viernes, 21 de enero de 2011

Nuestra relación con la Palabra de Dios

Reflexiones sobre el Salmo 119:9-16

¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con la Palabra de Dios!

En la vida hay cosas relativamente fáciles de realizar, las hay difíciles y hay también las que parecen imposibles. La vida íntegra de una persona parece una de esas cosas imposibles en este mundo. La Palabra de Dios dice que es posible la vida íntegra (recta), si estamos dispuestos a seguir sus consejos. En esta ocasión examinaremos brevemente un texto que habla de la vida íntegra. Se trata de la segunda estrofa de ese largo poema conocido como Salmo 119. Los vv. 9-16 constituyen la segunda estrofa de ese largo poema de 22 estrofas, que trata acerca de la relación que debemos tener con la Palabra de Dios. El texto presenta tres pistas básicas para la vida íntegra. Nuestra conducta revelará si las estamos siguiendo. Estos son principios normales de la vida con los cuales nos encontramos a cada paso.

¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con la Palabra de Dios! Esa relación tiene un proceso sencillo, pero efectivo, que puede resumese en OIR, PENSAR y ACTUAR de acuerdo con la Palabra de Dios. ¿Cómo vamos a actuar bien, si primero no escuchamos y reflexionamos sobre lo que debe ser nuestra conducta? ¿Cómo vamos a tener una vida íntegra, si no la amoldamos a lo que dice el Creador de ella? En la sociedad contemporánea parece que hemos perdido la capacidad de OIR y PENSAR y nos limitaciones a ACTUAR situacionalmente. Tenemos que cambiar este modo de vida y ajustarla al proceso de Oír, Pensar y Actuar de acuerdo con la Palabra de Dios.

El mensaje de la estrofa que hemos mencionado puede resumirse así: La persona íntegra vive de acuerdo con las exigencias de la Palabra de Dios. En verdad, este es el planteamiento del v. 9, que ha sido expresado a través de una pregunta y una respuesta: ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra
(NVI).  Puede afirmarse que el texto presenta tres asuntos bastante claros: 1) La manera de alcanzar la vida íntegra (v. 9, 10, 12); 2) El propósito de obedecer la Palabra de Dios (v. 11) y 3) El resultado de obedecer la Palabra de Dios (13, 14, 15, 16).

Antes de continuar la reflexión, dejamos el siguiente bosquejo del texto:

1.    Oír (escuchar) atentamente a Dios y su Palabra es la manera lograr la vida íntegra (vv. 9, 10). En este sentido, el texto dice que:
1.1. Para tener una vida íntegra era necesario obedecer la Palabra de Dios (v. 9).
1.2. El salmista buscaba a Dios con todo su ser y no quería desviarse de su Palabra (v. 10).
2.    Meditar (reflexionar) en la Palabra de Dios es el segundo paso para la vida íntegra (vv. 11, 12, 16). En este caso, el texto dice que:
2.1. El salmista atesoraba la Palabra de Dios en su mente para evitar el pecado (v. 11).
2.2. El conocer más de Dios y su grandeza, llevaba al salmista a pedirle ayuda para comprender su Palabra (v. 12).
2.3. El salmista se deleitaba en la Palabra de Dios y por eso pensaba en ella continuamente (v. 16).
3.  Actuar de acuerdo con la Palabra de Dios es el resultado natural de los dos pasos anteriores (v. 13, 14, 15). El texto dice que:
3.1. El salmista hablaba de la Palabra de Dios a otros (v. 13).
3.2. La Palabra de Dios le producía al salmista más gozo que todas las riquezas (v. 14).
3.3.  El autor meditaba (estudiaba) y reflexionaba en la Palabra de Dios (v. 15).

Entonces, es bastante claro el mensaje de este texto:

1. Debemos prestar atención a la Palabra de Dios, a fin de comprender lo que enseña para conducirnos bien en la vida. Oír
- Si no OÍMOS con atención la Palabra de Dios, nuestros “oídos” captarán otros mensajes que distorsionarán nuestro estilo de vida.
- Si queremos oír la Palabra de Dios tenemos que acercarnos a ella con humildad.
- En definitiva, la manera de pensar será moldeada por la Palabra de Dios o por la palabra del sistema en medio del cual vivimos. ¿Entonces, a quién queremos escuchar?
2.  Debemos reflexionar en la Palabra de Dios, a fin de asimilar su mensaje y las implicaciones que éste tiene en nuestra vida.  Pensar.
- Si no PENSAMOS (reflexionamos) en lo que Dios dice en Palabra será difícil comprender verdaderamente lo que enseña.
- Si no dedicamos tiempo para estudiar la Palabra de Dios será difícil avanzar en la comprensión de su mensaje.
- Si no identificamos bien nuestros principios de fe basados en la Palabra de Dios, ¿cómo vamos a vivir conforme a ellos?
3. Debemos conducir nuestra vida de acuerdo con la Palabra de Dios, a fin de experimentar la vida abundante. Actuar.
- Si queremos actuar conforme a la Palabra de Dios, debemos estar seguros que la hemos oído con claridad. ¿Sabemos cuál es su Palabra para nosotros hoy?
- Si queremos actuar de acuerdo con la Palabra de Dios será necesario sacrificar ciertos criterios egoístas.
- Si queremos actuar conforme a la Palabra, debemos buscar la ayuda de Él para que guíe nuestros pasos.

¡Entonces, como debemos actuar!
C Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos OIR la Palabra de Dios. Esto implica que: 1) Debemos sincerarnos si en verdad estamos escuchando la palabra de Dios o sólo nos estamos escuchando a nosotros mismos, o estamos escuchando sólo lo que queremos oír. 2) Debemos humillarnos ante la Palabra de Dios para aceptarla. Su mensaje no está pasado de moda, es contemporáneo pero no se ajusta al molde de este mundo. 3) Oír la Palabra de Dios también implica que debemos evaluarnos a luz de su mensaje, a fin de hacer las rectificaciones necesarias. ¿Hay evidencias que en verdad estamos escuchando lo que dice Dios? Pregúnteles a dos personas de la iglesia si notan en su vida evidencias de que usted está escuchando lo que dice Dios. ¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con la Palabra de Dios!

C Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos PENSAR en la Palabra de Dios. Parece que hoy nadie piensa, sencillamente se sigue el ritmo de la música que se toque. No cumpliremos las exigencias de la Palabra de Dios si no la conocemos. Pensar en la palabra de Dios implica: 1) Comprender los principios de fe que profesamos. Tendremos que dedicar tiempo a la lectura, análisis, reflexión y oración sobre lo que enseña la Biblia. 2) Asimilar los postulados de fe que profesamos. Si no asimilamos el mensaje de la Palabra de Dios, será difícil ponerlo en práctica. Tenemos que hacerla parte de nosotros. 3) Asumir los postulados de fe basados en la Palabra de Dios como la norma de vida. Los consejos de Dios normalmente son contrarios a los consejos del sistema del mundo. Por eso, debemos reflexionar sobre la Palabra de Dios para estar seguros de cuál es el mensaje que nos enseña, a fin de ponerlo en práctica. Hay grupos de estudio bíblico en muchas partes, los hay en su iglesia también. Intégrese a uno de esos grupos de estudio de la Biblia.

C Si queremos una vida íntegra (recta, intachable) debemos ACTUAR de verdad conforme a la Palabra de Dios. Es necesario que llevemos a la práctica la Palabra de Dios de una manera real. Si no tomamos en serio actuar conforme a la Palabra de Dios, algo anda mal con nuestro cristianismo. Actuar conforma a la Palabra de Dios implica: 1) Hacer ciertos sacrificios en nuestra vida. La palabra de Dios no siempre está de acuerdo con lo que nos gusta. 2) Hacer cambios en nuestra manera de pensar. Generalmente nuestra manera de pensar, muchas veces sin darnos cuenta, está moldeada por el pensamiento contemporáneo. 3) Revisar nuestra relación con los demás. La vida íntegra se evidencia también en nuestra buena relación con nuestro prójimo.  4) Revisar nuestra relación con Dios. 5) Reorientar nuestra vida. Hacer cambios no siempre resulta fácil, pero por lo general son necesarios.
Nuestra buena relación con la Palabra de Dios se reflejará en nuestra vida diaria, en nuestra relación con la familia, con los compañeros de trabajo, los vecinos, etc. Porque: ¡Nuestra vida revela la relación que tenemos con la Palabra de Dios!

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