos falsos profetas </i>(4:1) y que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">muchos son los anticristos</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">que</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">han surgido ya </i>(2:18), a quienes no vacila en identificar como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el espíritu del engaño</i> en contraposición al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Espíritu de la verdad</i> (4: 6). La iglesia era atacada en el fundamento básico de su fe: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la deidad de Jesucristo</b>. Los falsos maestros pretendían minimizar la persona y la obra de Cristo en la cruz (4:10). Negaban que Jesús era el Cristo (2:22, 23) y no confesaban que era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el Hijo de Dios, venido en cuerpo humano</i> (4:2, 3, 15). Juan les sale al paso y dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre</i> (2:23). Y añade: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo </i>(3:23). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre.<sup> </sup>Ésta es la promesa que él nos dio: la vida eterna. Estas cosas les escribo acerca de los que procuran engañarlos… </i>(2:26, 27). Al final dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Este es el verdadero Dios y la vida eterna</i> (5:20c). </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 18pt; text-align: center; text-indent: 3.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ante el problema de los falsos maestros, la exhortación del apóstol es a la<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> fidelidad</b> al Señor. Por eso comienza su carta hablando de su testimonio personal respecto a lo que había visto, oído y palpado tocante a Jesucristo (comp. 1 Juan 1:1-4) y la termina afirmando que Jesucristo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es el Dios verdadero y la vida eterna</i> (1 Juan 5:20). ¡Apártense de los ídolos!</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">2</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">. </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Otro gran problema que enfrentaba la iglesia se refería a los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">falsos profesantes</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la conducta que asumían</b>. Es claro que algunos no vivían como auténticos cristianos. Esto se evidenciaba en dos grandes vertientes que afectaban radicalmente <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la conducta</b> cristiana. Una tenía que ver con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">liviandad moral</b> manifestada en la subestimación de la realidad y la seriedad del pecado en la vida humana y la eficacia del sacrificio de Cristo. El otro problema tenía que ver con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">liviandad relacional</b> (social) y se manifestaba en la falta de amor entre los hermanos. Ahora el apóstol hace hincapié no sólo en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b>, sino en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b> cristiana de las personas tanto consigo mismas como con sus semejantes.</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.5pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Por una parte, había los que tenían <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">un concepto equivocado del pecado</b>. Mientras algunos pensaban que ya eran perfectos, que el pecado nada tenía que ver con ellos (comp. 1:8), otros pensaban que podían estar en buena relación con Dios y a la vez vivir desordenadamente, manteniendo una conducta de pecado (comp. 3:7-10). Esto reflejaba una filosofía reinante en aquellos días: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el hedonismo</b>. Juan advierte con claridad que no es posible ser luz y a la vez vivir en tinieblas, practicar el pecado y al mismo tiempo tener buena relación con Dios (1:5-10). Por eso, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió</i> (2:6 comp. 4:17).</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Por otra parte, había los que tenían <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">un concepto equivocado del amor a Dios y al prójimo</b>. Algunos pensaban que podían hablar de su amor a Dios sin preocuparse del amor al prójimo. Juan afirma que la falta de amor entre los hermanos, evidenciaba la falta de amor a Dios. Por eso, escribe insistentemente acerca del amor los unos a los otros. Tres veces, en su carta, dedica unos párrafos con un mensaje muy claro respecto al amor a los hermanos (2:9, 10; 3:11-18; 4:7-21). La iglesia necesitaba reflexionar respecto a la práctica de su fe, en especial el amor a los hermanos. <span style="letter-spacing: -0.3pt;">Así que, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el que ama a Dios, ame también a su hermano</i> (4:21). </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Entonces el desarrollo de <personname productid="la Carta" w:st="on">la Carta</personname>, el apóstol Juan apunta a la solución de tres problemas fundamentales: Un concepto equivocado respecto a Cristo, dador de la vida; un concepto equivocado respecto al pecado, destructor de la vida; y un concepto equivocado respecto al amor, manifestador de la vida. Juan dice que escribió <i style="mso-bidi-font-style: normal;">para que sepan que tienen vida eterna</i> en el Hijo (5:13), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">para que no pequen</i> (2:1) y para que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tengan comunión con nosotros</i> (1:3) de modo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nuestra alegría sea completa</i> (1:4). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¿Qué significaba ser realmente cristiano? ¿Quiénes podían afirmar la certeza de su salvación? Juan evaluó la certeza de la salvación de los cristianos del primer siglo, a través de tres pruebas claras y convincentes: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 27pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">1) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prueba teológica</b>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si creemos que Jesús es el Cristo</i>, el Hijo de Dios venido en cuerpo humano. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 27pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">2) La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prueba moral</b>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si practicamos la justicia</i> mediante la obediencia a los mandamientos de Dios. ¡Si obedecemos <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 27pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prueba social</b>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si nos amamos los unos a los otros</i>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">Entonces, Juan evaluó la iglesia de sus días y respondió con fidelidad al evangelio y sensibilidad a la realidad de sus hermanos. ¿Qué haremos nosotros? Sobre la base de la experiencia de Juan reflejada en su carta, hay por lo menos tres conclusiones que podemos visualizar:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 14.2pt; text-indent: -14pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Cada generación de cristianos debe responder con la verdad del evangelio a las falsas enseñanzas que amenazan a la iglesia.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Los cristianos somos conscientes que vivimos en medio de un mundo hostil a la verdad del evangelio. ¡La falsificación abunda...! Por eso, es necesario que conozcamos bien las verdades del evangelio y al mundo que nos rodea, a fin de responder con la verdad. Debemos comprender lo que ofrece Dios y lo que necesita el ser humano. Entonces, en nuestra respuesta evangélica debemos mantener <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b> a las realidades humanas.</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: 14.2pt; text-indent: -14pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Jesucristo es la única respuesta al problema del pecado en la vida humana en cualquiera de sus manifestaciones.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 14.2pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¡Cristo murió en sacrificio por nuestros pecados! Tenemos la plena convicción que por el sacrificio de Jesucristo, Dios ha resuelto el problema del pecado y ha dado la vida eterna a todos los que lo confiesan como Salvador y Señor. ¡<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La vida se manifestó en Jesucristo</i>! Los seres humanos necesitamos la vida abundante y ésta sólo se encuentra en Jesucristo. ¡Cuánto se ha desdibujado al Cristo de la revelación escrita! Es necesario proclamar y seguir al Cristo que presenta <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname>, no al que la imaginación humana ha dibujado.</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 14.2pt; text-indent: -14pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Los cristianos debemos ser conocidos por lo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>decimos</u></i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>hacemos </u></i>en relación con nuestros hermanos.</span></b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 0cm;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La persona auténticamente cristiana manifiesta coherencia entre sus <u>dichos</u> y sus <u>hechos</u>, entre lo que <u>cree</u> y lo que <u>vive</u>. El cristianismo no es una teoría, es un estilo de vida que sigue los pasos de Jesucristo. Debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">pensar</b> nuestra fe para que sea comprendida, pero debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vivirla</b> para que sea imitada en medio de las realidades cotidianas.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">De las tres pruebas que Juan presenta para distinguir al verdadero cristiano, dos tienen que ver con lo que hacemos respecto a nuestra fe. Una se refiere a la justicia, es decir, <b>la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b> y la otra se refiere al <b>amor a los hermanos</b>. Esta última sobresale. Tres veces en la carta, el apóstol presenta una argumentación formal sobre el tema del amor a los hermanos (2:9, 10; 3:11-18; 4:7-21).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><b><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">¿Entonces, qué debemos hacer?</span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">1.<b> </b></span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En sus primeros años, la iglesia fue amenazada por una falsa doctrina que negaba a Jesucristo venido en cuerpo humano. También el mundo, con su sistema de valores anti-Dios, arremetía contra la iglesia. Juan identificó estos dos problemas y ofreció una respuesta cristiana muy clara en las perspectivas teológica, moral y social. Con rostros diferentes, estos problemas se manifiestan en nuestro tiempo. Hay una proliferación de ideologías, enseñanzas y doctrinas falsas que amenazan a la iglesia de Jesucristo. Por otra parte, el mundo de hoy tiene un sistema de valores abiertamente opuesto a los principios del evangelio: el evangelio presenta verdades absolutas, mientras que la sociedad está sumida en la subjetividad y el relativismo. Muchas de estas amenazas contra la iglesia se presentan de manera encubierta, solapada, en nombre de un redescubrimiento de la verdad de <personname productid="la Biblia." w:st="on">la Biblia.</personname> ¡Tengamos cuidado! ¡No confundamos la palabra profética, con las palabras profanas! Mientras sigue su peregrinaje cristiano, no deja de reflexionar en estas preguntas: ¿Cuáles son realmente mis creencias cristianas, son verdaderamente bíblicas? ¿Cuáles son algunas características o maneras de pensar de la sociedad contemporánea? ¿Cuáles son algunos movimientos y doctrinas que hoy amenazan a la iglesia de Jesucristo? ¿En qué sentido puede decirse que estos movimientos están afectando a la iglesia de la cual usted es miembro? ¿Qué estoy haciendo para poner en alto mi fe?</span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: list 0cm; text-indent: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: list 1.0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Con mucha frecuencia se observa a “cristianos” que fácilmente se dejan mover de sus convicciones por doctrinas y movimientos “teológicos” que van apareciendo. Esto sugiere que hay una cierta inseguridad de lo que esos cristianos creen. Reflexione sobre sus convicciones de fe cristiana. ¿Cuáles son los principios básicos de su fe que lo distinguen como cristiano? Juan identificó, en su día, las señales de un auténtico cristiano. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.3pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 39.3pt; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">a)<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si creía que Jesucristo era el Hijo de Dios venido en cuerpo humano.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.3pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 39.3pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">b)<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si obedecía <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.3pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 39.3pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">c)<span style="font: 7pt 'Times New Roman';"> </span></span></span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si amaba a los hermanos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 39.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">2.<b> </b></span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La Biblia enseña que no es posible tener buena relación con Dios y al mismo tiempo andar en tinieblas; o afirmar ser cristiano y al mismo tiempo desobedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Hay quienes afirman ser cristianos, pero no viven como cristianos. ¿Cuáles son algunas prácticas en su vida que se corresponden con las de una persona auténticamente cristiana? El cristiano tiene un estilo de vida diferente al mundo que sigue el sistema anti Dios. Juan exhorta: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió</i> (2:6). </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">Me parece que una buena manera de concluir esta reflexión es con la siguiente oración: “</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Soberano Dios, Señor del cielo y de la tierra, queremos mantenernos firmes en la convicción que tu Hijo Jesucristo es el único Salvador y Señor de nuestra vida. Queremos proclamar con convicción que en Jesucristo hay respuesta al problema del pecado en cualquiera de sus manifestaciones en la vida humana. Queremos confesar que en Jesucristo hay esperanza. Queremos mantener coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos en medio de un mundo incoherente. Decimos que amamos, ayúdanos a demostrarlo. Ayúdanos, Señor, a mantenernos fieles a tu Palabra en nuestro diario vivir. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador y Señor. ¡A Él sea la Gloria siempre! Amén.”</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-25488761786614368812011-01-17T08:06:00.000-08:002011-06-09T07:16:41.440-07:00El favoritismo entre los creyentes!!<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 16pt; line-height: 150%;"><strong>Reflexiones sobre el favoritismo entre los creyentes</strong></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 16pt; line-height: 150%;"><strong>Santiago 2:1-13</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Unos aspectos introductorios al análisis del texto</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;">El texto de Santiago 2:1-13 es un ejemplo a través del cual se muestra cómo podemos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevar a la práctica <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</i> (1:22). El hincapié no está en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el conocimiento</b> de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (como ocurre en el capítulo uno), sino en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la aplicación</b> de ella reflejada en la actitud del cristiano hacia su prójimo. Los vv. 1-7 presentan una exhortación a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">no hacer acepción de personas</b>. Santiago presenta un ejemplo o ilustración de la manera como la acepción de personas se manifestaba en la comunidad de creyentes y cómo al <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">valorar</b> a las personas caían en el pecado de la parcialidad. En los vv. 8-11 muestra como la acepción de personas se constituía en un acto de desobediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Y en los vv. 12 y 13 se plantean las consecuencias de hacer acepción de personas, por lo que debe actuarse siempre de acuerdo con la integridad de las Escrituras. En resumen, Santiago enseña que en obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos actuar con imparcialidad en el trato con nuestros hermanos</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">La acepción de personas ha sido y es un problema de los seres humanos. Este problema incluye también a los cristianos. Pero Santiago tiene un mensaje para ayudar a los cristianos a enfrentar con éxito el problema de la acepción de personas en la iglesia. Para no caer en el favoritismo, el cristiano debe valorar a las personas sobre la base de lo que son y no de lo que tienen. Para no caer en el favoritismo, el cristiano asumir que la acepción de personas está en conflicto con los principios de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Para no caer en el favoritismo, el cristiano debe medir sus decisiones y acciones según los criterios de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, no según los criterios de la sociedad. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.1pt;">En términos generales, el capítulo uno de Santiago hace hincapié en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la actitud interior del cristiano</b>. Se confronta a los cristianos con las pruebas y tentaciones en medio de las situaciones difíciles, y se les exhorta a prestar atención a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios para obedecerla. El capítulo dos proyecta la fe del creyente hacia una nueva dirección y habla básicamente sobre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la relación de la fe con el prójimo</b>. Entonces, en el capítulo dos el hincapié no está tanto en el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conocimiento</b> de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, sino en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aplicación</b> de ella. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">En 1:27, Santiago advirtió que la práctica de la religión pura tiene sus manifestaciones no sólo en la actitud interior, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guardarse sin mancha del mundo</i>, sino también en acciones de servicio al prójimo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción</i>. Ahora, en el capítulo dos, especialmente en los primeros trece versículos, advierte acerca del amenazante peligro de la acepción de personas dentro de la iglesia. En este sentido, en 2:1-13 exhorta a los cristianos para <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">que vivan la fe en obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios sin hacer acepción de personas</b>. En los versículos (v. 14-26) hace un llamado a demostrar la fe mediante las obras, en acciones de servicio al prójimo.</span><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">¿Cuáles asuntos se presentan en el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Hay básicamente tres asuntos que se presentan en el texto. Todos tienen que ver con la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios en la relación del cristiano con las demás personas en la iglesia. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14pt; text-align: justify; text-indent: -14pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">1. <span style="letter-spacing: -0.2pt;">En los vv. 1-7 Santiago exhortó a los creyentes para que no hicieran diferencia entre una persona y otra en la iglesia. Para apoyar su exhortación les mostró un ejemplo hipotético referente al trato preferencial que daban a las personas ricas en detrimento de las pobres. También les mostró cómo ellos tenían criterios diferentes a los de Dios referente a los ricos y los pobres. El mensaje de Santiago es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían valorar a las personas por lo que eran y no por lo que tenían</b>. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">2. En los vv. 8-11 Santiago exhortó a los creyentes para que obedecieran <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, a fin de que no fueran culpables de hacer acepción de personas. No valía la pena obedecer una parte de las Escrituras y desobedecer todo lo demás, porque éstas tenían el mismo valor en todas sus partes. Por eso, les dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hacen muy bien si de veras cumplen la… Escritura: “ama a tu prójimo como a ti mismo”</i>. El mensaje de Santiago es que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> la acepción de personas estaba en conflicto con la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>.<span style="letter-spacing: -0.2pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">3.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Los vv. 12 y 13 indican que los dichos y las acciones de los creyentes serían evaluados a la luz de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Por lo tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la conducta de los creyentes debía estar ajustada a los principios de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">¿Cómo se desarrollan estos conceptos en el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Los vv. 1-7 constituyen la primera parte del texto. El v. 1 presenta el argumento mediante la exhortación a vivir la fe sin<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> dar lugar a favoritismos</i>. Los vv. 2 y 3 ilustran, mediante un caso hipotético, una manera como con facilidad los creyentes pudieran incurrir en el pecado de hacer acepción de personas en la comunidad cristiana. Si tal cosa ocurre, pregunta Santiago, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿acaso no hacen discriminación entre ustedes, juzgando con malas intenciones?</i> (v. 4).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> A modo de contraste, en los vv. 5-7 Santiago hace una serie de preguntas mediante las cuales llama la atención de sus lectores para que reflexionen tanto acerca de la conducta de Dios como la conducta de ellos respecto a las demás personas. En el v. 6 hay una acusación directa de acepción de personas: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ustedes han menospreciado al pobre</i>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">El v. 1 indica que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la acepción de personas es inconsecuente<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></b></span></span></span></a> con la fe cristiana</b>: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La fe… no debe dar lugar al favoritismo. </i>Lamentablemente,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>la comunidad cristiana no escapa a este problema,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> pero es un mal que puede ser combatido. Santiago enfrentó con mucha valentía este problema, lo identificó como una conducta pecaminosa y exhortó a los creyentes para que mantuvieran un trato imparcial hacia todos los hermanos. La parcialidad (favoritismo) puede ser expresada de muchas maneras y pudiera tener muchas motivaciones, pero todas valoran a las personas según lo que tienen, lo que saben, o lo que aparentan, y estas cosas son ilusorias y pasajeras (comp. 1:10, 11). En la iglesia todos somos miembros los unos de los otros, somos siervos unos de otros. Por lo tanto, todo acto de parcialidad es incongruente con la fe, es desobediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y es un atentado contra la unidad de la iglesia. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">En los vv. 2-4, Santiago pasa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">de la exhortación a la demostración de su argumento</b> mediante una ilustración. Los destinatarios bien podían preguntarse: ¿En qué sentido estamos haciendo acepción de personas? El ejemplo de Santiago bien pudo ser real o hipotético, pero es muy claro e ilustrativo. El trato de respeto y privilegios al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hombre con anillo de oro</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> y ropa elegante </i>y el desprecio al hombre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pobre desharrapado </i>es, a todas luces, un acto de acepción de personas. Santiago no se opone a la cortesía, la cual siempre debe estar presente, sino a la discriminación entre los creyentes. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">Al final de estos versículos, Santiago hace dos preguntas en una: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿acaso no hacen discriminación entre ustedes, juzgando con malas intenciones?</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> Con semejante conducta, los creyentes habían hecho, equivocadamente, un juicio de valor: habían concluido que el hombre “rico” y poderoso merecía un mejor trato que el hombre pobre. Por otra parte, estaban haciendo pública la inconsecuencia de su fe: con la asistencia a las reuniones pretendían justificar la rectitud de su fe, pero con la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">distinción de personas</i> en la asamblea la negaban. Estaban actuando con criterios mal fundados. En cierto modo, eran muy vulnerables con respecto a la aplicación de su fe y de la misma manera que el que duda, eran <i style="mso-bidi-font-style: normal;">echados de un lado a otro</i> por las circunstancias (comp. 1:6). Actuar así era ser inconsecuente con la fe, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">era pensar que el valor de las personas se mide por las cosas que poseen y que las posesiones materiales pueden ser una medida válida para hacer distinción entre las personas</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">A modo de contraste, en los vv. 5-7 Santiago hace una serie de preguntas mediante las cuales llama a la reflexión tanto acerca de la conducta de Dios (v. 5) como la de los seres humanos (vv. 6, 7). Es una llamada de atención a la reflexión personal y colectiva acerca de la conducta cristiana. Santiago ataca la mala conducta de los creyentes al hacer <i style="mso-bidi-font-style: normal;">distinción de personas</i> y muestra que hay un gran abismo entre la actitud y acción de Dios, y la actitud y acción de los que hacen acepción de personas. Santiago les dice a los creyentes que Dios honra a los pobres,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> pero ellos con su conducta los deshonran. Ustedes no están siguiendo a Dios, sino a sus criterios personales y egoístas. Así que, les hace un llamado: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escuchen, mis queridos hermanos</i>. Y de inmediato, les hace una pregunta retórica: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?</i> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">En estos versículos Santiago advierte que ante un juicio de valores, se debe tener presente la conducta arrogante y mundana que se esconde detrás de la digna apariencia de los poderosos.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Mediante una serie de preguntas muy bien formuladas, Santiago revela la conducta arrogante y maliciosa de los ricos: ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No son los ricos quienes los explotan a ustedes y los arrastran ante los tribunales</i>? ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No son ellos los que blasfeman el buen nombre de aquel a quien ustedes pertenecen? </i>Tres actitudes revelan la insensibilidad de estos hombres poderosos: explotan a los pobres, los juzgan sin misericordia y los descalifican mediante blasfemias contra el Señor al cual sirven.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Santiago plantea el problema de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">explotación</b><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a> de los obreros por parte de los patronos ricos, como lo específica en 5:4. Había personas en la iglesia que tenían esta mala práctica y el colmo de todo esto es que se les estaba dando ciertos privilegios. ¡Es absurdo mostrar preferencia por aquellos que son opresores! Sin embargo, parece que esto ocurría en la iglesia. Santiago alza su voz para denunciar esta conducta injusta, a fin de que no continúe en la comunidad de creyentes. La explotación de los pobres es todavía un problema de nuestra sociedad; pero esta conducta debe ser desechada y denunciada por la iglesia.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">También plantea el problema del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">juicio fraudulento</b> y sin misericordia.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a> Normalmente esta es la conducta de los ricos egoístas e inhumanos que no se compadecen del pobre y que les importan más sus ganancias que la situación de sus deudores. Con la pregunta: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿No blasfeman ellos el buen nombre que ha sido invocado sobre vosotros? </i>parece que Santiago se refiere a una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">humillación</b> mucho más profunda, más allá de las cosas materiales, que arremetía contra la moral y las creencias de los cristianos.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a> Estos ricos insensibles <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blasfeman el buen nombre</i> del Señor<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>Es fácil imaginar que si un creyente pobre debía algo a un rico éste hablaría mal tanto del cristiano como de Cristo mismo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">En los vv. 8-11 se presenta el concepto que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la acepción de personas está en conflicto con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. El texto plantea básicamente dos asuntos respecto a las Escrituras y la conducta cristiana. 1) Confronta a los creyentes con “la ley del amor”<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></a></span>, de la cual son transgresores toda vez que hacen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">distinción de personas </i>(vv. 8, 9). 2). Les recuerda a los creyentes la unidad de las Escrituras, de modo que al dejar de cumplir sólo uno de los mandamientos se hacen culpables de todos (vv. 10, 11). La declaración del v. 8 es el punto central de estos versículos: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de <personname productid="la Escritura" w:st="on">la Escritura</personname>: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a> Pero aparentemente, no estaban cumpliendo la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ley suprema</i>. Esta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ley </i>se refiere al segundo gran mandamiento:<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Ama a tu prójimo como a ti mismo</i> (comp. Levítico 19:18). Si hacían acepción de personas, eran culpables y esa misma ley los acusaba de transgresores (v. 9).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Los vv. 10 y 11 se refieren a la unidad de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Eso significa que al hacer distinción de personas, se quebrantaba el mandamiento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amar al prójimo</i>, que es una parte de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y en consecuencia el que la quebrantaba era culpable. En este sentido, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ley suprema</i> condena. Así que, aunque no violaran ningún otro mandamiento, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la acepción de personas</i> era suficiente para hacerlos culpables de quebrantar toda la ley. Los dos mandamientos<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span></span></span></a> que se mencionan, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">adulterio</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">homicidio,</i> son sólo dos ejemplos con los cuales se indica que la acepción de personas es un pecado tan grave como lo es el adulterio y el homicidio.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">En los vv. 12 y 13 Santiago les dice a sus lectores que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> sus actos serán juzgados según los principios de las Escrituras</b>. En el v. 12 les dice que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hablen y se porten como quienes han de ser juzgados por la ley que nos da libertad</i>. Toda conducta pasará por el juicio de Dios, cuya medida es su Palabra. Por lo tanto, los cristianos debían comportarse conforme a la enseñanza de <personname productid="la Escritura. Ya" w:st="on"><personname productid="la Escritura." w:st="on">la Escritura.</personname> Ya</personname> en 1:25 habló de prestar atención a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la perfecta ley de la libertad</i>, es decir, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, y había dicho también que debían <i style="mso-bidi-font-style: normal;">recibir con mansedumbre <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> implantada</i> (1:21). Así que, era importante que prestaran atención a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">El v. 13 parece hacer referencia, a modo de conclusión, a la conducta de los creyentes de la cual habla en los vv. 2-4, donde se ilustra como una mala conducta, la acción de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacer</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">distinción de personas</i>. Por otra parte, anuncia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">juicio sin misericordia contra aquel que no hace misericordia</i>. Con esta frase pudiera referirse tanto a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acepción de personas</i>, la mala conducta de los creyentes según los vv. 2-4<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, </i>como a la conducta de los ricos expresada en los vv. 6 y 7. El texto, pues, recuerda el hecho que los creyentes serán juzgados conforme a sus obras. Ante los ojos de Dios, el pecado nunca pasará desapercibido.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>En este sentido, el pensamiento de Santiago está dirigido tanto a los que hacían acepción de personas, como a los ricos que afrentaban al pobre. </span></div><h4 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; font-weight: normal; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></h4><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">¿Cuáles principios se derivan del texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Santiago exhortó a los cristianos para que actuaran con imparcialidad en el trato con los demás hermanos. Los retó a obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios mediante la demostración de amor a todos por igual. Entonces, puede concluirse que la imparcialidad en el trato a los hermanos es una muestra de obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.<span style="letter-spacing: -0.3pt;"> ¿Pero cuáles son unos principios específicos que se derivan de este texto? </span>De este texto se derivan por lo menos tres principios referentes a la imparcialidad en el trato a los hermanos en la iglesia. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 15.0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">1. La acepción de personas está en conflicto con la dignidad humana</span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Aunque el sistema de este mundo valora a las personas sobre la base de lo que poseen, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios nos enseña que debemos valorarlas por lo que son y no por lo que tienen. Así actúa Dios. Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Por lo tanto, la acepción de personas es un acto contrario a lo que Dios hace. La acepción de personas –en la comunidad a la cual escribió Santiago– sucedía cuando entraba un hombre “distinguido” en las reuniones y lo sentaban en el mejor puesto al lado de los líderes, y al entrar un hombre pobre lo sentamos lejos y le prestamos poca atención. Con semejante acto, despreciamos tanto a la persona y sus capacidades, como a Dios. En este sentido, la acepción de personas era un acto descarado que atentaba contra la dignidad humana. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">2.</span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: 0.1pt;">La acepción de personas es un desprecio a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</span></b><span style="letter-spacing: 0.1pt;">. El estilo de vida de nuestra sociedad revela a todas luces un desprecio a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, pero los cristianos debemos valorar y obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Toda vez que hacemos acepción de personas, no solo despreciamos a Dios y su Palabra, sino que entramos en conflicto con nuestros principios de fe que se fundamenta en lo que Dios dice. El argumento de Santiago es que <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios es coherente y con sólo quebrantar una de sus partes somos culpables de desobediencia. Toda vez que hacemos acepción de personas quebrantamos el mandamiento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amar al prójimo</i>, que es una parte de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Hacer acepción de personas, es despreciar a Dios y su Palabra.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">3. La acepción de personas es un pecado por el cual habrá que dar cuentas</span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">. Por lo tanto, nuestra conducta cristiana debe evidenciar que obedecemos lo que enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>En verdad, la acepción de personas es un desprecio a Dios y a su Palabra. Este pecado será juzgado por Dios a la luz de su Palabra. Entonces, debemos ser cuidados porque hay muchas maneras como nuestra conducta pudiera alejarse de lo que Dios enseña. En la comunidad a la cual escribió Santiago el problema de la desobediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios se veía cuando los ricos que vivían sólo para almacenar bienes, buscando “su propio bien” y a la hora de defender su dinero eran capaces de castigar a los inocentes y aun hablar mal (blasfemar) hasta del mismo Cristo. Todas estas consideraciones deben obligar al creyente a reconsiderar lo injusto y equivocado de su actitud al tener distinción por personas a quienes sólo les importa su dinero y, a la vez, menospreciar a quienes Dios mira con misericordia y amor especial.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">¿Cómo pueden aplicarse los principios del texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">1. Es relativamente fácil caer en el pecado de favoritismo, especialmente cuando entran a la iglesia personas con buena posición económica y social, empresarios, artistas, etc. A veces se cree que si no se les dan ciertos privilegios a estas personas no se quedarán en la iglesia y, en consecuencia, tampoco se quedará su dinero y su influencia. No debemos cambiar los principios de la ética cristiana por bienes materiales. La acepción de personas también puede darse en otros ámbitos en la iglesia. Por ejemplo, en el ejercicio de ciertas actividades y ministerios en la iglesia. También ocurre cuando nos relacionamos más con ciertas personas en la iglesia, porque ellas están a nuestro nivel cultural y no prestamos atención a otras que consideramos inferiores en ese sentido. También puede ocurrir cuando se muestra cierta preferencia a una persona por su edad o por el sexo, más allá de la cortesía.</span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">Todos somos iguales ante Dios. Todos hemos sido creados a su imagen y semejante; y también todos somos pecadores merecedores de castigo. Pero Dios, mediante el sacrificio de su Hijo, mostró su amor a todos de la misma manera. Nosotros no tenemos ninguna razón válida delante de Dios para mostrar preferencia por ciertas personas más que por otras. Hoy la acepción de personas se hace frecuentemente de manera solapada, pero es un pecado igual. En los días de Santiago, el problema se reflejaba en el trato con ricos y pobres. En verdad, las cosas no han cambiado mucho. Pero Dios, en su soberanía, ha salvado a ricos y pobres que hoy están en la iglesia. ¿Con qué derecho nos atrevemos a despreciar algunos en la iglesia y actuar así en desacuerdo con Dios? Dios dice que todos tienen la misma dignidad: los que tienen prendas y vestidos lujosos y los que no tienen nada. La verdadera riqueza y el verdadero significado de la vida no consisten en la abundancia de los bienes que una persona posee, sino en la humildad de corazón delante de Dios. Así que, tanto el rico como pobre necesitan humillarse delante de Dios. Reflexione sobre su actitud en relación con ciertas personas en la iglesia: ¿Tiene usted algunos tratos preferenciales para algunos? ¿Tiene usted alguna actitud de desprecio hacia algunos en la iglesia? Escriba un comentario al respecto y haga oración al Señor ya sea de gratitud o de confesión al Señor por su conducta.</span></div><div style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">2. Hemos dicho que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la acepción de personas es un desprecio a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Tal vez en el fondo hacemos acepción de personas porque tenemos desconfianza respecto a lo que Dios dice y confiamos más en lo que dice la sociedad. En este sentido, parece que Santiago estaba tratando de atacar una actitud de desconfianza de los creyentes con respecto a la protección del Señor. Si confiamos en que Cristo puede ayudarnos en nuestras necesidades ¿por qué queremos ganar el favor de los hombres poderosos? ¿Será acaso por el temor de que si no los adulamos mediante un trato de preferencia no nos ayudarán cuando tengamos necesidad? Si así fuese, ¿dónde queda entonces nuestra confianza en Dios? Por otra parte, si hacemos acepción de personas ¿dónde queda entonces nuestra obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios si quebrantamos el mandamiento de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amar al prójimo</i>? Es necesario que evaluemos nuestra actitud hacia los demás sobre la base de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Reflexione sobre su vida: ¿Cuán obediente es usted a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios en su trato con los demás hermanos en la iglesia? Haga una lista de seis personas en la iglesia, y evalúese acerca de cómo las trata. ¿Hay algún trato preferencial para alguna de ellas? Si hay algo que mejorar al respecto, anote lo que debe hacer, ore al Señor sobre el asunto y decídase a mejorar.</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">3. Finalmente, hay un asunto que debemos tener claro en nuestra vida diaria: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La acepción de personas es un pecado por el cual habrá que dar cuentas a Dios</b>. Ya que esto es así, no nos queda otra cosa que tomar la firme decisión de mejorar nuestra relación con los demás hermanos en la iglesia. ¿De qué manera pudiera hacerse acepción de personas hoy? Puede ser que el trato preferencial no ocurra con nuestras acciones sino con nuestras palabras. Tal vez usted ha estado hablando mal de algún hermano. Si es así, confiésele su pecado y deje de hablar mal de él. Si ese es el caso, haga una lista de cosas buenas, positivas, que tiene ese hermano/a y haga una oración de gratitud al Señor por él.</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">La situación que Santiago enfrenta parece referirse el hecho de que aquellos que tenían ciertas posesiones materiales eran atendidos con privilegios en las reuniones de la iglesia, dándole a ellos la gloria que le pertenece al Señor.</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">La práctica de la fe cristiana y la acepción de personas son incompatibles, porque está en conflicto con el principio de la unidad de la iglesia.</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">La acepción de personas es una amenaza en cualquier comunidad y en cualquier nivel de las relaciones humanas. En la sociedad se consiguen muchos motivos para asumir tal conducta; en la comunidad cristiana no debería haber ningún motivo para semejante conducta.<span style="letter-spacing: 0.1pt;"></span></span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">Parece que Santiago está hablando de un representante del gobierno romano. Las características, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">anillo de oro</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ropa lujosa,</i> eran propias de estas personas. El texto no nos dice si estas personas eran cristianas. En todo caso, si eran cristianos, todavía no habían comprendido lo que significa ser Cuerpo de Cristo, pues estaban dando lugar y aceptando que se hiciera distinción de personas en la iglesia.<span style="letter-spacing: 0.1pt;"></span></span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; letter-spacing: 0.1pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><personname productid="La Biblia" w:st="on"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;">La <i>Biblia</i></span></personname><i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"> de Jerusalén</span></i><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: 0.1pt;"> tiene: ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No sería esto hacer distinciones</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">y juzgar con criterios falsos</i>?</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">No debemos pensar que Dios honra a los pobres por ser pobres y deshonra a los ricos por ser ricos. Lo que Santiago quiere decir es que los creyentes no actuaban correctamente al hacer acepción de personas cuando honraban al rico y deshonraban al pobre.</span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">Muchas de las riquezas de las personas acaudaladas en todos los tiempos provienen de la explotación u opresión de otros. No decimos que todos los que han logrado riquezas materiales lo han hecho a través de la explotación. Pero la explotación por parte de los que más tienen es no sólo una tentación, sino una práctica común. </span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">La situación de injusticia había sido condenada por Dios en tiempos de Moisés (Éxodo 22:25), fue parte de las reformas que Nehemías inició en Israel (Nehemías 5:1-19) y era parte de las denuncias y reclamos de los profetas (Amós 4:1).</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"></span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">Los ricos arrastraban a sus deudores a los tribunales. Parece que la costumbre de aquella época era que si un acreedor encontraba en la calle a alguien que le debía, podía tomarlo por el cuello, casi ahorcarlo y arrastrarlo a los tribunales.</span></span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">De manera despectiva a los seguidores de Cristo se les llamó <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cristianos</b>, pero para ellos tal nombre era un honor. Por otra parte, el nombre de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cristo</b> era muy relevante pues no sólo se bautizaban en su nombre sino que este era su testimonio: Jesucristo es el Señor. Santiago pudiera estar recordando aquí las palabras de Amós (9:12).</span></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">En realidad, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la reina</b> de las leyes es el primer mandamiento: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ama al Señor tu Dios</i>. Pero, ciertamente, Jesús colocó al segundo mandamiento, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ama a tu prójimo como a ti mismo,</i> a la par del primero. En este sentido, esta es la ley real o suprema: de ella depende toda la ley. Jesús dijo que junto al mandamiento de amar a Dios por sobre todas las cosas está el mandamiento a amar al prójimo. Estos dos forman el núcleo de toda la ley y los profetas.</span></span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 13.9pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">Parece que los cristianos a quienes escribe Santiago pensaban que, por cuanto daban honor al visitante con vestido lujoso y anillo de oro, estaban cumpliendo el mandamiento de amar al prójimo; pero no se daban cuenta que al mismo tiempo estaban quebrantando ese mismo mandamiento al despreciar al pobre.</span></span></div></div><div id="ftn13" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=655466550354159316#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: x-small;">Siempre ha habido el pensamiento errado de hacer una “clasificación de pecados”. Por lo general la gente piensa que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">adulterio</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">homicidio</i> son pecados graves, pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacer acepción de personas </i>(la parcialidad) no es nada grave. Santiago dice que este es un concepto equivocado.</span></span></div></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-73744279849558607072011-01-12T13:28:00.000-08:002011-01-12T13:28:27.554-08:00Reflexiones:La certeza de nuestra salvación<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;"></span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: Arial;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: center;"><b><span style="font-size: 16pt; text-shadow: auto;"><span style="font-family: Arial;">¡El encuentro con Jesucristo afecta radicalmente la vida humana!</span></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: center;"><span style="font-family: Arial;"><b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">1 Juan 1:1-4</span></i></b><b><span style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></b></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 12.55pt 0pt 9pt; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial;"><sup><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-weight: bold;">1</span></sup><span style="letter-spacing: -0.3pt;">Lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos, esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida. <sup>2</sup>Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado. <sup>3</sup>Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. <sup>4</sup>Les escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa.</span></span></i></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 12.55pt 0pt 9pt; text-align: center;"><span style="font-family: Arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.3pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><span style="letter-spacing: -0.3pt;">(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>)</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0.95pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.5pt 0pt 0cm;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Por medio de Jesucristo, Dios se ha hecho presente para darnos la vida y para que experimentemos de nuevo la buena relación con el Él. Como consecuencia de esta relación, los cristianos experimentamos también buena relación con nuestro prójimo (nuestros hermanos). Juan habla con autoridad. Su experiencia de haber visto, oído y contemplado (palpado) a aquél que vivió, murió y resucitó, lo califica para anunciar este mensaje. ¡Su vida había cambiado radicalmente!</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.4pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.5pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.5pt 0pt 0cm;"><span style="font-family: Arial;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;">De una manera sencilla y descriptiva, con un contenido profundo, Juan expresa la esencia del evangelio: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Dios se ha acercado a los seres humanos por medio de Jesucristo para darnos la vida eterna.</b> En el primer párrafo de su carta, presenta la propuesta básica de su mensaje y declara su firme propósito de hacer a otros partícipes de lo que él ha experimentado. </span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.5pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 3.5pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt;">La vida, muerte y resurrección de Cristo es el centro del evangelio. El testimonio de nuestra fe se basa tanto en el hecho histórico de la vida, muerte y resurrección de Cristo, como en la experiencia de un encuentro personal con él que nos coloca en buena relación con Dios y con nuestros hermanos. ¡Una relación vertical y horizontal en armonía!</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.4pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">El texto de 1 Juan 1:1-4 presenta tres conceptos básicos: el primero tiene que ver con el carácter confiable del mensaje que proclamaron los apóstoles; el segundo se refiere a la naturaleza del mensaje apostólico; y el tercero se refiere al propósito de la proclamación apostólica. Por lo tanto, </span><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;">el mensaje del texto puede desarrollarse mediante las siguientes propuestas: </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">1. El mensaje del evangelio es digno de toda confianza (v. 1). </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">2. El evangelio proclama un mensaje de vida que está al alcance de todos los seres humanos (v. 2). </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">3. El evangelio proclama un mensaje que afecta profundamente a las relaciones humanas (vv. 3bc, 4).</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La propuesta de del apóstol Juan es que Cristo vivió realmente como un ser humano entre los humanos para devolverles la vida. Cinco frases acompañan el anuncio de Juan respecto a la vida que fue manifestada en Jesucristo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lo que ha sido desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> esto les anunciamos respecto al Verbo que es vida</b></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>(v. 1). Con estas declaraciones, afirma que el evangelio tiene un mensaje verdadero que traspasa las fronteras del espacio y el tiempo, que tiene un fundamento histórico conocido, que puede ser experimentado y debe ser anunciado a todos los seres humanos, para que encuentren el significado de la vida verdadera.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">1. <span style="text-shadow: auto;">El evangelio de Jesucristo es digno de toda confianza</span></span></b><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">En el evangelio no hay espacio para la sospecha. El mensaje central es que Jesucristo vino a este mundo en cuerpo humano y se identificó plenamente con los seres humanos. La encarnación de Jesucristo es un hecho histórico real que no ha podido ser desmentido. Los relatos bíblicos dan fe de su nacimiento, vida, muerte y resurrección, como la base de nuestra salvación. El mensaje central del evangelio es la vida eterna por medio del sacrificio de Jesucristo. En el evangelio tenemos, entonces, el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">don</b> de la vida y el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">deber</b> de vivirla y proclamarla a plenitud. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><span style="letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">El mensaje dado por los primeros cristianos es veraz y digno de toda confianza. Basados en Jesús, venido en cuerpo humano, los primeros cristianos proclamaron un mensaje de esperanza, la reconciliación con Dios era posible. Su mensaje estaba respaldado no sólo por el hecho histórico del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesucristo, sino por la experiencia personal de la nueva vida de quienes habían tenido un encuentro real y transformador por la fe en él. Ese es el mensaje y el anuncio que debemos dar al mundo de hoy.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 14pt; text-indent: -14pt;"><span style="font-family: Arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.7pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">2.</span></b><span style="letter-spacing: -0.7pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="text-shadow: auto;">El evangelio de Jesucristo debe ser anunciado a todos los seres humanos</span></b><span style="text-shadow: auto;">.</span> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">a) ¡Todos amamos la vida! Jesucristo vino para darnos vida abundante. Por eso, el evangelio debe ser expuesto con claridad para que los creyentes sean reafirmados y fortalecidos en la fe: El evangelio llama a los creyentes a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad </b>y la<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> solidaridad</b>, a la buena relación con Dios y con los hermanos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">b) El evangelio también debe ser anunciado para que los que todavía no han creído crean y tengan vida: El evangelio llama a todos al arrepentimiento, a volverse a Dios. Es nuestro deber, proclamar el evangelio con palabras y hechos en la vida diaria. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 11.2pt; text-indent: -11.2pt;"><span style="font-family: Arial;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3<span style="text-shadow: auto;">.</span></span></b><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.3pt;">El evangelio de Jesucristo produce un cambio radical para buena relación con Dios y con nuestros semejantes</span></b><span style="letter-spacing: -0.3pt;">.</span></span><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">La experiencia de encuentro personal con Jesucristo afecta profundamente a los seres humanos y sus relaciones con Dios y con sus semejantes. La buena relación con Dios se muestra en la obediencia a su Palabra y el amor a los hermanos. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 3.3pt 0pt 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">En Jesucristo, las relaciones personales cambian tanto entre los que le siguen como hacia los que todavía no lo siguen. Los cristianos debemos mostrar la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fraternidad</b> en la comunidad de fe. Si la fraternidad no ocurre, su cristianismo es <u>sospechoso</u>. Los cristianos anunciamos las buenas nuevas del evangelio a los hombres y mujeres que viven sin Dios y sin esperanza en este mundo. Si esto no ocurre, su cristianismo es <u>infiel</u>. El anuncio fiel del evangelio se debe dar más por <b>relación</b> que por <b>confrontación</b></span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm;"><b><span style="letter-spacing: -0.3pt;"><span style="font-family: Arial;">¿Entonces, qué debemos hacer?</span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Si creemos que Dios se ha revelado de muchas maneras y en especial a través de Jesucristo, debemos afianzar nuestra convicción en él. Debemos dar testimonio de nuestra fe en él con nuestras palabras y con nuestra vida. ¿Cree que Jesucristo existió como persona en la historia humana? ¿Es confiable el testimonio-mensaje de los primeros predicadores cristianos? ¡El evangelio no solo tiene poder transformador, sino un mensaje de esperanza! ¡Pero no podemos ser testigos verdaderos de lo que no hemos experimentado! ¡Es necesario el encuentro personal con Jesucristo!</span><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Cristo mandó a sus primeros seguidores que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hicieran discípulos</i> y ellos obedecieron esta orden. Debemos proclamar que Jesús vino en cuerpo humano para dar su vida en sacrificio por nuestros pecados y devolvernos la esperanza. Debemos hacerlo: 1) Para que los no cristianos se conviertan y tengan buena relación con Dios; y 2) para que los que se han desviado del camino sean restaurados a la fe; y 3) para que los fieles sean fortalecidos en la fe. Hoy como ayer, unos necesitan ser transformados, otros ser restaurados y otros necesitan ser confirmados en la fe para asegurarles que están en la verdad. Piense en alguien que formó parte de esta iglesia, pero hoy no está entre nosotros. ¿Qué debe hacer usted?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1) Haga oración por esa persona durante la próxima semana. 2) Regálele algo con un mensaje cristiano. 3) Busque una oportunidad para encontrarse con ella y dialogar un poco sobre la vida. Invítela a tomarse un café en su casa u otro lugar. 4) Háblele de su experiencia personal con Jesucristo y los triunfos que le ha dado. 5) Invítela a participar en la reunión dominical de la iglesia o en un estudio bíblico.</span><span style="letter-spacing: -0.4pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">La experiencia de encuentro personal con Jesucristo afecta profundamente las relaciones humanas. ¡Todo cambia con la nueva vida en Cristo! En la iglesia las personas deben gozar de buenas relaciones tanto con Dios como entre ellas mismas. La iglesia es una comunidad terapéutica en la cual se encuentra el verdadero significado de la vida. Reflexione: ¿Qué está ocurriendo en esta iglesia respecto a las buenas relaciones entre los hermanos? ¿Qué pudiera hacer usted para mejorar la convivencia del evangelio en su iglesia? Piense en algún hermano o hermana con el cual le es difícil mantener buena relación. ¿Qué pudiera hacer para mejorar esta situación? Juan afirma que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"></span></i></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;"><span style="font-family: Arial;">Una oración comunitaria</span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: Arial;">Soberano Señor. Te damos gracias por el sacrificio de tu Hijo Jesucristo para el perdón de nuestros pecados. Gracias por darnos la fe para creer en lo que tú has hecho por nosotros y darnos la convicción que tenemos vida eterna. Ahora, danos la fuerza para vivir como tú lo deseas y proclamar con claridad, caridad, convicción y valentía el mensaje que hemos experimentado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Concédenos la gracia de ser fieles discípulos tuyos, sensibles a las necesidades de nuestro prójimo. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Salvador y Señor. ¡A Él sea la gloria! Amén</span></span></i></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-31622719478729280002011-01-12T05:42:00.001-08:002011-01-12T05:42:35.087-08:00Un resumen del contenido de SantiagoAparte de una brevísima introducción de identificación del autor en el v. 1, el primer capítulo de Santiago, puede dividirse en tres partes: 1). Los vv. 2-11 hablan acerca de la actitud positiva que el cristiano debe asumir frente a las pruebas. 2). Los vv. 12-18 hablan sobre la claridad que se debe tener con respecto al origen de las tentaciones (pruebas), a fin de enfrentarlas con éxito. 3). Los vv. 19-27 hablan acerca de la importancia de obedecer la Palabra de Dios aún en las situaciones difíciles. No basta con escuchar la Palabra de Dios, es necesario llevarla a la práctica. En términos generales, todo el capítulo uno de Santiago hace hincapié en la actitud interior del cristiano en la práctica de la fe.<br />
<br />
El capítulo dos de Santiago constituye la segunda sección del libro. En los vv. 1-13 habla acerca de la actitud del cristiano hacia su prójimo y en los vv. 14-26 hace un llamado a demostrar la fe mediante las obras, en acciones de servicio al prójimo. En otras palabras, habla tanto del trato imparcial en las relaciones con el prójimo en la vivencia de la fe (vv. 1-13), como de la fe demostrada en acciones de servicio al prójimo (vv. 14-26). Si en el capítulo uno el hincapié está en la actitud interior del cristiano, en el capítulo dos se habla básicamente sobre la relación de la fe del cristiano con el prójimo. En otras palabras, el hincapié no está tanto en el conocimiento de la Palabra de Dios, sino en la aplicación de ella en la vida cotidiana. <br />
<br />
El capítulo tres de Santiago constituye la tercera sección del libro. Se puede dividir en dos partes, pero ambas tienen que ver con el tema referente a los maestros de la Palabra de Dios. Los vv. 1-12 constituyen una franca exhortación pastoral, con el propósito de corregir la conducta respecto al uso y el contenido del lenguaje en la comunidad cristiana, de quienes pretendían ser maestros. Los vv. 13-18 continúa hablando a los maestros, pero ahora el hincapié está no tanto en el hablar sino en el hacer. En otras palabras, los vv. 1-12 hablan acerca del poder de las palabras, por lo que los maestros debían tener cuidado al hablar; mientras que los vv. 13-18 hablan de la fuerza o impacto de la conducta de los maestros, de modo que debían tener cuidado con su manera de vivir. <br />
<br />
Los capítulos cuatro y cinco de Santiago constituyen la cuarta sección del libro. Se incluye en esta parte una variedad de temas de interés para la práctica de la vida cristiana. En 4:1-6 expone el problema de las malas relaciones tanto de los seres humanos entre sí como con Dios. En primer lugar, los vv. 1-3 indican que la raíz de los conflictos entre las personas está en los deseos egoístas y, en segundo lugar, los vv. 4-6 plantean el problema de la mala relación del ser humano con Dios, lo cual se evidencia en el amor al mundo y su sistema. En 4:7-10 habla de la realidad de los problemas espirituales con los cuales se enfrenta el cristiano, que le dejan como única alternativa humillarse delante de Dios. Y de manera específica, en 4:11 y 12 muestra como la mala relación con los hermanos es evidencia de desobediencia a la Palabra de Dios. En 4:13-17, Santiago se dirige a los que, apoyados en su soberbia, se jactaban de sus proyectos personales sin darle a Dios el lugar que Él merece. Allí mismo les muestra lo absurdo de semejante conducta. A fin de cuentas, Dios tiene la palabra final y por lo tanto debe ocupar el primer lugar en la vida. En 5:1-6 habla acerca de la actitud correcta que debían tener los cristianos ante los bienes materiales. El problema no era que las personas tuvieran riquezas, sino si eran legítimas y si las usaban con justicia. El texto de 5:7-11 habla de la perseverancia del cristiano en medio del sufrimiento, así que es una exhortación a la paciencia y la convivencia en medio de los sufrimientos. En 5:12 Santiago hace un llamado a la transparencia, la honestidad y responsabilidad, en la vida cristiana delante de los demás y delante del Señor. En 5:13-18 plantea el asunto de la buena relación con Dios y con los hermanos. La buena relación con Dios se mostraba en la fidelidad y obediencia a él en cualquier circunstancia, y la buena relación entre los cristianos se mostraba en la sensibilidad sincera para comunicarse, relacionarse y servirse unos a otros en momentos de necesidad. Finalmente, en 5:19-20, concluye con el reto de ayudar a los que se desvían de la fe.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-52337274205206316472011-01-12T05:39:00.001-08:002011-01-12T05:39:52.928-08:00Reflexiones sobre algunos principios básicos de la carta de Santiago1. Debemos afrontar positivamente las situaciones difíciles que se nos presentan en la vida cristiana. Algunos problemas son de carácter interno en la vida, mientras que otros son de carácter externo. Pero todos son oportunidades para crecer, si los asumimos con la actitud correcta en obediencia a la Palabra de Dios. <br />
<br />
2. Debemos ser solidarios con las necesidades de nuestros hermanos. El mensaje de Santiago es que no debe haber favoritismos en la iglesia y que la fe sin obras está muerta. Las obras a las cuales se refiere tienen que ver tanto con la conducta personal como con la ayuda a los necesitados. Su conclusión es que como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. Por eso advirtió que la religión pura y sin mancha delante de Dios es atender a los huérfanos y a las viudas en sus necesidades, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.<br />
<br />
3. Los maestros de la Palabra de Dios debemos ser coherentes con lo que decimos y hacemos. Santiago habló de los que pretendían ser maestros en la iglesia y les dijo que mos-traran su sabiduría a través de la conducta. Debían vivir de acuerdo con lo que enseñaban. Este mensaje es aplicable a todos los cristianos, en todas las épocas. Si decimos que cree-mos la Palabra de Dios, debemos vivir como ella exige que vivamos. El consejo de Santiago es claro y preciso: no se contenten sólo con escuchar la palabra de Dios… Llévenla a la práctica.<br />
<br />
4. En la vida cristiana es fundamental la buena relación con Dios y con el prójimo. Algu-nos han caído en la trampa de buscar la buena relación con Dios y se han olvidado de la buena relación con el prójimo; y otros se han contentado con luchar por una buena relación con el prójimo y se han olvidado de Dios. Hay muchos enemigos que nos acosan para que no mantengamos estos dos asuntos vivos en la vida cristiana. El sistema del mundo con sus múltiples facetas está en ataque constante para que rompamos nuestra buena relación con Dios y la naturaleza caída saturada de egoísmo que arrastramos nos empuja a romper la buena relación con nuestros semejantes. Para vencer estos asuntos, Dios nos exige fidelidad a él y sensibilidad hacia nuestros hermanos. <br />
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Unas aplicaciones a estos principios<br />
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1. El primer principio general que derivamos de la epístola de Santiago dice que debemos afrontar positivamente las situaciones difíciles que se nos presentan en la vida cristiana. Todos confrontamos alguna vez situaciones difíciles en la vida cristiana. Para algunos, estas situaciones son motivo de frustración y desánimo y para otros son una motivación para crecer en la vida cristiana. En ocasiones, cuando pasamos por situaciones difíciles, nos desesperamos y pensamos que Dios no está presente y entonces somos negativos en nuestro compor-tamiento. Santiago dice que este no es un buen proceder. Debemos afrontar positivamente las situaciones difíciles que se nos presentan. ¿Pero cómo podemos hacer esto? Si asumimos que Dios sí está presente en nuestra vida, entonces podemos tener paciencia hasta encontrar el lado bueno de todo eso que nos está pasando. La historia está llena de ejemplos de personas que pasaron por situaciones muy difíciles y sin embargo encontraron algo bueno en ellas. Pero esas personas tuvieron una actitud positiva y aguardaron con paciencia lo que Dios quería. Este es el caso, por ejemplo de José, el hijo de Jacob. ¿Cuánto sufrió después que sus hermanos lo vendieron? Pero al final él mismo dijo a sus hermanos: Es verdad que ustedes pensaron en hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien… (Génesis 50:20). Seguramente usted también puede recordar algunos de esos momentos cuando parecía que todo estaba en su contra, pero al final resultó en bendición para usted. ¿Tiene usted en este sentido algún motivo para darle gracias al Señor? Si este es el caso, hágalo ahora. <br />
<br />
2. El segundo principio general que hemos derivado de la epístola de Santiago dice que debemos ser solidarios con las necesidades de nuestros hermanos. No necesitamos abrir mucho los ojos para darnos cuenta que alrededor nuestro hay hermanos que están pasando por necesidades. Santiago dice que la religión pura y sin mancha delante de Dios es atender a los huérfanos y a las viudas y conservarse limpio de la corrupción del mundo. ¡Cuántas oportu-nidades se nos presentan para poner en práctica nuestra religión! Es un deber cristiano la soli-daridad con los necesitados. Reflexione sobre su vida: ¿Cuán solidario es usted con los que pasan por necesidades en la iglesia? ¿Cuándo fue la última vez que tuvo un buen gesto de solidaridad? Tal vez muchos de nosotros en este sentido tenemos que confesar nuestros pe-cados al Señor. Pero nuestra vida puede cambiar, podemos aprender la solidaridad. ¿Qué pu-diera hacer usted a partir de hoy para poner en práctica la solidaridad con los necesitados? Es-criba un breve comentario al respecto y haga oración al Señor para avanzar en este sentido de la vida cristiana.<br />
<br />
3. Los maestros de la Palabra de Dios debemos ser coherentes con lo que decimos y hacemos. Este es otro principio general que hemos derivado de la carta de Santiago. Todos los que somos maestros sabemos cuan grande es la tensión entre el decir y el hacer. Enseñar con palabras es relativamente fácil, enseñar con los hechos de la vida es otra cosa. Aquí tenemos una oportunidad para mostrar de manera franca la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos con respecto a la enseñanza de la Palabra de Dios. Tal vez una de las preguntas más importantes es esta: ¿Cuán sincero soy en lo que pretendo enseñar a mis hermanos en la igle-sia? Hágase una evaluación personal y presente los resultados al Señor. Si tiene algo por lo cual darle las gracias, hágalo. Si tiene algunas cosas por las cuales pedirle perdón, hágalo ahora también.<br />
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4. El cuarto principio general que hemos derivado de la epístola de Santiago dice que en la vida cristiana es fundamental la buena relación con Dios y con el prójimo. Nuestra vida no se puede esconder. Tal vez hasta cierto tiempo podamos escondernos de nuestros semejantes, pero tarde o temprano nos revelamos ante los demás. De lo que sí estamos seguros es que no podemos escondernos de Dios. Por lo tanto, debemos trabajar para mantener una buena rela-ción con Dios y con nuestros semejantes. Tal vez ha descuidado la lectura frecuente de la Bi-blia. Esto es un indicio que su relación con Dios no anda como debe ser. Entonces, propóngase a cambiar esta conducta y comience a leer diariamente la Palabra de Dios. Tal vez sin darse cuenta se está comportando de manera egoísta y poco a poco su relación con los hermanos en la iglesia se está distanciando. Reflexione sobre esto: ¿Cuántos de los hermanos en la iglesia son verdaderamente mis amigos? ¿Le alcanzaron los dedos de su mano para contarlos? Es-criba un comentario sobre esto y haga oración al Señor sobre la base del comentario que es-cribió.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-67709144709731314392011-01-12T05:37:00.001-08:002011-01-12T05:37:37.550-08:00Reflexiones sobre Romanos 5:1-11 (Parte 2)Nuestra relación con Dios<br />
Romanos 5:1-11<br />
(Segunda parte)<br />
<br />
En la reflexión anterior sobre el texto de Romanos 5:1-11, afirmamos que el sacrificio de Jesucristo es la base de nuestra buena relación con Dios (vv. 1-5). Concluimos que en esa nueva relación, los cristianos tenemos bendiciones extraordinarias por la fe en la obra de Cristo. Es claro que en estos versículos el apóstol habla acerca de los efectos (resultados) de la justificación sobre aquellos que aceptan la obra de Cristo mediante un acto de fe. Se revelan aquí tres grandes pensamientos cargados de bendiciones para el creyente. Se habla de la relación de comunión con Dios que tienen aquellos que por fe han sido justificados (vv. 1, 2); se expone también acerca de la actitud positiva que el creyente ha de asumir frente a las dificultades de la vida que lo ayudan a crecer en la fe, (vv.3, 4); y se habla también de la recepción del Espíritu Santo, que da al creyente la seguridad plena ante cualquier afrenta (v. 5). Así que, los vv. 1-5 dan base suficiente para afirmar que por el sacrificio de Jesucristo los cristianos tenemos una nueva relación con Dios. Ahora debemos reflexionar sobre los versículos seis al once de Romanos capítulo cinco.<br />
<br />
En primer lugar, los vv. 6-8 constituyen la base para el segundo principio general que se deriva del texto. En esencia estos versículos enseñan que el sacrificio de Jesucristo es una demostración contundente del amor de Dios a los seres humanos. El justo pagó por los injustos para que estos no sufrieran el castigo de su culpa. El sacrificio de Jesucristo es un acto voluntario del amor de Dios para el perdón de nuestros pecados. <br />
<br />
A primera vista, estos dos versículos no solamente parecieran extraños en este lugar en el texto, de acuerdo con el argumento desarrollado en los vv. 1-5 y 9-11, sino que, además, contienen conceptos de una magnitud tal que escapan a la cabal comprensión humana. Sin embargo, ya que el v. 5 ha dicho que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, los vv. 6-8 encajan bien como una explicación más acerca de ese gran acto de Dios de derramar su amor hacia los seres humanos. En realidad, estos versículos tienen una gran fuerza de significado como demostración del hecho histórico y único de la justificación del pecador delante de Dios. Hay dos ideas básicas en estos tres versículos: la primera habla de una gran necesidad a causa de la debilidad humana, a saber, la justificación que éste no podía lograr por sus propios méritos (v. 6). La segunda habla del precio que fue pagado como una demostración objetiva del amor de Dios (vv. 7, 8).<br />
<br />
La enseñanza y fuerza del v. 6 es que, con su muerte, Cristo suplió al ser humano lo que le era imposible lograr por sus propios méritos. El apóstol escribe que aún siendo nosotros débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Para los lectores de Pablo esto habría sido una gran paradoja, a juzgar por las palabras del v. 7. No hay ninguna otra motivación para este acto de Dios que no sea su inmenso amor, pues a los seres humanos, receptores de esta gracia, se les describe como impíos (v. 6, irreverentes ante Dios), pecadores (v. 8, no siguen los caminos de Dios) y enemigos (v. 10, han dado la espalda a Dios). Además de todo esto, están en una condición de debilidad (v. 6, sin fuerza moral) que los incapacita para lograr favor alguno delante de Dios por sus propios méritos. Cuando la humanidad estaba en esa condición, sin esperanza, Cristo murió en su lugar. ¡Por eso hay motivos para mantener la frente en alto, con esperanza, en medio de un mundo sumido en la desesperanza! Es pertinente el tango “Tenemos esperanza” de Federico Pagura:<br />
“Porque él entró en el mundo y en la historia, <br />
porque él quebró el silencio y la agonía; <br />
porque llenó la tierra de su gloria, <br />
porque fue luz en nuestra noche fría; <br />
porque él nació en un pesebre oscuro, <br />
porque él vivió sembrando amor y vida; <br />
porque partió los corazones duros <br />
y levantó las almas abatidas. <br />
¡Por eso es que hoy tenemos esperanza!, <br />
por eso es que hoy luchamos con porfía; <br />
por eso es que hoy miramos con confianza el porvenir.”<br />
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La expresión a su tiempo Cristo murió por los impíos pudiera significar que cuando ya se había perdido toda esperanza, cuando ya el ser humano desfallecía, Dios en su inmensa gracia intervino para darle vida. Tiene poco sentido especular acerca de esta frase, pues sólo Dios tiene el control final y según sus planes actúa en la historia de la salvación en el espacio y el tiempo (Comp. Gálatas 4:4; Efesios 1:10; 1 Timoteo 2:6; 6:12). No importa si el ser humano está en debilidad o si en su arrogancia vive en impiedad; de igual manera Cristo muere en su lugar para darle vida. Aunque no lo entendamos completamente, no hay duda que Dios actúa en el tiempo oportuno, aun al precio más alto, para lograr sus propósitos. Dios actuó a favor del ser humano que había perdido el rumbo, de modo que Cristo a su tiempo murió en lugar de los impíos y les devolvió la esperanza. <br />
<br />
Los vv. 7, 8 indican claramente que el precio pagado es una gran demostración del amor de Dios hacia los seres humanos. En el v. 7 se expresan dos supuestos implícitamente negados con respecto a los actos de bondad humanos. A modo de contraste, en el v. 8 se muestra la más clara y convincente demostración de amor de parte de Dios: Cristo muere en lugar del pecador quien estaba sumido en su más profunda debilidad que lo incapacitaba por completo para acercarse a Dios. El Dios santo demuestra una profunda prueba de amor por el pecador: Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. El episodio de la cruz es la mayor prueba de que Dios ama a los seres humanos, aun cuando estos estén muertos en delitos y pecados. No hay ninguna otra revelación de amor que supere la muerte de Cristo (Comp. Juan 3:16; 1 Juan 4:10; 2 Corintios 5:19, 20) <br />
<br />
La Palabra de Dios enseña que todos los seres humanos son pecadores y merecen el horrendo castigo de la muerte y la condenación eterna. Esa es la sentencia de Dios (3:23; 6:23). Pero Dios es amor y por su infinita bondad y misericordia envió a su Hijo para que muriera en lugar del pecador y lo librara de la condenación eterna. Cuando una persona acepta, por la fe, lo que Dios hizo al ofrecer a su Hijo en sacrificio por el pecado y confiesa a Jesucristo como su Señor, Dios la perdona, la libera de la condenación (4:23-25) y le da una nueva vida. En Jesucristo el ser humano tiene la vida eterna. <br />
<br />
En segundo lugar, los vv. 9-11 el autor concluye una parte del argumento que comenzó en el v. 1 con respecto al alcance de la justificación por la fe en Jesucristo. Estos versículos dan base para el tercer principio general que se deriva del texto: La justificación por la fe en Jesucristo es nuestra garantía para enfrentar el futuro con esperanza. El texto hace una reafirmación de la seguridad que tiene el creyente en Jesucristo y reitera que hemos sido justificados por su sangre (v. 9), que fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo (v. 10) y que hemos recibido ahora la reconciliación (v. 11). Esta reiteración la hace el apóstol para reunir dos grandes verdades del evangelio: a) que el cristiano tiene la certeza de que no será condenado en el día del juicio (v. 9) y b) que la reconciliación lograda a través de Jesucristo es para siempre (vv.10, 11).<br />
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El planteamiento del apóstol en el v. 9 es sencillo y va de lo mayor a lo menor: si por medio de Cristo se ha logrado algo difícil, hemos sido justificados por su sangre, ya justificados, por medio de él seremos salvos de la ira. Con seguridad, pues, por medio de él seremos salvos de la ira.<br />
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La muerte de Cristo no canceló el día del juicio en el cual la ira de Dios será derramada sobre los que no obedecieron al evangelio. El juicio sigue en pie. Romanos 1:18 deja claro que la ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos (comp. 2:8). Pero Dios decidió ponerlo todo en Cristo, tanto la justicia como el juicio, de modo que quienes no se acercan a Dios por medio de Jesucristo siguen bajo la condenación y el juicio de Dios (3:19). Los que ahora confesamos a Jesucristo somos justificados delante de Dios y seremos salvos de la ira venidera, la cual se manifestará finalmente en la condenación eterna de los que no creen al evangelio de Jesucristo.<br />
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Según los vv. 10, 11 no hay duda que la reconciliación con Dios por la fe en Jesucristo es para siempre. Hasta ahora el apóstol no había planteado de manera directa el concepto de la reconciliación, pero no hay duda que eso fue lo que ocurrió en la cruz (vv. 6-8); por eso afirma que fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo (v. 10). De nuevo, el argumento va de lo mayor a lo menor, pero esta vez se añade un elemento más fuerte: que éramos enemigos. De modo que si siendo enemigos fuimos salvos por la muerte de su Hijo, estando ya reconciliados [nuevamente amigos], seremos salvos por su vida. En otras palabras, si la muerte de Cristo nos hizo amigos de Dios (nos reconcilió), ahora que él está vivo y nosotros reconciliados con Dios, con mucha más razón nos salvará de cualquier acusación. Nuestra salvación es segura en Jesucristo y ésta incluye no solamente el hoy, sino tanto el ayer como el mañana: ¡fuimos salvos, somos salvos, seremos salvos!<br />
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De esta manera, el argumento iniciado en 5:1, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, llega a su clímax en el v. 11, y ahora nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. No hay ningún otro motivo de gloria, sino Jesucristo. ¡A él sea la gloria!<br />
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Como ya se ha sugerido en la exposición, hay por los menos tres principios generales que se derivan de Romanos 5:1-11, que vale la pena tener siempre presentes.<br />
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1. El sacrificio de Jesucristo es la base para nuestra buena relación con Dios. En esta nueva relación, los cristianos tenemos bendiciones extraordinarias. Toda persona que acepta el sacrificio de Jesucristo como suficiente para el perdón de sus pecados tiene una nueva relación con Dios que la hace partícipe de sus bendiciones. Estas bendiciones se relacionan tanto con el pasado como con el presente y el futuro del cristiano. En otras palabras, por la obra de Cristo fuimos salvos, somos salvos, seremos salvos.<br />
<br />
2. El sacrificio de Jesucristo es una demostración contundente del inmenso amor que Dios nos tiene. La salvación de cualquier ser humano es posible sólo por ese acontecimiento histórico del sacrificio de Jesucristo en la cruz, para el perdón de los pecados, como demostración del amor Dios. No hay ninguna otra posibilidad de vida para el ser humano aparte de Jesucristo. Con la muerte de Cristo Dios nos mostró cuánto nos ama. ¡En la cruz, Dios vino a nuestro encuentro!<br />
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3. La obra de Cristo en la cruz es la garantía para que podamos enfrentar el futuro con esperanza. El justo juicio de Dios por causa del pecado sigue en pie, pero los que seguimos a Jesucristo hemos sido reconciliados con él y, por tanto, no estamos bajo condenación. Los cristianos no somos optimistas con respecto a este mundo, pero tenemos esperanza porque seguimos a Jesucristo quien triunfó sobre el pecado y la muerte. ¡No hay condenación para los que están unidos a Cristo Jesús!<br />
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¿Entonces, qué debemos hacer? Si, como lo hemos afirmado, es cierto que el sacrificio de Jesucristo es la base para nuestra buena relación con Dios, que el sacrificio de Jesucristo es una demostración contundente del inmenso amor que Dios nos tiene y que la obra de Cristo en la cruz es la garantía para que podamos enfrentar el futuro con esperanza, no debemos quedarnos de brazos caídos. Reflexionemos un poco más sobre esto.<br />
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1. No hay duda que la enemistad entre los seres humanos y Dios ha sido resuelta por el sacrificio de Jesucristo. Por la fe en el sacrificio de Jesucristo hemos alcanzado la salvación. Tenemos la certeza de la vida eterna, porque hemos aceptado su sacrificio como suficiente para el perdón de nuestros pecados. Esta decisión nos ha hecho aptos para vivir en comunión con Dios ahora y siempre, porque hemos reconocido a Jesucristo como el Señor de nuestra vida. Como consecuencia de la aceptación del sacrificio y señorío de Cristo en nuestra vida tenemos muchos beneficios. ¿Cuáles piensa usted que son algunos beneficios, bendiciones, que ahora tiene por seguir a Jesucristo? <br />
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Uno de los resultados que tenemos en Cristo es que nuestra relación de comunión con Dios nos motiva a enfrentar las adversidades cotidianas con una actitud positiva, porque tenemos esperanza. ¿Cómo es su comportamiento cuando pasa por momentos difíciles? En medio de las situaciones difíciles, los cristianos podemos estar confiados en el control que el Señor ejerce sobre la vida tanto en el ámbito personal como en el colectivo. En otras palabras, tenemos esperanza. ¡Por eso somos optimistas! Evalúese un poco, haga una descripción de cómo fue su comportamiento la última vez que pasó por una situación difícil. ¿Qué fue lo que ocurrió?<br />
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2. Sabemos que la más grande demostración de amor que hemos recibido los seres humanos está en el acto salvador de Dios a través de la muerte de su Hijo Jesús. Ningún otro acto, por muy humanista o bueno que parezca, puede ponernos en comunión con Dios. Por lo tanto, la vida eterna no es algo que nosotros podemos ganar, ni es una bendición que merecemos. ¡Absolutamente no! Es sencillamente el amor de Dios en Cristo, que se hizo realidad entre nosotros. Por pura gracia Dios manifestó su amor a los seres humanos mediante el sacrificio de Jesucristo. Esto debe motivarnos a dar gracias a Dios por su amor. Deténgase un momento en la lectura y haga una oración de gratitud al Señor por su gran amor por usted. <br />
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Somos salvos por los méritos de Jesús. Dios nos amó y nos ama; él no solamente nos perdonó, sino que hoy sigue perdonándonos. Esto no significa que tenemos licencia para pecar, sino que él puede perdonar cualquier pecado porque sigue amándonos. ¿Cuáles piensa usted que son algunas cosas que le demuestran a usted que Dios lo ama? ¿Está seguro que Dios le ama? ¿Por qué está tan seguro? <br />
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3. Llegará el día cuando Dios derramará su justicia y su ira sobre todo ser humano que le desobedeció y menospreció la obra de su Hijo. Pero nosotros, quienes por la fe hemos aceptado el sacrificio de Cristo como suficiente para el perdón de nuestros pecados y lo honramos como Señor de nuestra vida, no seremos condenados por Dios. La ira de Dios no caerá sobre sus hijos. Su Palabra es verdad, y ésta afirma que Él nos ha salvado para siempre. ¡Tenemos y tendremos siempre buena relación con Dios, sobre la base del sacrificio de su Hijo!<br />
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¡Cuánta claridad hay en la palabra de Dios sobre su amor para con nosotros! ¿Va a ser usted tan egoísta que va aguardar para si este mensaje? Haga una lista de por lo menos cinco personas a quienes les gustaría compartir su esperanza. Trace un plan sencillo para compartir este mensaje con cada una de esas personas. Ore al Señor para que él le guíe en este propósito y tan pronto tenga la oportunidad dígales cuánto Dios los ama. ¡Demuestre con su vida que este mensaje es la verdad!Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-37774995937576237792011-01-12T05:36:00.001-08:002011-01-12T05:36:42.289-08:00Reflexiones en Romanos 5:1-11 (Parte 1)Nuestra relación con Dios<br />
Romanos 5:1-11<br />
(Primera parte)<br />
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El mensaje central de la carta a los Romanos puede resumirse en esta afirmación: el justo vivirá por la fe. El escritor inspirado por el Espíritu Santo afirma que en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por la fe de principio a fin (1:17). En verdad, puede decirse que toda la carta a los Romanos es una interpretación de lo que esa justicia que proviene de Dios significa para los que creemos en Jesucristo. Un concepto fundamental presentado en Romanos, a manera de contraste, es que en Adán, como consecuencia de su pecado, todos los seres humanos han muerto; pero ahora, por la fe en Jesucristo, todos pueden alcanzar la vida (5:8, 18). <br />
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Después de presentar la esencia de su argumento en Romanos 1:16, 17, el apóstol plantea la gravedad del pecado y la manera como éste ha afectado a todos los seres humanos, colocándolos irremediablemente bajo juicio y condenación (1:18-3:20). El apóstol deja bien clara la imposibilidad del ser humano para librarse de su culpa; pero a la vez, le ofrece esperanza. Por eso, desde 3:21 hasta 4:25 presenta la única respuesta posible para el problema del pecado y su consecuencia de muerte: La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los que creen (Romanos 3:22). En efecto, en 3:21, 22 dice que ahora... se ha manifestado la justicia de Dios de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen (comp. 3:25). En 5:1-8:39 enseña que en Jesucristo hay liberación de la ira de Dios, liberación del poder del pecado, liberación del poder de la condenación de la ley y liberación del poder de la muerte. ¡Por Jesucristo somos libres de toda condenación! Esto queda fuera de toda duda con la conclusión presentada en 8:1: Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús…<br />
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En 4:21-25 se presenta un resumen de esa justicia que proviene de Dios, la cual trae la salvación a todos los que creen en él. En el capítulo 5, donde está el texto que encabeza esta reflexión, el autor desarrolla el argumento que expone el sacrificio de Jesucristo como el acto único y suficiente para liberar al ser humano de la ira de Dios. La primera parte del capítulo (5:1-11) habla del alcance de la justificación del ser humano delante de Dios. Según este texto, la justificación por la fe en Jesucristo nos ha librado de la ira de Dios. Como resultado de esto, ahora tenemos una nueva relación con Él. Pero ¿qué significa realmente esto? Para clarificarlo es importante analizar cuidadosamente estos versículos. Para comenzar, podemos decir que la afirmación central de Romanos 5:1-11 está dada en el v. 1 como una propuesta sobre la cual se desarrolla el contenido de todo el párrafo es que ... tenemos paz por medio de nuestro Señor Jesucristo. (En realidad esta afirmación tiene sentido pleno, sólo sobre la base de la declaración del versículo anterior [4:25]. Cristo fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para librarnos de culpa.) El concepto de la justificación se repite en el v. 9 [Y ahora que hemos sido justificados por su sangre... por medio de él seremos salvados del castigo de Dios] y de manera implícita está expresado también en el v. 8. La enseñanza central de este párrafo puede expresarse bien en los siguientes términos: Por medio de Jesucristo tenemos una nueva relación con Dios. El sacrificio de Cristo no sólo libera al ser humano del castigo de su pecado, sino que le da ciertos beneficios que le devuelven la esperanza mientras vive en este mundo de desesperanza hasta la manifestación plena la esperanza viva en Jesucristo. <br />
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Los vv. 1-5 señalan algunas de las bendiciones que tenemos a través de Jesucristo. Las tres primeras afirmaciones de los vv. 1, 2 (tenemos paz... tenemos acceso a esta gracia... y nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios) indican claramente que hay una nueva relación con Dios, por cuanto la comunión con Él ha sido recuperada. Los vv. 3, 4 muestran que debido a la nueva relación con Dios, ahora tenemos una actitud positiva frente a los problemas y tensiones de la vida, por cuanto éstas fortalecen nuestra fe. Y el v. 5 añade que ahora tanto el amor de Dios como su misma presencia están en nosotros por el Espíritu Santo, de modo que tenemos absoluta seguridad de la esperanza y no hay nada que pueda desilusionarnos respecto al evangelio, porque estamos seguros del amor de Dios en nosotros. <br />
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Los vv. 6-8 resumen el acontecimiento histórico de la cruz y le dan significado en el contexto de una gran necesidad humana: la necesidad de la vida. Estos versículos muestran tanto el precio pagado por nuestra salvación [justificación] como la más contundente demostración de amor que jamás haya conocido el ser humano.<br />
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Los vv. 9-11 extienden las bendiciones de la obra de Cristo hacia la eternidad. No sólo hablan de la seguridad de que fuimos salvos y somos salvos, sino que seremos salvos de la ira en el día del justo juicio de Dios. Recalcan, además, no sólo el hecho de que cuando éramos enemigos Dios nos reconcilió por la muerte de su Hijo, sino que además, por cuanto Jesucristo vive, también seremos salvos por su vida. ¡Por la fe en el sacrificio de Jesucristo hemos sido liberados de la ira de Dios! Hemos sido justificados delante de Dios y tenemos una nueva relación con él, tenemos salvación.<br />
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La nueva relación con Dios que se expone en el párrafo de Romanos 5:1-11 es ampliamente discutida en los próximos capítulos de este libro. Pero hay unos asuntos fundamentales que se expresan en este texto. ¡Vale la pena revisarlos con cierto detenimiento!<br />
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En primer lugar, se observa que el sacrificio de Jesucristo es la base de la nueva relación del ser humano con Dios (5:1-5). En esa nueva relación, los cristianos tenemos bendiciones extraordinarias por la fe en la obra de Cristo. Es claro que en estos versículos el apóstol habla acerca de los efectos (resultados) de la justificación sobre aquellos que aceptan la obra de Cristo mediante un acto de fe. Se revelan aquí tres grandes pensamientos cargados de bendiciones para el creyente. Se habla de la relación de comunión con Dios que tienen aquellos que por fe han sido justificados (vv. 1, 2); se expone también acerca de la actitud positiva que el creyente ha de asumir frente a las dificultades de la vida que lo ayudan a crecer en la fe, (vv.3, 4); y se habla también de la recepción del Espíritu Santo, que da al creyente la seguridad plena ante cualquier afrenta (v. 5). Así que, los vv. 1-5 dan base suficiente para afirmar que por el sacrificio de Jesucristo los cristianos tenemos una nueva relación con Dios.<br />
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La nueva relación con Dios a través de Jesucristo abre un nuevo horizonte para la vida humana (vv. 1, 2). En 3:23 (comp. 5:12) Pablo había presentado una trágica verdad: el pecado separó al ser humano de la gloria de Dios. Ahora, sobre la base de haber sido justificados delante de Dios, en estos primeros dos versículos el apóstol hace tres extraordinarias afirmaciones con las cuales deja claro que la nueva relación con Dios a través de Jesucristo abre un nuevo horizonte para la vida humana. Habiendo sido justificados por la fe: 1. Tenemos paz con Dios (v. 1). 2. Tenemos acceso a esta gracia en la cual estamos firmes (v. 2a). 3. Nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios (v. 2b).<br />
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Lo primero que el texto dice es que los cristianos tenemos paz con Dios (v. 1). Más adelante, en el v. 10, el apóstol reafirma lo que antes había dejado bien claro: Éramos enemigos de Dios, separados de su gloria, pero por Jesucristo fuimos reconciliados (comp. 3:23, 24). La historia del Génesis (cap. 3) cuenta que el ser humano, en un acto de desobediencia representado en Adán, le dio la espalda a su Creador y desde allí quedó bajo la ira de Dios y bajo sentencia de muerte. Pero en Jesucristo hemos sido reconciliados, de modo que tenemos paz con Dios.<br />
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Ser justificados significa estar libres de la condenación, libres de la ira de Dios; significa que ahora tenemos paz con Dios. La justicia de Dios que pesaba sobre el ser humano, la paga del pecado, fue echada sobre Cristo. Una vez pagado el precio, somos declarados justos y no hay más acusación que pueda prosperar (comp. 8:1, 31-39). La frase por medio de nuestro Señor Jesucristo hace hincapié en la importancia del instrumento mediante el cual fuimos reconciliados. Con autoridad plena el apóstol puede afirmar que tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Las relaciones de amistad entre Dios y los seres humanos se habían roto, pero ahora la comunión ha sido restablecida. El sacrificio de Jesucristo es suficiente para el perdón de nuestros pecados. ¡Tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo! ¡Somos liberados de la ira de Dios!<br />
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El segundo asunto que plantea el texto es que los cristianos tenemos acceso a la gracia de Dios y nos mantenemos firmes en ella (v. 2a). Es bien claro en el texto que esta bendición también es recibida por medio de Jesucristo: Por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe a esta gracia. ¿Pero qué quiere decir el apóstol con la frase a esta gracia? La palabra también indica que se refiere a algo diferente a la paz con Dios, pero a la vez viene de la misma fuente. Hay la posibilidad que esta gracia se refiera al hecho de haber sido justificados, lo cual ha sido verdaderamente un gran favor inmerecido (3:24). Pero como está presentada la afirmación, el acceso por la fe a esta gracia, muestra que es una consecuencia más de la justificación y como tal es algo diferente a ella. El acceso a esta gracia se refiere a la libertad para entrar a la presencia de Dios, sin otro intermediario aparte de Jesucristo. <br />
<br />
Los que hemos sido justificados por la fe en Jesucristo no sólo tenemos paz con Dios, sino que también tenemos acceso seguro ante Él; es decir, somos introducidos al trono de Dios por medio de la obra de Jesucristo y ahora podemos estar en su comunión. Es como si el mismo Jesucristo tomara de la mano al cristiano y lo presentara ante el Padre. En Jesucristo hemos pasado de muerte a vida, de condenación a justificación, de un estado de desgracia y desesperanza a un estado de gracia y esperanza, en la cual estamos firmes. Es así, por cuanto no depende de los débiles esfuerzos humanos, sino del inapreciable precio pagado por Cristo y su autoridad para introducirnos al trono de Dios. Tenemos libertad para entrar a la presencia de Dios sin ningún otra intermediación que Jesucristo. <br />
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El v. 2b presenta una tercera bendición, como resultado de haber sido justificados delante de Dios. El texto enseña que el cristiano se regocija en la esperanza de la gloria de Dios. Una de las verdades más hermosas de la fe cristiana es que el futuro no es incierto, hay esperanza segura (v. 5). Como resultado de haber sido justificados delante de Dios por medio de Jesucristo, nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Hay alegría por la recuperación de lo perdido. Por supuesto, la esperanza cristiana es un concepto muy amplio, y se extiende a todo lo que el Señor ha prometido, pero aquí se trata específicamente de la esperanza de la gloria de Dios. En Jesucristo se recupera la esperanza. En él se recuperó lo que se perdió por causa del pecado de Adán. Este es un gran motivo de regocijo para todos los que confesamos que Jesucristo fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitado para librarnos de culpa (4:25). La gloria perdida por causa del pecado ha sido devuelta por medio de Jesucristo. ¡Se nos devolvió la esperanza!<br />
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Los vv. 3, 4 constituyen otro bloque de pensamiento muy relacionado con el anterior. Ahora se plantea la actitud positiva que asume el cristiano frente a las dificultades de la vida. Este es otro resultado de haber sido justificados por la fe en Jesucristo. En el v. 2 Pablo ha dicho que nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Por supuesto, gloriarse o alegrarse en la esperanza no es lo extraordinario. ¿Quién no se alegra si tiene esperanza? Pero en el v. 3 se añade que también nos gloriamos en las aflicciones y esto sí se sale de lo común. No dice el texto en qué consistían estas tribulaciones, pero a juzgar por lo que Pablo escribe más adelante, en 12:14-21, los cristianos tenían muchas asechanzas y luchas. El texto no dice que el creyente se complace en las aflicciones, en las presiones de la vida, sino que se goza por causa de las oportunidades que éstas le proporcionan para crecer. <br />
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Lo normal para el ser humano es que de las aflicciones nace la depresión y la desilusión; pero para el cristiano es totalmente diferente y en las aflicciones se fortalece la esperanza. Cuatro asuntos se presentan en cadena, uno tras otro, como eslabones que fortalecen las cadenas de la libertad cristiana. Lo que aparenta ser motivo de debilidad se constituye en motivo de fuerza y fortaleza, de modo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter aprobado y el carácter aprobado produce esperanza (RVA). La obra de Cristo ha dado también al creyente una actitud positiva ante las dificultades que lo ayuda a crecer en la vida cristiana. En realidad el concepto de esperanza cobra significado en un contexto de conflictos, y esa es la situación del creyente en este mundo hostil.<br />
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El v. 5 pone en alto de nuevo el concepto de esperanza de una manera más objetiva. Ahora afirma que la esperanza no avergüenza porque Dios ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado. Así que, la presencia de Dios en la vida da seguridad para afirmar la vida cristiana en un mundo de maldad (muerte). El texto plantea dos razones por las cuales la esperanza no avergüenza: a) El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones y b) el Espíritu Santo nos ha sido dado. <br />
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Ante una avalancha de presiones y aflicciones es fácil ser víctima de la desilusión; pero para sorpresa del mundo, el cristiano sale fortalecido. El texto deja constancia de poderosas razones para que el creyente mantenga su frente en alto aún en medio de las aflicciones: porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Más adelante afirmará que no hay ninguna cosa creada que pueda separarnos del amor de Dios (8:37-39), de modo que la desilusión con respecto a la esperanza no tiene posibilidades de prosperar en el corazón de los que hemos sido justificados por medio de la fe en Jesucristo. Se ha dicho que el amor es la fuerza más poderosa del mundo. Y cuando se trata del amor de Dios hacia los seres humanos no hay barrera que se interponga (comp. 8:39). ¡En Jesucristo somos más que vencedores! Todo esto es parte de nuestra nueva relación con Dios por la fe en Jesucristo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-56755586348179885872011-01-12T05:32:00.001-08:002011-01-12T05:32:58.460-08:00Reflexiones sobre Juan 3.16El evangelio afirma que Dios amó tanto a los seres humanos que entregó a su Hijo para darles vida a todos los que crean en él. Sí, Dios tomó la iniciativa y entregó a Jesucristo para que muriera en sacrificio por nuestros pecados. No hay otra opción, él es el único camino para llegar a Dios. Absolutamente, el único camino. ¡Él es el punto de encuentro! En Jesucristo se reúnen ricos y pobres, blancos y negros, esclavos y libres, sabios e ignorantes, cultos e incultos, hombres y mujeres, ancianos y niños. Él es el mediador para el encuentro entre Dios y los seres humanos. <br />
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El mensaje central del evangelio se resume con mucha claridad en un breve discurso de Jesús registrado en Juan 3:16-21. A través de este texto, hay básicamente dos conceptos que Juan quería comunicar a sus lectores: 1) La iniciativa de Dios para acercarse a los seres humanos a través de su Hijo Jesucristo y 2) la respuesta humana a esa incomparable acción de Dios. Aquí está el texto:<br />
16Por que tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que to-do el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20Pues todo el que hace lo malo abo-rrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descu-bierto. 21En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios. (NVI)<br />
<br />
¿Cómo se desarrollan en este texto los dos estos conceptos antes señalados? En los versículos 16 y 17 se plantea la enseñanza básica del texto: Dios entregó a su Hijo unigénito para darnos la salvación. Este es el punto central alrededor del cual gira todo lo demás. Es claro que fue Dios quien tomó la iniciativa: él dio a su Hijo unigénito. El texto presenta tanto la razón como el propósito de esta acción de Dios. La razón es única e insuperable: tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito. No es que Dios tuviera alguna deuda con el ser humano. Absolutamente, NO. Lo que movió a Dios fue su inmenso amor por los seres humanos que estaban bajo condenación y muerte por causa de sus pecados. El propósito de esta acción es claro: para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Se colocan delante sólo dos posibilidades para los seres humanos: la muerte o la vida. La muerte es sinónimo de condenación, mientras que la vida lo es de salvación. Por supuesto, lo que Dios quiere para los seres humanos es la vida. Así que, en el versículo 17 se reafirma el propósito de Dios. El propósito de Dios al enviar a Jesucristo no es condenar, sino salvar al mundo. En verdad, el mundo ya estaba bajo condenación; pero Cristo vino para darle la posibilidad de liberación, para abrirle el camino a la vida, a la buena relación con Dios (comp. 14:6). No hay otra manera de encontrarse con Dios, sino por medio de Jesucristo. El mensaje del texto, entonces, es que Jesucristo fue enviado a este mundo como sacrificio para el perdón de nuestros pecados, para que seamos salvos por medio de él, para que tengamos buena relación con él, para que tengamos vida. <br />
El versículo 18 habla básicamente del resultado de creer o no creer en lo que Dios ha hecho al entregar a su Hijo unigénito con el propósito de dar la vida. Lo primero que hace Juan (v. 18) es mostrar un contraste entre dos tipos de personas: los que creen y los que no creen en el Hijo. El texto indica que el sólo acto de creer en el Hijo de Dios libera a la persona de la condenación. Pero ¿qué quiere decir creer en el Hijo? En aquel tiempo significaba aceptar que en Jesús se había cumplido el anuncio de los profetas, de modo que él era el Cristo. Por tanto, debían seguirlo. Significaba también que en Jesús Dios se había hecho presente: él era el Hijo de Dios y por tanto la Verdad y fuente de toda verdad. Entonces, se debía creer lo que él decía a fin de tener vida. ¡El entregó su vida en sacrificio por nuestros pecados! Creer en Jesús significa aceptar que él pagó por nuestros pecados y ahora podemos tener una correcta relación con Dios, porque por medio de la fe en él pasamos de muerte a vida. El versículo 18 también habla de los que no creen. Y por cuanto no creen, permanecen bajo condenación. Juan escribe con el propósito de que estos crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, de modo que sean salvos y tengan la vida eterna. ¿En cuál grupo queremos estar? ¿En cuál grupo está usted?<br />
<br />
Los versículos 19-21 dan otra imagen respecto a Cristo. Ahora no se presenta como el Hijo unigénito de Dios, sino como aquella luz que vino al mundo. El texto amplía el argumento mediante una descripción de las actitudes que asumen los dos tipos de personas en las cuales se divide la humanidad. Habla de los que andan en tinieblas y prefieren las tinieblas; y habla también de los que se acercan a la luz y practican la verdad. Habla de los desobedientes y los obedientes, los que hacen lo malo y los que hacen lo bueno, los que siguen el camino de la muerte y los que siguen el camino de la vida, los que andan sin Dios y los que andan con Dios.<br />
<br />
¡No hay escape! Frente a Cristo todo queda al descubierto porque él es la luz. Los que creen en lo que Dios ha hecho no tienen ningún temor de acercarse a Jesucristo. Pero los que no creen tienen temor de acercarse a Cristo por cuanto temen ser descu-biertos. Ellos saben que sus obras son malas. Jesús dice que de todos modos sus obras serán descubiertas, pero sus pecados pueden ser perdonados si los confiesan y lo siguen a él. <br />
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Hay, entonces, dos grandes verdades que enseña el texto de Juan 3:16-21. Primero, que a través de Jesucristo, Dios ha mostrado cuanto nos ama. El amor verdadero no consiste palabras bonitas, sino de hechos aunque estos sean difíciles de realizar. Dios no solamente ha dicho que nos ama profundamente, sino que lo ha demostrado. Él hizo la más grande demostración de su amor al entregar a su Hijo unigénito en sacrificio por nuestros pecados. Dios decidió amarnos y nos amó a todo costo. ¡No hay amor más grande! <br />
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La segunda verdad del texto de Juan 3:16-21 es que el destino nuestro depende de la decisión que tomemos respecto al Hijo de Dios que fue entregado en sacrificio por nuestros pecados. Dios ha tomado la iniciativa para encontrarse con nosotros; pero cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de tomar la decisión de aceptar o rechazar la oferta de Dios. Hay quienes deliberadamente deciden rechazar a Jesucristo y hay quienes humildemente deciden seguirlo. Quienes lo rechazan siguen bajo condenación y muerte; quienes lo aceptan (creen en él y lo siguen) tienen la vida eterna. La oferta se mantiene en pie, jamás ha cambiado ni cambiará: para que todo el que cree en él tenga vida eterna.<br />
<br />
¿Qué debemos hacer, entonces? Ya que en Jesucristo Dios ha mostrado que ver-daderamente nos ama, debemos corresponder sinceramente a su amor. Debemos aceptar por la fe que lo que Él ha hecho es suficiente para el perdón de todos nuestros pecados. No importa quienes seamos, ni qué hayamos hecho. El sacrificio de Jesucristo puede limpiarnos de toda maldad. Por la fe en Jesucristo nuestra vida puede ser transformada. ¿Ha tomado usted la decisión de confesar sus pecados a Dios a través de Jesucristo? Si no lo ha hecho, este es un buen momento para hacerlo. Pídale a Dios que entre a su vida, que le cambia su vida respecto a las cosas malas que hace. Pídale que lo haga una persona nueva. Por la fe en Jesucristo tenemos vida y vida en abundancia. ¡No necesitamos más intermediario que Jesucristo para acercarnos a Dios! <br />
<br />
Por otra parte, si nuestro destino eterno depende de la actitud que asumamos ante el Hijo de Dios que fue entregado en sacrificio por el pecado, entonces es necesario revisar nuestra vida. ¿En cual de los dos grupos de personas se encuentra usted? ¿Está todavía entre los que son incrédulos a lo que Dios ha hecho a través de Jesucristo, o está entre los que han asumido el compromiso de la vida según el camino que Dios ha trazado mediante Jesucristo? Si está entre los que no han decidido creer en Jesucristo como su salvador, ahora es el tiempo para cambiar esta actitud. Si en Jesucristo está la vida, como lo enseña la Palabra de Dios, ¿por qué no tomar hoy mismo la decisión de seguirlo? Y si usted está entre los que ya han decidido seguir a Jesucristo, entonces evalúe su vida para ver cual es su nivel de compromiso con la nueva vida que él le ha dado. ¿Refleja su vida que verdaderamente ha sido transformado por la fe en Jesucristo?<br />
<br />
¡Dios tomó la iniciativa y se acercó a nosotros para mostrarnos cuantos nos ama! Conocido esta verdad, todos tenemos la misión de proclamar el amor de Dios y nuestra salvación a través de Jesucristo, tanto con nuestra vida como con nuestras palabras. ¡Gracias, Padre eterno, por darnos a tu Hijo Jesucristo!<br />
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Ángel Custodio López<br />
Correo-e: evangel1948@hotmail.comAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-31282022324916394822011-01-11T08:26:00.001-08:002011-01-11T08:29:33.093-08:00Reflexiones sobre el cristiano ante los falsos maestros<div class="post-header"><div class="post-header-line-1"></div></div><div class="post-body entry-content"><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><b><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">El cristiano ante los falsos maestros</span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 1cm; text-align: center;"><b><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Texto: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1 Juan 4:1-6 </i></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 4.35pt 0pt 0cm; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 14.85pt 0pt 9pt; text-align: center; text-indent: 14pt;"><b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">4 </span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas. <sup>2</sup>En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios; <sup>3</sup>todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo. Ustedes han oído que éste viene; en efecto, ya está en el mundo.</span></i></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 1.2pt 0pt 9pt; text-align: center; text-indent: 14pt;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><sup><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">4</span></sup></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. <sup>5</sup>Ellos son del mundo; por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo los escucha. <sup>6</sup>Nosotros somos de Dios, y todo el que conoce a Dios nos escucha; pero el que no es de Dios no nos escucha. Así distinguimos entre el Espíritu de la verdad y el espíritu del engaño.</span></i></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 5.4pt 0pt 0cm; text-align: justify; text-indent: 14pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 5.4pt 0pt 0cm; text-align: center;"><span style="letter-spacing: -0.5pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">00000</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 5.4pt 0pt 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 0.05pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hay un poder diabólico que ha operado y opera en el mundo y en la vida de quienes no tienen a Jesucristo (comp.1 Juan. 5:19). La gran tragedia es que la inmensa mayoría de las personas no se da cuenta de esta realidad. En ocasiones, este poder "<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">infecta</b>" también a la iglesia. Ya en los días del apóstol Juan la iglesia era amenazada por los falsos maestros y sus falsas enseñanzas que atacaban los fundamentos de su fe. Aunque con rostros diferentes, esta amenaza todavía persiste y es necesario hacerle frente. </span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 5.4pt 0pt 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Juan había dicho que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">muchos son los anticristos que han surgido ya</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> y escribió</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>para alertar a los creyentes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">acerca de los que procuraban engañarlos</i> (2:18, 26). En 4:1 afirma que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">han salido por el mundo muchos falsos profetas</i>. Junto con esto, también afirma que la iglesia está en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">capacidad</b> de discernir y tiene la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">obligación</b> de examinar el mensaje que estos predicadores le presentan, a fin de que no sea engañada. Dos veces expresa el texto la idea que podemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conocer</b> la verdad respecto a este problema: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En esto pueden discernir</i>... (v. 2) y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Así distinguimos entre el espíritu de verdad y el espíritu del engaño</i> (v. 6). </span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 5.4pt 0pt 0cm; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 14.4pt 18.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En el texto de 1 Juan 4.1-6 hay básicamente dos bloques de pensamiento: el primero (vv. 1-3) apunta hacia <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la enseñanza</b> de los maestros, ante la cual la iglesia debía estar despierta, a fin de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> poner a prueba </b>a los mensajeros y su mensaje. Se presentan tres asuntos: a) El mandato de probar a los maestros y su mensaje (v. 1a); b) la razón para probar a los maestros y su mensaje (v. 1b) y c) el criterio para probar a los maestros<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> (</b>vv. 2 y 3).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 9.0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El segundo bloque de pensamiento del texto se proyecta hacia <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el carácter</b> o conducta de las personas involucradas en el mensaje, de modo que se revelan los distintivos del Espíritu de verdad o el espíritu del error actuando en ellos (vv. 4-6). <span style="letter-spacing: -0.3pt;">Entonces, la iglesia tiene también la obligación de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">poner a prueba <u>el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>carácter</u></b> (conducta) de los maestros y el de su público receptor. En el texto, Juan identifica varios asuntos: a) </span>El carácter de los creyentes fieles a Jesucristo (v. 4); b) el carácter de los maestros falsos (v. 5) y c) el carácter de los maestros verdaderos (v. 6) fieles al Señor y su Palabra.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 49.65pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La realidad, pues, es que ha habido, hay y habrá falsos profetas (maestros, predicadores) y la iglesia está en la obligación de examinar, a la luz de la revelación y la doctrina de Jesucristo, el mensaje que estos predicadores le presenten. Dos veces expresa el texto la idea de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conocer la verdad</b> respecto a los falsos maestros: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En esto pueden discernir</i>... (v. 2) y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">así distinguimos</i> (v. 6).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El texto enseña que hay sólo dos espíritus guiadores: el Espíritu de la Verdad (el Espíritu Santo) y el espíritu del error (el espíritu del anticristo). Todo profeta o maestro está al servicio de uno de estos dos espíritus, de modo que de su boca sale verdad o error, orientación o confusión, vida o muerte, según sea el espíritu que lo motive. ¡Por eso es necesario ponerlos a prueba!</span></div><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: 0.1pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Desde el principio, Satanás ha tratado de mezclar su mentira con la verdad de Dios. (Lo intentó con Adán y Eva y tuvo éxito). Juan le sale al paso a esta vieja artimaña de Satanás con un planteamiento claro y tajante, expresado en dos afirmaciones: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no crean a toda persona que pretenda estar inspirada por el Espíritu, sino sométanlos a prueba</i>. De inmediato presenta el fundamento de su exhortación con una razón inequívoca: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque han salido por el mundo muchos falsos profetas</i>. Pocos años después que Juan escribiera estas palabras la iglesia puso a prueba a los que decían ser apóstoles, pero no lo eran (comp. Apocalipsis 2:2) Hoy, como ayer, la Verdad está siendo mezclada con el error, al punto que a veces es difícil distinguir entre los dos (como los colores del Arco Iris). ¡Cuántas corrientes de pensamiento vuelan por el mundo hoy! Desarrollo del potencial humano, la fuerza interior, <personname productid="la Nueva Era" w:st="on"><personname productid="la Nueva" w:st="on">la Nueva</personname> Era</personname>, Teología de <personname productid="la Prosperidad" w:st="on">la Prosperidad</personname>, pensamiento positivo, etc. ¡Lo lamentable de todo esto que han entrado encubiertamente en muchas de nuestras iglesias!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">No por ser “sobrenatural” un hecho cualquiera debe ser considerado como procedente de Dios. Es importante asegurarse que el mensaje y el hecho estén en concordancia con la revelación escrita de Dios y con la conducta del mensajero. Cabe bien aquí el dicho popular: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">no todo lo que brilla es oro”</b>. La prueba de la verdad es necesaria. ¡Y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La Verdad</b> siempre pasa la prueba!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¿Cuáles son algunas conclusiones que podemos visualizar de la breve reflexión del texto de 1 Juan 4:1-6? Hay por lo menos tres propuestas que podemos presentar, a manera de conclusión:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 6pt 14.7pt; text-align: justify; text-indent: -14.7pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">1. La iglesia tiene la responsabilidad de evaluar la enseñanza que recibe de sus maestros.</span></b><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hay un poder del mal, un poder diabólico, que está operando en el mundo y se opone a la iglesia de Jesucristo, se opone a <personname productid="la Verdad. La" w:st="on">la Verdad. La</personname> oposición viene tanto desde afuera como desde dentro de la misma iglesia. <personname productid="La Escritura" w:st="on">La Escritura</personname> afirma que el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo, ha sido dado a los creyentes; pero también afirma que hay otro espíritu en el mundo, contrario al Espíritu de Verdad, que se manifiesta de múltiples formas en contra de la iglesia de Cristo. Por tanto, es necesario que la iglesia ponga a prueba a quienes pretenden ser maestros o predicadores del evangelio, para saber si son de Dios. El consejo de Juan es: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios</i>. </span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-align: justify; text-indent: -13.3pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">2. Lo que los maestros pretenden enseñar es determinante para decidir si son verdaderos o falsos.</span></b></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 0pt 13.3pt; text-indent: -13.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El argumento del apóstol Juan es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el mensaje</b> de los maestros es una medida para saber si son verdaderos o si son falsos<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.</i> En aquel caso, el punto central era si su mensaje afirmaba que Cristo vino en cuerpo humano, lo cual implica creer tanto en el nacimiento, como la vida, muerte y resurrección de Jesús. Hoy el punto central bien pudiera ser otro, sin perder la esencia del mensaje. Por ejemplo: ¿qué valor le dan a la Revelación escrita, frente a las llamadas revelaciones que, según algunos de esos predicadores, dios les está dando hoy? ¿Tiene la Revelación escrita la última palabra? Los creyentes <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">deben poner a prueba</b> el mensaje de los maestros y predicadores. El solo hecho de que una persona diga que viene en nombre de Dios no es una garantía de que dice la verdad, aunque su mensaje esté acompañado aun de “hechos sobrenaturales”.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman','serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[1]</span></span></span></span></span></a> Por sobre cualquier hecho portentoso, el mensaje del predicador debe pasar la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prueba teológica</b> referente a la doctrina de Jesucristo y la Revelación escrita. Por otra parte, el hecho de que el maestro (teólogo o predicador) lea uno o varios textos bíblicos en su exposición y saque alguna “enseñanza” de ellos, no indica que en verdad tal enseñanza se deriva de estos versículos. Es necesario estar seguro que en verdad el texto presenta esa enseñanza.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 10.5pt; text-align: justify; text-indent: -10.5pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">3. La conducta de los que pretenden ser maestros (o predicadores) es una medida para saber si son de Dios o si provienen del mundo.</span></b><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El mensaje de Jesucristo transforma la vida de quienes lo siguen; no sólo transforma la vida, sino que ha dejado en nosotros su Santo Espíritu: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.</i> ¿Cómo sabemos si el mensaje es de Dios o si no lo es?: ¡Por los frutos! La coherencia entre los dichos y los hechos, el mensaje y la conducta, lo que se dice y lo que se hace, indican si un maestro (profeta) está dando un mensaje verdadero, si el mensaje es de Dios o si es del diablo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Pero no se trata sólo de los verdaderos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">profetas</b>, sino también de los verdaderos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">profesantes</b>. Los verdaderos cristianos escuchan <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, aunque ésta no sea popular. Son falsos aquellos que siguen a los que les dicen lo que quieren oír. ¡Cuántos hay de estos hoy que van de iglesia en iglesia, buscando música para sus oídos!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 9.35pt 0pt 0cm; text-align: left;"><b><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; text-shadow: auto;">¿Qué debemos hacer, entonces?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Asumimos que l</span><span style="letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">a iglesia es una comunidad hermenéutica con capacidad para interpretar las Escrituras y los signos de los tiempos. Por tanto, puede discernir cuándo un maestro está diciendo la verdad del evangelio y cuándo está desviándose de ella. Esta no es una opción, es una obligación: la iglesia debe evaluar, a la luz de las Escrituras, el mensaje que recibe de los predicadores y maestros. ¿Piensa usted que en estos tiempos hay algunos maestros o predicadores que se están desviando de los principios fundamentales del evangelio? Frente a los tales, hay dos posibilidades: 1) que de verdad esos maestros están equivocados; 2) que el equivocado es usted. En cualquiera de los casos, es necesario confrontar el problema. Tal vez el asunto es más elemental en su iglesia: el problema no es que estén enseñando doctrinas falsas, sino que no están enseñando realmente enseñando las verdades fundamentales del evangelio, no están enseñando todo el consejo de Dios. En este caso, el problema es no sólo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">teológico</b> sino <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hermenéutico</b>. Es elemental, para poder evaluar a los predicadores (teólogos y maestros), debemos reflexionar sobre lo que creemos, debemos conocer las verdades del evangelio. Si siente que no está preparado para esto, entonces le propongo un camino de acción: 1) Tome la decisión de participar activamente en un encuentro de estudio bíblico regular de la iglesia. 2) Préstele atención a los sermones que está oyendo en su iglesia cada semana. 3) Dialogue con los líderes de la iglesia sobre la doctrina cristiana que han aprendido.</span></div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 6pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Por otra parte, debemos tener presente que unas veces las falsas enseñanzas se presentan encubiertamente y otras se ven claramente. Hay verdades fundamentales del evangelio que son muy claras en las Escrituras. Por ejemplo: todo ser humano es pecador y necesita salvación; la salvación se obtiene sólo por la fe en el sacrificio de Jesucristo; Jesucristo transforma a quienes lo siguen, etc. Frente a esto, hoy se presentan temas que en ocasiones confunden a los creyentes. Por ejemplo, en el ámbito evangélico se habla de temas como la Teología de la prosperidad, la Guerra espiritual, la Sanidad interior, la Oración fuerte al Espíritu Santo etc. y no siempre se explica al oyente lo que esto significa e implica. ¿Qué hacer frente a estos movimientos? Por lo menos es nuestra responsabilidad confrontar y evaluar sus enseñanzas a la luz de las Escrituras. Es nuestra responsabilidad examinar y comprender bien la Palabra de Dios, para saber si los maestros o predicadores están diciendo la verdad o si son guiados por el espíritu del error. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 2.0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 2.0cm; text-align: justify;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Finalmente, no es sólo el mensaje lo que ayuda a determinar la autenticidad de los predicadores o maestros. También <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">su conducta</b>, su estilo de vida, es una medida. El mensaje del evangelio transforma la vida de los seres humanos a la semejanza de Jesucristo. Juan hizo también esta observación: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el que dice que permanece en él, debe vivir como Jesús vivió</i> (1 Juan 2:6). Unas preguntas que en este sentido pudiéramos hacernos son estas: ¿Se ajusta la vida de este predicador o maestro al mensaje que predica? Si la respuesta es negativa, entonces es sospechoso. ¿Se ajusta la vida de este predicador al mensaje de las Escrituras? Si la respuesta es negativa, también debería sospecharse de la autenticidad o franqueza del predicador. La conducta de los predicadores o maestros debe ser considerada a la hora de decidir si son de Dios o si son de este mundo. Pero también la conducta personal de los oyentes es importante. Todo depende de si sigue los valores del reino de Dios o los valores de este mundo. ¿En cuál camino está usted? ¿A quién está siguiendo?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES;">Queridos hermanos, no crean a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sométanlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.</span></i><br />
<br />
<span style="letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[1]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Da la impresión que la multitud guardó silencio mientras Jesús exponía su enseñanza; y cuando concluyó hubo todo tipo de comentarios que comparaban esta manera de enseñar con la manera como lo hacían los escribas y maestros de la ley. Además, el comentario de Mateo sugiere que este es un solo discurso y no una colección resumida de diversos discursos de Jesús.</span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[2]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">Hay que recordar que el texto de este discurso, aunque lo hemos tratado como prosa argumentativa (como en efecto lo es), sin embargo está dentro de un libro escrito predominantemente en prosa narrativa. Todo el texto de Mateo 5:1-7:29 es un solo episodio dentro de la narrativa. Pero el sermón propiamente dicho está en 5:3-7:27. Los versículos de 5:1-2 y <time hour="7" minute="28" w:st="on">7:28</time> - 29 son la introducción y la conclusión respectivamente que el narrador presenta referente al discurso de Jesús.</span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"></span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[3]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Claro que es muy importante descubrir lo que quería enseñar Jesús con su discurso, pero hay dos momentos diferentes que se deben tomar en cuenta. Se debe tomar en cuenta el momento cuando Jesús expuso su discurso en un contexto determinado y se debe tomar en cuenta también el momento y su contexto cuando Mateo escribió su libro en el cual insertó el discurso. </span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[4]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Es bastante evidente que los personajes principales en este episodio son Jesús y los discípulos; y los personajes secundarios son la multitud y, de manera indirecta, los maestros de <personname productid="la Ley." w:st="on">la Ley.</personname></span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[5]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Lo hace así porque su público original es fundamentalmente judío, pueblo que tenía un alto aprecio por <personname productid="La Ley" w:st="on">la Ley</personname>, los Salmos y los Profetas.</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[6]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">El ministerio de Jesús lo resume Mateo en tres grandes aspectos: La <b>proclamación del reino</b> de Dios para que los seres humanos se vuelvan a su comunión, <b>la enseñanza de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname></b> de Dios para que conformen su vida a los valores del reino y <b>la salud integral</b> de los seres humanos para que vivan a plenitud ahora y en la eternidad.</span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[7]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Muchos años antes de este discurso, el salmista lo había comprendido bien: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dichoso el hombre que no sigue el camino de los malvados… sino que en la ley del Señor se deleita… </i>(Salmo 1).</span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES-VE;"><span style="color: #2288bb;">[8]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';"><span style="font-size: xx-small;">Oswaldo Mottesi, en <i>Predicación y Misión</i>, una perspectiva pastoral. Logoi, 1989, página 45.</span></span></div></div></span></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-1003855812556813872011-01-11T08:24:00.001-08:002011-01-11T08:24:37.263-08:00Reflexiones sobre Santiago 1.19-27<div class="post-header"><div class="post-header-line-1"></div></div><div class="post-body entry-content"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';"></span><div class="MsoBodyText3" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 18pt;"><strong>La actitud del cristiano ante <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</strong></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.1pt;">En el comportamiento diario del cristiano debe ser evidente su obediencia <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Un resumen del contenido del texto</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.1pt;">En Santiago 1:19-27, el escritor inspirado exhortó a sus lectores para que con humildad cambiaran la manera de pensar y actuar, y aceptaran el mensaje (<personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios) que habían recibido. Les dijo que no bastaba con escuchar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, era necesario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevarla a la práctica</i>. Y los retó a dar evidencia de su fe no solo mediante su buena conducta, sino también a través del servicio a los necesitados. Este texto </span><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">puede dividirse en tres breves párrafos cuyo contenido puede resumirse con estas tres palabras: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b>, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">actuar</b> y <b>evidenciar</b>. Los vv. 19-21 retan al creyente a recibir (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b>) <personname productid="La Palabra Dios" w:st="on"><personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> Dios</personname> con mansedumbre; los vv. 22-25 constituyen una exhortación a la acción (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">actuar</b>) de obediencia continua de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname>; y los vv. 26 y 27 presentan un reto para que se dé evidencia (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">evidenciar</b>) de la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> Viva en la vida diaria. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">Análisis y comentarios del texto</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Los creyentes a quienes escribió Santiago, debían evidenciar, mediante su conducta, que llevaban a la práctica <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Era necesario que conocieran <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, pero ese conocimiento tenía poco valor, si no actuaban conforme a él.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>El mensaje de Santiago es que a través de nuestro comportamiento, debe hacerse evidente que obedecemos la Palabra de Dios. Así que, es necesario <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">prestar atención</b> a lo que <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios enseña, es necesario <b>conducir la vida</b> conforme lo que esa Palabra enseña y es necesario <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">mostrar</b> en hechos concretos nuestra obediencia a lo que Dios dice en su Palabra. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">¿Cuál es el contexto de Santiago 1:19-27?</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;"> </span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Con este texto, especialmente con el v. 22, Santiago llega a uno de los puntos más relevantes de sus pensamientos y plantea un tema alrededor del cual gira toda su carta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la necesidad de obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Los versículos de 1:2-11 hablan acerca de la actitud <span style="letter-spacing: -0.2pt;">positiva</span> que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b><span style="letter-spacing: -0.2pt;">debe asumir el cristiano frente a las pruebas.</span> Los versículos de 1:12-18 plantean la actitud correcta que debe asumir el cristiano ante la tentación a hacer lo malo. Y los versículos de 1:19-27 hablan de la actitud de obediencia que debe asumir el cristiano ante <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif';">¿Cómo está estructurado el texto de Santiago 1:19-27? </span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Como se dará cuenta al prestar un poco de atención a este texto, está estructurado en tres breves párrafos (vv. 19-21, 22-25 y 26-27). Pero los tres se refieren al tema de la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Por lo tanto, debemos estudiarlos juntos. Entonces, hay básicamente tres asuntos en este texto:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">1. En primer lugar (vv. 19-21), el texto habla de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la necesidad de prestarle atención a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios,</b> en vez de oír la voz del sistema del mundo anti Dios. Santiago exhortó a sus lectores para que con humildad cambiaran su manera de pensar y actuar, y aceptaran el mensaje (<personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios) que habían recibido. <personname productid="La Palabra Dios" w:st="on"><personname productid="la Palabra" w:st="on">La Palabra</personname> Dios</personname> tenía poder para darles vida aun en medio de las situaciones difíciles que se les presentaran. Por lo tanto, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían oír (prestar atención a) <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>, si querían salvar sus vidas. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">2. En segundo lugar (vv. 22-25), el texto habla de la necesidad de <b>obedecer</b> <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y no solamente conocerla. Santiago les dijo a sus lectores que no bastaba con escuchar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, era necesario llevarla a la práctica. La obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios se evidenciaba a través de los cambios positivos en la vida de ellos. Así que, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían poner en práctica <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios para recibir la bendición que ella daba</b>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 12.6pt; text-align: justify; text-indent: -12.6pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">3. En tercer lugar (vv. 26-27), el mensaje que habían recibido no era sólo un asunto de palabras, sino de hechos. El evangelio afectaba la totalidad de la persona. En este sentido, el texto habla de la coherencia entre los dichos y los hechos, como evidencia de la obediencia al mensaje que habían recibido. Entonces, ellos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debían dar evidencia de su fe no sólo mediante el servicio a los necesitados sino a través de su conducta personal</b>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;">¿Cómo se desarrollan estos asuntos en el texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Con los vv. 19-21, Santiago les llamó la atención a sus lectores para que le prestaran atención a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, si querían salvar sus vidas. En este sentido, el texto plantea esencialmente dos asuntos: 1) Los vv. 19 y 20 exhortan a los creyentes para que asuman la actitud de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b> <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, antes que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hablar</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">actuar</b> con juicios personales equivocados. Si querían una buena relación con los demás, debían tener control sobre ellos mismos. 2) En el v. 21 la exhortación es que los creyentes abandonen sus criterios personales y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acepten</b> con mansedumbre <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> que tiene poder para transformar sus vidas.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">El contenido de los vv. 19 y 20 es una respuesta a la falsa acusación que, según el v. 13, los lectores de Santiago hacían a Dios. Parece que las tres acciones presentados: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">oír</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hablar</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">airarse,</i> se relacionaban con tres problemas de conducta que los llevaba a acusar a Dios de ser el responsable de sus tentaciones a hacer lo malo. Santiago dice que esa es una percepción equivocada. Por lo tanto, debían tener control de sus <u>oídos</u>, su <u>lengua</u> y sus <u>emociones</u>. Según el v. 20, la falta de control sobre sí mismos no les permitiría actuar conforme a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. El mensaje del texto es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">es necesario escuchar con humildad <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, a fin de hablar y actuar con justicia</b>. En ocasiones el razonamiento humano pudiera parecernos muy lógico y aceptable, pero es necesario confrontar nuestros pensamientos y nuestras acciones con lo que Dios dice en su Palabra.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">El v. 21 habla sobre necesidad de rectificar la vida. Y la rectificación implica <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">desechar</b> lo malo y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aceptar</b> y hacer lo bueno; implica aceptar con humildad los errores y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oír</b> (aceptar) las correcciones que ofrece <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. La expresión: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la cual tiene poder para salvarles la vida</i>, no se refiere a la salvación de la condenación eterna,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> sino a la restauración de la mala conducta, al bienestar temporal del creyente que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">oye</b> <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y la obedece.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Los vv. 22-25<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>presentan uno de los puntos más relevantes del pensamiento de Santiago. Plantean un tema fundamental alrededor del cual gira toda la carta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">la necesidad de obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Comienza con un mandato en el v. 22: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.</i> Y concluye con una alentadora promesa para quienes la obedezcan: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">recibirá bendición al practicarla</i> (v. 25). En medio de estos dos asuntos, los vv. 23 y 24 presentan una extraordinaria ilustración para recordar lo ilusorio que es reconocer la realidad personal y no prestarle la debida atención.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; letter-spacing: -0.2pt;">Hay un contraste entre la persona que se presenta en los vv. 23 y 24 y la que se presenta en el v. 25. En el primer caso, tan rápida fue la mirada de su rostro en el espejo, como lo fue también olvidarse cómo era; en el segundo habla de una mirada atenta y perseverante en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la ley perfecta que da libertad</i>, a saber, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. En ocasiones pudiera presentársenos la disyuntiva: <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y la palabra del hombre. ¿A quién debemos obedecer? Debemos ser valientes para tomar el camino correcto, con la convicción de que ¡es mejor obedecer a Dios antes que a los hombres!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">En los vv. 26 y 27 Santiago plantea de nuevo el asunto referente al problema de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">oír</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no hacer,</i> que se presentó en los vv. 23 y 24. Ahora dice que la verdadera religión, el evangelio, no es un simple liturgia o <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">culto religioso</b>; sino que se trata de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acciones</b> concretas de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">servicio al prójimo</b>. En este sentido, el v. 26 muestra una concepción equivocada del sentido práctico de la vida en Jesucristo y el v. 27 indica que el cristiano fiel manifiesta su fe tanto en acciones de servicio al prójimo como en la observancia de una buena conducta. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Según el v. 26, los lectores de Santiago habían descuidado un aspecto muy importante de su fe. Hablaban mucho y hacían poco. Parece que habían descuidado el amor en la comunidad cristiana y hacían demasiado hincapié en los aspectos litúrgicos (rituales) de la religión.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> En otras palabras, se conformaban con lo que al parecer era una buena actitud hacia Dios (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">si alguien se cree religioso</i>)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">,</i> pero con sus palabras demostraban una mala actitud hacia los hombres (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">y no refrena su lengua</i>). Santiago les recuerda que la práctica auténtica de la vida cristiana no es meramente de culto colectivo con ritos y acciones piadosas, sino más bien de servicio al prójimo en acciones de bondad acompañadas de una conducta ejemplar.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">Al describir el lado práctico de la fe (v. 27), Santiago presenta dos ejemplos específicos. Por un lado habla de acciones de servicio hacia los necesitados (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">atender a</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los huérfanos y a las viudas</i>)<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></b></span></span></i></span></a> y, por el otro, habla de la conducta que debe caracterizar al cristiano (c<i style="mso-bidi-font-style: normal;">onservarse limpio de la corrupción del mundo</i>). El evangelio es tanto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">devoción</b> como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">acción</b>; es un llamado a salir del mundo y a la vez entrar y actuar en él. Así que, Santiago no habla de una religión sin Dios, fundamentada en los hombres y dedicada a los hombres. ¡De ninguna manera! Más bien recuerda que en la religión cristiana hay la obligación de prestar atención tanto a Dios como a los hombres. Y para lograr esto, tenemos delante las directrices de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios que debemos obedecer. El evangelio de Jesucristo exige tanto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b>; fidelidad a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y sensibilidad humana.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.2pt;">¿Cuáles son los unos principios que se derivan de este texto?</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">De las reflexiones antes expuestas, se desprenden con bastante claridad tres principios para la vida cristiana en nuestro contexto.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">1. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Debemos <u>escuchar</u> (oír) lo que nos enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Hoy como ayer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios es más sabia que todos los descubrimientos y propuestas humanas. Si queremos salvar nuestras vidas, tenemos que volver nuestra mirada a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. En medio de un mundo arrogante que gira desenfrenadamente de espaldas a Dios, hay necesidad de un espíritu de humildad y mansedumbre para escuchar su Palabra, la cual tiene poder para transformar y reorientar nuestras vidas. Hay muchas voces hoy en el mundo, pero también está la voz de Dios ¡Debemos escuchar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios! Para escuchar <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios es necesario leerla, es necesario conocerla, es necesario examinarla para entender lo que enseña. A través de ella conocemos quiénes somos, quién es Dios y lo que ha hecho y es capaz de hacer por nosotros y con nosotros. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">2. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Debemos <u>poner en práctica</u> lo que nos enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Tiene poco valor conocer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios si no ponemos en práctica lo que conocemos de ella. La promesa de Dios es que la obediencia a su Palabra produce una vida dichosa. Por supuesto, hay que pagar el precio de la obediencia. Si <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios dice que una determinada conducta es mala, entonces debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">desechar</b> esa conducta; y si dice que cierta conducta es buena, entonces debemos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">asumirla</b>. El conocimiento de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios tiene poco valor si no se traduce en la transformación de la conducta. Por eso, Santiago dice que si una persona <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">se mira en el espejo</b>, pero no <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">actúa</b> conforme a lo que observó, no hace más que engañarse a sí misma. Es importante conocer la verdad, pero el conocimiento sin la acción es mera ilusión; es necesario actuar conforme a la palabra oída, es necesario obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt; letter-spacing: 0.1pt;">3. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Debemos <u>dar evidencia</u> de nuestra fe no solo mediante la conducta personal sino a través del servicio a los necesitados</b>. El evangelio exige coherencia entre lo que creemos y lo que hacemos. La obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe evidenciarse tanto en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">buena conducta</b> del creyente como en las <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">buenas acciones</b> de servicio a los necesitados. Santiago dice que la verdadera fe se muestra en la buena relación personal con Dios y las buenas acciones hacia nuestro prójimo. La referencia a las viudas y los huérfanos es sólo un ejemplo, no la norma. La obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios no pasa desapercibida, su efecto se evidenciaba a través de los cambios positivos en la vida de quienes la obedecen. ¡Y esos cambios se relacionan con Dios y con nuestro prójimo!</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; letter-spacing: -0.9pt;">Una reflexión final</span></b><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">1. Si, como lo hemos afirmado, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos <u>escuchar</u> (oír) lo que enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>, ¿qué podemos hacer para lograrlo? No hay duda que un primer paso es leerla y estudiarla con ese propósito. Hoy hay muchas voces que pretenden dar directrices, pero el cristiano tiene que prestar atención a la voz de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Debemos leer <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname> con la convicción que Dios tiene un mensaje para nosotros y no sólo para los lectores originales. Si no lo está haciendo, seleccione un libro de <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname>, por ejemplo el Evangelio según Juan, y hágase el propósito de leer cada día un capítulo. Tenga a la mano un cuaderno y mientras lea mantenga en mente estas tres preguntas: ¿Qué dice el texto? ¿Qué enseña el texto? ¿De qué manera me afecta el mensaje de este texto, cómo puedo llevarlo a la práctica? Lea <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname> para escuchar lo que ella dice. Examínela para conducir su vida según lo que ella enseña.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">2. Si, como lo hemos afirmado, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos <u>poner en práctica</u> lo que enseña <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>, entonces debemos saber qué enseña. ¿Si no sabemos lo que enseña <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname>, cómo podemos poner en práctica su mensaje? Tal vez siente cierta preocupación porque no siempre entiende lo que lee en <personname productid="la Biblia. Ya" w:st="on"><personname productid="la Biblia." w:st="on">la Biblia.</personname> Ya</personname> que esto es posible, hágase el firme propósito de participar en un grupo pequeño de estudio bíblico semanal. Si no hay un grupo así en su iglesia, anime a los líderes para que formen uno en el cual usted pueda participar. Pero no estudie <personname productid="la Biblia" w:st="on">la Biblia</personname> sólo para saber lo que enseña, estúdiela para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevarla la práctica</i>. Al hacer el estudio bíblico, tome sólo un asunto a la vez que pueda poner en práctica en los próximos días, al final de la semana hágase una evaluación personal para ver los resultados. Si necesita ayuda para lograr lo que se ha propuesto, no vacile en buscarla con los líderes de la iglesia. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 15pt; text-align: justify; text-indent: -15pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 11pt;">3. Hemos afirmado que, según el texto de Santiago, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">debemos <u>dar evidencia</u> de nuestra fe no sólo mediante la conducta personal sino también a través del servicio a los necesitados</b>. Aquí hay un campo amplio para <i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevar a la práctica</i> <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Hágase una evaluación personal respecto a los cambios internos que ha observado en su vida desde que comenzó su nueva vida en Jesucristo. Dé gracias a Dios por esos cambios. Pida la ayuda del Señor para lograr los cambios que desea hacer pero que no ha logrado todavía. Otro asunto importante es este: ¿cómo es su relación con las personas que están pasando por necesidad en su iglesia? ¿Hay algo que usted está haciendo por ellas? ¿Qué otra cosa pudiera hacer para ayudarlas? Seleccione una de esas personas que están pasando por alguna necesidad, ore por ella y haga planes para ayudarla con hechos según sea la necesidad de esa persona. Póngase en contacto con ella y ofrézcale su ayuda. Tal vez una de las principales necesidades de esa persona es encontrar alguien con quien hablar de sus problemas. ¡Usted puede ser un instrumento muy útil en las manos de Dios!</span></div></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-655466550354159316.post-87539969994177774032011-01-11T08:22:00.001-08:002011-01-11T08:22:52.597-08:00¡El impacto de la Palabra!Una exposición de Mateo 7:28 y 29<br />
<br />
<div align="center" class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="color: black; font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-themecolor: text1;">La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exposición</b> fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reacción</b> de los oyentes a ella, son dos asuntos que van de la mano. La exposición bíblica debe generar cambios verdaderos y duraderos en los oyentes. Por supuesto, los cambios genuinos y duraderos ocurrirán sólo cuando en la predicación haya <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b> a las necesidades humanas.</span></div><br />
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Este ensayo pretende reflexionar un poco sobre el tema del impacto de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname>, basado en la conclusión escrita por Mateo en ocasión de ese inigualable discurso de Jesús conocido como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El sermón del Monte</b>. Los versículos de Mateo <time hour="7" minute="28" w:st="on">7:28</time> y 29 constituyen un comentario personal del narrador del Evangelio (el evangelista Mateo), para expresar en forma resumida la reacción de los oyentes de Jesús ante el discurso que acababa de pronunciar (Mateo 5:3 a 7:17). Así que, la reflexión en este trabajo estará centrada no en el discurso propiamente dicho, sino <b>en la reacción que éste generó en los oyentes</b>. Por supuesto, será necesario reflexionar un poco sobre los asuntos principales que se presentan en el discurso, pues sin duda estos generaron la reacción reflexiva que registra el narrador. Nuestra premisa básica en este ensayo es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">la exposición fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe transformar la vida de los oyentes. </span></b><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">Por lo menos debe moverlos a </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">pensar</span></b><span style="mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">, a fin de que decidan </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">actuar</span></b><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> en obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios.</span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Es claro que en Mateo 7:28 y 29 el autor resume su apreciación respecto a los resultados inmediatos del mensaje que Jesús acababa de pronunciar ante sus discípulos y la multitud que lo oía. En verdad, no se trata exactamente de la reacción de <b>sus discípulos</b>, ya que el texto dice que <b><i>las multitudes</i></b> <i>se asombraban de su enseñanza</i>, <i>porque les enseñaba como quien tenía autoridad</i>... (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">NVI</i>). Por supuesto, los discípulos estaban presentes y seguramente Mateo los incluyó en este comentario. Lo cierto es que no solamente <i>toda la gente estaba admirada de cómo les enseñaba...</i> (v. 28), sino que <i>cuando</i> <i>bajó del monte, mucha gente le siguió</i> (8:1). </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">En este texto, Mateo hace una evaluación tanto del sermón y sus resultados, como del orador y los oyentes. Según la redacción de <personname productid="la Nueva Versi�n" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nueva Versión</i></personname><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Internacional</i>, el texto se lee así: <i>Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraban de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley. </i>Con estas palabras termina el episodio que comenzó en 5:1.<i> </i>En realidad, a excepción de la primera cláusula, el texto se puede tratar como un <i>comentario editorial</i> de Mateo, que presenta las siguientes afirmaciones:</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">1. [Jesús concluyó su enseñanza dada en este discurso </span><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES;">(</span><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">v. 28a).]</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">2. Toda la gente estaba admirada de la manera como Jesús enseñaba (v. 28b).</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">3. La enseñanza de Jesús era dada con autoridad (v. 29a).</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">4. La enseñanza de Jesús no era como la de los maestros de la ley (v. 29b).</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Tal como se lee, en este texto hay una sola oración con cuatro cláusulas. La cláusula principal es ésta: <i>las multitudes se asombraban de su enseñanza</i> (v. 28b). Quedan tres cláusulas en el texto. La primera es una descripción introductoria respecto al tiempo cuando ocurrió la reacción de los oyentes: <i>cuando Jesús terminó de decir estas cosas</i> (v. 28a).<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[1]</span></span></span></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La tercera y la cuarta claramente expresan razones: <i>porque les enseñaba como quien tenía autoridad</i> (v. 29a) y [<i>porque les enseñaba</i>]<i> no como los maestros de la ley</i> (v. 29b). La enseñanza que el autor quería transmitir a sus oyentes era que Jesús ciertamente era el Mesías prometido, que en este caso se presentaba como un Maestro que hacía impacto con su mensaje. Pero Mateo escribe para los cristianos de su generación unos cuantos años después que Jesús pronunció este discurso. ¿Qué quería comunicar el autor al insertar este texto en su relato? ¿Cuál es el principio que enseña para las generaciones posteriores? Sobre la base del análisis de este texto, propongo que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">mediante la predicación del evangelio los oyentes deben ser impactados con la autoridad de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. </b>Esta autoridad se revela tanto en las palabras como en la vida del predicador. </span><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 8pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El hincapié del texto está en la segunda parte del v. 28: <i>las multitudes se asombraban de su enseñanza</i>. Una vez terminado el discurso, los oyentes quedaron admirados, verdaderamente impresionados, con la enseñanza de Jesús. Su mensaje hizo un tremendo impacto en los oyentes. Los hizo reflexionar sobre sus vidas y sobre la vida y acción de sus maestros. En este sentido, Mateo recoge la impresión de los oyentes con dos razones contrapuestas: <i>porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y </i>[<i>porque les enseñaba</i>]<i> no como los maestros de la ley</i>. Jesús no se parecía a los maestros tradicionales que el pueblo estaba acostumbrado a escuchar. Claro, Jesús no solamente les enseñaba con autoridad, sino que él mismo era la autoridad. ¡Él era el Mesías prometido!</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">A estas alturas de nuestro análisis ya podemos sospechar con buenas bases, que este breve comentario de Mateo provee unos principios sumamente importantes para la vida y misión de la iglesia contemporánea, tanto para quienes exponen <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios como para quienes la escuchan. Pero antes de reflexionar sobre estos principios, es necesario tratar de responder una pregunta obligada en un análisis como éste.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[2]</span></span></span></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La pregunta que debemos tratar de responder es ésta: <b>¿Por qué insertó Mateo este discurso en este punto de su narrativa?</b><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[3]</span></span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">En realidad, la pregunta anterior genera otras no menos importantes que se deben tomar en cuenta: ¿Qué quería enseñar Mateo a sus lectores originales con este episodio de los capítulos 5 al 7 de su Evangelio? ¿Dónde está el hincapié del episodio: en los oyentes o en el ponente, en los discípulos o en Jesús?<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[4]</span></span></span></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De acuerdo con el contexto general dentro la narrativa y la intención del autor con ésta, el hincapié está en Jesús y su ministerio. Con su versión del evangelio, Mateo quería mostrar que <b>Jesús es el Mesías prometido y que la iglesia debe continuar la obra que él comenzó</b>. Para tal efecto, no sólo respalda constantemente su mensaje con afirmaciones del Antiguo Testamento,<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[5]</span></span></span></span></span></a> sino que interpreta el ministerio de Jesús en términos de la proclamación del reino de Dios y los valores de vida que éste promueve.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[6]</span></span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Bien puede decirse que con este episodio (Mateo 5:1-7:29) el autor intenta mostrar que Jesús, el Mesías prometido, es un verdadero Maestro para el pueblo, tal como lo acababa de resumir (4:23 comp. 9:35). Como Maestro, Jesús interpretó y aplicó correctamente <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios a la gente de su generación. Así que, la iglesia tiene en él (en Jesús) un modelo que debe imitar en su peregrinaje para dar cumplimiento a la misión que Jesús le encomendó (comp. 28:20). Es responsabilidad de los predicadores y maestros en cada generación exponer con fidelidad y sensibilidad <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Esta exposición debe ser dada tanto de manera verbal como no verbal, con palabras y con un estilo de vida coherente con el mensaje.<i> </i></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Pero para ubicar bien el episodio del Sermón del Monte (Mateo 5:1-7:29) es importante comprender un poco la estructura general de este Evangelio. La trama de la narrativa de Mateo gira alrededor de la persona y obra de Jesús, el Mesías prometido, no sólo para el pueblo de Israel sino para todos los pueblos.<span style="color: navy;"> </span>Alrededor de este personaje se desarrolla un conflicto antagonizado fundamentalmente por los <b>escribas</b> y los <b>fariseos</b>, líderes religiosos del pueblo de Israel, quienes desde el comienzo hasta el final de la narrativa muestran que no están dispuestos a aceptar a Jesús como el Mesías. En consecuencia, rechazan su mensaje y sus obras. <b>Jesús</b>, por su parte, escoge un reducido número de <b>discípulos</b> que junto con él son protagonistas de los escenarios y episodios que se van desarrollando a través de la narrativa. Con abundantes y frecuentes citas del Antiguo Testamento, el autor demuestra el cumplimiento de las promesas mesiánicas en Jesús<span style="color: #99cc00;">, </span><span style="color: black;">y frecuentemente abre espacios para que ese Mesías encuentre cabida en todas las personas, tanto las excluidas dentro del pueblo de Israel como a los demás pueblos. La aparente derrota mediante el episodio de la cruz, es eliminada por el episodio de la resurrección. El triunfo del crucificado se declara en su último mensaje: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…</i> (28:18, 19).</span><span style="color: navy;"> Así que, </span><b>El Mesías y su mensaje es para todos los pueblos</b>. En su relato, el evangelista interpreta el nombre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Emanuel</i></b> como <i>Dios con nosotros</i> (1:23) y Jesús mismo les promete a sus discípulos que <i>estará con ellos</i> <i>siempre, hasta el fin del mundo </i>(28:20). Por medio de Jesucristo, Dios se hizo presente para quedarse entre nosotros. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: 'Arial','sans-serif';">El autor del Evangelio se propone retar a sus destinatarios para que continúen decididamente la obra de Jesús, por cuanto él es el Mesías prometido a su pueblo. Para este fin presenta a Jesús no sólo como el Mesías prometido, sino como <b>un modelo de servicio integral al ser humano</b>. En este sentido, Mateo muestra la manera como Jesús desarrolló su ministerio, el cual resume con estas palabras: <i>Jesús recorría todos los pueblos y aldeas <u>enseñand</u>o en las sinagogas, <u>anunciando</u> las buenas nuevas del reino, y <u>sanando</u> toda enfermedad y dolencia</i> (9:35 comp. 4:23). </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 11.1pt 0pt 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Es interesante notar cómo en los primeros nueve capítulos del Evangelio se desarrolla esta trilogía en la acción ministerial de Jesús: <b>Proclamar, enseñar y sanar </b>al pueblo. Desde la perspectiva del narrador, los primeros cuatro capítulos reflejan de diferentes maneras el aspecto de la <b>proclamación del reino</b> a todos los pueblos. Los capítulos cinco al siete muestran a Jesús dando <b>su enseñanza</b> mediante la correcta interpretación y aplicación de la ley, en la cual se incluye a todos los pueblos. Y en los capítulos ocho y nueve se muestra como Jesús se dedicó a <b>sanar toda enfermedad</b> y toda dolencia en el pueblo, en todos los ámbitos de la vida y sin distingo ni discriminación de ningún tipo.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El episodio que constituye este primer discurso (el Sermón del Monte) dentro de la narrativa de Mateo muestra la autoridad de Jesús como el Mesías para ser conductor del pueblo, pues <i>les enseñaba con autoridad</i>. Este episodio muestra que Jesús <b>comprende</b> bien <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, la <b>obedece</b> y <b>enseña</b> a otros a obedecerla (comp. 5:17-20). De acuerdo con la narrativa, Jesús ya había desarrollado con cierta amplitud su ministerio, de modo que Mateo podía dar un resumen de éste (4:23-25); y había llamado a sus primeros discípulos, de manera que era necesario enseñarles (4:18-22). Así que, con este discurso Jesús se propone instruir a sus discípulos respecto a la conducta que deben asumir como ciudadanos del reino de Dios. Esta conducta se resume en <b>la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>, que es en esencia el mensaje dado a través de este primer discurso registrado en este Evangelio (comp. 5:19; 7:24-27). </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Ahora es necesario que volvamos al texto base de estas reflexiones. Recordemos la evaluación que Mateo hace del discurso: <i>las multitudes se asombraban de la enseñanza</i> de Jesús (v. 28b), <i>porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley </i>(v. 29). Mientras oían la enseñanza, los oyentes de Jesús seguramente pensaban en los maestros de la ley que ellos conocían y la manera como estos la enseñaban. Los escribas y los fariseos tenían conocimiento de las Escrituras, pero no la <b>explicaban</b> ni la <b>aplicaban</b> como lo hacía Jesús.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Para ahondar en estas reflexiones es importante hacer algunas observaciones más precisas respecto al texto y su contenido. Lo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">primero</b> que se debe observar es la manera como Mateo se expresa referente a la reacción de los oyentes: <i>las multitudes se asombraban de su enseñanza </i>(<i>la gente estaba admirada de cómo les enseñaba</i>, v. 28b [<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dios Habla Hoy</i>])<i>.</i> Jesús les resultó un predicador fuera de lo común. ¡Un predicador fuera de serie! Al final del discurso, los oyentes no pudieron esconder su emoción: estaban verdaderamente impresionados, impactados, con lo que acaban de ver y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>oír. Cuando Jesús terminó su exposición habían ocurrido ciertos cambios en sus oyentes que no se podían ocultar. Habían sido profundamente impactados y no podían disimularlo. ¡<i>Estaban asombrados</i> de la manera como Jesús enseñaba!</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">El <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">segundo</b> asunto que se observa tiene que ver con las razones que causaron el asombro y admiración de los oyentes. El relato las presenta como dos grandes conclusiones que se colocan delante a manera de cuadros para compararlas. Por un lado está Jesús y por el otro están los maestros tradicionales del pueblo. Ambos son maestros. Pero ante este discurso, los oyentes se asombraban de la enseñanza de Jesús: <i>Porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de ley</i> (v. 29). </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">¡Claro que Jesús les hablaba con autoridad! Pero, ¿de dónde venía semejante autoridad? Hay a lo menos cuatro distintivos de Jesús reflejados en la narrativa de Mateo que pueden ayudar a responder esta pregunta.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">1). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jesús era el enviado de Dios</b>. De acuerdo con la presentación que Mateo hace de Jesús en su Evangelio, se nota que la autoridad de Jesús provenía fundamentalmente de su condición de <b>enviado de Dios como el Mesías</b> prometido (comp. 10:40; 15:24). Esto es bastante claro a través de toda la narrativa, en la cual se menciona constantemente el Antiguo Testamento como prueba de su cumplimiento en la persona y obra de Jesús (comp. 1:23; 2:15, 17, 18, 23; 4:12-16; 8:16, 17; 12:15-21:13:13-15; 21:4, 5). Jesús es el enviado de Dios, tal como lo habían predicado los profetas. ¡Un enviado tiene la autoridad de quien lo envía! Por eso, Jesús <i>les enseñaba como quien tenía autoridad.</i></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">2). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jesús centró su vida en <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Con propiedad puede decirse que la autoridad de Jesús provenía de <b>su apego a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b> mediante su constante obediencia. A través de toda la narrativa se puede comprobar que Jesús enseñaba y actuaba apegado a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Esta característica de Jesús se nota con mayor fuerza especialmente a través del discurso registrado en los capítulos 5 al 7 del Evangelio. Aquí se nota con claridad que Jesús no solamente conocía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las Escrituras</i>, sino que él mismo era el cumplimiento de ellas y a la vez las obedecía en su diario vivir (comp. 5:17-20). No debemos pasar por alto el hecho que un predicador que no obedece <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios carece de autoridad y no merece ser llamado predicador del evangelio.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">3). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jesús fue fiel intérprete de <personname productid="la Escritura. No" w:st="on">la Escritura<span style="font-weight: normal;">. No</span></personname><span style="font-weight: normal;"> hay duda que la autoridad de Jesús que sintieron los oyentes provenía de </span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">su correcta interpretación y aplicación de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</span></b>, en contraposición con la práctica de los maestros de la ley que ellos conocían. Jesús <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">enseñaba</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vivía</b> <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Los seis ejemplos específicos que se presentan en 5:21-48 no dejan lugar a dudas. Con una seguridad y sencillez nunca vistas, pero con autoridad, Jesús expuso el verdadero significado de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios (<personname productid="La Ley" w:st="on">La Ley</personname>) en una diversidad de temas pertinentes que se presentan a través del discurso. <b>Jesús habló a las necesidades del pueblo, en el lenguaje del pueblo, mediante la exposición sencilla de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios</b>. Esto, sin duda, fue una de las cosas que más impresionó a los oyentes: su manera de enseñar, pues <i>les enseñaba como quien tenía autoridad</i>. Un predicador que no interpreta y aplica con fidelidad y sensibilidad <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, carece de autoridad en su mensaje.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">4). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jesús era una persona íntegra</b>. <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Evidentemente, la autoridad de Jesús provenía no sólo de la claridad de su mensaje, sino de su carácter como persona</span>. Esto se nota especialmente en la coherencia entre lo que decía y hacía, en su prédica y su conducta. Por ejemplo, en este discurso (capítulos 5 al 7) Jesús desafía a sus discípulos que <i>hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo </i>(5:16). Jesús dijo a sus discípulos que debían hacer buenas obras. Según la narrativa de Mateo, los capítulos 8 y 9 están repletos de las buenas obras de Jesús, mediante las cuales satisface las necesidades humanas de una manera integral. En este contexto, Mateo escribe que <i>la multitud se llenó de temor, y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales </i>(9:8). Y no sólo esto, sino que <i>la multitud se maravillaba y decía: Jamás se ha visto nada igual en Israel </i>(9:32). Jesús <b>decía</b> y <b>hacía</b>; predicaba con sus <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">palabras</b> y con sus <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">hechos</b>. Jesús era un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacedor de <personname productid="la Palabra. Un" w:st="on">la Palabra<span style="font-style: normal;">. Un</span></personname><span style="font-style: normal;"> predicador que no refleja coherencia entre sus dichos y sus hechos, carece de autoridad.</span><span style="mso-bidi-font-style: italic;"></span></i></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Hay un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tercer</b> asunto en el cual se hace hincapié en el texto que estamos considerando: Jesús les enseñaba como quien tenía autoridad <i>y no como los maestros de la ley</i> (v. 29b). No se dice de manera explícita cómo enseñaban los maestros de la ley, pero de manera indirecta el texto parece indicar que estos no tenían autoridad propia en su enseñanza. Aparentemente, los maestros de la ley se limitaban a enseñar según la autoridad de sus rabinos antepasados y no según su propio examen, reflexión y aplicación de <personname productid="la Escritura. Es" w:st="on">la Escritura. Es</personname> decir, no tenían autoridad propia en su enseñanza; su enseñanza no era más que la repetición de “los comentarios” y no su análisis personal, contextual y experiencial de las Escrituras. Por supuesto, tampoco tenían autoridad moral. Exigían a los demás, pero ellos mismos no hacían lo que enseñaban (comp. Mateo 23:2-4).</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Hay un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cuarto</b> asunto que también merece nuestra consideración. El texto hace un hincapié doble: habla de Jesús como el predicador, el que dio el discurso; y habla también de la multitud, de los discípulos, quienes oyeron el discurso. Hay un emisor y unos receptores; un maestro y unos alumnos, un predicador y unos oyentes. Así que, este discurso deja un mensaje no solamente para los predicadores y maestros de la iglesia hoy; también hay un mensaje para los oyentes. Debemos preguntarnos no solamente cómo predicamos o exponemos <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, sino también cómo oímos las exposiciones y cuáles son nuestras reacciones a las enseñanzas y sermones que oímos frecuentemente. La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">exposición</b> fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reacción</b> de los oyentes a ella, son dos asuntos que van de la mano. La exposición fiel debe generar cambios verdaderos y duraderos en los oyentes. Por supuesto, los cambios duraderos ocurrirán sólo cuando en la predicación haya <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">fidelidad</b> a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">sensibilidad</b> a las necesidades humanas.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Con su enseñanza, Jesús expuso el verdadero significado de las Escrituras. Ésta también ha sido y es la responsabilidad de los predicadores y maestros que el Señor ha puesto en la iglesia. Claro que Jesús tenía una autoridad única: él es <i>Emanuel</i>, él es <i>Dios con nosotros. </i>Es claro también que los predicadores y maestros de la iglesia hoy no son una réplica de Jesús, pero él les ha dejado la misión (junto con toda la iglesia) de hacer discípulos <i>enseñándolos a obedecer todas las cosas que él ha mandado </i>(Mateo 28:20).<i> </i>Aunque Jesús no se encuentra personalmente entre nosotros, él prometió a sus discípulos que estaría <i>con ellos todos los días.</i> Él está con nosotros a través del Espíritu Santo que nos ilumina para la comprensión de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y nos guía a la verdad. Por otra parte, la iglesia no puede ser indiferente. Debe aprender a oír <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, así como también debe aprender a ser sensible a las necesidades humanas. Tenemos que reflexionar sobre lo que estamos oyendo cada semana a través de los predicadores y maestros; también tenemos que reflexionar sobre lo que está pasando a nuestro alrededor. ¡No deberíamos ser iguales después de escuchar la exposición de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios! El sermón debe hacer un efecto profundo en quienes lo oyen. Como bien lo dijo alguien: “El sermón debe acomodar a los desacomodados y desacomodar a los acomodados.”</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">¿Cómo debemos concluir, entonces, estas reflexiones? Parece que hay básicamente dos cuestiones, dos enseñanzas fundamentales para nosotros, que se derivan de Mateo 7:28 y 29. Una está basada en las razones dadas para la reacción de los oyentes y la otra en la reacción propiamente dicha que ellos tuvieron a la enseñanza de Jesús. Una hace hincapié en el expositor, la otra en los oyentes. Por un lado se hace evidente la fidelidad y por el otro la sensibilidad.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt;">La primera gran enseñanza derivada del texto es que<b> la autoridad del predicador/a se basa en su comprensión de las Escrituras y en la obediencia que demuestra a ella</b>. Esto significa que el predicador/a (maestro/a, teólogo/a) debe interpretar correctamente <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y debe vivir conforme al mensaje que predica. Pero el predicador/a también necesita interpretar la realidad de sus oyentes, a fin de responder con <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> a sus necesidades en las realidades cotidianas de la vida. El predicador no habla en el vacío, no da respuestas a preguntas que la gente no se está haciendo. Por otra parte, desde el punto de vista del predicador o maestro, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe ser dada con autoridad. Pero esta autoridad no está en el predicador en sí, sino en la fiel <b>interpretación</b> y pertinente <b>aplicación</b> de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. En este sentido, el predicador/a se presenta con <b>autoridad verbal</b> por cuanto ha trazado bien <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname>, y con <b>autoridad moral</b> por cuanto vive lo que predica. </span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt;">La segunda gran enseñanza derivada del texto es que<b> la exposición fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe hacer impacto transformador en los oyentes</b>.<b> </b>La responsabilidad del predicador/a es exponer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, no sus ideas ni las ideas que otros presentan sobre esa Palabra. Esto exige del predicador tanto un dominio amplio respecto a la comprensión de las Escrituras, como del público al cual se propone predicarla. Sin estas dos dimensiones, será difícil que pueda hacer exposiciones y aplicaciones pertinentes de <personname productid="la Palabra. La" w:st="on">la Palabra. La</personname> exposición fiel de <personname productid="La Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> no es un discurso aislado de la realidad, sino encarnado en ella. En otras palabras, es responsabilidad del predicador exponer el texto en el contexto de las necesidades humanas y éstas deben ser satisfechas. Los oyentes no deben ser iguales después de oír la exposición fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios, así como el predicador tampoco debe ser igual después de reflexionar sobre el texto base de su exposición. No debemos olvidar que en la verdadera predicación están unidas la fidelidad y la sensibilidad; fidelidad al texto y sensibilidad a las necesidades humanas.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">En la predicación hay, entonces, una responsabilidad doble: la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">comprensión</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aplicación</b> de <personname productid="la Palabra. Por" w:st="on">la Palabra. Por</personname> una parte está el expositor que tiene la responsabilidad de ser fiel a la verdad y exponerla con claridad y caridad; y por la otra está el oyente que tiene la responsabilidad de prestar oído a la verdad y asumir compromiso con ella. Tanto uno como el otro tienen que ser obedientes a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. Desde el punto de vista del predicador, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> debe ser interpretada y comunicada con fidelidad; y desde el punto de vista del oyente, <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe ser oída y recibida con humildad, para obedecerla. <personname productid="la Palabra" w:st="on">La Palabra</personname> de Dios es la autoridad para la conducción de la vida de los seres humanos por caminos de bendición; pero esto es posible sólo cuando se comprende, se oye y se obedece.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[7]</span></span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span style="color: #2288bb;"><br />
</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">¿Y qué haremos ahora con estas enseñanzas derivadas del texto estudiado?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como un punto de partida, reflexione sobre las siguientes sugerencias:</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.3pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">1). A través de todo el discurso registrado en Mateo 5 al 7 se hace hincapié en la coherencia entre la fe y la práctica de la fe, entre el seguimiento a Jesús y la obediencia a <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios. En este último texto, donde Mateo evalúa los resultados de la exposición de Jesús, también se hace el mismo planteamiento. Pero ahora se aplica específicamente al expositor. Bien puede decirse, entonces, que este texto se aplica a los predicadores/as y maestros/as (teólogos/as) de la iglesia contemporánea. Un maestro de la predicación ha dicho que <i>Predicar es satisfacer necesidades humanas, a través de la verdad divina, mediante una personalidad escogida.</i><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8586513653113224244#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; letter-spacing: -0.3pt; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;"><span style="color: #2288bb;">[8]</span></span></span></span></span></a><i> </i>Estos tres asuntos se ven reflejados en Jesús y deberían verse en cada predicador y maestro de la iglesia hoy. Los predicadores tenemos que reflexionar sobre esto y contestarnos con franqueza si en nuestra predicación estamos exponiendo con claridad las Escrituras y si estamos respondiendo verdaderamente las necesidades de los oyentes.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Por otra parte, los oyentes también tienen que reflexionar sobre lo que están oyendo. El punto central de esta reflexión es que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en nuestro liderazgo eclesial debe haber muestras claras de comprensión de <personname productid="La Escritura" w:st="on">la Escritura</personname> y de obediencia a ella</b>. La pregunta aquí entonces es: ¿Qué tipo de<span style="letter-spacing: -0.2pt;"> personas son los predicadores y maestros que tenemos en nuestras iglesias? ¿Se demuestra que comprenden bien <personname productid="La Escritura" w:st="on">la Escritura</personname>? ¿Se demuestra que viven de acuerdo con <personname productid="La Escritura" w:st="on">la Escritura</personname>? Si establecemos una escala del 1 al 10, ¿qué números marcaría usted para evaluar al líder principal (pastor, maestro) de su iglesia respecto a la comprensión que éste tiene de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios y su vida de obediencia a ella? ¡Muy bien! Ahora haga un comentario acerca de los dos números que marcó. ¿Cuál es su base o criterio para marcar estos números? ¿Piensa que ha sido objetivo en su apreciación?</span></span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif';">Por otra parte, si usted mismo es líder, pastor o maestro, piense en la manera como podría mejorar su manejo de las Escrituras tanto para su alimentación personal como para la alimentación del rebaño. Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que tomó un curso de análisis bíblico, o de comunicación o de teología? Abra un espacio en su agenda semestral o anual para tomar algún curso de mejoramiento profesional, a fin de “ponerse al día” para ejercer mejor el ministerio. ¿Qué razones tendría usted para no tomar en cuenta esta sugerencia?</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES-VE" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; letter-spacing: -0.2pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">2). Pero no solamente se debe pensar en los líderes, los predicadores/as y maestros/as. Hay una responsabilidad en los oyentes. Los oyentes debemos oír con nuestros oídos, no con los oídos de otros. Debemos ver con nuestros ojos, no con los ojos de otros. Es fácil murmurar en silencio con ideas como estas: qué bueno que fulano está oyendo este sermón, o qué lastima que sutano o mengano no vino esta mañana, este sermón era para él. Esta no es una actitud correcta, no es una actitud humilde. Necesitamos oír la exposición de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> para nuestra propia alimentación y crecimiento cristiano; para la rectificación y orientación de nuestra propia vida. Los oyentes también necesitamos comprender y obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios; necesitamos comprender lo que Dios quiere decirnos a través de las exposiciones que oímos de su Palabra, y necesitamos encontrar la manera cómo ponerla en práctica en nuestra vida en la realidad en la cual estamos inmersos.</span></div><div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 21.3pt;"><br />
</div><span style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: 'Times New Roman'; mso-fareast-language: EN-US;">Para profundizar más su reflexión acerca de estos dos asuntos, hagamos de nuevo una escala del 1 al 10 para que usted se evalúe como oyente. ¿Qué número marcaría respecto a su capacidad y disposición que tiene para oír y obedecer <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> que está oyendo en las exposiciones que se presentan en su iglesia? ¡Muy bien!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Merece una felicitación por su valentía para autoevaluarse. Ahora haga unos comentarios, con la mayor honestidad y la menor subjetividad posibles, a través de los cuales se reflejen unos indicativos de que su auto-evaluación se ajusta a la verdad. Por ejemplo, ¿cuáles son algunos éxitos y algunos asuntos mejorables en su conducta como consecuencia de haber escuchado con atención la exposición de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios? ¿Cuáles pasos puede dar a partir de hoy para mejorar su vida como seguidor de Jesucristo?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una vez dada la exposición de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios deben generarse cambios en los oyentes. ¡No deberíamos ser iguales después de oír una exposición de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios! Por que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">la exposición fiel de <personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</personname> de Dios debe transformar la vida de los oyentes</span></b></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05496231211266474487noreply@blogger.com0